Puedo sentir el viento golpeando contra mi rostro.
Duele, me cuesta respirar, poco a poco logro comenzar a abrir mis ojos.
Gris.
No hay otro color frente a mi, solo el gris del cielo, siento que mi cabeza palpita, el agudo chirrido del silencio me lastima los oidos. No hay nada, nada más para ver, nada a lo que aferrarse, nada que me ate a este mundo.
Puedo escuchar a lo lejos un dulce canto.
Esa voz, capaz de consolar mi ser y dejarlo en tranqulidad, ahora ruega por mi. No tiene caso, siempre lo he dicho.
--¿Acaso aún estas vivo?-Escucho que me preguntan, intento voltear más poco a poco vuelvo a sentir como mi cuerpo se quiebra--Supongo que eso es un sí
--Cierra la boca
--Al menos eso sigue completo en ti, no te apures, pronto terminará- Veo que levanta la mano, ¿Que es lo que sostiene? Brilla demasiado.
Y, me siento como un idiota, por que es ahora cuando recuerdo mi vida, si es que así se le puede llamar, absurdo, yo de verdad creia mentira que antes de morir veias tu vida en tus ojos.
Parece que era verdad.
-------------------------------------------->Capitulo 1<-----------------------------------------------
--No hay modo de que me logres convencer Abraxas- Decia un chico mientras era jalado por otro.
--Daniel, ¿Acaso quieres que te sigan molestando?- Pregunto el aludido
--Pero, es que eso es llegar más allá de lo que incluso tu puedes entender...entiedeme
--He logrado entender cosas más complejas que esto, te juro que nada pasará, logre convencer a Clara, Dorian y solo faltas tú
--¿Puedo decir que me agrada que me molesten?- El chico de cabellos negros y tez morena que lo seguia jalando coloco una cara de simple y sencilla tristeza --¡No! ¡No me veas así! ¡Ok! Vamos
Abraxas sonrio, haciendo que Daniel se sonrojará, no es que a el les gustarán los chicos era solo que, Abraxas era especial.
Un niño que solo por saber su origen muchos dirian que es mimado, presumido y rico. Más no es así...pese a ser hijo de un Arqueologo y una famosa Historiadora sabe ser humilde y no anda con mucho dinero. Su nombre real es Arthur Lorenz Estevez, Mexicano de 17 años, su madre es, como ella dice, patriota de corazón, mientras su padre nunca dice de que país viene pero, por su manera de ser a veces se le puede tomar como Inglés o Fránces. Abraxas siempre ha sido un chico de cuerpo debil, pero mente fuerte, es bastante maduro para su edad y tiende a confiar mucho en la gente, jamas ha podido odiar a alguien, siempre ayuda a los que no pueden defenderse aunque el acabe lastimado.
Pareciera que es un chico perfecto, que ama las cosas ocultas y paranormales.
Y hoy, ha invitado a varios de sus amigos a invocar un guardian, algun ángel o Dios mitico que los ayude a que nadie los vuelva a molestar. Más solo tres han ido con el debido a que le temen a lo que este chico pueda hacer con tanto conocimiento.
Cuando por fin estuvieron en la habitación de hotel que habia rentado Abraxas y con las luces apagadas, se sentaron formando un medio circulo tras el, bastante nerviosos.
--¿A que tanto le temen pues?
--Y todavia preguntas, ¡A morir! Claro está- Respondio una chica rubia de cabello corto, con ojos verdes, bonita realmente pero, sin busto y poca cadera.
--¡MORIR! Si no les va a pasar nada, tienen la seguridad de que están conmigo
--Creo que eso es lo preocupante- comento un chico de cabello castaño, ojos negros, con anteojos y totalmente tapado con diferentes abrigos y bufandas
--¿Dijiste algo Retrato de Dorian Gray?
--Que me llame Dorian no te da derecho a decirme así
--Como tu lo digas, de todos modos el punto es que no sucederá nada que no haya yo ya previsto antes- Tomo una mochila larga y comenzo a sacar una tabla algo vieja
--¿Y eso que es?- Pregunto Clara
--Una Ouija- Y quito la tela que cubria la parte superior de la tabla, mostrando letras y una pequeña tabla algo rota que poseia una abertura lo suficientemente grande como para dejar ver cualquiera de las letras
--¡Eso sirve para invocar muertos!
--Callate Daniel, una Ouija como esta se que puede usarse para algo más, además leí que antes existia un hechizo para convocar Angeles y solo se necesitaba un objeto que tuviera conexion con el más allá, una Ouija me viene bien
--¿Puedo ir a hacer mi testamento y volver?- Pregunto Clara
--¡Cobardes! Solo por eso- Dejo el mistico objeto en el suelo y al levantarse cerro los ojos mientras comenzaba a recitar palabras que ninguno de los presentes entendia
--¿Seguros que no solo esta loco y nos quiere apantallar?- pregunto Dorian con voz baja
-¡Guarda silencio!- Le grito Clara mientras veia como el pequeño objeto sobre la ouija empezaba a rebotar de un extremo a otro de la tabla
Los tres chicos veian asombrados y asustados como iba cada vez más y más rápido, uno de ellos, en su terror, se hizo atrás mientras veia como un circulo color dorado comenzaba a formarse en el suelo, grito, y se salio del circulo.
