Recuerdo que aquel día toda mi amada familia murió...
Fue por la graduación de mi hermano mayor, Takahiro. Ellos iban a la ceremonia, pero yo estaba enfermo, tenia fiebre, y no me llevaron.
Yo prácticamente les exigí que no tardaran en regresar, porque me iban a dejar solo en casa, y no quería eso...
Debido a que dije eso trataron de llegar antes y por ese motivo el auto en el que viajaban se salio en una curva de la carretera.
Una curva en 700 km. de carretera. La unica curva del camino; y ahi van a matarse.
Quede huérfano. En el funeral no llore, ni después de él.
Me mandaron con mis abuelos, tíos, y así sucesivamente con el resto de mi familia.
Todos, absolutamente TODOS ellos me miraban con odio, murmuraban que yo traía mala suerte y que era mi culpa que mis padres y hermano hayan muerto.
El que pensaran eso me enfurecía solo hacia que les gritara las mismas cosas una y otra vez.
¿Tengo yo la culpa de eso? ¿Tengo la culpa de que hayan ido a exceso de velocidad? ¿De que hayan dejado a mi hermano manejar cuando apenas estaba en clases de manejo? ¿Aun cuando yo estaba con fiebre en mi casa tengo la culpa de todo eso?
Los odie a TODOS. A todos y cada uno de ellos los odie por igual.
Entonces lo decidí sin pensarlo dos veces, escape.
Estaba solo en las calles.
Jamás creí que fuera tan difícil vivir en las calles.
Pero de alguna forma me las arregle para sobrevivir.
***
El mundo es cruel, pero nunca pensé que fuera peor de lo que cualquiera pensaría para un niño, siendo que las personas creen que de ellos se apiadan los demás, y por ese pensamiento sufrimos más de la desolación...
Y por eso, somos los olvidados quienes buscan venganza contra los demás, teniéndonos los unos a los otros...
***
Era una noche fría. Estaba nevando. Un hombre con una gabardina y una bufanda camina en forma tranquila por una oscura calle. La nieve ablandaba sus pasos. Todo a su alrededor esta completamente oscuro, no hay faroles encendidos, ni siquiera las luces de las ventanas a su alrededor.
Levanto la vista hacia el cielo. Estaba nublado y oscuro. De poco comenzaron a caer débiles copos de nieve.
Siguió su camino. Justo cuando cruzo un callejón, escucho un débil gemido.
¿Seria alguna perra barata follando con algún alcohólico desgraciado? ¿O algún animal moribundo? O tal vez fuese un vagabundo a punto de vomitar...
No. Esos gemidos no sonaban a ningún vagabundo, ni a ninguna prostituta, y mucho menos a algún animal.
Con mucha precaución, comenzó a adentrarse en el callejón.
Muy apenas podía ver por donde iba. En lo que caminaba, sintió que pisaba un gran bulto, y ese bulto se quejaba.
Ese bulto estaba cubierto completamente de nieve. Se agacho y comenzó a desenterrar lo que sea que estuviera bajo la nieve. Se sorprendió al ver lo que había.
Era un niño. Un niño pequeño, de no más de 10 años, con toda la ropa desgarrada, moretones y sangre por todo su cuerpo, y prácticamente congelado, pero aun conciente.
Se enderezo, y camino un poco en dirección contraria a ese niño. Seguramente había escapado de su casa, algún desgraciado lo había violado y lo había dejado en esa situación. Bien, no era su problema.
Se detuvo en seco.
Regreso e inclino hacia el niño. Poco a poco, y cuidando de no lastimarle, intento enderezarlo.
El chico enseguida abrió sus ojos, y al ver al hombre lanzo un pequeño y lastimero grito, y se quiso apartar de el, pero estaba tan lastimado y débil que solo termino cayendo en la nieve. El hombre miro al niño en una forma que el espero que fuera tranquilizadora.
- calma, no te haré daño -le dijo al niño
- ¡miente! aquel hombre me dijo lo mismo...
El niño comenzó a sollozar.
- mi nombre es Kamijou Hiroki, ¿y tu eres?
- ... ¿como se que puedo confiar en usted?
- bueno, tengo oportunidad de atacarte y no lo he hecho, ¿verdad?
El niño bajo la cabeza.
- ¿y bien? -le pregunto Hiro- ¿cual es tu nombre?
- Takahashi Misaki -le susurro el niño
- dime Misaki, ¿te secuestraron?
- no, yo escape de casa
- ¿porque escapaste?
- ... mis padres murieron en un accidente. Quede huérfano y mis demás familiares me maltrataban... ¡los odio a todos! ¡a todos! ¡no fue mi culpa que ellos murieran! -sollozo Misaki
- ¿cuando escapaste?
- hace dos días...
