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REMEMBER por Fascen

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Notas del capitulo:

JEJEJE LA SEGUNDA PARTE...

¿Crees, realmente crees que te dejaría escapar, así de fácil? Te llevaría quisieras o no- dijo el adulto sonriéndole de forma muy tentadora.- ¿ah, sí?  Eso lo veremos-respondió riendo Ritsuka. Eso era mejor. Tratar de no pensar que el mañana llegaría y que no estaría junto a él. Tenía que disfrutar cada momento, cada instante, cada…

-_-fin del flash back-_-

 

 

En la pequeña habitación se vislumbraban dos bultos en el suelo. El más pequeño recostado en el de mayor tamaño, sollozaba. Las lágrimas escurrían como las gotas de lluvia resbalaban en el ventanal. El viento azotaba fuertemente y las copas de los árboles se mecían de forma aterradora. Los truenos estruendosos resonaban con un terrible eco, y el relámpago alumbraba el cuarto con su luz azul-blanquecina a las dos figuras en el alfombrado blanco.

La gatuna figura se desprendió del mayor. Lo miraba directo a los ojos. El joven  apreciaba el deseo del menor en su contemplación un atisbo de amor pero también dolor y mucha tristeza. ¿Cómo es posible que se sientan tantas emociones  a la vez y no seas capaz de comprender ninguna? ¡¿Cómo hacer para aliviarlas todas y no herir más en el proceso?! ¡¡ ¿Cómo mitigar… callar tus sentimientos…dejar de lado la razón…y realizar aquello que tanto añoras?!!  Está prohibido y las cosas que se nos prohíben son las que más ansiamos con lograr. Esa era la respuesta…como no la vio antes…dejarse llevar al menos una vez…sin importar el que dirán o que pasara después…igual que aquella vez.

El ojiazul lo comprendió, estaban pensando lo mismo…deseaban lo mismo y lo obtendrían. Un relámpago alumbro la entenebrada recamara. El deseo brillaba en sus ojos. Sólo  había una oportunidad…no la desperdiciarían. Igual que aquella vez.

Antes de que pudiera expresar sus deseos, ya se estaban cumpliendo. El niño lo besaba era lento, manso. Ese ritmo era muy fácil de seguir. De a poco fue subiendo de intensidad, hasta volverse desesperado. El aire les faltaba tenían que separarse, no querían, debían hacerlo. La presión era insoportable.

Las posiciones cambiaron, Soubi ubico su cuerpo encima del niño. Eso lo volvía más excitante, poder observar el rostro sonrojado de su sacrificio. Era evidente que el luchador demostraba un poderío incomparable. Ritsuka lo sabía, a él le gustaba estar a cargo y la verdad  eso era lo mejor. Acerco su rostro al del chico debajo de él; lamio sus labios, lo besó con cuidado y comenzó a bajar por su cuello rozándolo con sus labios en todo momento.  De vez en vez lo lamia y lo mordía suavemente.

Mnn…-gimió el chico al sentir las mordidas, lamidas y besos del peleador en su dermis. Soubi continúo bajando. Su mano derecha se posiciono debajo de la camisa del niño, acariciando su vientre y cintura, la movió de lugar para poder llegar a su espalda causando al tacto que la espalda se arqueara- mmm…ah.- Soubi lo oyó por lo bajo y sonrió de satisfacción para sí mismo. Seguía su paso por el diminuto cuerpo del kemonomimi. Su otra mano bajo mas situándose en la entre las piernas del menor para abrirlas. En un reflejo las cerró pero no duraron mucho así, como todo adulto que ha perdido las orejas utilizo un recurso  rápido, coloco sus rodillas entre las del pequeño y la subió despacio hasta llegar a un punto donde ya no podía subir. El chico sobrepaso los límites del sonrojo. Cerró los ojos y su espalda volvió a curvarse. Jadeaba y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas. Era demasiado, no lo aguantaría más tiempo.

Soubi sabía que ese era el instante adecuado. La mano que estaba en la espalda del niño detuvo su recorrido y volvió al frente saliendo de debajo de la pijama y subiendo de nuevo por encima de esta desabrochando los botones a su paso. Las manos en la espalda del rubio peleador se tensaron, empezaban a presionarla con fiereza. El cuerpo bajo el suyo era lo que disfrutaría.

Volvió a besarlo en los labios. Lo tomó de la cintura con ambas manos y lo levantó de la alfombra. El  chico con orejas abrazó la cintura del adulto con sus piernas. Y sus manos se enredaron alrededor del cuello de éste acariciando su larga, sedosa y lacia cabellera rubia. Acariciaba la nuca del peleador instándolo a besarlo mas y profundo. Depositó al muchacho despacio sobre la cama tratando de que al acomodarse su peso no aplastase al pequeño. Recargo su peso en las rodillas, no era fácil no dejaban de besarlo y aprisionar su cintura, el agarre no se aflojo en ningún momento. Hasta que el pelinegro dejo caer suavemente sus rodillas al lados de Soubi una vez en la cama. Estaba justo entre sus piernas. Lentamente Soubi dejo caer su cadera encima de la del niño, quien gimió entre besos. El besuqueo termino y ambos se miraron… era su oportunidad el niño rodó por encima de Soubi quedando arriba de nuevo.

