Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Recuerdas? por Zachary4

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

resumen raro, lo se, probablemente no tenga nada que ver, pero leéanlo por favor, se los agradecería

Notas del capitulo:

otro one-shot para la colección, espero les guste

Estando aquí he tenido mucho tiempo para pensar, si, adivinaste, solo pienso en ti, para ser exactos más que pensar, estos son recuerdos, los recuerdos de unos momentos llenos de alegría, porque eran a tu lado:


 


¿recuerdas?


 


Recuerdo la primera vez que te vi, quedé completamente enamorado, a pesar de que nunca me habían atraído otros chicos, hasta ese momento siempre había tenido novia, ni siquiera me atreví a hablarte, pasaste a mi lado, rumbo a la parada de autobuses, no dejé de mirarte hasta que te subiste, entonces me viste a través de la ventanilla y agitaste tu mano en señal de despedida, yo solo te regresé el gesto, durante todo ese día estuve muy feliz…


 


¿recuerdas?


 


Recuerdo que durante los días que siguieron, siempre coincidíamos a la misma hora, en el mismo lugar, me animé a hablarte una semana después, me acerqué a ti, pero tu estabas leyendo un libro, muy entretenido, tanto que no prestaste atención a lo que te dije y solo me respondiste


 


“son las tres y cuarto”


 


Después de eso volviste a tu lectura, tu voz era la más hermosa que había escuchado en mi vida, estaba a punto de volver a hablarte para escuchar ese sonido nuevamente, pero tu autobús llegó y como todos los días lo abordaste, estaba triste pero tu volteaste y me dedicaste una sonrisa mientras me decías


 


“nos vemos mañana”


 


Yo asentí enérgicamente con la cabeza, a lo que tu solo te reíste, ni que decirte que ese día está apuntado en el calendario de mi cuarto como uno de los más importantes…


 


¿recuerdas?


 


Después de ese día, hablábamos todas las veces que nos encontrábamos, entre los dos comenzó a crearse un lazo de amistad que yo deseaba fuera algo más, tu me dijiste que te llamabas Armando, yo te respondí diciéndote que mi nombre era Rubén, cada momento que pasaba contigo me hacía darme cuenta de lo increíble que eras, estudiabas la preparatoria y querías estudiar una carrera con la cual pudieras ayudar a los demás, yo tan solo cursaba el segundo año de secundaria, era tres años menor que tu, pero nunca me trataste como a un niño, sino como a un igual, decidimos comenzar a pasear juntos, yendo al cine o a jugar maquinitas, tu no tenías otros amigos, todos eran demasiado superficiales a tu parecer y yo agradecí el hecho de que no me consideraras así, me dijiste que te divertías mucho conmigo y que esperabas que fuéramos amigos por mucho tiempo, yo como siempre solo asentí con la cabeza, cuando estaba a tu lado era un poco más difícil que las palabras salieran, después nos despedimos y cada quien se fue por su lado, esperaba ansioso el día siguiente para verte de nuevo…


 


¿recuerdas?


 


Llevábamos tres meses de la más maravillosa amistad que pude encontrar en mi vida, ese día estaba realmente ansioso, había decidido decirte lo que sentía por ti, sabía que podrías rechazarme, y no solo eso, nuestra amistad podría destruirse pero necesitaba sacar ese sentimiento que me oprimía el pecho cada vez que te veía, vi como bajabas del autobús que se había convertido en la razón de que estuviera feliz todo el día, te acercaste a mi y me preguntaste que a donde iríamos ese día, yo tenia lista una velada perfecta para declararme y pasar el día contigo, pero antes de que te dijera algo, tal parece que pasó mucho tiempo porque me dijiste que si no tenia inconveniente, tu querías ir al parque, esa no era mi idea, salía totalmente de lo planeado pero vi tu rostro y, como otras veces, no pude decirte que no, nos dirigimos hacia allá, a esa hora estaba vacío, pero no presté mucha atención a eso porque estaba muy ocupado lamentándome por no poder llevar a cabo mi plan, mi sorpresa fue grande cuando mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir algo suave y cálido rozar mis labios, abrí mis ojos y lo que vi fue como un sueño, me estabas besando, tardé un poco en responder pero en cuanto lo hice tu me abrazaste y me apretaste contra tu cuerpo, eso fue increíble, el sentir tu respiración, ver tus ojos tan cerca y saborear el interior de tu boca, puedo decir que en ese momento me hubiera caído si tu no me estuvieras abrazando, permanecimos abrazados y solo pude escuchar que me decías que te gustaba, que desde hace mucho pensabas así, después me preguntaste que si quería ser tu novio, yo respondí con la cabeza para no perder la costumbre, tu reíste y me abrazaste un poco más fuerte, ese día estuve flotando por el cielo…   


 


¿recuerdas?


