Corrías frenéticamente por esa inmensa ciudad, estaba oscureciendo y necesitabas encontrar un lugar donde pasar la noche, hace pocos días habías llegado con la esperanza de poder establecerte y recuperar un poco de la estabilidad de tu vida pasada, recordabas haber escapado por poco de esa terrible masacre que había cobrado la vida de tus padres y tus hermanos
-----------------------------flash back-----------------------------------
Era tarde ese día, estaban todos en la sala de tu hogar cuando un estrépito fuerte anunció la llegada de esos seres indeseables que aterrorizaban a toda la ciudad, tal parece que ese día habían escogido a tu familia para divertirse, tus padres te escondieron debajo de la mesa junto con tu hermano menor, tu otro hermano que era 4 años mayor que tu, decidió quedarse a defender a tu familia apoyando a tus padres, en un momento ya estaba toda la pandilla en el interior de tu casa, desde debajo de la mesa en la que estabas pudiste ver que eran ocho tipos de entre quince y veinte años que solían entrar a casas y robar o atacar a las personas, según lo que tenías entendido, ellos habían matado a varias familias de alrededor, los vecinos habían denunciado a estos tipos pero las autoridades corruptas poco habían hecho por detenerlos, era tal su poder que ni siquiera se molestaban en ocultar sus rostros, todos ellos mostraban miradas perdidas por las drogas, y desquiciadas por el placer que sentían al lastimar personas; de pronto comenzaron a gritar improperios y se acercaron hacia donde estaban tus padres, tu hermano se adelantó y recibió un golpe contundente de parte de uno de ellos que parecía el cabecilla y portaba un bate de metal, el golpe dio en la nuca de tu hermano que cayó fulminado al instante, ahora yacía muerto en el suelo y un charco de sangre manaba desde la parte trasera de su cabeza, un grito lleno de dolor resonó por toda la casa, tu madre lloraba desconsoladamente mientras abrazaba el cuerpo inmóvil de tu hermano, tu padre mantenía el rostro firme pero se deslizaban por sus mejillas unas imperceptibles lágrimas, el tipo que anteriormente había matado a tu hermano comenzó a reír desquiciadamente, al parecerle poco lo que acababa de hacer tiró un par de puntapiés hacia el cuerpo que estaba en el suelo, tu madre pidió clemencia y se abrazó fuertemente a aquel ser que en vida fuera su hijo, tu padre se agachó y les dijo que escaparan en cuanto tuvieran oportunidad, él abriría una brecha por la cual pudieran huir, tu hermanito negaba con la cabeza mientras sollozaba en silencio, te tenia fuertemente agarrado del brazo y tal parecía que no se podía mover, tu no podías hacer más que abrazarlo, estabas terriblemente asustado y las lágrimas no te dejaban ver, sin embargo asentiste a lo que tu padre te pidió, estabas dispuesto a escapar si con eso podías salvar a tu hermano, no querías que le pasara lo mismo que a tu hermano mayor, lo arrastrarías de ser necesario, pero lo pondrías a salvo, o eso fue lo que creíste, lo que sucedió a continuación fue tan rápido que apenas pudiste reaccionar, esos tipos se dieron cuenta de su presencia, tal parece que ya sabían cuantos eran en esa casa antes de entrar, el que estaba a un lado del que tenia el bate sacó una pistola del interior de su chaqueta, apuntó directamente a la cabeza de tu madre que aún estaba aferrada al cuerpo de tu hermano, y disparó a sangre fría, el cuerpo de tu madre se desplomó cayendo sobre tu hermano, estabas aterrado, esos tipos terminarían con todos ustedes y no había nada que pudieras hacer, tu padre los tapó con su cuerpo y les rogó que dejaran a sus hijos con vida, el más grande de los tipos se rió y le escupió en la cara
-jajaja, bastardo de mierda, ¿Por qué habría de hacerte caso?
