Mi mirada esta clavada en un cielo completamente gris...
Estamos en la época de lluvias así que eso no me sorprende, lo que si lo hace es el hecho de que este caminando por las frías y húmedas callejuelas con mi uniforme escolar algo ensangrentado...
¿Qué hice esta vez?
Intento recordar, pero no tengo éxito, lo único que me preocupa es llegar pronto a casa, y para mi buena suerte, las calles por las que tengo que cruzar...Están vacías, no hay ninguna sola alma por ahí exceptuando la mía.
Estaba tan enfocado en querer recordar hechos anteriores que ni me di cuenta de que estaba al fin al frente de mi hogar. Se trataba de una sencilla casa de dos pisos, no era colorida ni llamativa, solo una casa común y hasta podría decirse que algo corriente. Del bolsillo izquierdo de mi pantalón saque mi duplicado de las llaves para abrir y cerrar la puerta tras de mi lo mas rápido que pude.
El olor a humedad después del portazo se mezcla a la perfección con el olor metálico de la sangre que traigo sobre mi, lo cual me resulta extrañamente agradable.
¡Pero no puedo entretenerme en algo como eso!...Debo de lavar la sangre y quedar como nuevo antes de que mi madre o mi hermana me vean y empiecen a bombardearme con sus preguntas llenas de preocupación.
"¡¡Eres un maldito demente!!"
Recuerdo de la nada a alguien diciendo esas palabras, ¿De quien se tratara?...
Por el momento, decido dejar ese detalle de lado y me apresuro a llevar mi uniforme a la lavadora, hago todo de forma automática y termino corriendo hacia el baño (En ropa interior) para ducharme...Quizás lo de correr en ropa interior por mi casa en otra ocasión me hubiese causado risa, pero ahora ese no es el caso.
-¡¡Ya estoy en casa!! -Escucho una voz femenina gritar desde la puerta principal; no se trata de mi madre, si no de mi hermana mayor, Lily. -¿Donde estas, Blas?
No necesite responderle porque al poco tiempo que se adentro mas a la casa y escucho el agua de la regadera, obtuvo su respuesta.
Mi hermana es mayor que yo por unos 3 años, es alta, su cabello es rojizo y es tan pálida como yo, aunque su tez si se ve mas viva, sus ojos son de un verde que expresan un particular brillo de vida, que es bastante vivaz.
-¡Mamá dice que llegara tarde otra vez! -Me grita de nuevo; ella sabe que no necesita de una respuesta para saber que la escuche perfectamente bien.
En unos cuantos minutos, salgo de la ducha y es asta entonces que me doy cuenta de que mis manos manos tienen algunos arañones, tanto en las palmas como en los dedos.
-Joder...-Me digo a mi mismo por no ser capaz de recordar todo lo que paso antes de venir de camino a casa, pero soy bruscamente interrumpido por mi hermana al abrir la puerta como si nada.
-¡Vamos Blas! Tengo hambre ¬¬...¡¡Deja de estar en pelotas y cambiate rápido!!>0< -Cierra de un portazo.
- ...Vieja loca...-Es lo unico que sale de mis labios en un tono molesto y sin mas obedesco.
*******
Ahora me encuentro en la pequeña cocina de la casa, preparándole la dichosa comida a mi hermana, para esto debo de decir (O mas bien aclarar) que Lily no sabe hacer nada en la cocina, bueno...Quizás solo sentarse a comer.
-¿Qué tal te fue en la escuela, hermanito? -Puedo notar que ella intenta sacarme platica para no estar en silencio.
-Mmm...Debo de decir que bien -Le digo sin prestar mucha atención, ni a ella ni a la preparación de la comida, lo que no es nada mas y nada menos que un simple recalentado de la cena de ayer.
Hay una larga pausa, es como si se hubiese dado cuenta de mi ligera "ausencia".
Se rinde y deja de sacarme platica y entonces mejor se poso a jugar con los cubiertos en lo que le servía la comida. Yo tome mi asiento al frente de ella.
A continuación, todo sigue en silencio, ella come bien y con animo, mientras que yo solo probaba algunos bocados antes de levantarme y dejar el plato de lado.
-Es tu turno de lavar los platos, Lily...-Le digo con tranquilidad, a la vez que me disponía a salir de la cocina.
Subí las escaleras para dirigirme a mi habitación y por alguna razón, siento un cansancio repentino enorme y lo único que me viene a la mente es dormir.
Al abrir la puerta, se puede apreciar la oscuridad en la que esta, las persianas están cerradas así que apenas entra luz por ellas, además, el lado de la casa donde esta mi habitación, casi no recibe luz.
-¡Blas! ¡No vayas a olvidar hacer tu tarea! -Me grita mi hermana desde los escalones. Aveces odio que lo haga, y aun mas cuando me siento agotado repentinamente como en ese preciso momento.
- ¡¡Si, lo se!! -Le respondí gritandole también, mi voz sueno cansada y sin fijarme en el desorden de mi habitación, me tire sobre mi cama, pensaba que en cuanto mi cuerpo descansara en el suave colchón, me dormiría, pero no fue así, al contrario, me puse a pensar en algunos detalles que comenzaron a venir a mi mente como fragmentos de un libro que acabara de terminar de leer hace días.
La sangre en mi uniforme, los arañones en mis manos, el repentino cansancio...
¿Qué me pasaba?
"¡Eres un maldito demente!"
Volvió a sonar esa voz en mi cabeza.
¿Quien rayos era?...Solo puedo divisar ojos color chocolate y...Un tono de voz que no expresaba mas que enojo y frustracion.
¿Qué me pasaba hoy?
No podía dejar de cuestionarme; pasaron largos minutos según recuerdo, quizás fueron horas antes de lograr quedarme dormido mientras intentaba recordar, y no desperté hasta que ya era muy tarde en la noche.