 


Durante los próximos dos meses salíamos a diario, desde que terminaban nuestras clases hasta que se ocultaba el sol, siempre estábamos juntos, evitábamos los lugares públicos para poder estar a gusto, solo nosotros dos y nuestro amor, un día decidimos que queríamos llegar más allá de solo besos o caricias, tu familia tenia una pequeña cabaña escondida en las profundidades del bosque, ese era un rumbo bastante inhabitado, muy pocas personas lo conocían, por lo que me llevaste ahí, cuando llegamos pude ver que tenías todo preparado, cena, un sofá, cobijas por si hacía frío, yo había pedido permiso para quedarme a dormir a casa de un amigo, por lo que ese día sería completamente de los dos, encendimos la chimenea, desde el sofá que estaba frente a la ventana se podía apreciar una hermosa vista al lago que estaba cerca, después de cenar comenzaste a besarme y a acariciar mis labios con tu lengua, antes de que me diera cuenta, ya estaba desnudo bajo tu cuerpo, en poco tiempo, hiciste que estuviéramos en igualdad de condiciones, recorriste todo mi cuerpo dándome besos y leves mordidas que arrancaban gemidos de excitación de mi boca, yo era inexperto, nunca había estado así con otra persona, estaba un poco nervioso pero tu me relajaste diciéndome que todo estaría bien, que te detendrías si esto me incomodaba, fijé mi mirada en tu rostro, estabas agitado y tu vista se nublaba por el deseo que sentías, me di cuenta de que no era el único que lo deseaba, me calmé un poco y te pedí que siguieras, me prometiste que serías cuidadoso, que nunca harías algo que me lastimara, bajaste lentamente por mi cuerpo besando todo lo que encontrabas a tu paso, jugueteaste un momento en mi ombligo, eso me producía cosquillas y no podía parar de reír entre jadeos, una extraña combinación que me pareció deliciosa, mientras estaba entretenido riéndome, tu te metiste de una sola vez mi pene en tu boca, lo único que se escuchó fue un gemido ahogado que deseaba salir pero que murió en mi boca, empezaste a chupar cada vez más rápido, yo te pedía que te detuvieras o me correría, pero solo lo sacaste para decirme


 


“hazlo” 


 


Después continuaste, yo sentía que no podía más, acercaste dos dedos de tu mano derecha a mi boca, ya sabía que seguía, a pesar de tener miedo, detenerme era lo que menos quería en ese momento, los tomé entre mis manos y los lamí, saboreando el sabor de tu piel, cuando ya estaban totalmente húmedos a tu parecer, los alejaste de mis manos y los acercaste a mi ano, empezaste a rodearlo con ellos, dibujando círculos, pero sin llegar a entrar, sacaste mi pene de tu boca y descendiste más, lamiste mis testículos y llegaste hasta donde se encontraban tus dedos, sentí como algo caliente y mojado intentaba abrirse paso hacia mi interior, agaché la vista todo lo que podía solo para darme cuenta de que era tu lengua, la vergüenza era grande, por lo que te pedí que no lo hicieras, tomé tu cabeza entre mis manos e intenté alejarte, tu me detuviste pidiéndome permiso para seguir, asentí levemente mientras mis mejillas se sonrojaban, me ardía la cara, pero el deseo era mayor que cualquier otro sentimiento, permití que hicieras conmigo lo que tu quisieras, las olas de placer que recorrieron mi cuerpo cuando introdujiste tu lengua junto con tus dedos es totalmente indescriptible, inconscientemente comencé a mover las caderas siguiendo tus movimientos, cuando creíste que era suficiente, retiraste tus dedos, recibiste un pequeño quejido de protesta de mi parte, no quería dejar de sentir eso, me dijiste que me tranquilizara,


 


“esto te dolerá por un segundo pero después te gustará, te lo juro”


 


Creí en tus palabras y me dejé llevar, te fuiste metiendo poco a poco con el fin de no lastimarme demasiado, me dolió, no lo puedo negar, sin embargo no me quejé, no quería que te preocuparas, al cabo de un rato moví mis caderas indicándote que ya podías seguir, comenzaste a moverte lentamente, llevando un ritmo acompasado, mientras te movías unías nuestro labios una y otra vez, tocabas mi rostro con tu mano y decías lo mucho que me amabas, porque en este punto ya estábamos seguros que lo que sentíamos el uno por el otro era amor, el ritmo se volvió más frenético, te sentaste y me cargaste, de esta manera llegabas mucho más profundo, mis ojos se entrecerraban por las sensaciones que me inundaban, me aferré a tu cuerpo rodeándote con mis brazos y piernas, no quería que terminara, quería seguir siendo uno contigo, me rodeaste la cintura mientras besabas mi cuello, estoy seguro que todo eso me dejaría enormes chupetones al día siguiente, pero no me importaba, porque eso significaría que te pertenecía, continuamos así un poco más, cuando estábamos a punto de terminar te apoderaste de mis labios y nuestros gemidos quedaron opacados por nuestras bocas, tu lengua recorría todo mi interior, era tal la cadencia del beso que incluso nuestros dientes chocaban sin hacernos daño, sentí una enorme onda eléctrica recorrer todo mi cuerpo y expulsé el semen manchando nuestros vientres en el proceso, tu hiciste lo mismo pero en mi interior, nos recostaste dejándome sobre ti, permaneciste un poco más dentro de mí, saliste lentamente sin dejar de abrazarme, tomé las cobijas que estaban a un lado y nos tapé con ellas acomodándome en tu pecho, antes de quedarnos dormidos hicimos una promesa, la más importante de todas


