El sol entraba por mi ventana, dándome los buenos días y cerciorándose que no volviera a dormirme. Con tanto calor quien va a querer quedarse en su cama mas tiempo que el necesario.
Desperté con una sonrisa en el rostro. Hoy es un lindo día.
Desde hace una semana llevo planeando todo para hoy, no soy muy organizada ni nada. Eso se puede descubrir fácilmente al ver mi habitación. Pero había calculado cada detalle de este día.
Hoy será el comienzo de toda una historia, por fin encontré a quien quiero. Así que es hora de que esa personita se entere, Yo Cris, la quiero para mi solita.
Tengo que comenzar con un duchazo para estar limpiecita. Después me entretuve bastante tiempo eligiendo que ropa sería la más adecuada para tan magno evento. Al mirarme al espejo del closet no paraba de sonreír. Bueno, cuando encontré el polo suertudo, ya estaba lista toda mi combinación. Una falda con flequillo a la altura de la cintura, parecía que llevara una correa. Me encanta.
Baje apresurada, ya iba 5 minutos de retraso según el papel que llevaba en la mano.
Ayer me pasé apuntando en una hoja de mi cuaderno, todo lo que planeaba hacer, un horario perfecto. Las cosas deben salir bien. Ella es muy importante para mí. Se merece que ponga toda mi dedicación en nuestra salida. En esta salida sobretodo, las que seguirán después ya no estaré tan nerviosa.
Apreté los puños fuertes de la emoción. ¡Ups! Casi me olvido mi bolso, corrí escaleras arriba hasta mi habitación.
¡Lista!.
Cuando ya estaba por la puerta, mi madre me llamó desde la cocina.
Estoy apurada má– dije tratando de irme rápido - ¿qué pasa?
Ella estaba de espaldas a mi, preparando no se que cosa en la licuadora.
Antes de que vayas a algún sitio, toma tu desayuno – agregó. Volteándose a verme y con un vaso de jugo en la mano - …Cris…con quien vas a salir – me miró extrañada; todos los días me arreglo pero hoy estoy deslumbrante. Quiero que Claudia se quede atónita al mirarme.
Gracias por el jugo – me limité a decir, tomándolo de sus manos y acabándolo en una sola toma- ya me voy
No es bueno darle detalles, podría ser de mala suerte cantar victoria antes de tiempo…jijiji…Que precioso día. Nada puede salir mal.
Llevaba en el autobús casi veinte minutos, pero no podía estarme quieta, quiero llegar rápido.
Habíamos acordado la semana pasada salir juntas, otro día para celebrar nuestro ingreso. Además, ya nos quedaba dos semanas para iniciar las clases. Seguro que las dos seremos excelentes comunicadoras. Cuando nos dejen algún trabajo grupal, siempre seriamos Claudia y yo.
Ella decidió que le gustaría ir al centro comercial. Debía encontrar la ropa perfecta para el primer día de clases; según ella la primera impresión es la que cuenta. Uhm… ¿qué impresión le habré dado cuando nos conocimos? Le preguntaré esta misma tarde, luego de que…jijiji
¡Bajan! – avisé al conductor, un poco mas y me pasaba el paradero.
Por fin llegue al centro comercial. Hay tanta gente, que se me hará difícil ubicarla.
Claro, para eso esta el móvil.
Le he puesto un timbre especial para ella, cuando me llama suena la melodía mas bonita. Reguetón….jajaja…no, eso no.
Aló, Claudia estoy en el centro comercial ¿Dónde estas tú? – le pregunté. Suerte que por el celular no ve mi expresión radiante. Unos chicos pasan por mi costado, silbándome. No les presto la mínima atención, ahorita estoy al teléfono con mi… futura novia.
Mis ojos sólo quieren mirarla a ella; y su voz cuando se cuela por mis oídos es música relajante. Me gusta tanto. Siento mis mejillas enrojecerse.
Aquí – Siento su voz no sólo por el auricular, y una mano en mi hombro me asusta - detrás de ti.
