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Historia de dos rockeros por apesardetodo

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Notas del capitulo:

hooolaaaaaa!!! n.nU...

gomenasai!! gomenasai!! gomenasai!!

si que se me hace dificil actualizar este fic o.oU

pero espero que con el largo de este cap pueda recompensar la tardansa n.nU...

bueno, sin mas, el fic!!!

Capitulo 3: Familia…

 

Tks… –se fija el azabache en su reloj. Estaba vestido con unos jeans con efecto gastado, una camiseta negra, un pañuelo rojo alrededor de su cuello y una campera negra con gorra y una estampa con el sharingan en la espalda  – este dobe ya se retrasó…

Hace más de 15 minutos que estaba esperando al ojiazul para irse al mercado a comprar las cosas que necesitaba. Si que era intolerante a la hora de esperar, ni siquiera sabía que hacía allí esperando todavía. Ya estaba por irse cuando a lo lejos alcanzó a distinguir la silueta del rubio que corría en su dirección como alma que lleva el diablo, él solo dio un largo y pesado suspiro para esperar a que su dobe compañero de grupo llegara para así irse finalmente.

Perdón, Sasuke… –se disculpa entre jadeos por la corrida desde su departamento hasta allí– me quedé dormido…

Son las 17:30 dobe ¬_¬… –le replica con un tic en el ojo –

Es que me gusta dormirme una siesta en mis días libres n_nU– se rasca la nuca inclinando ligeramente la cabeza hacia abajo, a lo que el moreno lo mira con una gota en la cabeza –

Menudo vago... –le dice con una vena en la frente y llevándose las manos a los bolsillos. A veces se preguntaba el cómo llegó a ser compañero de semejante capullo –

¡Cállate! –le grita enfadado apuntándolo con el dedo acusador –

Vamos dobe... –lo ignora para finalmente comenzar a caminar hacia su destino. El rubio se limita a lanzar un bufido, inflar los cachetes en un puchero y seguir detrás del moreno con los brazos cruzados –

Así se fueron caminando hasta el mercado, sin ningún tema de conversación en realidad. El rubio solo caminaba detrás de Sasuke, recordando lo sucedido la noche anterior, no se lo había puesto a pensar con detenimiento, pero ahora que lo hacía, tenía ganas de preguntarle al azabache sobre eso. Lo del empujón muy en el fondo se lo esperaba, pero lo otro sí que lo tenía confundido, es decir, si tanto le daba asco al ojinegro lo de sus sentimiento ¿Por qué se le había lanzado de esa forma??... ok, no se le lazó, pero le había hecho que lo tocara, y eso ya era raro… ¿no sería... que en el fondo Sasuke lo amaba de igual forma, pero se negaba a admitirlo por miedo a ser gay ante los demás?... el solo imaginar eso le provocó risa ¿Uchiha Sasuke con miedo a lo que los demás pensaran? Eso sí que no era creíble.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al chocarse con la espalda del moreno, quien giro la cabeza para verlo por el rabillo extrañado.

¿Qué pasa? –le pregunta el rubio –

Esta es el primer lugar... –responde mirando el cartel del local, seguido del ojiazul quien levanta las vista un poco –

¿Florería Yamanaka? – pregunta anonado, era algo extraño el solo hecho de estar enfrente de una florería. El moreno sin responder nada se adentra al local, el cual no era ni muy grande, ni muy pequeño, solo normal. Con varios estantes sosteniendo masetas con flores notablemente bien cuidadas. – ¿Qué hacemos aquí, teme?

Dime Naruto… ¿Qué es este lugar?... –le pregunta indiferente el moreno y con las manos en los bolsillos –

Una florería... –responde Naruto ladeando la cabeza hacia un lado en son de no entender XD –

¿Y qué se hace en una florería? – vuelve a preguntar –

Se compran flores o.oU…–

Y entonces… ¿Qué crees que hacemos aquí, dobe? ¬_¬– lo mira con cara de “este tipo es tonto” sin dejar de caminar con las manos en los bolsillo. Naruto se cruza de brazos y hace un puchero –