 


“siempre estaremos juntos, no importa que pase, yo estaré contigo y tu conmigo, sin importar el lugar o que tan lejos estemos, siempre encontraremos la manera de volver a encontrarnos”


 


Mi vida no podía ser más feliz…


 


¿recuerdas?


 


Decidimos enfrentar a nuestras familias y darles la noticia de nuestro noviazgo, mis padres no lo tomaron muy bien, yo siempre había tenido novias, además de que, como hijo único, ellos esperaban que les diera nietos para continuar con el apellido, sin embargo tu los enfrentaste y les dijiste que lo que sentíamos era demasiado fuerte como para que nos pudieran separar, tu manera de expresarte y la seguridad con la que les hablaste les hizo darse cuenta de la maravillosa persona que eras y no pudieron hacer otra cosa más que aceptarte, estaba realmente feliz, cuando fuimos con tus padres todo fue mucho más fácil, ellos me aceptaron inmediatamente, inclusive me pidieron que te hiciera feliz, tu hermana me dijo que cuando me aburriera de ti siempre podía salir con ella, tus padres le secundaron en la idea y tu hiciste morros y cruzaste los brazos fingiendo enfado, todos nos reímos, también tu, ese día fue inolvidable, el día en que entré formalmente en tu vida, ahora ya no teníamos que escondernos, con frecuencia era invitado a tu casa a comer, mis padres también te tomaron afecto y con el tiempo ambas familias comenzaron a tomarse aprecio…


 


¿recuerdas?


 


Todo era perfecto, ambos terminábamos la escuela, tu la preparatoria y yo la secundaria, decidimos hacer un pequeño viaje de dos días al bosque, a la misma cabaña que se había convertido en nuestro nido de amor, se que suena cursi pero el estar contigo siempre me hacía comportarme así, habíamos quedado de ir esa tarde, yo ya estaba en el punto de reunión, la misma parada de autobuses donde te vi por primera vez, llevabas unos minutos de retraso pero no me preocupé, tal vez no encontrabas lo que querías llevar, siempre te pasaba lo mismo, mientras pensaba en esto el ruido de mi celular me asustó, seguro que eras tu avisando que te tardarías un poco más, sonreí tomándolo en mi mano y pulsando la tecla para contestar, lo siguiente que escuché me hizo deformar la cara en una mueca de terror, quien me había llamado era tu hermana avisándome que habías tenido un accidente cuando venías para acá, ahora te encontrabas en el hospital, tu estado era crítico y no aseguraban que salieras con vida, corrí lo más rápido que pude, el hospital estaba cerca así que llegué en unos minutos, sin embargo ya era tarde…


 


¿recuerdas?


 


Esto tenia que ser una pesadilla, las personas alrededor lloraban mientras era enterrado un ataúd con tu cuerpo dentro, yo no podía reaccionar, mis ojos estaban nublados y sentía que el aire no llegaba a mis pulmones, la lluvia comenzó a caer, como dando a conocer el ánimo de mi corazón, tus padres se me acercaron y me abrazaron al igual que tu hermana, pero yo no me pude mover, mi cuerpo estaba inerte, como si al haber muerto te hubieras llevado mi vida contigo…


 


¿recuerdas?


 


Cumpliendo la promesa que te hice, te seguí después de poco tiempo, mi cuerpo comenzó a debilitarse y mi organismo no aceptaba la comida, es como si estuviera conciente de que tenia que estar en otro lugar, ahora te estoy esperando, mi cuerpo a comenzado a ser devorado por los gusanos y la tierra fría me hace estremecer, todo está oscuro y me siento tan solo, extiendo mis brazos esperando que tu los tomes, pero no has venido aún…


… ¿porque no recuerdas nuestra promesa?    

Notas finales:

algo extraño, para no perder costumbre, espero sus comentarios, siempre y cuando no sean demasiado malos, es que luego me hacen llorar y hecho a perder el teclado, no es mío y me toca pagarlo n.n, hasta la próxima historia, que adelantando, será algo sangrienta XD, creo que eso me está gustando bye, bye 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).