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Family por licherni

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Notas del capitulo:

siento la tardanza se me fue la olla y no lo subi, pero ya estoy aki espero ke os guste y gracias por los reviews


Kisses

Capítulo 8: Descubriendo

 

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ATCHIS!!!!!!!!!!- temblaron hasta los cimientos de la casa por la fuerza del estornudo, el rubio se sorbió la nariz y Harry le pasó un pañuelo con una sonrisa divertida.

-Te dije que te resfriarías.

-No vuelvo a darte apoyo moral y a cuidarte.

-Gracias por preocuparte por mí- respondió acariciándole el brazo.- Ahora yo cuidaré de ti.

-No hará falta, es un simple resfriado.

-De acuerdo, durmamos, mañana buscaré algo en el despacho de Sev para los resfriados- apartó las sábanas para que entrara primero Draco y se acostó a su lado, lo abrazó y cerró los ojos.- Buenas noches.

-Buenas noches.

 

En mitad de la noche Harry sintió al rubio moverse insistentemente entre sus brazos, terminó de despertarse al notar su pecho húmedo. Tocó a Malfoy en la cara y notó que ardía en fiebre, lo zarandeó ligeramente para despertarlo.

-Draco, despierta, tienes muchísima fiebre.

-¿Eh? ¿De qué hablas? ¿Por qué hace tanto frío?

-Tienes que darte una ducha.

-¿Qué? ¿Ahora? Me duele muchísimo la cabeza Harry, mejor déjame dormir.

-Draco, estas malo, tienes mucha fiebre, en cuanto te duches te sentarás mejor y podrás dormir tranquilo, ¿vale?

-De acuerdo.

-Así me gusta, quédate aquí mientras preparo el baño, tápate bien- le echó una manta para abrigarlo mejor antes de irse al baño. Una vez preparada la bañera volvió a por Draco.- Draco, no te me quedes dormido, vamos.

 

Lo cogió en brazos con cuidado y lo llevó hasta el baño, le quitó la ropa con rapidez y lo metió en la bañera con el agua caliente. Lo dejó un momento mientras buscaba un pijama de invierno y volvió enseguida, después de remojarlo un poco con el agua caliente lo sacó y lo envolvió en n albornoz. Le secó el pelo con un hechizo y dejó que se vistiera mientras él cambiaba las sábanas, gracias al lazo se sentía mareado pero lo ignoró para cambiar más rápido las sábanas y no dejar al Slytherin solo. Cuando terminó vio salir al rubio con paso indeciso del baño, se acercó enseguida a él para cogerlo en brazos y meterlo en la cama.

-¿Te sientes mejor?

-Apenas.

-Todavía tienes fiebre, iré a buscar algo para que te baje- se giró pero Draco lo tenía agarrado por el brazo.

-Quédate hasta que me duerma, por favor, sólo hasta que me duerma, luego podrás ir a por lo que sea.

-De acuerdo, intenta dormir- se metió a su lado y lo abrazó.

-Harry, tengo frío- el moreno le pasó calor.- Gracias.

 

Al rato Draco se había quedado totalmente dormido, respirando pesadamente por la fiebre, Harry se soltó con suavidad de su abrazo y entró en el baño. Salió con una toalla mojada de agua fría y se la puso en la frente, luego bajó en silencio al despacho de Severus. No quedaban pociones para la fiebre, ni los resfriados, mandó a Fausto con una nota para Hermione, que la respondió enseguida diciendo que no le quedaba ninguna porque en esas fechas no se resfriaban y no había preparado todavía la de reserva. Apenado se lo agradeció y enseguida se puso a buscar en los libros de pociones la que necesitaba, desesperado se encontró con que les faltaban la mitad de los ingredientes. En ese momento su tatuaje brillo en dorado y lo transportó a la habitación, al lado del rubio que se había vuelto a despertar por el calor y el dolor de cabeza.