Veo que esta vez trajiste a tu compañero de grupo, Sasuke-kun – musita una chica sonriente al otro lado del mostrador. Una joven de cabello largo y rubio pálido, atado en una coleta y con un flequillo tapándole la mitad de la cara, de ojos celestes, más oscuros que los del Uzumaki y cuerpo bien formado. Yamanaka Ino, dueña de la florería Yamanaka, en ocasiones se torna algo molesta y presuntuosa, pero la mayor parte del tiempo está atendiendo amablemente a sus clientes –

Hola, Ino... –saluda el azabache acercándose al mostrador e ignorando los bufidos del rubio – ¿ya trajeron las semillas de orquídea? – Le pregunta casi de inmediato poniendo las manos encima del mismo mostrador–

Claro, mira aquí te guardé dos paquetes... –responde amigable la rubia a la vez que saca dos pequeños paquetes de abajo del mostrador – estas semillas se venden como pan caliente ^-^

Gracias... –recibe los paquetes y luego le da el dinero –

¿Qué es todo esto?... –dice para sí el rubio. No solo por el hecho de que estuvieran en una florería, sino también por la CASI amabilidad con la que trataba a esa chica, a quien nunca en su vida había visto –

Nee ¿y cómo está Mikoto-san? –le pregunta con un tono algo delicado y suave –

¿Puedes darme una bolsa para poner esto?... –le dice para evitar el tema, esta vez cabizbajo haciendo que el flequillo le cubra los ojos –

Ah… si... –le responde entrecortada para luego buscar abajo del mismo mostrador lo pedido por el azabache– aquí tienes ^-^ –le extiende dicha bolsa –

Gracias... –recibe la bolsa y luego mete los dos paquetes de semillas en esta – no vemos... –se despide y acto seguido agarra al rubio del cuello de la campera y lo arrastra hacia la salida –

¡Nos vemos! ^-^–se despide efusiva la Yamanaka con una mano en alto –

Una vez estuvieron afuera del local, siguieron caminando, otra vez en un largo silencio. Ahora los pensamientos del rubio estaban dirigidos hacia la razón de que el moreno comprara semillas de flores, claro, obviamente era para plantarlas, pero ¿en dónde? Si el Uchiha vivía en un departamento, y era raro que comprara tantas semillas si solo era para una maseta. Podría ser que tuviera una novia de la cual no estaba enterado e iba a plantar flores en su jardín… no, era imposible sabiendo que el azabache cambiaba de compañera de cama como Sakura de ropa. Se llevó una mano al mentón y serró los ojos para pensarlo mejor… ¿y si tenía una abuelita que le había pedido el favor de plantarle flores?... no, las ancianas hacen eso porque les gusta, a parte del decorado, además de que él nunca se dedicaría a la jardinería.

Oi, dobe... –le llama la atención el moreno, quien caminaba al lado de él con las manos todavía en los bolsillos – ¿se puede saber en qué estás pensando?

Eh… en nada... –desvía la mirada y se rasca la nuca – emh… Sasuke…

¿Qué? –lo mira –

La otra noche... –se coloca ambas manos en la nuca y dirige la mirada hacia el cielo, el cual estaba despejado – cuando tú hiciste… ya sabes… eso… –ahora la dirige hacia el suelo –

¿Qué pasa con eso?... –

Tú… ¿Por qué lo hiciste?... –lo mira como con miedo de que en cualquier momento lo fuera a golpear – si tanto dices que te da asco…

Humh… - enfoca la mirada hacia delante con una media sonrisa surcando su rostro – bueno, lo hice para probarte…

¿Probarme? –ladea la cabeza hacia un lado tal cual perro desconcertado –

Quería saber si era verdad que eras gay... – lo mira sin dejar esa sonrisa marca Uchiha que tanto lo caracteriza –

¡No soy gay!!  Ò_Ó –le replica con un puño en alto –

Hasta donde yo sé, un chico al que le gusta otro chico es gay, dobe –

Claro que no, un gay es un chico al que le gustaNNN loSSSS  chicoSSS –se cruza de brazos resaltando la ultima letra de las tres últimas palabras – y a mí no me gustan los chicos, el único que me gusta eres tú, es más, bien pude haberme enamorado de ti aunque hubieses sido una chica…

Peeero, te parezco más atractivo como chico ¿no es así?... –también se cruza de brazos, solo que este para molestar a su rubio compañero –

Si… es decir ¡¡NO!! –dice primero tranquilo y luego exaltado –

La primera respuesta es la decisiva, dobe – cierra los ojos haciendo más notoria su sonrisa de medio lado –

¡Aah! ¡Mhooo!... –infla los cachetes en un puchero, aun más notorio que el de hace unos momentos –

De repente el azabache se detiene en seco haciendo que el rubio pase unos pasos de largo y luego voltee a verlo extrañado. El moreno estaba cabizbajo enfrente de un local de tecnología.

