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REMEMBER por Fascen

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Notas del fanfic:

Hooooooooolas! jeje aki de nuevo y con nuxiiiisima homework que nunca grax a dios y7a seran vacaciones y podre darle final a este fic jeje.

 

COMIN' SOOOOOOOOOOOON!  I SWEAR IT!

FEED BACK DON'T FORGET IT PLEEEEEEEEEEEASE

 

 

La suave brisa  del viento mecía los negros cabellos de un larguirucho  niño de alrededor 13 años. Él sentado en uno de los columpios del vacío parque de juegos  esperaba a que como todas las tardes hiciera acto de aparición al que tanto ansiaba ver. Como todas las tardes,  no apareció.

 

Anochecía.  Los matices rojos  se tornaban  morados y a azules, el aire se sentía más frío. Era hora de volver a casa  o si no habría  problemas.

 

Se encamino a su casa, las tranquilas calles por las que transitaba estaban vacías excepto por los negocios y la luz de las casas a través de las delgadas cortinas de las ventanas.  Doblo en una esquina a la derecha, saco las llaves de la mochila, separó una, la introdujo en la cerradura y abrió la puerta evitando hacer ruido. Se quito los zapatos, los guardo en el pequeño armario, se deslizo por el pasillo y subió rápido pero cuidadosamente las escaleras. 

 

Entró a su cuarto, dejó la mochila en el suelo encendió la computadora, se sentó  en el escritorio no sin antes abrir ligeramente la cortina y le quitó el seguro al ventanal del balcón.

 

Se sentó en la silla y se dispuso a hacer los deberes del colegio. Una vez que los termino bajo por leche y algo de comer, el dolor de cabeza causado por el hambre tenía que acabar. Se dirigió al baño, abrió la llave de la bañera dejo que se medio llenara con el agua caliente y luego abrió la del agua fría para templarla, se desnudo y se metió dentro. El agua era perfecta, sólo el agua hacía que se le pasará el dolor de no verlo…hacía tanto.

 

No se dio cuenta de lo rápido que pasó el tiempo estando en la bañera. Una hora transcurrió desde que se había metido, era tiempo de salir, se seco el cabello, se puso el pijama y apagó la computadora.

 

Desarropó  la cama, se acostó y se tapó. No se dio cuenta que la cortina se movió. El ventanal se abrió. Una sombra ingresó deslizándose cual serpiente en el dormitorio del niño.

 

…¿Por qué ?...- cuestionó el pelinegro puberto a la sombra de cabello rubio. La tenue luz de la luna llena bañaba el sitio donde el individuo estaba parado- ¿Por qué? No  me vas a contestar – añadió el chico sentándose en la cama mirando directo a los ojos azules de aquel joven. Ambas miradas seguían clavadas en el otro. El rubio camino lentamente  hacia al niño. Se sentó a su lado. Seguían mirándose.

 

El rubio retiro algunos cabellos  del rostro del niño y se acercó lentamente para acariciar su infantil cara. El niño se sonrojo de inmediato. Hacía mucho tiempo que no lo acariciaban de esa manera.

 

 Muy despacio paso su mano atrás de la cabeza del infante  mientras rosaba el sedoso pelo negro, con la derecha lo abrazaba de la cintura. El pequeño se pego mas al cuerpo del mayor, puso las manos sobre su pecho, escondiendo su cara en él. El ojiazul agacho la cabeza para poder inhalar el aroma de su cabello. Repentinamente despego un poco su cuerpo del infante y movió su mano por el contorno de su faz hasta levantar levemente su cara, de esa manera deposito un tierno beso en la frente del ojilila.

 

Lo tenía tan cerca, volvía a sentir su roce, el calor de su cuerpo, la esencia de su piel, escuchaba el latir de su corazón. Siempre  rítmico y sereno. Lleno de vida. El niño no quería separarse de él. Ya no. El joven adulto se desprendió del niño nuevamente para poder observar su bello rostro de niña.  Esa era la verdad, un rostro tan bello que lucía igual al de una bellísima chica. Su cuerpo también parecía de  una niña, pequeño, delgado, delicado, como una flor.

 

El silencio se apodero de la habitación. Tanto silencio hacia que el cuarto se volviera inmenso.

 

No piensas responder mi pregunta- se aventuró el más joven. El alto muchacho desvió la mirada, bajando las manos y separándose del chico.  Seguía sentado en la cama pero no se atrevía a mirarlo. El niño no aguantó  más. Aventó su cuerpo para abrazar al otro, quien no se lo esperaba. Ambos cayeron de la cama. La suave alfombra blanca amortiguo la caída y el ruido de ésta.

 

¿Por qué?- susurraba mientras unas gruesas gotas de llanto resbalaban por sus mejillas- ¿Por qué?, ¡¿POR QUÉ?!-el tono de su voz era agudo, estaba lleno de dolor, inconmensurable dolor, tristeza y desesperación. Su corazón latía con mucha fuerza, ardía en llamas y sus pulmones explotarían en cualquier momento debido a la quemazón dentro.