Después de decir esto se escuchó un estruendo y tu padre cayó al piso, esa arma era más grande que la anterior y el impulso de la bala había hecho un hoyo enorme en la cabeza de tu padre, su rostro estaba totalmente desfigurado y la sangre que había salpicado ahora estaba cubriendo tu cuerpo y el de tu hermano, el chico que mató a tu madre volteó a verte, pudiste darte cuenta de que no sería mayor que tu pero su mirada estaba totalmente desquiciada, te apuntó, no te lo pensaste mucho y trataste de correr con tu hermano a cuestas, pero recibiste un golpe en el estómago que te dejó sin aliento, te arrancaron a tu hermanito de los brazos y con un cuchillo que sacó uno de ellos comenzaron a destazarlo enfrente de tus ojos, los chillidos de tu hermano resonaban por todo el lugar llenos de horror y agonía, solo podías rogar al cielo por que alguien llegara a ayudarlos pero no había nadie, tu hermano se había desmayado por el dolor, intentaste levantarte pero otros dos te tenían sujeto por los brazos, ellos eran más fuertes que tu, el jefe te vio y te sonrió mientras apuntaba a tu hermanito con la pistola, ni siquiera podías hablar, había un nudo enorme en tu garganta que te impedía pronunciar palabra, lo siguiente que viste fue la sangre de tu hermano esparcirse por el suelo, tu ya no forcejeabas, lo único que querías era que todo terminara, estabas esperando que te mataran a ti también cuando las palabras que escuchaste te dejaron helado
-ya vámonos, este lugar ya me aburrió –los tipos que te tenían sujeto te soltaron y antes de que pudieras reaccionar te golpearon en la cabeza y caíste inconsciente
Recordabas vagamente que alguien te llevaba a cuestas, escuchabas risas, y comentarios acerca de lo que harían con su nueva adquisición, te diste cuenta de que hablaban de ti, creíste que te dañarían pero lo único que hicieron fue arrojarte desde el vehículo en el que estaban sin tomarse la molestia de detenerse, ni siquiera sentiste los golpes que debiste de haberte dado, estabas todavía semi inconsciente, decidiste quedarte allí, cerraste los ojos y comenzaste a llorar
Despertaste al cabo de un tiempo, no sabías si habían sido horas o días, solo sentías adolorido todo tu cuerpo, no podías creerte lo que había sucedido hace tiempo atrás, pero te dijiste a ti mismo que no permitirías que el sacrificio de tu familia fuera en vano
--------------fin flash back--------------------------
Habías dicho que saldrías adelante pero ya llevabas un par de días en ese lugar al que habías llegado después de mucho caminar por carreteras desiertas y nadie parecía querer ayudarte, durante todo ese tiempo intentaste encontrar trabajo y un lugar donde vivir, pero a donde fueras, siempre te decían que no podían contratarte porque te faltaba experiencia, ¿pero en que demonios estaban pensando? Por supuesto que no tenias experiencia, tan solo tenias 15 años y nunca habías trabajado, pero eras fuerte y podrías hacer lo que te encomendaran, les explicaste a todos los encargados con los que habías hablado que necesitabas un empleo para poder subsistir, que harías lo que fuera aunque no estuviera bien remunerado, pero eran pocos los que te prestaban atención, y los que te escuchaban solo te decían que no molestaras más y te corrían sin preocuparse por atenderte.