Hiroki se quito la gabardina y se la puso a Misaki. Lo cargo y le murmuro.
- ¿quieres vivir conmigo? si dices que si, tendrá que ser bajo mis reglas.
Misaki lo miro. ¿Quedarse en la calle desprotegido o vivir en un lugar con techo bajo las reglas de un tipo?.
- si... -le susurro Misaki- ¿cuales reglas son?
- las sabrás cuando lleguemos...
Hiro comenzó a caminar fuera del callejón con Misaki en brazos. Misaki se recargo en el pecho de Hiro. Cuando salieron del callejon, Hiro dio vuelta a la izquierda y se perdió de vista en la sofocante oscuridad.
***
z88;En otra parte de la ciudad se veía a una pareja hablar con un pequeño niño…
z88;- no te preocupes Shinobu -le decía la mujer
- pero mama, voy a estar solo...
- esta bien hijo. Tu madre y yo estaremos ocupados. Regresaremos por ti después.
El niño ojiazul miraba a sus padres. En cierta forma, sabia que no le querían, pero hacia todo lo posible por ganarse su cariño.
- esta bien...
Por su cumpleaños, sus padres lo habían llevado a un parque de diversiones.
El subió a la montaña rusa, a los carros chocones, comió un perro caliente, dulces y refrescos...
Paso el día muy divertido, pero definitivamente muy solo ninguno de sus padres lo había acompañado en su recorrido.
Y llego el atardecer. El niño esperaba en la puerta del parque a sus padres. Paso el tiempo una hora, dos horas y cinco horas...
Sus padres jamás llegaron por él.
Una terrible soledad comenzó a llenarlo. A pesar de ser tan joven, él sabía lo que era: el hijo no deseado. Era el fruto de un matrimonio que no deseaba hijos.
A sabiendas de eso, Shinobu espero unos minutos más. Al ver que no había rastro de sus padres, que estaba completamente oscuro, y que estaba cerrada la puerta del parque, decidió caminar, para ver hasta donde podía llegar.
Cuando la luna estaba ya en medio del cielo, se escondió cerca de basurero y ahí paso la noche.
Al día siguiente, siguió caminando.
Y así camino y camino, por una semana completa, sin comida mas que la que conseguía arrebatarle a algunos perros, y agua de la nieve que lograba derretir.
Hambriento, con sed, cansado, sucio y con la ropa rota en algunas partes, Shinobu ya no sabia que hacer. Sentía que iba a morir, y que ese día seria el final...
Y frente a un barrio que parecía de mala muerte, logro ver a un niño, tal vez de su edad, con un GRAN pedazo de pan en sus manos.
Sin pensar en lo que hacia, se lanzo hacia ese niño, dispuesto a conseguir el pan. El niño se previno mucho antes, y esquivo su golpe.
Shinobu logro darle alcance cuando el niño esquivo su primer golpe, y tiro un puñetazo muy certero en el estomago del niño... puñetazo que, si hubiera tenido mas energías, habría sido muy efectivo.
Sintió que las pocas fuerzas que tenía lo abandonaban. Se desvaneció justo frente del niño.
El niño resulto ser Misaki, quien acoplado ya a las reglas de Hiro, había notado que Shinobu pretendía atacarle; debido a las enseñanzas de Hiro.
Misaki iba a dejar a Shinbou ahí tirado, puesto que había intentado atacarlo, pero... esas marcas en su cuerpo, la ropa desgarrada, la cara demacrada...
A Misaki le recordó a si mismo, antes de que Hiro lo encontrara. Tal vez había sido otro niño que odiaba a su familia, consiguió escapar, y ahora estaba en la misma situación que el. No se le hacia extraño entonces, que lo atacara. Quizás lo hizo para arrebatarle el pan que traía en manos.
Como pudo, levanto a Shinobu, paso un brazo del chico por sus hombros, y le sujeto la cintura.
Comenzó a caminar lentamente, llevando a Shinobu prácticamente a rastras hacia el cuarto que Hiro rentaba en ese barrio.
***
Cuando Shinobu abrió los ojos, estaba acostado en un catre, y se encontraba en un extraño lugar. Parecía mezcla de una guarida de lobos, de una cueva y una cabaña abandonada. Una luz rojiza salía de una lámpara.
- ¿te encuentras bien?
Hiro miraba al niño que Misaki había traído. Tenia varias lesiones no muy graves en el cuerpo, y había podido curarlas, lo cual era un alivio.
No podía permitirse, al menos de momento, acudir a un hospital.
- si... pero... ¿donde estoy...?
- estas en uno de los peores barrios de mala muerte -dijo Hiro- pero es lo mejor que tenemos
- ¿quien es usted?
- mi nombre es Kamijou Hiroki... ¿y tu?
- ... Takatsuki Shinobu... dígame, ¿como llegue aquí?