-Estoy aquí, no te preocupes Draco, estoy a tu lado- dijo abrazándolo.

-Harry, me duele.

-Lo sé, lo estoy sintiendo, necesito que te duermas un rato, bajaré a preparar la poción, te subiré algo para el dolor de cabeza, pero tengo que preparar la de la fiebre y me faltan ingredientes.

-Algunos estarán en el invernadero.

-De acuerdo, bajaré y subiré enseguida.

-Vale- lo dejó ir y Harry desapareció por la puerta como un rayo, se encogió entre las mantas esperando a que volviera. Sintió algo suave acariciarle.- ¿Harry?

-Ya sube, está cogiendo también el libro.

-Bien- el gato se quedó a su lado.- Gracias Athem.

-No es nada.

-Draco, mírame, tienes que tomarte la poción- el rubio se giró para mirarlo y se incorporó con su ayuda.- Toma, bébetela, es para la resaca pero te ayudará mientras yo consigo la poción- se la bebió y se volvió a tumbar, pero Harry se sentó a su lado y decidió apoyar su cabeza en sus piernas.- Duerme un rato.

 

A medida que el dolor de cabeza remitía consiguió dormir, la fiebre no se iba pero la ausencia de dolor ayudaba. A ratos se despertaba y veía a Harry con el libro abierto pero sin atreverse a dejarlo solo para bajar a preparar la poción. Una de las veces en las que se despertó estaba solo y oía a Harry discutir con alguien en el baño. Oyó la voz de Weasley totalmente histérico gritándole.

-¡Nos ha robado! ¡Él ha robado todo el dinero de la familia y tú te quedas a cuidar al hurón de mierda!

-¿Sabes qué te digo Ron? Que te pueden ir dando por culo, yo me quedo con Draco, búscate a otro, ah, es verdad, que el otro te ha robado- y luego se oyó como un "plof".

 

Harry tardó en salir después de eso, Draco lo notaba nervioso, quería ir a ayudar a los Weasley porque eran parte de su familia pero Draco lo necesitaba ahí y ahora. Volvió a dormirse cuando volvió a quedarse dormido sobre el moreno, y en sueños lo sintió ansioso, nervioso, esperaba algo con ganas y tardaba en llegar, hasta que sintió el alivio y luego nada. Cuando despertó de nuevo había amanecido ya y volvía a estar solo, la fiebre había remitido pero seguía mareado. Se levantó para bajar a la cocina pero algo pasó rozando sus pies impidiéndole que siguiera adelante, Salazar siseo.

-Vuelve a la cama, Harry volverá pronto- le dijo Athem.

-¿Dónde está?

-No lo sé del todo, en cuanto ha amanecido y te ha bajado la fiebre un poco ha salido corriendo con una vestimenta que tú calificarías con números negativos.

-¿Me ha dejado solo?

-No, nos ha pedido que te cuidemos mientras está fuera, hace nada que se ha ido, le urgía mucho, parecía nervioso.

-Ha ido a ayudar a los Weasley.

-¿Cómo?

-Me desperté anoche y le oí discutir con la comadreja, al parecer alguien les ha robado, creo que ese tal Kyle. No quería dejarme solo pero también quería ir a ayudar, al ver que estaba mejor habrá ido a ayudarlos.

-No sé Draco, no creo que haya hecho eso, está muy preocupado por ti.

-Ellos son su familia.

-Tú también- el tatuaje de su muñeca brilló en dorado y Harry enseguida estuvo a su lado.- ¿Harry?

-Vaya, esto es más fácil que aparecerse- iba horriblemente vestido y tenía entre las manos un frasco con una poción de color violeta claro.- ¿Estás bien Draco? ¿Te duele algo? ¿Ha pasado algo?

-¿Dónde has ido?

-A comprar la poción, tardaba menos comprándola que haciéndola, pero cuando he llegado la tienda todavía estaba cerrada y he tenido que esperar ¿dónde crees que he ido?

