Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu Salvador por alechan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Waaa nunca había hecho uno cómo éste nºn

xDDD Karin!!! espero se te quite tantito el hambre...

Aquí está tu Asprita *¬*

Notas del capitulo:

Asprita!!!! ^^

Para quitarnos el hambre nºn


“Tú Salvador”


AsprosxAsmita


 



Sin imaginar que pasara corrí.


Corrí desesperado.


Corrí endemoniado.


Corrí enmascarado.


Mis pasos no me llevaban a ningún lado. Mis piernas, sin huesos, apenas y me mantenían. Tenia que encontrarlo… Debía llegar al regazo de aquél. Con mi Salvador…


Corría sin importar que.


No sería suficiente con haber escapado.


Solo recordar sus garras blasfemas desgarrándome hacía que devolviera todas mis entrañas…


Mis ojos ciegos no pudieron verlo… Mis manos apresadas no reconocieron nada.


Solo escuchaba…


Gemidos roncos, jadeos ahogados, palabras banas…


La noche estaba pegajosa. Truenos y relámpagos que anunciaban tormenta clara. Lluvia que traspasaba mis ropas desgarradas. Me detuve a unos pasos de la capilla… Estaba cerca, pero mi alma me abandonaba. Tenía que entrar pronto, pero solo el recuerdo me paralizaba…


No podía olvidar el momento de perdición.


Cómo me había marcado.


La violación…


Tenía ganas de vomitar.


 


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


 


Llevaba horas caminando sin rumbo… La lluvia comenzaba a empapar las tierras frescas, dando de nuevo la bendición para la cosecha. Mi corazón se regocijaba. Momentos antes estaba ante una disyuntiva, en la cual cuerpo y alma no cedían terreno. Ni mil meditaciones bastaban para ponerlas en acuerdo.


Toda mi vida la he consagrado a mi Dios. Toda mi vida he estado viviendo bajo su protección. Hasta la llegada de él.


Sentimientos confusos habitaban mi universo. Paralelo al suyo. Sentía que le era infiel a mi Señor por poner mi atención en aquel hombre.


Sacerdote Defteros.


Estaba pecando. De seguro iría al infierno.


No podía hablarlo con él. La situación era tan pecaminosa. No podría arrastrarlo también…


Mis ropas estaban mojadas. Sin darme cuenta la lluvia empezó a azotar la tranquilidad. Me resguardé bajo la copa de un árbol. Estaba ahí temblando. Mis brazos rodeándome, protegiéndome, dando calor corporal. La madre luna estaba cubierta por algodones cargados de misterio. La noche oscura calaba intenso. Mis labios tiritaban de frío. Mis pies desnudos estaban sucios por la tierra mojada. La bata blanca se apegaba a mi cuerpo.


Virgen.


Sentí una presencia cerca. Pasos que cautelosos se aproximaban. Cuerpo que ansioso esperaba. No me gustó para nada su esencia.


Quise salir de esa oscuridad en la que me vi sumergido. El fango apestoso inundaba mis fosas nasales. Di unos cuantos pasos sin voltear atrás, empecé a caminar. Sentía que estaba cerca, incluso su respiración maloliente erizaba mis huesos. Aceleré el paso.


Casi me caigo.


Una raíz había obstruido mi paso.


Volteé hacia atrás pero no pude divisar solo más que negrura. Mis ojos ciegos solo percibían locura. De pronto un agarre.


Ojos vacios abiertos.


Animal en celo aspirando mi aroma a incienso.


Temblé…


No sabía quién era. Pero su presencia me intimidaba. Su cuerpo era superior al mío. Tenía miedo…


-¿Quién eres?- Susurré al viento. Silencio me respondió.


Intenté librarme de tan poderoso agarre. Pero creo que eso lo enfureció. Atrajo mi cuerpo al suyo. Sentí asquedad. Náuseas que provenían de mi estómago.


-Hermoso…-


Voz ronca varonil.


