Los mismo todos los días, una rutina interminable, pero irrompible.
-Nyyaa~~ - bostezó nuestro protagonista.
Se paró de la cama, era una mañana helada. Se dirigió al baño, se miró al espejo, aquellas orejas aún estaban ahí…tomó una ducha rápida, se vistió y bajó a la cocina. Abrió el refrigerador.
-Leche no estaría mal- se lamió los labios (kyya *¬*)
Sacó la caja de leche y tomó directamente de ella, que importaba, era el único que bebería, después de todo estaba solo en casa. Su mamá había sido internada hace 2 años y su padre había sido transferido, pero todos los meses le enviaba el dinero para vivir tranquilamente.
Recogió su mochila, estaba en el mismo sillón donde la había dejado la tarde anterior, se puso sus zapatos y se fue a clases. Cuando ya estaba por llegar escuchó a su amiga:
- Ohayoo~ Ritsuka!- dijo Yuiko, agitando fuertemente su mano.
- Ohayo Yuiko- respondió- ¿y Yayoi?- era un milagro que estuviera sola desde que eran novios.
- Está adentro, vamos!- tomó la mano de Ritsuka y lo llevó dentro.
Ya en clases Ritsuka miraba por la ventana, y pensaba:
Soubi, ¿Qué haces en estos momentos?...
Flashback
Ya habían pasado 3 años desde que había conocido a su luchador, su amigo, y algo más…
Era una tarde como todas las demás, pero algo diferente pasó.
Soubi había citado a Ritsuka en la plaza que estaba cerca de su casa [xD hay una plaza?] le había dicho: “Ven a la plaza, hay algo importante que tenemos que hablar”. Su voz había sido tan seria que Ritsuka no dudó en ir, se puso su chaqueta y salió corriendo. En ese entonces su madre ya había sido internada, así que no hubo problemas.
Cuando llegó vió a Soubi, con su cigarro en la boca, tenía el ceño fruncido y estaba muy pensativo.
-¿So…Soubi?- dijo Ritsuka acercándose y tocándole el hombro.
En ese instante Soubi se paró rápidamente y lo abrazó fuertemente, como queriendo fusionar sus cuerpos.
- ¿Qué pasa Soubi?- preguntó el sacrificio.
- Me voy- le dijo con una voz profunda y grave.
- ¿Qu… Qué?- le dijo Ritsuka, sin convencerse
- Me voy- le repitió, abrazándolo más fuerte- No puedo seguir a tu lado.
- ¿Porqué? ¡no puedes irte!- decía Ritsuka desesperado.- N..No puedes- tenía ganas de llorar, no sabía por que, el simple hecho de pensar que Soubi ya no estaría a su lado, le dolía, LE DOLÍA MUCHO. Una lágrima se había escapado por su mejilla.
- ¿Quieres qué me quede?- le dijo Soubi, soltándolo un poco de su abrazo.
- s..sí…- le susurró Ritsuka
- ¿Qué harías si te dijera que me voy, pero regreso?- dijo mientras limpiaba las lágrima de Ritsuka con su mano.
- esperaría…- susurró de nuevo Ritsuka.
- ¿Cuánto tiempo?- le interrogó.
- El necesario…
- ¿Por qué? – le siguió preguntando
- no lo sé- abrazó a Soubi- ¿Cuándo te vas?
- en una hora - correspondió el abrazo de Ritsuka-¿Prometes que me esperarás?
- Sí…
Soubi tomó el mentón de su neko, acerco sus rostros y lo besó. Este había sido el primer beso que Ritsuka correspondía sin ningún reclamo, el beso que correspondía a los sentimientos de Soubi, el beso del adiós…
Después de eso estuvieron abrazados un momento, infinito para ambos, que se rompió con el sonido del celular de Soubi, ya era momento de irse. Besó al pelinegro en la frente y desapareció, dejando atrás a un desconsolado Ritsuka.
FinFlashback!
¿Sabes cuánto tiempo te he estado esperando? Tres largos años, largos, infinitos y tristes años…
No sabes lo que daría por tenerte a mi lado otra vez.
La campana que indicaba el fin de clases lo había sacado de sus pensamientos. Se paró, puso su bolso al hombro y se dirigió a la salida, todos corrían de un lado a otro, todos estaban haciendo ‘recuerdos’; mañana se graduaban, el alboroto era totalmente normal.
La tarde transcurrió sin ninguna novedad, como todos los días, la rutina se volvía a repetir, llegaba a su casa, dejaba su bolso donde mismo, prendía el televisor y preparaba la cena, comía tranquilamente mientras veía algún programa que llamara su atención, ordenaba todo, se aseaba y se acostaba, lo mismo todos los días.
Todo era tan…tan normal sin él.