-Con los Weasley.

-No, les dije que estaría a tu lado y aquí me quedo hasta que estés totalmente recuperado, el único que no entiende que no puedo dejarte es Ron, Molly y Arthur desean que te recuperes.

-¿En serio?

-Sí, no te preocupes, toma, bébetela, te bajará la fiebre mientras hago más, he dejado abajo los ingredientes que faltaban, el de la tienda me ha recomendado que te tomes otra para comer y otra para cenar, para mañana estarás recuperado.

-De acuerdo.

 

Cogió la botellita y se bebió el contenido de un trago, Harry quiso que se tumbara y se quedara en la habitación mientras él preparaba el resto de la poción pero el rubio se negó y ambos bajaron al estudio de Severus. El Gryffindor convirtió la mesa en una cama cuadrada para que Draco se tumbara mientras estuviera allí, el Slytherin no se negó, ya que estaba con el ojiverde, así que lo vio preparar la poción totalmente concentrado en ella, le recordaba mucho a cuando lo veía hacer una receta nueva.

 

Hacia media tarde ambos se habían tumbado en el sofá a ver una película en la tele que rara vez se utilizaba y por eso estaba escondida, como el reproductor de música. Hermione los interrumpió llamando a la puerta con noticias frescas sobre lo que había pasado con los Weasley.

-Han estado a punto de cogerlo pero en cuanto se ha dado cuenta de que tú no estabas entre los que lo seguían ha dejado tirada a Ginny con el dinero y ha desaparecido. Quieren localizarlo con las técnicas del ministerio pero van a tardar muchísimo, Arthur no es suficientemente importante como para conseguir que les den un poco de prioridad.

-¿Quieres que vaya a ayudarlos?

-No si sigues teniendo que cuidar de Malfoy, pero ayudaría que movieras algunos hilos, quieren saber dónde está porque aunque se haya dejado el dinero todavía tiene con él la llave.

-¿Draco, estás mejor?

-Sí, no tienes que preocuparte por mí, mientras me dejes a Granger para hacerme compañía estaré bien, vete a ayudar a los Weasley, los gemelos me cayeron bastante bien al fin y al cabo.

-De acuerdo, intentaré volver cuanto antes- lo besó en la frente y salió de los límites de la casa para aparecerse.

-Me mima en exceso- se rió el rubio.

-Eso no es malo, solo demuestra un enorme cariño hacia ti, ¿cómo estás?

-Mucho mejor que por la noche, ¿te puedes creer que al loco de él se le ocurrió salir corriendo a la cuidad a las cinco de la madrugada para comprarme la poción?

-Típico de él, no debió de dormir en toda la noche.

-No, y encima ahora todo esto, ¿quién ha sido?

-Kyle, el novio de Ginny- y puso mala cara al decirlo.- ¿Qué sabes de él?

-Muy poco la verdad, el primer día leí una carta tuya sobre él y no parecía nada bueno, eso llevó a que Harry no me hablara durante una semana hasta que hicimos las paces y a partir de ahí no he vuelto a comentar el tema, no quiero que se enfade conmigo por ser demasiado curioso.

-Tal vez hoy te lo cuente, prueba a preguntar con sutileza, aunque a lo mejor ni lo necesitas.

-Espero que sea así, ¿cómo lo llevas tú?

-Mucho mejor, lo arreglamos todo entre Ron y yo, está entusiasmado con encontrarle el nombre perfecto, sobretodo desde que vio la ecografía y sintió su magia a través de mí, no deja de pedirme perdón una y mil veces.

-Bueno, si tenemos suerte tal vez quiera a Harry la mitad que a ti y acepte que soy importante para él, ¿no? No hay que perder la esperanza.

-Tienes razón.

 

Se quedaron un rato en silencio mientras terminaban de ver la peli que se había quedado a medias. El rubio disfrutaba de ése aparato muggle, le aprecia realmente entretenido para utilizarlo de vez en cuando. Cuando terminó la película fue la castaña quien se encargó de apagar la tele, ya que Draco no tenía ni idea.

