Han transcurrido dos horas desde que Tezuka había tenido ese viaje mental hacia el pasado, el cual, le dio fuerzas para poder responder la pregunta echa anteriormente por Fuji. La cual debía dar una rápida contestación, antes de que su miedo, se apoderara nuevamente de el y le impidiera dar una respuesta afirmativa o negativa ante aquella duda.
Mientras tanto el ojiazul estaba a punto de perder su paciencia dado que no estaba acostumbra a que lo hicieran esperar tanto tiempo por una tan simple respuesta. Si el castaño llegase a límite de su calma, este podría matar al de lentes, sin ni siquiera llegar a saber la tan esperada contestación del chico de cabellos rubios.
Sin embargo al fin su larga espera, llego a su término ya que Tezuka comenzó hacer una toz fingida para llamar la atención de Fuji, lo cual logro a los pocos minutos después de que comenzara a toser.
- ¿Por qué toces de esa manera?- pregunto Fuji molesto a punto de explotar como una bomba de tiempo.
- Lo lamento, me he trapicado con mi propia saliva- dijo Tezuka haciendo una mini reverencia con la cabeza en forma de disculpa.
- No importa y bien ¿Cuál es tu respuesta?- dice el ojiazul suspirando para poder calmarse un poco, a la vez que mira a los ojos al otro chico.
- Si, lo soy
- ¿Por qué te costo tanto responderme?- pregunta el castaño nuevamente molesto acercando poco a poco el cuchillo al cuello del de lentes.
- No es fácil, confesar algo así- menciona el muchacho rubio sin quitar su mirada del arma filosa que estaba a punto de cortar su cabeza.
- En eso tienes razón - habla Fuji cerrando sus ojos a la vez que aleja el cuchillo del cuello de Tezuka y lo va dejar a una mesa cercana a ellos.
- Disculpe ¿va a matarme?- pregunta el de lentes atónito y confundido por la reacción del jefe de la mafia.
- No, no lo are- dice el ojiazul regresándose al lado del joven rubio y con una sonrisa en su rostro.
- ¿Por qué?- pregunta Tezuka mirando como Fuji se sienta a su lado como si nada hubiera pasado.
- Por que hace mucho tiempo, que te he estado esperando - menciona el castaño un aire lleno de nostalgia.
- ¿A mi? - consulta el de lentes cada mas vez confundido que un niño en un que recién esta aprendido a conocer el mundo.
- No, a ti no, si no a cualquier policía encubierto que me pueda ayudar - dice el castaño abriendo sus ojos pero esta vez con una mirada llena de sentimientos encontrados.
- ¿A que?- pregunta el rubio mirando con extrañeza y seriedad ante el comportamiento del otro chico.
- A rescatar a mi familia de las manos de un demonio - dice Fuji parándose de la silla con un tono de voz y una mirada llena de oído y dolor.
- ¿Fue un secuestro?- pregunta Tezuka también parándose de donde se encontraba sentado, a lo que el ojiazul solo asiente con la cabeza
- ¿Cómo ocurrió ese secuestro?- pregunta el de lentes con intriga y ganas de conocer el pasado de aquel chico de ojos azules.
- Pues veras, esto ocurrió hace seis años atrás- dice el castaño sentándose nuevamente a la vez que mirando el suelo a la vez que suspira y comienza a contar su historia.
Flash Back
Era una noche de verano de fecha dieciocho de septiembre, yo me encontraba revisando mi correo, mi hermano menor veía una película en la sala con mi hermana mayor y mi pequeña sobrina de cinco años. Por otro lado mis padres estaban preparando la cena, en fin un crepúsculo común y corriente.
Hasta que yo grite de la felicidad, dado que había recibido un email donde me había ganado una beca de un curso de fotografía durante seis meses en la ciudad de Roma; debido a ese grito toda mi familia corrió hacia a mi preguntándome ¿Qué había pasado? Y les conté lo que paso. Ellos se pusieron muy contentos por lo que me gane, además me dieron todo su apoyo y bendiciones para que mi curso fuera maravilloso.
Sin embargo esa beca tenia una condición que era que me tenia que ir esa misma semana para la capital de Italia, así que me hice esperar y arregle mis maletas esa misma noche ya que a las cinco de la tarde del día siguiente tenia el vuelo para aquella ciudad. Las horas pasaron mas rápido de lo que esperaba y no me di ni cuenta cuando ya estaba sobrevolando por tierras extranjeras.
El viaje fue muy tranquilo de eso no tengo quejas, cuando llegue a mi destino me estaba esperando un taxi que me llevo a una hermosa mansión donde tenían hospedados a todos los ganadores de la beca por el curso de fotografía. Pero mi estadía en Roma solo duro dos meses ya que ese día recibí un llamado que me llego congelar hasta los huesos del miedo que nunca imaginé sentir en mi vida.
Aquel día me encontraba alistando mis cosas para irme al curso, cuando comenzó a sonar mi celular, lo tome e mire el numero, me pareció raro el digito que salía por la pantalla de mi móvil y así que lo conteste.
- Diga- dije contestando la llamada de aquel numero desconocido para mi
- Buenos días, ¿Podría comunicarme con Fuji Syusuke?- dice la voz de un hombre al otro lado de la línea.
- Con el habla, disculpe ¿con quien hablo?- pregunto confundido a la vez que abro la ventana de mi habitación.