Eres un tramposito, sabias.- comento divertido Soubi. – Eso no me importa-dijo firmemente y con una mirada retadora, a pesar de su seguridad, su rostro mantenía un ligero tono carmesí. Reacomodo su delicada figura y comenzó a besar el pálido cuello de su luchador…se tomo su tiempo en desabotonar la camisa y acariciar el pecho de Soubi mientras este subía y bajaba al respirar.- ¿Qué es lo que piensas hacer?- inquirió Soubi- nada, sólo quiero hacerte sentir lo mismo- respondió el jovencito mientras besaba el abdomen del adulto. El niño subió de nuevo acercando su rostro al de Soubi para besarlo. (n/a: como le gusta besarlo :D) Algo inesperado para Soubi ocurrió, pudo sentirlo. El vaivén de la cadera de Ritsuka, lento, rítmico y pausado. Subiendo y bajando, el neko sonrojándose más en cada movimiento, jadeante y deseoso.

Me pregunto, quien te enseño eso…-agregó Soubi levantando su espalda del colchón, sosteniendo la pequeña cintura y tembloroso cuerpo de su amante, quedando sentados en la cama. Ritsuka se sonrojo. Soubi podía hablar sin problemas, no jadeaba ni tampoco le costaba moverse, no estaba tenso ni tembloroso. Su ritmo bajo. Se alejo de Soubi despacio, antes de poder decir o hacer algo más un brazo retuvo su cintura, unos labios rozaron los suyos y bajaron por su cuello. -¿Por qué te detienes? Acaso ¿te dio pena? – expreso Soubi exhalando en la sensible piel del niño.- no, no es eso…es que...Tú…yo…-no podía decir las palabras, la verdad le apenaba.- ¿no lo sientes?- inquirió Soubi- ¿Qué?...nnn…-jadeó y gimió, no lo noto, hasta esa sensación.- ¿creías…que tu no…?-le susurro débilmente al oído del sacrificio. Volvió a gemir. Esa frase le erizo los bellos de la nuca, y la sensación hizo que  un escalofrió recorriera su espalda.-…Sou…bi- siguió gimiendo, arqueo la espalda mordiéndose el labio.

 

Estas cosas estorban- decía el rubio al más pequeño-debes usarlas todo el tiempo pero la verdad es que en esta situación son algo estorbosas. Te ves lindo tengo que reconocerlo.-mientras pasaba los dedos por la cabeza del pelinegro, desatorando las orejas falsas de su cabellos.- y ésta cosita también- arrancando la cola de su lugar.

Ya lo sé.- respondió esquivando la mirada del mayor- pero son NE-CE-SA-RIAS desde…- lo sé, soy el responsable de eso.- acepto Soubi divertido.- Soubi ¿Por qué no mejor seguimos con lo nuestro?- reprocho el menor. –je je, como ordene mi amo. – la tormenta continuaba fuera y dentro de la habitación.

El despertador de Ritsuka se activo temprano por la mañana. Había olvidado desactivarlo. Ya estaban despiertos no lo necesitaban.-espera…- dijo el niño saliendo rápidamente  de la tina llena de agua caliente.  Apago el despertador y agarro su celular. Mando un corto mensaje a su sensei excusándose de ir a la escuela debido a que su mamá se encontraba enferma y tenía que cuidarla- ya estuvo. Ahora no hay problema puedo quedarme o ir a donde me plazca- sumergiendo su cuerpo en la bañera- y… ¿A dónde quieres ir?- pregunto un hombre que empujo al niño al agua y acercando su cuerpo al de él. -…basta…- se quejo el niño gimiendo. Esa sensación volvió. Era arriesgado el sentir su cuerpo tan cerca de Soubi. Su propio cuerpo lo traicionaba añoraba esas caricias sin embargo no se movió, no retiro su cuerpo… no se alejaría de él.

No sé que quiero hacer… ¿me ayudas a decidir?- comento el pequeñín recargado su pecho en el del joven y escondiendo su rostro en el pasaje de su claro y terso cuello. Mmm… no lo sé depende de ti. Es tu cumpleaños… 14 largos y jóvenes años. Una perfecta cosecha.- comento   Soubi mordisqueando la oreja del pequeño- será mejor que salgamos de aquí si quieres celebrarlo- con un tono sensual.

De acuerdo- replico el pequeño jadeante.- Salgamos de aquí.-propuso el adolescente. Salieron  de la tina, se vistieron y salieron con cuidado de la casa, no era necesario porque la madre de Ritsuka estaba internada en una clínica y aunque mejoro mucho temía salir y lastimar de nuevo a su hijo. El padre del niño quedo a su ‘cuidado’, prácticamente no estaba en casa y ese día no era una excepción.

Sal – grito el pelinegro- mi papá no está así que es tooooda nuestra- soltando una risita traviesa- ¿quieres desayunar algo? Hay de todo, leche, cereal, huevos, jamón y jugo. Dime ¿Qué es lo que te gustaría de desayuno?- mmm… eso ya lo sabes pero sería demasiado, por otra parte el hecho de que tú seas él lo haga me deja en la pos...- podrías callarte de una vez o no hare nada-intervino el pequeño furioso de tanta habladuría- nnn… se me antojan huevos con jamón y tostadas ¿Qué quieres tú?- respondió él regañado- lo mismo. Será más rápido si comemos lo mismo.

 

 

 Ya pensaste que es lo que quieres hacer- dijo Soubi mientras tomaba un sorbo de te- mmm… al parque de diversiones en Odaiba – respondió el niño llevándose una tostada a la boca.

Eso suena muuuuuuuy bien ¿nos vamos?

Notas finales:

LA TERCERA PARTE COMING SOOOOOOOOOOOON

REVIEW PLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEASE

 


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