-Mío…-


Vomité. Vomité en su pecho. El miedo y ese cuerpo conjugados me llevaron a devolver lo ingerido. Levanté mi rostro. Un alarido.


-¡¡¡ARRGHHHHHH!!! ¡¡¿TE DOY ASCO?!!...-


Esa persona estaba totalmente enfurecida. Con el brazo que me sostenía tomó impulso y con el otro me tomo de la cintura. Me levantó con fuerza. Me aventó con fiereza…


Caí a metros de él, abajo hundido en el lodo.


Un dolor lacerante sentí en mi pierna.


-¡¡MHHNNN!! ¡¡Qué!!…- ¡¡Dios!! Tanteé con mi mano. Líquido que brotaba y que se fundía con el agua. Sangre… Apreté mis ojos. Mi muslo derecho había sido traspasado por una punta de estaca. Gemí.


El dolor se hizo intenso. Pulsante… Lacerante.


Lo sentí de nuevo. Estaba parado frente a mí. Me levantó de mis largos cabellos. Grité.


-¡¡HAAAAA!! ¡¡Suelta!! ¡¡¡SUELTAMEEE!!!-


Me llevó sin conciencia y me restregó en un árbol. La estaca seguía incrustada en mi pierna. Lloré. Afiancé mis manos al tronco. Sus manos viajaban indecentemente por todo mi cuerpo.


Repulsión.


No sabía que me dolía más. Si el dolor físico o el mental. No presagiaba nada bueno. Su cabeza se recargó a lado de la mía. Temblaba… Su mano descendió hasta mi cintura. Un escalofrío sacudió mi dorsal.


-Divino…- Aspiró.


Lamió mi cuello. Volví a sentir náuseas. Su boca gruñía. Sus dientes se enterraban en mi mojada piel cual si fuere vampiro. La sangre emergía. El dolor se repetía. De pronto su mano bajó por mi pierna.


-¡¡¡¡¡ARRRGHHHHHHH!!!! ¡¡MALDITOO!!- Maldecía.


Arrancó sin pudor la estaca. No podía ver. Solo sentir. La sangre brotaba a raudales. Mi pierna ya no la sentía. Empezó a masajearla. Dolía…


-Excitante…- Tragué grueso. Ayúdame Defteros.


Su mano volvió a ascender. Empezó a levantar mi bata. Ya sabía lo que se vendría. Temblé de impotencia.


-Por favor… por favor… Pare…-


Su otra mano apresó mi cabeza. La levantó, cubrió mi boca con su gruesa mano. Lloraba. Gemía del terror. Empezó a succionar mi hombro descubierto. A desgarrar la parte que cubría mí pecho. Empezó a buscar el alimento.


Llegó a él.


-¡¡¡MNNHHH!!!-


Su mano diestra agarró mi miembro.


Subió y bajó.


Moría por dentro. Sólo imaginar que pudiera hacerlo. Me llenó de horror.


Trataba de liberarme. Mis manos trataban de alejarlo. Mis codos golpeaban lo que encontraran, mientras él seguía masajeando, mientras el seguía acallando mis sonidos.


Era desesperante.


El comía. Sus dientes se enterraban en la dermis expuesta.


Yo me desvanecía.


Empezaba a delirar.


Un fuerte golpe sentí en mi cabeza. No me di cuenta desde cuando se separó de mí. Gruñó molesto. Mi cara estaba entre su mano y el tronco del árbol. Siendo apresada por el fuerte roble. Restregada por la fuerte mano.


-¡¡No te duermas!!-


Inhalé profundamente. Exhale restringidamente.


Dejó mi miembro. No quería pero ya se empezaba a erguir. Me recriminé a mi mismo. ¿Cómo podía mi cuerpo reaccionar a semejante situación?


Lo aborrecía.


Entonces separó mis piernas y empezó a profanar el lugar jamás tocado. Pasó sus toscos dedos por mis sentaderas, empezó a sumergirse en la línea divisoria de aquellas áreas. Abrió más.