--¡No idiota!- Grito Abraxas desconcentrandose de lo que estaba haciendo y solo pudo ver como el circulo se tornaba rojizo y comenzaba a generarse una corriente de aire desde el centro.
La electricidad en todo el edificio comenzo a volverse loca, a pesar de aún ser las 4 de la tarde el cielo comenzo a tornarse negro, los chicos en el interior de la habitación a duras penas lograban ver algo entre el viento y sus vanos intentos por no ser lanzados.
Abraxas cayo hincado más seguia intentando no ser lanzado contra alguna pared o inclusive la ventana que no tenia muy lejos. El viento comenzo a disminuir y poco a poco en pleno centro de la habitación se vislumbraba la figura de un chico, aparentemente, no mayor de 18 años, cabello platinado amarrado en una coleta baja y caia debajo de su cintura, su piel era grisacea, casi blanca, vestia una chaqueta color rojo que le cubria el pecho, debajo se podia ver otra chaqueta de cuero pegada que termina de cubrir su cuerpo hasta los pantalones, lo cuales eran de cuero, la pierna derecha quedaba al descubierto desde la rodilla mientras la izquierda estaba totalmente cubierta pero se podia ver claramente un cierre que iniciaba desde la orilla del pantalon. De su espalda emergian dos alas cual murcielago, largas, negras y brillantes.
Los 4 chicos presentes solo guardaron silencio mientras poco a poco el lugar comenzaba a verse más y más iluminado, el sol volvia a verse. El "chico" que se encontraba en el centro abrío sus ojos, dos hermosas gemas de color rojo adornadas con una felina mirada, fría y directa.
Un grito se escucho, los tres chicos invitados salieron corriendo, Abraxas se levanto de golpe y volvio a caer, se habia torcido el pie. El ser sonrio algo altaneramente.
--Una basura como tú ha logrado convocarme, vaya, vaya, que grave error has cometido pequeña basura--Dirihio su grave y a la vez suave voz hacia el chico frente a el
--Al menos podrías tenerme más respeto
--¿Por que habría de?
--Porque- Con mucho cuidado y algo de dificultad se levanto --Yo te llame, yo soy quien abrio la puerta para que pudieras llegar aquí, así que tienes que obedecerme, en resumen por si tu pequeño cerebro no entiende- Lo señala --Eres mío
El silencio reino entre los dos, el ente por un momento se mostro sorprendido, y poco a poco su mirada volvio a ser como antes, más no dejaba de observar al chico frente a el, poco a poco comenzó a sonreir y pronto una carcajada no se hizo esperar.
--¡Asi que soy tuyo! Bien, genial, mira que divertido ha sonado eso, tiene años que no río, ¿Acaso eres comico?
--Si yo te convoque debes de obedecerme- Dijo bastante ofendido --Esas son las reglas
--Los demonios no tenemos reglas, pequeño ignorante
--Pero tienen honor y principios- Dijo sonriendo y lanzandose sobre el tirandolo al suelo, sentandose sobre el -Si logro hacer algo que te humille serás mi guardian por siempre
--Podríamos pensarlo si me dejas hacerte algo ahora que estas así- Mascullo sensualmente mientras le tomaba una pierna
--Eso jamás- dijo logrando alejarse --Si algún día llego a darle mi cuerpo a alguien será a la persona que ame, no a alguien de tu tipo, enseguida pudo distinguir la burlona voz del demonio
--Jajaja, digno de ti...angelito
--¿A que viene eso?
--¿Que? ¿Acaso crees que no se quien eres Abraxas, o más bien ¿Arthur?
--Ya comenzaba a pensar que habia dado con el demonio más inutil
El aludido se levanto cargando al chico y sonriendo algo altanero, Abraxas solo lo observaba fijamente, el demonio camino un poco con el en brazos mientras ocultaba sus alas poco a poco y su piel se tornaba meramente blanca.
--Que te quede claro que, te estas arriesgando a tener al demonio más inutil, según tu, como guardian temporal
--¿A que viene ese cambio?
--A que me pareces interesante, no cualquiera se atreveria a hablarme así- salio por la venta y con unos cuantos saltos llego a la azotea del lugar, dejando en el suelo al chico
--Entonces eso es que eres mío...¿No es así demonio?
--Que te quede claro algo- Tomo al chico del cuello de su sudadera --No tienes frente a ti a cualquier intento de demonio común, yo soy el sobrino del Señor del Infierno, Axdrief-sama
Abraxas por primera en todo el encuentro se sorprendio verdaderamente, ¿Que clases de ser habia convocado? Sin querer pensar más en la situación solo observo como su nuevo ¿Protector quizás? Le sonreia de manera victoriosa, al parecer solo queria lograr asombrarlo, sonrio ante este pensamiento, era emocionante, era interesante y tendia la atención de uno de los mejores de la clase demoniaca.
Su vida ya no sería tan simple. Su vida tendría diversion, y por sobre todo, quizás ahora podría cuidar un poco más de sus amigos a la hora de los descansos.
¿Que podía salir mal ahora?
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