-¿Malfoy, querrías acompañarme arriba en busca de un libro con nombres? Tal vez encuentre algo para mi bebé.

-Una buena idea, vamos- la ayudó a levantarse con cuidado y subieron despacio al piso de los despachos, entraron primero en el de Sirius.- No sé si lo que tenga aquí servirá, pero vamos a mirar.

-Sí, vamos- mientras buscaban la Gryffindor se atrevió a comentar.- ¿Pensaste en lo que te dije Malfoy?

-Un poco- reconoció.

-¿Y qué opinas sobre ello?

-No es tan descabellado, creo que Harry me gusta, desde hace tiempo aunque no me he dado cuenta hasta que me lo has comentado tú.

-Ya veo, ¿sabes? Yo os veo como una bonita pareja, os entenderíais muy bien, seguramente tendríais alguna discusión tonta pero veo imposible que podáis separaros nunca el uno del otro, el otro día cuando pasó todo aquello de Ron, os vi como dos trozos de un mismo objeto, absolutamente complementarios.

-¿Y con todo eso me estás queriendo decir que...?

-Que deberíais intentarlo, yo lo veo con buen futuro.

-Nunca pensé que Hermione Granger me estuviera diciendo a mí, Draco Malfoy, que intentara salir con Harry Potter, realmente insólito, pero a la vez no me parece muy mala idea, tú conoces bien a Harry y tú lo ves todo desde fuera, si crees que puede funcionar no voy a contradecirte.

-Gracias, la verdad es que tienes razón es muy insólito pero no es mala idea y saldrá bien, sólo tienes que seducirlo.

-¿Y cómo hago eso?

-Oh, eso es fácil, desprende encantos.

-Nos estamos olvidando de un detalle insignificante y crucial.

-Es gay hasta la médula, no te preocupes por eso, seguramente ya haya pensado que estás como un queso, aunque disimula muy bien.

-Cuando habláis así me entra miedo, sobretodo desde que Harry me contó sobre vuestras fiestas, sois realmente perversos.

-Eso es porque lo ves desde fuera, desde dentro lo ves todo de otra forma.

-Ya entiendo- cogió un libro que le llamó la atención y leyó el resumen.- Acabo de encontrar la Biblia en verso.

-¿Qué? ¿De dónde has sacado esa expresión?

-De Harry, se me ha debido pegar, fíjate- le tendió el libro para que lo viera.- Me va a venir de perlas.

-"Infinitas formas de dar placer a tu pareja", pues sí, te va a ser de mucha ayuda, ya tienes la teoría, ahora te va a tocar aplicarla a la práctica.

-Será interesante- se fijó en otro estante lleno de cajas.- Mira, Pathfoot tiene DVDs.

-No me fiaría demasiado de los DVDs de Sirius.

-¿Por qué no? Podría ser divertido.

-O traumatizante, no quiero que mi niño vea cosas que no debe ver a su edad.

-Si ni siquiera tiene edad.

-Más a mi favor.

-Pues me lo cogeré para verlo yo más tarde, con Harry.

-Eso puede ayudarte mucho en tu plan de conquista, seguramente necesites aliviarte después de ver alguno de esos DVDs.

-La escena no me resulta para nada desagradable.

-Ugh, déjalo Malfoy, no quiero imaginármelo yo también.

-¡Chicos ya estoy en casa! ¡¿Draco?! ¡¿Herm?!

-¡Ya vamos!- el Slytherin dejó todo en la encimera y ambos bajaron con Harry.

-¿Qué hacíais ahí arriba?

-Buscábamos un libro de nombres.

-Oh, pues creo que no hay ninguno, lo siento Mione.

-No te preocupes, no pasa nada, ¿alguna novedad?