 

- ¡YA NO QUIERO ESTAR SOLO! Yo te necesito, te quiero conmigo. ¡NO ME DEJES, POR FAVOR!, YA NO ME DEJES- mientras las lágrimas se desbordaban por sus ojos lilas.

 

- Me duele el pecho cuando no estás, cuando pienso en ti,  cuando veo nuestros recuerdos. Sólo pienso en ti. Y ahorita que estás aquí conmigo me duele todavía más, por el saber que te irás y no saber si te volveré a ver.-

 

Su garganta le dolía, se desgarraba por dentro y el dueño de las manos que lo sostenían  lo abrazaban con muchísima fuerza, tratando de que ese momento durara lo más posible- ¿Por qué? ¿Por qué, Soubi?

 

El aludido no podía responder, tenía un nudo en la garganta. Sentía el dolor de Ritsuka. Ambos compartían ese dolor. Esa pena del no saber cómo se encuentra el otro. El deseo de estar con el otro. 

 

La amargura de tener que obedecer las órdenes de la persona a la que odias, las cuales te impiden estar con quien quieres estar. El haberte dejado convertir en un muñeco, no en un zombie.

 

Los recuerdos de esa noche tormentosa, los invadieron ambos.

 

-_-fLaSh bAck-_-

 

Que el manto de la noche nos vuelva invisibles- la mano de Soubi sostenía con fuerza la de Ritsuka- quiero que huyas cuando yo te diga, ¿escuchaste Ritsuka?

 

¿Qué? No, eso no lo haré- apretó con fuerza la mano de su luchador con la mirada decidida.- me quedare aquí contigo.

 

Suficiente- dijo una voz grave y amedrentadora que resonó en lo más profundo del sistema.- Soubi detén el sistema de pelea ¡ahora! Recuerda que  tú nunca me desobedecerás. Tú también Nisei.  – ordeno Seimei.

 

El sistema se detuvo, el bosque se encontraba intacto, a pesar de que en el sistema algunos árboles se destruyeron. Que buenas son las dimensiones alternas. El viento y la brisa de la lluvia los calaban hasta los huesos. Soubi abrazó a Ritsuka para impedir que sintiera frío, el pelinegro sintió como la sangre se le subía al rostro pero aceptó el abrazo gustoso.

 

¿Te sientes mejor?- le dijo el rubio al oído- Si, gracias- respondió Ritsuka poniéndose aun mas colorado. Soubi le ponía los nervios de punta y su mente no pensaba en otra cosa que no fuera él.- Me alegro- respondió Soubi dándole un rápido beso en la mejilla.- ¿Por qué tenía que besarlo? ¿No era suficiente temblar debajo de su cuerpo por tenerlo tan cerca de él?-_

 

Mmm, veo que se han vuelto aun mas íntimos- intervino Seimei - ¿lo disfrutaron?  Espero que así haya sido porque de ahora en más eso se les terminó. ¿Oyeron?

 

Quieres decir…-expreso un aturdido Nisei -¡¿él volverá con nosotros?!-exclamo furioso. Su  voz estaba cargada de odio y resentimiento-¿Por qué Seimei?

 

Seimei se acerco a Nisei. Se encontraba  a unos pasos de él tirado en la hierba. Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.

 

Gracias -  dijo el interpelado. Una bofetada le cruzo la cara.- No quiero que vuelvas a recriminar mis decisiones, ¿entendido? Cuando quiera tu opinión o sugerencia te lo hare saber.- Ritsuka nunca lo había visto enfadarse, y mucho menos golpear a alguien. Ese de ahí no podía ser su hermano. Su hermano era cariñoso y comprensible. No violento y autoritario. Lo que más lo impacto fue el sombrío rostro de su hermano mayor.

 

Lo llevaremos con nosotros porque quiero. Lo necesito en estos precisos momentos. Este es el momento indicado- repuso Seimei.- además sé que me extrañas o ¿no?-volteo a ver a la otra pareja de chicos que estaban en el bosque.- dime…Soubi.

 

Soubi estaba helado, no podía creer que Seimei le estuviera diciendo eso… no era posible.- ¿Por qué? ¿Para qué me quieres contigo?-replico Soubi estrechando a Ritsuka mas fuerte. El niño percibió el cambio en Soubi y se pego más al cuerpo del veinteañero. No quería que su hermano los separara. No soportaría sentirse solo y sin amor. No de nuevo.

 

Ya no le eres de utilidad. El tiene a su luchador, además tú me perteneces a mí no a él- contesto Seimei con la mirada clavada en Ritsuka. La expresión de su mirada asusto al infante. Su tan amado Seimei lo miraba con odio y enojo. Su voz estaba llena de rabia y casi derramaba bilis de las orejas.- Y si te lo ordenó no podrás negarte. Ni hoy ni nunca.- Seimei aun tenía los ojos fijos en su hermano menor – Soubi vendrás conmigo…- hizo una larga pausa mientras sus ojos se clavaban en él ojiazul-…seré amable y te daré un día más junto a mi hermano. Se ve que se quieren…y mucho. Tienen hasta mañana a las 12:00 p.m. es una orden.