Aquí es… –dice en un susurro al mismo tiempo que levanta la vista para ver hacia dentro del local –

¿”Aquí” dices?... –se hace unos pasos más atrás hasta quedar justo enfrente del mismo local al igual que el moreno y ver hacia adentro también. Pero es ignorado por este mismo, quien se adentra en aquella tienda con pasos pesados y con un cambio notorio en su humor–

El rubio solo siguió detrás del moreno sin hacer caso al repentino cambio de humor de este. Al estar adentro vio a un chico dos años mayor que ellos en el mostrador. El chico tenía el cabello plateado atado en una coleta baja, no muy largo en realidad, usaba unos lentes redondos los cuales acomodaba repetidas veces.

Buenas tardes… Sasuke-kun... –saluda el susodicho con una sonrisa de lado que de cierto modo, inspiraba algo de inquietud –

¿Ya está listo lo que traje la semana pasada?... –pregunta ignorando el perturbador saludo del peli-plata –

Ara, ara… ¿pasó algo, Sasuke-kun? –pregunta con el mismo tono de antes –

De hecho si, y ese “algo” es el solo hecho de que hayas nacido… Kabuto... –le responde al tiempo que lo mata con su afilada mirada, la cual podría cortar hasta a la katana más poderosa. El Uzumaki, por su parte, los miraba parado cerca de la entrada con cierto rencor hacia el de lentes, apenas si había escuchado su nombre y su voz y ya tenía ganas de golpearlo–

Que malvado eres, Sasuke-kun... –musita divertido a la vez que se acomoda los lentes creando un pequeño reflejo en él – humh… me encanta... –dice en un susurro casi imperceptible, pero que de igual forma fue oído por el ojiazul –

Oi, Sasuke ¿Por qué no le dices al cuatro ojos que te de lo que pediste de una puñetera vez? –se le acerca tratando de esconder un poco su enojo, pero sin ningún éxito –

Ara, ara… ¿quién es este joven rubio, Sasuke-kun? –Mira de pies a cabeza al susodicho al tiempo que se vuelve a acomodar los lentes –

¡Uzumaki Naruto! ¡Integrante de la mejor banda de todo Japón!–grita el rubio al mismo tiempo que deja caer su mano abierta sobre el mostrador –

¿Y esa es…? –lo mira y el semblante más serio y el tono de igual forma más serio –

¡¡The Evengers of the wind, por supuesto!! –Completa la palabra casi de inmediato –

Joo… una banda de rock ¿eh?... –

Deberías conocer la banda a la que pertenece la persona a quien acosas... –le dirige una sonrisa colérica–

Ara… Sasuke-kun, no me dijiste que estabas en una banda... –mira a Sasuke volviendo a ese tono perturbador y acomodándose los lentes, de nuevo (N/A: ¿cuántas veces se va acomodando los lentes? XD) –

Entonces sí lo está acosando… –al rubio le cae una gota por detrás de la cabeza (N/A: XD) –

¿Y para que quieres saberlo? Si a ti te gusta esa mierda bluzz –lo vuelve a matar con su mirada tajante –

Pero esa no es razón para ocultármelo, a mi me gusta todo lo que te gusta... –le da una sonrisa que le pondría la piel de gallina a cualquiera, claro, excepto al moreno –

Ya deja de usar ese maldito tono de una puta vez... –golpea el mostrador con el puño serrado – degenerado de mierda…

Pero qué miedo me das, Sasuke-kun, me pregunto si serás así de salvaje en otras “cosas”... –le guiña el ojo sin siquiera retroceder ante la expresión intimidante del azabache –

Antes de que el moreno pudiera siquiera pensar en contestar, el rubio toma de la camisa al de cabello platinado y lo tironea hacia él haciendo que quede un poco encima del mostrador.