-He conseguido que se pongan a buscarlo, esté donde esté no lo localizan, se apareció en Londres y a partir de ahí no saben más.

-¿Y Ginny?

-Siguen interrogándola.

-¿Crees que volverá a por ella?

-¿Siendo como es? No, ni hablar, ya tiene la llave, no necesita más.

-Ya veo, bueno, yo os dejo, a menos que tengas que volver a irte.

-No, me quedaré aquí, ya no hay nada más que hacer, vuelve con Ron, te necesitará, está muy alterado.

-De acuerdo, cuidaos- besó a ambos en la mejilla y se acercó a la chimenea.- Hasta luego, chicos, suerte Malfoy- le guiñó un ojo y desapareció entre llamas verdes.

 

Harry se dejó caer en el sofá y cerró los ojos, el Slytherin lo siguió preocupado, le acarició con suavidad el brazo en un intento de reconfortarlo o darle apoyo moral. El moreno sonrió abriendo los ojos y lo besó en la frente, luego se lo quedó mirando un momento con dulzura.

-¿Te has tomado la poción?

-No, todavía no es la hora.

-Deberías tomártela ahora, puede que no cenemos, hay algo que quiero que veas.

-¿Es sobre Kyle?

-Sí, no puedo mantenerte más tiempo en la ignorancia, mereces saber todo lo que hay tras esa carta de Hermione que leíste el día de tu llegada.

-¿Crees que es lo mejor?

-Sí, confío en ti, no quiero que estés en la ignorancia mientras el resto del mundo a tu alrededor hace comentarios que no entiendes, yo odio eso y no voy a dejar te que pase a ti, de todas formas hay un par de cosas que... Bueno ya te comentaré cuando lleguemos a eso.

-De acuerdo, voy a por la poción.

-Yo aprovecharé para hacer un par de sándwiches, subiré a buscarte enseguida- lo besó en la mejilla y se perdió en la cocina.

 

Draco subió con tranquilidad al despacho de Severus y se tomó la poción una vez allí, cuando salía Harry lo alcanzó y juntos subieron a la cúpula. El Gryffindor había subido un par de sándwiches para cada uno y una botella de cerveza de mantequilla, mientras él buscaba los recuerdos en el armario el rubio sujetó todo, una vez vertidos los hilos plateados en el pensadero ambos se enfrascaron en él.

 

Estaban en Hogwarts, más ciertamente en la sala común de Gryffindor, el Harry Potter del recuerdo daba vueltas de un lado a otro de la sala vacía, por la falta de decoración debía de ser a comienzos del curso tras la guerra. El cuadro de entrada se abrió y él se quedó quieto para ver entrar a Hermione, luego suspiró aliviado y se acercó a ella.

-Hermione, por fin apareces, te estaba buscando.

-Sí, lo sé, por eso me he saltado la comida cuando me han avisado de que estabas aquí y que parecías desesperado, que a propósito no deberías saltarte las comidas.

-Luego discutiremos sobre eso, necesito tu ayuda, me voy a volver loco.

-¿Qué pasa?- se sentaron en el sofá para estar más cómodos.

-Tú ya sabes que volví a salir con Ginny.

-Sí, lo sé, ¿qué pasa con eso?

-Pues que intentamos que la relación fuera más...íntima, ya sabes que tuviéramos más...contacto.

-¿Harry, por qué me estas hablando de esto?

-Pues, porque...ya sabes...no...va...no despierta...- respondió nervioso.

-No te entiendo nada, Harry.

-Merlín...que no funciona cuando tiene que funcionar.

-Sigo sin entenderlo del todo.

-¡JODER QUE NO ME PONGO CUANDO VOY  HACERLO CON GINNY!- Draco que acababa de tomar un trago de su cerveza la escupió de golpe.

-Lo siento.

-Es normal, no te preocupes- respondió Harry con una sonrisa mientras Hermione y él en el recuerdo discutían.- Todavía no sabía que era gay, pensé que era culpa de algún hechizo o algo así, y me hice miles de pruebas, sin ningún resultado, por supuesto.