Estabas perdiendo tus esperanzas, no es que tuvieras muchas ganas de vivir, realmente lo que más deseabas era escapar de esa horrible realidad, seguías corriendo a través de esas calles desiertas y oscuras que proyectaban tétricas figuras que te hacían recordar que no es bueno salir de noche en una ciudad como esa, de repente comenzó a llover, lo que menos querías en ese momento era mojar la única ropa que tenias, hacía frío y no sería bueno estar todo empapado, corriste hacia un parque que se encontraba cerca de donde estabas, viste a lo lejos, justo en el centro del parque, un enorme roble que cubría un gran terreno con sus frondosas ramas, recordaste que tu mamá siempre te decía que cuando lloviera nunca te pusieras debajo de un árbol, sonreíste al pensar en eso, pero en estos momentos lo que menos te importaba era si podías morir por un rayo, solo querías guarecerte de la lluvia y no mojarte más, caminaste hasta llegar debajo de ese inmenso árbol y lo que viste te dejó sin habla, allí debajo, recostado contra el enorme tronco, descansaba un hermoso ángel de castaños cabellos y delicada figura, su ropa estaba empapada y era demasiado ligera para el clima tan horrible que había en ese lugar, parecía que estaba dormido, ya que tenia los ojos cerrados, te acercaste lentamente para no despertarlo, sin pensártelo mucho te quitaste la sudadera que llevabas encima y la colocaste sobre ese pequeño que dormitaba, por su aspecto debía de ser uno o dos años menor que tu, el jovencito se despertó al sentir el contacto de ese cálido abrigo y te miró con unos enormes ojos color chocolate que estaban enmarcados por espesas pestañas oscuras, se quedaron viendo mutuamente y luego se sonrieron, no te lo pensaste mucho y te sentaste a su lado, más de cerca pudiste ver que ese chico tenia rastros de golpes por todo el cuerpo y que además era más delgado de lo que debía, sin siquiera proponérselo comenzaron a hablar de cosas sin sentido, contándose un poco el uno del otro pero sin llegar a explicar del todo sus vidas, después de todo, ¿Qué importaba lo demás si ahora estaban juntos?
La noche pasó rápidamente y ustedes aún seguían conversando, a veces se escuchaba el eco de sus risas ante un comentario gracioso que hacía alguno de los dos, te diste cuenta de que ese chico era muy agradable, su voz era dulce y su mirada era melancólica pero a la vez tierna y amable, la madrugada comenzó a despuntar y él te dijo que tenía que irse, ambos se levantaron y se miraron por un momento, reuniendo todo el valor del que eras capaz te acercaste a él y lo besaste, fue solo un pequeño roce de sus labios en el que le explicabas que querías volver a verlo, tal parece que él te entendió, porque te devolvió el beso y te abrazó fuertemente, eras mucho más alto que él, por lo que tuviste que agacharte para poder abrazarlo bien, después de un rato que tu deseaste no terminara, se separaron y él te dedicó otra de sus hermosas sonrisas mientras te decía “hasta pronto”, iba a regresarte tu sudadera pero tu le pediste que la conservara, te miró y asintió con la cabeza, comenzó a alejarse y volteaba cada dos o tres pasos para poder verte y sonreírte otra vez, te quedaste ahí un rato más, a pesar de que él ya no estaba y entendiste que te habías enamorado, sonreíste feliz porque habías encontrado una razón para seguir adelante
Pasaron un par de días y no volviste a verlo, creíste que era normal, ya que tal vez tendría cosas importantes que hacer, de cualquier manera tu ibas todos los días a ese parque y esperabas por si acaso él aparecía, en el transcurso de esa semana encontraste trabajo, era cargar paquetes muy grandes y pesados, pero te pagaban lo suficiente y además te habían brindado un pequeño cuarto en el lado posterior de la bodega en el que podías acomodarte perfectamente, comenzaste a construir castillos en el aire, te veías en el futuro al lado de ese chico de mirada bondadosa, ahora que lo pensabas, ni siquiera le habías preguntado su nombre, je que despistado, pero es que estabas demasiado concentrado en observarlo y eso te había pasado por alto, en fin, no importaba, la próxima vez que lo vieras se lo preguntarías, seguro era tan hermoso como él, aunque tu ya lo habías nombrado ángel en tu mente, sin duda iba acorde a su forma de ser, ya que él era tu ángel salvador, desde que lo hubieras visto, días atrás, las terribles pesadillas que te perseguían desde la muerte de tu familia habían dado paso a hermosos sueños en los que lo veías, inclusive habías comenzado a pensar en él mientras estabas despierto, lo que te había ganado reprimendas por parte de tu jefe, pero tu solo pedías perdón y sonreías socarronamente, tu jefe era una buena persona, probablemente una de las pocas de esa desolada ciudad.