- Misaki me contó el pequeño incidente que tuvieron -le contesto Hiro mientras se sentaba en el catre
- ¿Misaki...?
Sin decir nada, Hiro señalo hacia un rincón que había en el lugar. En ese sitio, sobre un montón de trapos y mirando por una ventana, estaba el niño que Shinobu había atacado en aquel momento. Al escuchar su nombre, Misaki volteo, y sin sonreír miro a Shinobu unos segundos, para luego volver su atención para afuera.
- me dijo que antes de terminar la pelea, te desvaneciste frente a el
- yo... lamento haber hecho eso... -le dijo Shinobu mientras bajaba la cabeza- pero... desde hace una semana que no como bien, y van tres días seguidos que no como completamente nada... y como lo vi con un pedazo de pan...
Hiro se levanto del catre y entro a un pequeño pasillo. Unos segundos después salio con algo de comida y la puso frente a Shinobu. Shinobu lo miro con duda.
- no te preocupes. Misaki fue quien preparo la comida. El cocina muy bien
Shinobu comenzó a comer. Primero empezó en forma lenta, pero luego comía en forma desesperada.
Cuando termino, miro a Hiro.
- y... ¿porque Misaki me ayudo? digo, se lo agradezco pero, lo ataque...
Hiro miro a Misaki. Sin dejar de mirar la ventana Misaki comenzó a hablar.
- porque sentí pena por ti. Si no hubiera sido por Hiro, yo hubiera estado igual o peor que tu... así que comprendí tu situación y te traje aquí... dime... ¿abandonaste a tu familia?...
Ante esa pregunta, Misaki miro a Shinobu fijamente.
- ... no. Mas bien, ellos me abandonaron a mí... por eso los odio...
Misaki miro a Hiro. Hiro y Misaki se miraban mutuamente.
Así se quedaron unos segundos, y luego Hiro asintió. Misaki se levanto de donde estaba, y fue hacia donde estaba Shinobu.
- entonces... ¿Shinobu, cierto? -le pregunto Misaki con voz baja
- si
- dime... ¿no tienes un lugar donde vivir?
- no
- ¿quieres vivir con nosotros?
- ¿como se que puedo confiar en ustedes?
- bueno, te pude haber dejado tirado a tu suerte allá afuera
- ...
- entonces, ¿responderás la pregunta que te hice?
- ... ¿que tengo que hacer para poder vivir aquí?
Misaki le sonrío amargamente.
- se nota que estas familiarizado con estas cosas, ¿verdad?
- así se supone que es la sociedad
- bueno, solo tienes que seguir las reglas de Hiro
- ... ¿y cuales son esas reglas...?
De repente, tocaron la puerta bruscamente. Todos se sobresaltaron, y luego Hiro saco un papel de su bolsillo.
- no te preocupes Misaki... -murmuro Hiro- mira la hora que es...
Misaki miro el reloj, y luego suspiro.
- ¿me darás de nuevo la pastilla?
- eso es evidente.
Hiro le puso a Misaki unas pastillas en la mano. Se le acerco para murmurarle algo en el oído, murmullos que Shinobu alcanzo a oír.
- ...recuerda, una pastilla por vez, ¿de acuerdo? solo será por tres horas, pero nunca se sabe...
Hiro abrió la puerta y en ella estaba un hombre que, de no ser por como vestía, bien podía haber aparentado ser un hombre de negocios.
- ¿ya esta? -le pregunto el hombre a Hiro
- si -le respondió Hiro- Misaki, ven aquí
Misaki se acerco a ellos. Shinobu miro como aquel hombre miraba a Misaki con una extraña sonrisa.
- el dinero solo alcanzo para tres horas. No mas no menos lo quiero aquí, a no ser que desees que algo te pase -le dijo Hiro al hombre tranquilamente
Sin decir nada, el hombre tomo a Misaki del hombro y se lo llevo. Hiro dio un azote a la puerta y miro a Shinobu.
- ¿entonces? ¿Te quedaras aquí?
- si... incluso bajo tus reglas pero, ¿quien era ese hombre? ¿a donde llevo a Misaki?
Hiro le dio la espalda a Shinobu mirando hacia la ventana.
- Misaki solo esta cumpliendo mis reglas... -dijo en casi un murmullo- así como tú tendrás que cumplirlas. Aun con eso ¿te quieres quedar?
¿Que debería hacer...? ¿Seguir las reglas de un extraño que lo había salvado...? ¿O intentar encontrar a la familia que odiaba y que lo abandono?...
Sin pensarlo mucho respondió
- ¿y que es lo que tendré que hacer yo?
Hiro se acerco a Shinobu y le susurro algo al oído.
- ... esta bien...
Después de esta respuesta, Shinobu solo se dedico a observar por la ventana sin decir nada más.
***