-¡¡¡DÉJEME!!!... ¡¡¡NO ME TOQUEE!!! ¡¡¡MALDITOOOO!!! ¡¡QUITE SUS SUCIAS MANOS!!-


Empecé a patalear con una pierna. A pisar cualquier materia. Mis manos subieron y llegaron a su cabeza. Tomaron sus enmarañados cabellos. Jalé…


-¡¡JURO QUE SE ARREPENTIRÁ!!-


Jalé como pude. Hice que se contorsionará. Que dejará en paz mi entrada.


Decisión equivocada.


Tomó mis manos. Yo aún de espalda. Frente al roble. Las subió por encima de mi cabeza. Me despegó del suelo.


-Te enseñaré a quedarte tranquilo-


Dijo en mi oído. Mordió mi pabellón.


¡¡Clavó!!


-¡¡¡¡ARRRRRGGGGHHHHHHHHHHHH!!!!-


Grito salido de las profundidades de mi cuerpo. Grito desgarrador, producto del más infinito dolor. Grito que se desvaneció en la nada.


No sé como lo hizo ni de dónde lo sacó. Mis manos habían sido penetradas por un grueso clavo. Eran humedecidas por la hirviente sangre. Una encima de la otra.


Lloraba. Me desgarraba internamente.


-¿Qué le hice?... ¿Qué hice?-


El dolor era sofocante.


Aniquilante.


Me hizo quedar sobre su pierna doblada. Las mías quedaron holgadas. Volvió a tocar con sus manos. A invadir lugares jamás tocados. Y volví a temblar.


Me rendí…


De nuevo tocaba mi miembro. Lo masturbaba sin contemplación. Por mucho que intentara no podía calmarlo. Mi cuerpo reconocía al suyo. Lo confundía…


-Te salvaré-


Dijo en mis oídos. Laceró mis carnes.


Su turgente miembro invadió mi casta entrada.


-¡¡¡MALDITO!!! ¡¡¡HAAAA!!!-


Entró sin preparación.


Mi anillo se cerraba. Contraía su miembro. No lo sumergía, pero tampoco lo dejaba escapar. El dolor… no era comparado con nada. Ya no pedía que cediera, solo quería que terminara. Que diera tregua a mi sufrimiento.


-¡¡¡MMNHH!! Eres… es…tre…cho-


Gemidos alocados que repugnaba mi alma. No dejó que me acostumbrara a la intrusión. Salía y arremetía. Su miembro pestilente vanagloriaba todo lo existente. Penetraba con humillación.


-¡¡¡DIOS EXISTE!!! ¡¡¡MNNHH!!! ¡Dios! Divino…Asmita ¡¡¡MMHN!!! ¡¡AHH!! ¡DIVINO!-


Abrí mis ojos de la impresión…


¿Cómo sabía mi nombre?...


 -¡¡Ahh!! ¿Quén… es ¡Haa! Usted?


No respondió. Sin embargo aceleró.


Aceleró sus movimientos. Sus estocadas las profundizó. Mi entrada sangraba. Sentía como la humedad bajaba por ella. Su semilla empezaba a brotar. Volví a reaccionar. Su mano había aumentado la velocidad del sube y baja en mi miembro. Junto a sus embestidas hacía más delirante el encuentro.


-Córrete Asmita… Córrete para mí-


No podía. El dolor agudo no me dejaba pensar. Mis manos aún clavadas a la altura. Mi pierna aún sangraba. Él me penetraba. Él me masturbaba.


Y  yo…


Yo no quería.


Pero tocaba el punto exacto.


Y lloraba.


Y él gemía.


-¡¡NOO!! ¡¡Pare!! ¡¡MNHNN!! ¡¡¡PAREEEEEE!!!!-


-¡¡¡CÓRRETE!!! ¡¡¡¡CORRETEEEE!!!!-


Su miembro se internaba más y más. Se adentraba y salía. Era intenso… El dolor y el placer eran intensos. Maldecía a mi cuerpo… No sabía porque reaccionaba así.