Siguió transcurriendo el tiempo, semana tras semana tu seguías yendo al parque diariamente con la esperanza de volver a verlo, pero eso no sucedía, habías mejorado en tu trabajo y ahora ganabas más y tenías que esforzarte menos, de cualquier manera y aunque estuvieras muy cansado, te dabas el tiempo necesario para esperarlo; después de esas semanas fue un mes y luego otro, comenzabas a desesperarte, no entendías porque él no aparecía, es que acaso ¿solo tu querías verlo?, no, sacudiste tu cabeza de forma negativa, aquel día viste reflejado en su mirada algo parecido a lo que sucedía con la tuya, debía de estar ocupado, sin duda alguna era eso, caminabas cavilando en eso cuando escuchaste a una de las personas que trabajaba contigo hablar acerca del terrible homicidio de un jovencito de la localidad, no le diste mucha importancia hasta que uno de ellos te llamó y te preguntó si sabías algo, negaste y pensabas seguir con tu camino cuando te mostraron la fotografía a colores del chico en un periódico local, lo que viste destruyó tu alma, desde esa página de papel te observaban los ojos que habías estado buscando, tus compañeros te contaron que ese chico era hijo de un funcionario de la ciudad que al parecer era despiadado y disfrutaba golpeando a su hijo y su esposa, tal parece que ese chico ya había ingresado varias veces al hospital con graves heridas, pero esta última vez fue tan brutal la golpiza que recibió de su padre que ya no despertó, viste la fecha del deceso, era el día siguiente de tu encuentro fortuito en el parque, parece que Gabriel, (ahora sabías como se llamaba) había llegado tarde a su casa y su padre estando en estado de ebriedad, lo había golpeado hasta cansarse, después lo había arrojado a la calle en donde murió de hipotermia, realmente ese día había sido muy frío, de pronto te sentiste culpable, tu fuiste el que lo hizo quedarse en ese lugar, solo un poco más, le decías, hasta que se hizo muy tarde y lo dejaste marchar, sin duda alguna fue tu culpa, eso pensaste, tu mirada comenzó a nublarse y comprendiste que ya estabas llorando, te alejaste del lugar siguiendo un camino que habías recorrido infinidad de veces, la gente te miraba y cuchicheaba a tus espaldas pero tu ya no los oías, comenzó a llover, igual que ese día, pensaste, seguiste caminando hasta llegar hasta ese lugar, te acercaste al árbol y tocaste su tronco, sonreíste y viste un enorme resplandor junto con un gran estruendo, de repente todo oscureció, fijaste tu mirada, sobre ti había una rama que estaba ardiendo en llamas, tal parece que un rayo había caído en ese lugar y al desplomarse la rama cayó sobre ti, te acordaste de tu mamá y de sus consejos, reíste con una risa débil, sofocada por el peso que había roto un par de tus costillas y te disculpaste por no hacerle caso, tu ropa comenzaba a quemarse, en donde estabas el agua no caía, así que el fuego no se extinguiría en un buen rato, de cualquier manera no dolía, tu cuerpo comenzaba a incinerarse pero tu solo pensabas en un par de hermosos ojos que deseabas volver a ver, extendiste tu mano y a través del espeso humo que se levantaba a causa del fuego pudiste sentir como alguien la estrechaba fuertemente, miraste hacia ese lugar y pudiste observar unos ojos color chocolate y una dulce sonrisa dedicada para ti, esa persona frente a ti solo pronunció una palabra
-Vámonos –sonreíste y mientras tus ojos se cerraban tu solo pudiste responder
-te amo Gabriel –tal parece que ese día tu sueño duraría un poco más de lo normal y francamente, esperabas que durara para siempre…