Pasamos horas y horas de tienda en tienda, la colección de este verano es divina. Lamentablemente por ahora veremos ropa, ya la próxima semana tendríamos recién dinero para comprar. Nuestros padres estaban tan contentos de nuestro ingreso a la universidad que nos han prometido una propina especial.
Hemos almorzado en un restaurante que nos gusta mucho. Se preocupó por mi cuando no pedí lo de costumbre, pollo crispy. Por ahora ensalada. Estoy ansiosa porque llegue la hora de ir al cine.
Ya he planeado hasta que película veríamos, una de terror. Por suerte nunca me han dado miedo, en cambio ella… no puede permanecer con los dos ojos abiertos. Entonces, me acercaré a Claudia casualmente, me perderé en sus ojos y luego le confieso mis sentimientos, sellando nuestro amor con un beso.
Cris que tienes – me preguntó toda curiosa por la sonrisa de oreja a oreja que se acomodó en mi rostro – estas muy feliz.
Ahh…jeje…si, ya vamos a comenzar la universidad – Traté de sonar lo más entusiasmada, aún no puede descubrir mis intenciones – Estoy tan feliz.
¡SI! yo también estoy emocionada – me sonrió y cogió mis manos con las suyas. Siempre es tan tierna – creo que se nos hace tarde para la película – Se despegó de mi y propuso ir al cine de una vez.
Ya en la entrada del cine, le mostré recién los boletos que había comprado. Casi anulo mi operación “conquista”, al verla tan miedosa con el nombre de la película, y no era para menos, las criticas dicen que es para no volver a dormir con la luz apagada.
Ella pasó a buscar los asientos, mientras que yo me fui a conseguir la canchita y las gaseosas. Me puedo acostumbrar a venir semanalmente con ella a ver películas. Conseguiré un empleo de medio tiempo, voy a necesitar dinero para invitarla a salir mas seguido.
Soy tan afortunada por haberla conocido, no hay un día que me arrepienta de haber llegado tarde a clases. Ya esta predestinado que las dos estemos juntas, nos complementamos.
Señorita, ya esta su pedido – Agregó el muchacho que atendía en la confitería. ¡Ups! Hay bastante gente esperando también, me sonroje y retire. Es que esta chica me tiene loquita. Ya mencioné que la quiero.
En medio de la parte más sangrienta, me coge el brazo, ocultando su rostro contra mí. Excelente elección. Adoro al director de la película por crear tan violenta escena. Siento como se agita cada vez que los demás espectadores gritan ante lo inminente. Que había de susto… una niña con los cabellos desaliñados, arrastrándose en medio de un ascensor. No se dan cuenta los protagonistas, que le llevan más de metro y medio de diferencia. Que cobardes.
Bien, ha llegado el momento.
Claudia hay algo que quiero decirte – le susurré a su oreja para que el ruido de la película no distorsionara mis palabras.
Ella me mira entrecerrando los ojos, tiene miedo de que casualmente acabe viendo una escena aterradora en la pantalla.
Que pasa…- Agregó toda miedosa. Es preciosa, sus ojos negros. Su cabello azabache, sus labios pintados con color melón, deben ser muy suaves. Muy ricos. Cerré los ojos y mi cuerpo actuó por si sólo, era yo besándola. Pegué mis labios contra los de ella, los sentía palpitar. Aceleré mas, quiero abrirme camino hasta su lengua. Rozarla con la mía…que delirio
El brusco retroceso de ella, me obligo a abrir los ojos.
No habló nada, no salto de felicidad como yo creía, se levanto rápido de su asiento y salió velozmente de la sala del cine.
La mire alejarse de mi, no volteo en ningún segundo a verme. Los ruidos de la película desconcentraban mis pensamientos. ¿Qué pasó?
Hoy era un bonito día.
Estaba con la boca abierta, sintiendo que parte de su labial había quedado en mis labios. Que extraña imagen, ella escapando de mí, yo sentada en pleno cine, con canchita en mano. Y sin entender que sucedió.