Ha transcurrido un mes desde que Fuji y Yukimura habían comenzado sus coqueteos y provoques medianamente sexuales. Con los cuales han comenzado a excitar y aumentar las hormonas del deseo de sus manos izquierdas.
Aquella tarde Tezuka se encontraba haciendo un informe sobre las últimas ganancias que habían obtenido en el mes de todas las drogas y armas que se habían vendido en esos treinta días. Mientras que el ojiazul acaba de llegar cansado pero feliz, por haber hecho unos muy importantes negocio con personas de la más alta sociedad japonesa y de otros países del mundo.
El castaño se encontraba demasiado cansado como para ir a provocar las hormonas del chico de lentes, así que solamente se sentó a observarlo por unos minutos hasta que sintió una gran sed. Pero como estaba tan agotado que el pobre no se podía ni parar, que decidió mejor mandar a otra persona por algo de tomar o beber.
- Kunimitsu, ven por favor - dice Fuji en forma de orden, por otro lado, el chico nombrado no dice nada solo mira a su jefe con algo de molestia por a haberlo desconcentrado de su trabajo, se para con pesadez y va donde su jefe
- ¿Me mando a llamar Fuji-san?- dice Tezuka al estar en frente de su patrón
- Si, táreme un te de limón con dos cucharadas de azúcar - dice el ojiazul con una sonrisa y a la vez en forma de orden.
- ¿Algo más?- pregunta el chico de lentes para traer todo de una vez y no tener que volver bajar a la cocina después de haber subido
- No nada mas - dice el castaño prendiendo su computadora a la vez que sonríe con su típica sonrisa
- Con su permiso me retiro- dice el rubio seriamente a la vez que hace una reverencia con su cabeza
- Propio - dice Fuji sin mirarle ya que estaba viendo algo mas interesante, a Tezuka no le dio mucha importancia que su jefe lo viese o no, si no que después de oír eso, no dijo nada, solo salió en dirección a la cocina.
El joven de lentes salió caminando desde el despacho hasta las escaleras, las cuales bajo sin mucho animo y después de llegar al primer piso doblo a la derecha. Camino entre diez a quince pasos, cuando al fin entro por la famosa puerta de aquella cocina.
Al entrar en ella, se acerco al hervidor eléctrico para ver si tenia agua hervida, pero para su mala suerte estaba vacio, miro con algo rabia al aparto y casi lo tira al piso. Pero comenzó a contar mentalmente hasta un millón para calmarse, luego de hacerlo se acerco a la llave, le echo agua el coso eléctrico y lo puso en la base para que el agua comenzase a calentarse.
Mientras esta calentaba, el rubio se acerco a uno de los muebles donde estaba la losa y en vez de sacar una tasa saco dos ya que a el también le había dado sed. Dejo las tasa sobre una mesa mientras buscaba el escondite del azúcar y las bolsitas de te, después de buscar en todos los muebles de la cocina al fin encontró las dos cositas que le fletaban para hacer los famosos tés.
Luego de encontrarlos los echo en las tasas y miro atentamente el hervidor el cual ya estaba hirviendo. Tezuka, sujeto el aparto con una de sus manos, les echo el agua a las tasas, con estas terminadas, las tomo y se regreso al despecho de su jefe.
Al llegar este le pasó la tasa a su jefe, quien la recibió con una sonrisa y comenzó a beber el caliente líquido. Por otro lado el de lentes se regreso a su puesto e hiso lo mismo que su amo o sea empezó a beber el tecito.
Ambos terminaron el te al mismo tiempo y siguieron con lo suyo hasta que pasaron treinta minutos. Cuando comenzaron a sentir un calor inmenso, escalofríos y muchas ganas de tener un muy buen sexo.
¿Por qué les paso esto? Por que nuestro querido rubiecito al tomar las bolsitas, pensó que eran tés normales, pero se equivoco ya que no lo eran si no que eran tés afrodisiacos. Los cuales estaban comenzándoles hacer un gran efecto en sus jóvenes, vírgenes y hormonales cuerpos.
Los dos se miraron e inconscientemente se acercaron hasta quedar un frente al otro e comenzaron a besarse con un beso apasionado pero sin sentimiento, a medida que el beso aumentaba su rapidez y los dos empezaron a caminar hasta una de la habitación de Fuji. Al llegar a este los dos siguieron con lo mismo e cayeron en la cama, Tezuka salió de los labios del ojiazul, se quito los lentes, los dejo a un lado, para luego seguir el cual mordió por todas partes mientras que este se mordía los labios para no gemir y el de lentes aun seguía en el cuello del castaño, cuando comenzó a desabrocharle la camisa hasta dejarle el pecho desnudo.
El rubio al ver el pecho de Fuji desnudo comenzó a morderlo y lamerlo, mientras que sus manos jugaban e pellizcaban los pezones del ojiazul quien ya había dejado morderse los labios y comenzaba a gemir de placer. Tezuka se sintió complacido al oír esas melodías de la boca del castaño y así que prosiguió a lamer los pezones mientras que una de sus manos acariciaba el miembro del chico menor.
Después de a ver dejado los dos pezones duros, el de lentes bajo su cuerpo, le bajo los pantalones y la ropa interior a Fuji quien estaba sonrojado e un poco excitado. El rubio tomo el miembro de el ojiazul e comenzó a masturbarlo con rapidez hasta cierto punto que comenzó a succionarlo con rapidez y esta a los pocos minutos iba a aumentando.
- Ah, Tez...ah...me...vengo- dice Fuji entre gemidos, pero Tezuka no dice nada solo saca su boca y le muerde la punta
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhh- grita el ojiazul manchando con su semen un poco el cuello y el pecho del ojicafe, quien no dice nada, si no que toma un frasco de crema y se echa de esta en los dedos para usarlo como lubricante
El de lentes, toma le abre las piernas al castaño, mete uno de sus dedos en la entrada de este y lo hace girar. A lo cual Fuji no puede evitar arquear su espala al sentir ese intruso dentro de el, después de uno minutos el rubio metió uno segundo e hizo lo mismo que con el primero para luego meter un tercero, donde ocurrió lo mismo.
Luego que Tezuka dejara bien abierta la entrada del ojiazul, saco su mano y con la otra metió su miembro en la entrada de Fuji quien al sentirlo no puedo evitar gritar, de que uno de sus ojos callera una lagrima y de que su entrada saliera un chorrito de sangra. El de lentes espero a que el castaño se acostumbrara, cuando esto paso el menor comenzó con un movimiento de caderas a lo que el rubio empezó con la embestidas, las cuales comenzaron lentamente, al paso del tiempo iban aumentando su velocidad y fuerza.
Continuaron así hasta que los dos se vinieron al mismo tiempo, Tezuka se vino dentro de Fuji y este se vino manchando los abdómenes de los dos. El de lentes salió del ojiazul, se acostó a su lado y a los segundos se quedo dormido, al mismo tiempo que el castaño se dormía.
Continuara