Escúchame bien cuatro ojos... –lo mira intimidante el ojiazul – si te gusta andar acosando a las personas, mejor búscate a una putita desesperada que quiera acostarse con un pobre diablo como tú... –lo suelta en un empujón, haciendo que se choque contra los estantes de atrás del mostrador –

N... –titubea el moreno sin asimilar bien todavía lo ocurrido –

El rubio agarra del cuello de la campera al azabache, quien todavía no caía bien en lo antes pasado. Así arrastró al moreno unas cuadras, atrayendo la atención de todos, además del hecho de que eran dos estrellas de rock andando por la calle como si nada(N/A: XD).

De repente el ojiazul se detiene en seco soltando al azabache, quien ya estaba más despabilado en cuanto a lo ocurrido.

¿Qué fue todo eso, dobe? –le pregunta al rubio mirándolo de frente –

Jeje, perdón teme, pero es que ese cuatro-ojos ya me tenía bastante cabreado –se rasca la nuca con una sonrisa un tanto nerviosa –

Humh… bueno… al menos con esto me quedó claro... –esboza una sonrisa de medio y cierra los ojos cruzándose de brazos –

¿Eh?... –lo mira anonado – ¿el qué?

Definitivamente eres gay, y no solo eso, también eres muy celoso... –

¡Teme!! –Lo apunta enojado con el dedo acusador – ¡¿Qué no tienes otra cosa que hacer más que molestarme?!

No realmente... –se lleva las manos a los bolsillos y mira al rubio con superioridad –

¡Teme! ¡Te voy a-…!! –sus palabras fueron detenidas por una banda de fangirl´s locas que los rodean a él y al moreno –

¡¡Kyaaaaaaaaa!!! ¡Kuroneko-sama! ¡Kyuubi-sama!– dicen casi todas al mismo tiempo –

Ya se me hacía raro que hubiera tanta paz… –piensa en voz alta pegando su espalda contra la del rubio en un intento de alejarse de las locas a su alrededor –

¿Y ahora qué hacemos? –musita asustado haciendo lo mismo que el moreno –

¿Me lo preguntas a mí? –gira un poco la cabeza y lo ve por el rabillo del ojo–

Mmm... –Cierra los ojos pensativo, además de asustado claro – ¡ah! ¡Ya lo tengo!

¿Qué? ¿Vas a sacrificarte para que yo me vaya? Porque pienso que eso sería lo mejor–

¡¡Este no es momento para estar con tus bromas!! –Le quita el pañuelo que hasta hace unos momentos llevaba puesto en el cuello – ¡¿ven esto?! –les pregunta a las fans señalando dicho pañuelo, las fans dejan de gritar y miran el pañuelo como perro a su comida – ¿lo quieren? –las fans asienten emocionadas – pues… ¡ahí les va!! –lo arroja bien lejos, a lo que las fans se van a perseguirlo antes de lo que canta un gallo – ¡rápido! –inmediatamente agarra de la muñeca a Sasuke para salir corriendo despavoridamente, como si sus vidas dependieran de eso –

Los dos salieron corriendo aprovechando a que sus fans-gilr´s estaban distraídas, hasta que llegaron a una calle alejada del centro. Parecía estar solitario, no circulaba casi nadie por esas calles. Pero antes de que pudieran ponerse a pensar en eso, sonó el celular del moreno, quien lo atendió casi al instante.

¿Hola? –contesta el azabache –

¡Hola, hermanito!! –Saluda efusivo el Uchiha mayor al otro lado del teléfono – ¿Cómo estás? ^_^

Qué bien, lo único que me faltaba =`_´=... –entrecierra los ojos con pesadez – ¿Qué es lo que quieres?

¿A caso no te puede llamar tu aniki-chan de vez en cuando? T.T –dice con pequeñas cascadas saliendo de sus ojos y con una voz de sollozo fingido –

Nah, Sasuke ¿Quién es? –Pregunta intrigado el vocalista de la banda–

¡Ah! ¿Ese es Naru-chan?... nee ¿Qué están haciendo?? ¡Ah! ¿Están en una cita? Nee ¿Por qué no me dijiste que ahora eran novios? –ataca con mil preguntas sin siquiera dejar al azabache menor contestar –

¡¿De dónde cojones sacas esas ideas!? Ò_Ó–le grita enojado con una vena notablemente resaltada en la frente –

Lo mejor que puede hacer un hermano mayor es estar enterado de la vida amorosa de su ototo-baka –levanta el dedo índice como si en realidad lo estuviera viendo –