-¿Y cuando te diste cuenta?

-Ahora vamos a eso- todo a su alrededor se revolvió y la escena cambió, esta vez eran los pasillos del último piso.

 

Nadie andaba por ahí y todo parecía más o menos nuevo, por lo que sería parte de lo que fue reconstruido. Harry apareció por un cuadro a la vez que un chico vagamente conocido aparecía por las escaleras, el Gryffindor le hizo gestos y ambos se metieron tras el cuadro, el Harry y el Draco del recuerdo fueron transportados dentro de la sala junto con el chico que era de Slytherin.

-Kyle, pensé que no vendrías- dijo el Harry del recuerdo sentándose en un sofá. Draco miró a un Harry y luego al otro, el que estaba a su lado asintió con seriedad sin dejar de mirar la escena.- ¿Y bien? ¿Qué querías decirme? Tanto secretismo me intriga.

-El secretismo es para mantener mi cabeza sobre los hombros, ya sabes que nuestro príncipe de hielo sigue sin tragarte.

-Lo sé, y es una pena, seríamos grandes amigos si olvidáramos todo, como lo somos tú y yo.

-De eso quería hablarte Harry, yo... quiero que seamos algo más que amigos.

-¿Qué?

-Tal vez con gestos lo entiendas mejor- se acercó a él y lo besó en los labios. Después de unos segundos de sorpresa el Gryffindor respondió y un minuto después lo apartó.

-¿Qué haces? Esto está mal Kyle.

-No lo está si tú no quieres, en este mundo las parejas de mismo sexo están bien vistas y también la poligamia.

-Pero yo ya tengo novia.

-¿Y ella te enciende? ¿Te hace sentir con sus besos lo que te he hecho sentir yo con le mío?

-No pero...no la verdad es que no.

-Eso es porque te gustan los chicos Harry, no es ninguna enfermedad que no te pongas cuando vayas a hacer el amor con ella, es simplemente falta de deseo.

-Vaya, eso explica mucho.

-Sí, quiero que salgas conmigo Harry, por favor.

-¿Pero, y Ginny?

-No puedes mantener una relación con alguien a quien sólo ves como una hermana, no seréis felices.

-Yo, déjame pensármelo, ¿vale?

-Te daré el tiempo que necesites.

 

El torbellino los sacó de nuevo a la habitación de la cúpula, Draco tenía la garganta seca y bebió un par de buenos tragos de su botella, Harry dejó su comida en un estante del armario y suspiró con pesar.

-Lo recuerdo vagamente, siempre pasó desapercibido, no me pareció alguien importante, pero creo haberlo visto en algunas de mis clases.

-Fue así como nos hicimos amigos, por las clases que compartíamos, nos enviábamos notas con pergaminos hechizados para que nadie pudiera leerlos.

-¿Cómo convenciste a Weasley de que no te mandara a la zona de enfermedades mentales de San Mugo y no le pateara el culo?

-No tuve que hacerlo, él simplemente se derritió en halagos y lo hacía sentirse importante, tenía mucho encanto, el hijo de puta de él.

-¿Qué pasó después?

-Hablé con Ginny, y ambos estuvimos de acuerdo en dejarlo, no le dije que salía con él, sólo lo sabían Ron, Mione y Nev, nadie más. Este recuerdo que te voy a enseñar ahora es bastante íntimo y fuerte, pero no creo que puedas entenderlo todo completamente sin él, no sin mostrarte miles de recuerdos más que expresan mucho menos para que te des cuenta de cuánto me dolió lo que pasó con él.

-Aguantaré, sea lo que sea.

-No es un maltrato, Draco, ni golpes, ni sangre, ni heridas, es un recuerdo feliz, es el recuerdo de mi primera vez, pero aunque te cueste necesito que veas y oigas todo lo que él hace.

-¿No crees que es excesivo?