"¡La tarea!" Pensé a la vez que me levantaba de la cama en un gran salto.
-Hoy no parece ser mi día...-Me dije convencido y bostece.
Abrí la puerta con cuidado, ya que en ocasiones emitía un rechinido muy molesto.
Baje las escaleras con cuidado pero no a paso lento y trate de ver en donde había dejado mi mochila...
-¡¡Maldición!! ¡La deje en la escuela! -Grite de una, eso me hizo creer que estaba solo pues no escuche a mi hermana respondiendome un sencillo pero ruidoso "Callate".
Vi cada rincón por el que pase en la mañana y definitivamente, mi mochila no estaba...
-Este día si que es especial...-Hable conmigo mismo de forma irónica, no deje de buscar, aunque sabia que no la encontraría en ningún lado de la casa.
Al pasar el rato, me senté en la sala.
Lily no estaba, porque si así fuera, todo el ruido que hice durante mi búsqueda la hubiera irritado lo suficiente como para haber salido de su cuarto para darme un buen golpe.
Y entonces recordé una pequeñez...Hoy ella tenia una de esas fiestas que organizaba con sus amigos a la mitad de la semana.
Lance un suspiro a la nada y me acurruque mas en el sillón.
Hoy mamá estaba ocupada (Como todos los días) y en verdad, no creía que le importara mucho el hecho de que no llevara la tarea mañana, eso no quiere decir que ella no me quiera o que guste de ignorarme, no eso no.
Es por el oficio que mi madre realiza...Un trabajo muy...Atareado.
Verán, ella es una..."Dama de compañía" (Lo digo de esa forma cordial y elegante porque...¡Es mi madre! Yo nunca la insultaría a pesar de su trabajo)
Por esa sencilla razón es por la cual...Casi no esta en casa.
Quien sabe cuanto tiempo me quede en el sillón, no preste atención por mi estado adormilado y lo único que me saco de ese trance fue el ruido de alguien abriendo la puerta principal con delicadeza.
Pasos lentos y elegantes se me acercaban y es...A mi madre.
Ella es una mujer bien parecida, su cabello es rojizo como el de mi hermana y es lacio, su piel es tan pálida que cualquiera creería que esta muerta en vida, pero ese detalle en particular, la hace curiosamente mas atractiva ante los ojos de otros hombres, refiriéndose de cariño a ella como "Preciosa muñeca" o simplemente "Muñeca".
Sus ojos...Sus ojos son unos de sus mayores encantos, tranquilizan a cualquiera con tan solo observarlos por un par de momentos...Son grises, pero no de un gris como el de mis ojos...Es un gris profundo y tranquilizador, casi como un bello día nublado y fresco que te produce una soñolencia muy relajante.
Pero en esta ocasion, muestran un aspecto triste, como si algo la perturbara, en eso me fije con facilidad, ya que quería decir que...Alguien se atrevió a tocarla "mal"...
-Blas...¿Que haces aquí abajo tan tarde? -Me pregunto con su voz suave, ya que noto mi cansancio.
-No lo se, solo pensaba...¿Que te paso?...-No podía evitar preguntarle al verle que su ojo derecho estaba morado y que tenia uno que otro rasguño en su delgado y blanco cuello.
Ella nota mi rabia, y simplemente revolvio mi cabello con cariño.
-No te preocupes...Solo fue un señor que se levanto con el pie izquierdo esta mañana ^^ -Respondió aun con esa suavidad, eso era mas que nada para calmarme y que no comenzara a hacer las rabietas que solía comenzar cuando uno de sus "amiguitos" la lastimaban.
Por primera ocasión, guarde silencio al verla así; quizás es mi cansancio o quizás es que la note tan intranquila que no quise perturbarla mas con mis rabietas por su trabajo.
-Bien...Por tu mirada supongo que no quieres hablar mucho...¿Verdad? -Decía mientras tomaba asiento a un lado mio en el cómodo sillón; una de las cosas que mas me sorprendían de mi madre era...Su capacidad para entender mis gestos y expresiones con rapidez. (No siempre acertaba debo de confesar, pero la mayoría de las veces si )
-Así es...Aun estoy cansado...-Le dije mientras recargaba mi cabeza en uno de sus hombros con cuidado y delicadeza, ya que no sabia si aquel "cariñoso" cliente, la había lastimado mas de lo que pudiera ver a simple vista.
-Mañana sera un mejor día, ya veras ^^...-Soltó una de sus frases típicas, de esas frases que escuchas de tu madre con mucha frecuencia desde que tienes memoria. Yo solo asentí lentamente.
-Bueno, ve a dormir, mañana tienes escuela...-Decía mientras que con sus manos tomo mi rostro y me planto un beso en la frente.
Me levante, le dije las buenas noches (Vaya que ya era tarde) y camine hacia los escalones para subirlos de forma pausada y lenta...
Un andar muy parecido con el que vagueaba por las calles antes de darme cuenta de la sangre en mi uniforme.
Abrí la puerta de mi habitación con un movimiento casi automático, como un robot, y tal como lo hice en la mañana, me deje caer en la cama...
"¿Porque me dices eso?..."
Sonó la misma voz en mi cabeza, solo que en una frase distinta...
Ojos chocolate...
Voz familiar pero que no lograba ubicar...
¡Un chico de mi clase!
Abrí los ojos en shock...¿Qué le había hecho para que me dijera esas palabras llenas de enojo y frustracion?
No podía ser...
No podía recordar mas cosas, por mas que lo intentaba, pero...
Mañana estando en la escuela, quizás recodaría con facilidad el resto que me faltaba.
Sin duda...Esa noche iba a ser larga y para nada reparadora, aunque consiguiese el sueño...