¡Deja de decir estupideces!! Ò_Ó# –

De acuerdo, de acuerdo ^_^… nee, por cierto ¿fuiste a verla hoy? –pregunta con un tono más serio y sereno –

Todavía no, pero iba a ir a verla luego de comprar un par de cosas... –responde también más serio –

¿Ir a verla?... –pregunta para sí al oír lo dicho por el azabache menor – ¿a caso será… que en verdad tiene novia?... –al pensar que eso en verdad podría ser cierto, su mirada se entristeció. No le gustaba la sola idea de verlo sonreír al lado de una mujer, podía aguantar que se acostara con mil y un chicas diferentes, pero el solo pensar que tenga novia… eso era demasiado para él –

Bueno, si eso es todo, adiós... –dice para recibir una efusiva despedida característica de su hermano, y luego cortar. Guarda su celular en su bolsillo y suspira serrando los ojos por unos segundos–

¿Quién era?... –pregunta el rubio sin ánimos –

Itachi... –responde corto y conciso –

Uhm... ya veo… –baja la mirada entrecerrando los ojos –

¿Qué sucede? –

Emh… bueno… ¡felicidades! –le frota los brazos con una gran sonrisa en su rostro, con la cual intentaba ocultar su malestar –

¿Ah?... –tuerce el gesto y ladea la cabeza hacia un lado tal cual perro anonado –

No sabía que ya tenías novia... –se rasca la nuca con esa sonrisa aun surcando su rostro y una de sus manos todavía en el hombro del moreno – es mucho mejor que estar con una chica diferente todas las noches ¿no?

¿De qué diablos estás ablando, dobe? –Le pregunta al tiempo que se quita la mano del rubio del hombro –

Vamos teme, no tienes porque ocultarlo... –entrelaza sus mano por detrás de su propia nuca – es más, te invito un trago para celebrar que ya sentaste cabeza

Naruto ¿Qué te hace pensar que tengo novia? –coloca una mano en el hombro del Uzumaki –

Bueno… dijiste que ibas a “ir a verla”... –baja la mirada haciendo que sus rubios cabellos le tapen los ojos – así que supuse que te referías a tu novia... –el azabache suspira con pesadez –

Serás dobe... – se lleva la mano que tenía en el hombro de Naruto hasta su propia nuca – no estaba hablando de mi novia, sabes bien que no me gusta la idea de sentar cabeza... –le da la espalda sin dejar de rascarse la nuca. Al oír eso, al rubio se le llenó el corazón de alivio, que bien, eso quería decir que su azabache no tenía ningún compromiso – pero no te ilusiones… que no tenga novia no quiere decir que voy a corresponderte…

Ah… entonces… ¿a quién te referías con “ir a verla”? –se adelanta unos pasos para verlo a la cara –

No te importa... –contesta secante y con la mirada dirigida hacia el suelo –

¿Eh?... –

No te importa... –

Pero… ¿Por qué no?... –pone su mano en el hombro derecho del azabache, pero inmediatamente este se la abofetea y se pone unos pasos hacia atrás –

No te importa en absoluto lo que haga... –le dirige una mirada tajante. Naruto solo atina mirarlo extrañado – lo que yo haga solo me importa a mí y a nadie más… así que no te metas en lo que no te concierne... –ante esto, el rubio baja la cabeza sin dejar ver su rostro –

Está bien… si tanto te molesta que la gente quiera saber un poco mas de ti… entonces me largo... –comienza a caminar hacia el frente – ya me cansé de tu antipatía... –dice esto último al pasar por al lado suyo y luego pasa de largo. El azabache queda unos momentos en silencio y luego baja la mirada –

Nunca cambias ¿verdad?... Sasuke... –dice para sí el moreno para luego seguir caminando en la dirección contraria a la del rubio –

Luego de caminar durante unos minutos, decidió ponerse la capucha de la campera, si se llegara a encontrar con alguna de sus fans de nuevo, iba a tardar más de dos horas en deshacerse de ellas, y ya no tenía su pañuelo como para arrojárselo, ya que el rubio se lo había quitado para alejar a la anterior banda de fans.