Confusión…


¿Pero por qué?


¡¡¡¡¿POR QUEEEEEEEEE?!!!!


No entendía.


-¡¡¡ARGHH!!! Eres la gloria… la ahh mm misma gloria-


Asqueado. Me sentía asqueado.


El orgasmo se venía venir. Su esencia en mis entrañas lo anunciaba.


-¡¡¡HAAAA!!! ¡¡¡MNNNHHH!!! ¡AHH! ¡DIOSES!-


Mi cuerpo se contorsionaba. El agarre de caderas se profundizaba.


¡¡MI MIEMBRO EXPLOTABA!!


Sus embestidas infernales terminaban. Una última estocada. Una última invasión.


Se descargaba.


Su enferma semilla inundaba mi ser.


-¡¡¡ARRRGGHHHHHHH!!!! ¡¡¡MNNHHNNNNNN!!! ¡¡¡ASMITAAAAAA!!!-


-¡Mhnnn! ¡¡Defterossssss!!-


Sálvame. Ayúdame.


La lluvia no parecía ceder.


Su cuerpo seguía atrás de mí. Siendo presa del orgasmo.


Yo ya no sentía. Ya no lloraba. Más las heridas sangraban


Mi alma estaba destruida.


¡¡LO ODIABA!!


Salió de mí. Sin cuidado arrancó el clavo.


Ya no sentía dolor.


Me volteó hacia él. Se acercó de tal manera que cara y cara quedaron tan cerca.


-¿Con qué Defteros? Me imagino que pensará él cuándo sepa lo que has hecho-


Rabia…


-¡¡¡MALDITO!!! ¡¡¡MIL VECES MALDITO!!!-


La rabia recorría mi cuerpo. Yo no había hecho nada. Él me ultrajó… El me convirtió en esto.


Un ser vacío…


Y se atrevía a pronunciar a Defteros.


No podía… como pude lo aventé y corrí lejos del lugar.


Escapando de las tinieblas que sucumbían mi alma.


 


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


 


Tan solo rememorar hacía que vomitara.


Caminé. Tenía que llegar ante Defteros. Para que me purificara. Para que con su penitencia borrara lo nauseabundo de mi alma.


Mi ser…


Entré al sacrosanto lugar. Dónde cada día estaba él. Mi pierna herida aún, mis manos que no tenían movimiento.


-Defteros…- llamé.


-Padre Defteros…- no respondió.


Lloré…


Caí.


Sentí como se acercaba. ¿Era Defteros?


No podía percibirlo. A pesar de mi ceguera me desenvolvía bien. Pero ahora, ya no distinguía nada. Me encontraba en un vacío.


-Ayú…deme-


Se hincó ante mí. Su mano tocó mi cabeza. Sentí una gran calidez.


-Defteros está muerto…-


Abrí mis ojos muertos. Esa voz…


¡¡ESA VOZ!!


-¡¡Tu!!- como pude me alejé. -¿Dónde está? ¿Qué le hiciste? ¿Quién eres?


Se sonrió.


-Soy Aspros… su hermano mayor…-


¿Por qué? ¡¡¡¿POR QUEEE?!!!-


No entendía. ¿Qué habíamos hecho para merecer esto? Defteros no sabía acerca de mis sentimientos. Yo era el único culpable.


¡¡SOLO YO!!


-Vine a Salvarte Asmita…-


La materia se desintegraba.


-Soy tu salvador…-


Me tomó en brazos.


Cerré mis ojos.


Su olor tan diferente al anterior.


Cálido.


No era Defteros.


Era Aspros.


Mi Salvador.


 


Notas finales:

¿REW? ^^

http://www.my-forum.org/descripcion.php?numero=10462&nforo=402983

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).