 

Soubi aflojo ligeramente el abrazo de Ritsuka, y con la cabeza gacha asintió como respuesta para Seimei. Su corazón se congeló por un segundo y le faltaba el aire. El pecho le dolía y sus pulmones no querían realizar la acción de la inhalación.

 

Perdón, Soubi pero no te escuche. Lo repites.-ordeno inclemente Seimei. Soubi seguía sin poder articular las palabras. No quería hacerlo.

 

Por favor, por favor no le hagas más daño, por favor- una aguda voz sacó a Soubi de su coma. La voz de Ritsuka – sé que el tendrá que irse, que te lo llevarás y que nunca más lo veré pero por favor no lo lastimes mas. Tiene demasiadas heridas y me gustaría que algún día sanaran.

 

Seimei no podía creerlo. Soubi le había robado lo único que deseaba del mundo: el amor de Ritsuka. Se lo arrebato y pagaría por ello. Ritsuka se mordía el labio inferior, estaba esperando recibir una bofetada o un grito. Nada. Trataba de no llorar, no haría que Soubi notara su dolor, soportar el suyo era suficiente.

 

Vámonos Nisei, hasta mañana en la noche Soubi. Ah y Ritsuka será mejor que encuentres a tu luchador, si no ¿Quién peleara por ti?, ¿Quién te protegerá de verdad?, ¿Quién te amara de verdad?-_-nadie más que yo-_- agregó un malvado Seimei.

 

 

 

 

 

Soubi se arrodillo para poder abrazar mejor al niño. Ritsuka trataba de no llorar, le dolía el pecho, su corazón se desquebrajaba.  El nekito se hincó también no sabía si Soubi  lloraba. El sonido del viento era su única compañía, el olor de la tierra húmeda la única verdad.

 

Por lo que más quieras, no me vayas a olvidar- suplicaba un jadeante Ritsuka. Las lágrimas no pudieron  ser contenidas. Escurrían por su tierno rostro, mojaban la sedosa cabellera rubia de Soubi. El ojiazul había derramado algunas lágrimas pero el ver la cara de Ritsuka teñida de rojo, sus orbes hinchadas y empapadas en llanto lo herían mas…su pequeño niño había abogado por él, le pidió a su hermano un único favor y ese favor era para él. Para Soubi.

 

El rubio muchacho separo un poco su cuerpo del niño para observar mejor la prueba de amor de Ritsuka. Tal vez nunca se atrevería a aceptarlo pero Soubi lo sabía. El kemonomimi se sentía enamorado. Amaba a Soubi tanto como él a Ritsuka, incluso apostaría su alma contra el diablo de que Ritsuka lo amaba aun más. Todo ocurrió en un segundo. Ritsuka lo sujeto de las mejillas atrayéndolo hacia sus labios, paso una mano por la nuca del joven para acercarlo y profundizar su beso. Su mano derecha apretó la camisa de algodón azul de Soubi. El aturdido individuo al que Ritsuka besaba permaneció con los ojos abiertos. Se sonrojo ante la acción de un niño de 12 años. Por primera vez Soubi se sintió intimidado.  Nadie lo besó de esa forma antes.

 

Será mejor que te lleve a casa-convino Soubi – tienes toque de queda- mientras se levantaba del suelo y se alejaba del pequeño aun sollozante. El  pelirrubio oculto su mirada con el flequillo. No era capaz de mirar al niño.

 

No quiero ir a casa-replico un sorprendido y molestó Ritsuka- deseo ir contigo, no importa donde, sólo…desaparezcamos de este lugar, de todo y todos. –era una súplica y una petición. Jamás le gustó darle órdenes a Soubi. Siempre quiso que él lo hiciera por voluntad propia. Porque quería hacerlo.

 

¿Estás seguro de eso? Tal vez… no estés  a salvo de mí-  añadió una sensual voz en los oídos del puberto. Ni siquiera se entero del rápido movimiento del ojiazul. Esa voz…esa voz no entendía el cómo, el porqué, el sonido de su voz lo hipnotizaba tanto…le excitaba demasiado. Se estremecía de placer con escucharla, ¡¿Qué le pasaría si…?!- sabes Soubi ya no interesa, porque quizás eso es lo que quiero darte de despedida…-contesto un soñoliento Ritsuka completamente ruborizado. Lo peor ese rubor no era de vergüenza o pena, era de…-aunque si no quieres, por mi está bien…- agrego desafiante el chiquillo.

 

¿Crees, realmente crees que te dejaría escapar, así de fácil? Te llevaría quisieras o no- dijo el adulto sonriéndole de forma muy tentadora.- ¿ah, sí?  Eso lo veremos-respondió riendo Ritsuka. Eso era mejor. Tratar de no pensar que el mañana llegaría y que no estaría junto a él. Tenía que disfrutar cada momento, cada instante, cada…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

JEJEE PRONTO TENDRAN EL CAP DOS JEJEE YO SE KE SE KEDARON PICADAS ADEMAS HABRA MAAAAAAS LEMOOOON JEJE NTC

MATTA NEE


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