-Draco, necesito que confíes en mí, esta parte es crucial para que entiendas el resto, por favor- rogó.

-De acuerdo- él moreno cogió otro botecito y después de sacar los recuerdos que había en el pensadero vertió los nuevos.- Estoy a tu lado.

-Es lo que más necesito para esto.

 

Ambos se volvieron a sumergir en el pensadero, aparecieron en la sala de los menesteres donde un Harry nervioso daba vueltas de un lado a otro de un enorme y cómodo sofá. Enseguida la puerta apareció y por ella Kyle con una sonrisa de oreja a oreja, ambos se acercaron para abrazarse y besarse.

-Pensé que no vendrías ya.

-Llego puntual, has venido demasiado temprano, ¿estás seguro de esto?

-Sí, no puedo esperar más.

-Entonces no necesitamos un sofá, sino una cama- y de inmediato el sofá fue sustituido por una cama de matrimonio. Volvieron a besarse, quitándose la ropa, mientras se veneraban con la mirada y los roces.- Te quiero Harry, te adoro, eres mi vida, no te dejaré nunca, jamás.

-Yo también te quiero, como no he quedo a nadie más Kyle.

 

Entre gemidos y jadeos las palabras de amor inundaban la habitación, teñidas de sentimiento, el momento era tan íntimo que Draco no sabía dónde meterse. Apartó finalmente la mirada cuando Kyle estuvo completamente dentro de Harry, pero volvió a mirar al sentir un temblor llegando a su mano, mientras la pareja del recuerdo disfrutaba de un vaivén delicado y dulce el Harry que tenía cogido de la mano dejaba escapar amargas lágrimas de sus ojos verdes. Se abrazó al moreno cuando la pareja llegó al orgasmo, totalmente satisfechos.

-Te amo Kyle.

-Yo también Harry.

-Eres mi vida, si me dejaras yo moriría.

 

Volvieron a estar fuera casi enseguida, el Gryffindor lloraba en silencio en el hombro de Malfoy mientras éste lo consolaba pasando una mano por su espalda. No se atrevió a preguntar nada, dejó que el moreno llorara a gusto y se molestara en hablar cuando estuviera listo.

-Le entregué mi cuerpo, mi alma y mi corazón, y aunque parezca cursi así fue, casi literalmente yo era suyo- dijo separándose un poco.- Habría dado mi vida una y mil veces con tal de mantenerlo a salvo, con tal que siguiera a mi lado.

-Parece que os queríais mucho.

-Sin ánimo de ofender Draco, era Slytherin, las apariencias engañan- sonrió amargamente y se acercó al armario, sacó otro recuerdo y lo cambio por el otro en el pensadero.- Éste es el último recuerdo, el final. ¿Preparado?

-Por ti para lo que sea- el Gryffindor sonrió con dulzura y lo tomó de la mano, volvieron a sumergirse.

 

Estaban en el pasillo de la sala de los menesteres y todo estaba desierto, alguien venía corriendo hacia allí, era Harry, estaba cansado de ir corriendo pero sonreía absolutamente eufórico. Pasó tres veces por delante de la pared y cuando abrió la puerta entró con los espectadores del recuerdo detrás.

-¡Kyle!- pero se quedó estático sin llegar a cerrar la puerta. Kyle y Ginny gemían y se movían sobre la cama con la pelirroja sobre el Slytherin.- ¿Kyle? ¿Ginny? ¡¿PERO QUÉ COÑO PASA AQUÍ?!- ambos pararon enseguida.

-Oh, Harry, hola.

-¡¿CÓMO QUE HOLA?! ¡¿Qué coño está pasando?!

-Verás Harry, es que estamos saliendo- explicó Kyle con una sonrisa arrogante.

-¡Tú sales conmigo, no con esa furcia!

-No te permito que faltes al respeto a mi futura mujer, estamos saliendo desde hace un mes.