- Eso no importa ahora, déjeme decirle que si quiere ver a su familia con vida debe regresar a Japón, antes que se cumpla el plazo de una semana, a contar de hoy - dice el aquel hombre con un tono de voz de egocéntrica, además me lo dice en forma de orden.
- Déjeme decirle que no estoy para bromas de mal gusto -le dije yo molesto ya que ese tipo de bromas no me gustan, pero de la otra línea se escucho un disparo y un grito de mi familia, lo que me hizo darme cuenta que ese sujeto me decía la verdad.
- ¿Ahora me cree?- me dice con una voz de ultratumba que me llego a congelar hasta los huesos.
- ...si...- dije con un hilo en la voz, no podía hablar por el miedo que sentía por mi familia en ese minuto.
- Bien entonces aquí lo espero - me dice colgando la llamada telefónica.
Después de dos horas al fin pude reaccionar y lo único que hice fue empacar mis cosas y salir corriendo hacia al aeropuerto a tomar el primer avión que me llevase de regreso a mi país natal. Cuando volví a Tokio, corrí como loco hacia mi casa, al llegar a esta entre y me encamine a la sala donde vi a mi familia amarrada, amordazada, siendo apuntada con pistolas en sus cabezas y estas armas eran sujetadas por hombres vestidos de negro.
Pero además de ellos estaba un sujeto, vestido elegantemente, sentando en un sillón, mirándome con una mirada de grandeza, que me hizo mirarlo con odio pero a la vez con temor.
- Veo que has cumplido, eres un buen niño- dice el hombre sentando mirando con una sonrisa llena de cinismo y maldad.
- ¿Qué quiere de mí?- pregunto seriamente a la vez que abro mis ojos con molestia y algo de enojo.
- Valla con el apodo de genio, no están solo un apodo, bueno iré al grano quiero que seas uno de mis jefes de la mafia aquí en la ciudad- dice cruzándose de brazos y de piernas al mismo tiempo.
- ¿Un jefe de la mafia?- pregunto sorprendido mientras mis ojos se abren como platos.
- Así es -me dice con una sonrisa picara.
- ¿Qué tendré que hacer?- pregunto con miedo y haciendo todo lo posible que este no se me note ante el ni ante nadie.
- Vender drogas, armas ilegales y matar a todos los insectos que me estorban el camino - me dice parándose del sillón, mientras camina hacia la ventana y ve por ella.
- Y ¿Si me rehusó?- pregunto con un hilo en la voz
- Tu familia morirá fusilada aquí y ahora - me dice seriamente a la vez que se gira y me mira a los ojos yo no digo nada solo bajo la cabeza.
- ¿Aceptas o no?- me pregunta tomándome el rostro para que nuestras miradas se crucen.
- Acepto- digo casi sin voz del miedo que sentía en aquel instante.
- Bien entonces no tenemos nada mas que hablar, mañana vendrá uno de mis sirvientes a buscarte y el te entrenara para hacer un buen jefe y si me llegas a sorprender liberare a tu familia, pero por ahora me los llevare- dice soltándome el rostro y comenzando a caminar hacia la puerta de mi casa y se va con mi familia y su tropa de hombres de negro.
Luego que se fueran no me quedo más que tirarme al piso y llorar como un niño a quien le quitan lo más preciado, después de haber llorado por varias horas, tome la decisión de obedecer hace sujeto hasta que me devuelva a mi familia. Pase por un enteramiento muy duro y traumático sin embargo aun así no me rendí hasta que me convertí en lo que soy ahora un mafioso a la fuerza.
Fin de Flash Back
- Lo lamento mucho- dice Tezuka en forma de apoyo a la vez que pone encima del hombro de Fuji.
- No te preocupes- dice el ojiazul con una sonrisa tranquila y pone su mano sobre la del de lentes.
- ¿Cómo se llama el tipo que le hizo esto?-pregunta el rubio seriamente a la vez que mira atentamente la cara del castaño.
- Atobe Keigo
- Comprendo, entonces será todo un placer ayudarlo - dice Tezuka con una mirada llena de odio al igual que su tono de voz
- Veo que también le guardas rencor a ese sujeto - dice Fuji girando su cabeza para ver la mirada del de lentes, este no dice nada solo afirma con la cabeza.
- ¿Qué te hizo?- pregunta el ojiazul un poco preocupado ya que nunca antes había visto tal mirad de odio en otra persona.
- Mato a mi mejor amigo - dice el rubio bajando un poco la mirada, el castaño no dice nada solo le da unos pequeños golpes en la espalada del otro chico en forma de animo.
- ¿Cómo va ayudarme?- pregunta Fuji después que pasaran unos minutos de silencio.
- Pues usted podría escribir su declaración en contra de ese sujeto y enviarla a la jefatura de la policía, en donde usted a declarar en contra de el podría ser protegido como testigo y le quitarían una buena cantidad de cargos - menciona el de lentes recodando lo que hacia la policía con los testigos que los ayudaban.
- ¿En serio?- pregunta el ojiazul sorprendido, el de lentes no dice nada solo asienta con la cabeza.
Y así Fuji se sienta en su escritorio a escribir su declaración para que metan en la cárcel al maldito que rapto a su familia, por otro lado en la base de la mafia cerca de la cuidad de Osaka.
Continuara