De un momento a otro se detuvo enfrente de una casa algo vieja, aunque bien cuidada. Esta se destacaba bastante entre las otras casas y los edificios del lugar, ya que era pequeña, no en exceso, más bien parecía una casa de familia. Si dudar, Sasuke abrió el pequeño portoncito y lo serró detrás de él al entrar al pequeño patio delantero de la casa. Luego subió tres escalones para llegar a la puerta y por fin entrar a la casa, una vez adentro miró de reojo su alrededor, todo estaba en penumbra, las luces apagadas y las cortinas serradas, apenas si alcanzaban a entrar unos pequeños rayos del sol por las aberturas que quedaban entre las cortinas. Aun así, el azabache caminó hasta la sala de estar, como su supiese que era mejor dejarlas así. Al llegar a la sala, se quedó en la abertura que conectaba el recibidor con la sala. Arrodillada en un cojín al lado de una pequeña mesa (N/A: ya saben, esas mesas enanas, como la que tenía Sasuke en su casa cuando era pequeño) se encontraba una mujer delgada, de cabello negro azabache y largo, estaba con la cabeza gacha, haciendo que su cabello le tapara la cara de perfil.

Sasuke se acercó a ella y se arrodillo a su lado para colocar su mano a uno de sus hombros. Esta solo giró un poco la cabeza para verlo con sus ojos negros profundos, sonrió apagadamente al ver que se trataba de Sasuke, este también le regaló una pequeña sonrisa, aunque se podía notar un deje de tristeza en él.

¿Has estado bien?... okasan... (N/A: mamá, para los que no sepan) –le pregunta el azabache con serenidad. La mujer solo asiente con la misma sonrisa de antes – ¿ha venido a visitarte Itachi estos días? –Vuelve a recibir un asentimiento de parte de su madre – ¿quieres que te prepare un té?... –asta vez recibe una negación, pero sin dejar de ver esa sonrisa de parte de su madre – en ese caso, iré a sembrar las flores. Mira… –dice para luego sacar un paquete de semillas de orquídea de la bolsa que hasta ese momento llevaba en la mano – traje las semillas de orquídea, dijiste que te gustaban ¿no?... –le muestra el paquete haciendo su sonrisa un poco más notable. La mujer sonríe también mas notablemente y agarra el paquete, para luego acariciar suavemente la cabeza de su hijo en muestra de agradecimiento– estaré afuera, si me necesitas llámame... –dice mientras se pone de pie y vuelve a recibir otro asentimientos de su madre – como si fuera a hacerlo... –piensa a la vez que se da la vuelta y se dirige al patio trasero de la casa –

Sasuke se fue al jardín se empezó a sembrar las semillas de orquídeas. En cuestión de poco más de media hora, ya había acabado, entonces se dirigió nuevamente a la sala de estar, y allí se encontró con su madre, quien estaba colocando una taza de té japonés junto con un plato con algunas galletas de arroz en la pequeña mesa de allí.

No era necesario, yo podría haberlo preparado... –dijo inexpresivo a la vez que se le acercaba. Esta solo lo tomó del brazo y lo guió hasta la mesita, luego se sentó haciendo que el azabache también se sentara justo enfrente de la taza de té – humh… gracias, okasan... –esboza un pequeña sonrisa y acaricia tiernamente la cabeza de su madre –

En cuanto terminó de beber su té y de comer las galletas, se despidió de su madre con un beso en la mejilla y se fue de la casa.

Caminando a paso lento se dirigió nuevamente a la florería Yamakana. Allí compró un ramo de flores y volvió a partir hacia otra dirección.

Su paso se paró al encontrarse enfrente de la entrara de un cementerio. Sin pensarlo dos veces entró a aquel lugar y con el mismo paso de antes. Se detuvo al encontrase con una tumba con una cruz muy bien cuidada, en la placa de la lapida estaba escrito una frase; “Aquí yace un hombre que amó, fue amado, y que falleció en el trágico día de 25 de marzo. Padre de familia, buen marido, gran persona… descanse en paz… Uchiha Fugaku…”

El azabache se quedó contemplando unos momentos aquella tumba, luego se arrodillo ligeramente para dejar el ramo de flores y se volvió a parar para seguir contemplando la lapida mientras los recuerdos resurgían en su cabeza…

 

_.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._FLASH BACK_.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._

Se podía ver por toda esa calle a un pequeño azabache de no más de 5 años, corriendo y siendo perseguido por un azabache de cabellos más largo atados en una coleta, unos años mayor que él y una mujer de cabello largo y aspecto joven con bolsas de compra en las manos. Los tres sonriendo, aparentemente jugando a las atrapadas.