De nuevo estoy pensando en tí- suspiró. Ya se había resignado, no podía dejar de pensar en él, no podía parar de soñar con el día en el que Soubi regresara, el día en el que sus labios volvieran a unirse, y en el cual Ritsuka por fin le confesara sus sentimientos.
El problema erradicaba en cuando llegaría ese día. Ni siquiera se habían hablado en todos estos años, Ritsuka había llamado a Soubi incontables veces, pero siempre pasaba lo mismo, la misma respuesta: EL número el cual ha marcado no existe…
Eres un mentiroso, dijiste que siempre estarías conmigo cuando te necesitara…
Se estaba acostando cuando llegó un mensaje a su celular. Era un número desconocido, lo leyó, decía un simple: Hola.
No se preocupó, debían de haberse equivocado de número, se dijo a si mismo y se durmió…
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Un escalofrío recorrió su espalda, se sentó en su cama, aún aturdido y con los ojos cerrados.
Una nueva brisa movió sus finos cabellos revueltos he hizo que abriera sus ojos.
La ventana estaba abierta… No reaccionó ante esto, simplemente se paró a cerrarla.
Cuando ya estaba de pié frente a la ventana, su conciente reaccionó y con esto trajo recuerdos…
-Soubi! te he dicho que no entres por la ventana- le reclamaba Ritsuka
- ¿Pero, cómo crees que reaccionaría tu madre al saber que soy tu ‘amigo’?
- Tienes razón- decía ya calmado
-Ritsuka…
-¿Qué?
- Te amo
Se besaron…
Una lágrima cayó de los ojos del Neko, y otra le siguió… La pena siempre le invadía con los recuerdos.
Se secó las lágrimas con su antebrazo, diñó media vuelta y se dirigió a la cama…
Cayó de rodillas… su vista lo engañaba ¿Cierto?... ya se estaba volviendo loco…
Pero podría reconocer ese largo cabello rubio y esas facciones perfectas a kilómetros…
Las lágrimas volvieron a brotar… esta vez de felicidad…
-So…Soubi- dijo Ritsuka rompiendo el silencio
- ¿Sí?- respondió la figura sentada en la cama
- ¿Eres tú, de verdad? ¿o es otro sueño?- decía el neko mientras se secaba las lágrimas y se paraba.
- Soy yo, de carne y hueso- el rubio sonrió
Ritsuka se abalanzó sobre Soubi, ambos cayeron en la cama. Quedando el más joven sobre el Rubio, mirándolo directamente a los ojos, las lágrimas cayeron en el rostro de Soubi.
- ¿Por qué lloras?- pregunto, interesado
- Porque volviste, son de felicidad- le respondió el neko mientras se acercaba al rostro del mayor.
- Si, ya es…-
Pero Ritsuka no le dejó terminar la frase, junto sus labios y lo besó con todo el amor y la pasión acumulada de los tres años. Introdujo su lengua y comenzó a jugar con la de Soubi, para sorpresa de este. Se separaron por falta de aliento...
- veo que me extrañaste- dijo Soubi
- más de lo que crees- abrazó al Rubio y lo besó de nuevo.
Giraron. Soubi puso a Ritsuka bajo su cuerpo, aún besándose y metió su mano por debajo del pijama de Ritsuka, tocando todo con desesperación, llegando a los pezones comenzó a apretarlos.
-mmnnhh- gimió el neko- So... Soubi…
El mayor reaccionó ha esta voz y lo besó con más lujuria, Ritsuka aceptaba su lengua con gusto, seguía su juego.
…
Ya estaban desnudos, abrazados, listos…
- ¿estas listo Ritsuka?- preguntó Soubi, con una mezcla de lujuria y preocupación
- sí, adelante- respondió Ritsuka.
Soubi penetró a Ritsuka, comenzó suavemente y poco a poco aumento el ritmo.
-aahh!! Soubii- gemía Ritsuka
- nnn…-
- So… Soubi… me voy a – pero antes de eso, se corrió entre ambos cuerpos…
- Ritsuka- gimió Soubi corriéndose dentro de ahora SU neko
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Los rayos del Sol llegaban directamente a su cara, abrió lentamente sus ojos, sentía un cuerpo a su lado, estaba apoyado en el pecho desudo del rubio … recordó lo que había pasado anoche y se sonrojó…
- Te ves lindo así- le dijo Soubi con una sonrisa
- ¿Así cómo?
- sonrojado y sin orejas - dijo acariciando su cabeza
- O///o
- jajajaja- se rió
- Soubi ¿sabes?- dijo el neko ya relajado y abrazando al mayor.
- ¿Qué?
- Te amo- de acercó al rubio y lo besó fugazmente.
- Yo también.
Se besaron y comenzaron de nuevo su juego de amor.