-¡Pero si llevamos dos saliendo juntos!

-Bueno...eso es lo que te he hecho creer, verás, no me gustas, nunca me has gustado, me pareces aburrido, un inocentón, todo eso de que salieras conmigo y eso era para que la dejaras y pudiera quedármela yo.

-Pero... me dijiste que me querías, que me amabas.

-Mentira, todo mentira, ¿de verdad te lo creíste?- se empezó a reír a carcajadas.- Eres penoso Potter.

-Vete ya Harry, queremos terminar- le soltó Ginny.

-¡HIJOS DE PUTA!- todo se volvió borroso y Harry y Draco volvieron a salir.

 

Se quedaron en silencio, ambos intentaban tranquilizarse, pero Harry necesitaba que dejaran de caer rayos fuera por su ira y Draco buscaba las palabras adecuadas para serenarlos a ambos sin encontrarlas.

-¿Qué... qué pasó...?

-¿Después?- terminó con una sonrisa irónica.- Después de ése grito quería matarlos, los cristales reventaron, el suelo se rompió a sus pies y quedaron colgados en la cama para no caer hasta las mazmorras.

-Me suena que algo ocurrió.

-Sí, empecé a mandarles Avadas a diestro y siniestro, lloraba y no veía dónde apuntaba, tuvieron suerte, supongo, vinieron Severus y Dumbledore para ver que pasaba y me noquearon. Me pasé semanas sin comer, sin hablar, sin beber a menos que fuera obligado, tampoco dormía, siempre que cerraba los ojos los veía ahí, en la cama, de alguna forma estuve muerto, nadie pudo sacarme de ahí, nadie salvo tu madre.

-¿Mi madre?- preguntó sorprendido. Harry sonrió con dulzura.

-Sí, Cissy vino de visita para ver al trío y les pidió que la dejaran verme, se sentó a mi lado, me abrazó y me habló de ti.

-¿De mí?

-De cómo todo te iba genial, de que estabas orgullosísimo de tus notas, pero sobre todo de que siempre acababas hablando de mí. Ella te veía revisar recuerdos de nuestras peleas, les hablabas de la vez en la que te lancé no sé qué hechizo súper potente o de cómo conseguí la botellita de felix felicis o de mi vuelo con el dragón en cuarto. ¿Y sabes qué más me dijo?

-¿Qué?

-Que sabía que querías que fuéramos amigos, que de una forma u otra ella conseguiría que lo fuéramos. Me dijo cuáles eran tus pasteles favoritos y casi me ordenó que me levantara y me pusiera a prepararlos si quería que se creyera lo que le decía a Severus sobre que quería que fueras mi amigo.

-¿Y lo hiciste?

-Por supuesto, la idea de ser amigo tuyo por fin ganó al recuerdo de haber sido traicionado por la persona a la que creí haber amado como a nadie, guardé los recuerdos para recordarme por qué no debía volver a creerlo, por qué nunca volvería a caer en su trampa. Tu amistad siempre ha sido el mayor de mis deseos de niño, aunque no quisiera aceptarlo, porque tú parecías ser la respuesta a cualquiera de mis dudas sobre ese mundo nuevo para mí, tu mano prometía tanto, sin embargo, no pude teneros a Ron y a ti a la vez, está claro que no siempre se tiene cuanto se quiere.

-Bueno, has tenido a Weasley, y ahora me tienes a mí.

-Al precio de Ron.

-Él te entenderá, confía en él, lo hará, lo entiende el resto de su familia, por qué no él, no tienes que preocuparte, dentro de poco nos tendrás a los dos.

-Gracias por todo Draco.

-Gracias por confiar en mí, entiendo lo que te tuvo que doler, si lo hubiera sabido entonces, tal vez, y sólo tal vez, bueno en realidad casi seguro que habría tenido un pequeño accidente en Slytherin.

-¿Lo habrías hecho?

-Con muchísimo sigilo, como una serpiente.


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