El más pequeño de los azabaches, dobló entrando por el pequeño portoncito de una casa de madera. Este corrió por el pequeño patio delantero, subió los tres escalones y abrió la puerta con efusividad.

Oto… sa… ma… –pero su sonrisa se borró al ver algo inesperado al otro lado de la puerta –

En cuestión de segundos llegó su hermano mayor. Al ver también lo que había visto el menor quedó en silencio, con los ojos abiertos de par en par.

Ahí estaba, el cadáver de su padre tirado en el suelo del recibidor, lleno de sangre y con los ojos aun abiertos. Se escuchó un sonoro y agudo grito detrás de ellos, el azabache mayor se volteó y se encontró con su madre, quien había dejado caer las bolsas al suelo y con sus manos cubría su boca. Sus ojos estaban incluso más abiertos que los de Itachi, y traía una expresión más que horrorizada.

O... –apenas dice el menor de los tres mirando todavía al cadáver de tu padre – ¡¡otosamaaaa!!! –grita con desesperación –

_.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._FIN FLASH BACK_.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._.-·-._

 

Desde aquel día… okasan no ha dicho nada más que mi nombre y el de Itachi... –dice para sí el moreno como si le estuviera hablando a alguien. A pesar de estar solo, sentía la presencia de alguien a su lado, era como si su padre le estuviera tomando del hombro, para así darle algo de protección–

Buenas tardes, Sasuke-kun –saluda una anciana acercándose a paso lento al moreno con un ramo de flores y con una pasiva sonrisa en el rostro–

Buenas tardes, Uruchi-san... –la saluda sin siquiera dejar de ver la lapida –

Nunca te olvidas de traerle flores... –se acerca a la tumba para dejar el ramo de flores y luego se pone al lado de Sasuke, este solo se queda callado con la vista todavía en la lapida – ¿Cómo está Mikoto-san? –Le pregunta girando un poco la cabeza para mirarlo desde abajo, ya que este era más alto que ella –

Bien, hace un momento pasé a verla... –

Eres un buen chico, Sasuke-kun... –vuelve a dirigir la vista hacia la tumba –

Humh… si supiera lo que hago por las noches... –piensa entrecerrando los ojos y haciendo su semblante más serio – gracias por seguir tomándose las molestias de dejarle flores a mi otosama y de hacerle pasteles a mi okasan…

No es ninguna molestia, tu padre era una muy buena persona, al igual que tu madre, a ambos los considero como mis verdaderos hijos... –el azabache se quedó unos minutos en silencio contemplando la tumba con nostalgia y tristeza en los ojos –

Ya me tengo que ir... –se da la vuelta dándole la espalda a la anciana –

Ya veo, nos vemos... –lo mira con la misma sonrisa de paz de antes –

Nos vemos... –dice ya empezando a caminar –

Sasuke se dirigió hacia su departamento, ya estaba oscureciendo y se comenzaban a prender todas las luces de la ciudad. Al llegar a su departamento se dirigió a su cuarto y se tiro con cansancio en la cama de dos plazas. Hoy no tenía ganas de “jugar”, además de que no podía llegar y preguntarle a una de sus fans que lo hiciera con él, bueno, si podía, pero era peligroso salir a la calle con la cantidad de fans que lo perseguirían por toda la ciudad hasta tener un hijo suyo (N/A: lástima que ellas no saben del pequeño problema de Sasu XD).

Se quedó acostado en la cama mirando hacia el techo sin mirarlo en realidad. Por cada abrir y serrar de ojos se le venía nuevamente la imagen de su padre sonriendo y luego tirado en el suelo con sangre. Sin embargo, de sus ojos no caía ni una sola lagrima, había estado llorando durante cinco años después de aquel día, y ya estaba cansado de llorar por algo que a fin de cuentas no volvería.

Otosan... –se dice a sí mismo en voz alta – me pregunto… cómo sería todo ahora si siguieras con nosotros…

 

Continuará…

 

Notas finales:

que les parecio???? espero que les haya gustado ^-^

me gustaría agradecer a todas las personas que me han dejado reviews, sus comentarios posistivos me han animado mucho para continuar esto, y me han inspirado mucho ^-^

arigato gosaimasu!! ^_____^

porfavor, reviews X3


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