Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La mano de Dios por alechan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

A todos los miembros del Club Santísimo Pecado… Especialmente para Akira, Karin, Karly, Nizei, Kimee ^^


Sigo insistiendo... el título me encantó.

Notas del capitulo:

Les dejo el blog y el foro del CLub

http://geminisxvirgo.wordpress.com/

http://www.my-forum.org/descripcion.php?numero=10462&nforo=402983

^^ ¿Les gustarñia unirse?

xDDD Mención especial para Mitsuo nºn espero este recompense por haberte hecho llorar en el pasado >.<

Beso!! y Gracias por leer

 

“La mano de Dios”


SagaxShaka


 


-¿Con qué Saga Pólux?... Soy el Doctor Shaka Vergin-


El hombre de piel bronceada asintió. Estaba en la enfermería de la cárcel de cabo sunion. Su traslado apenas se había dado hace un par de horas. Como todo recluso nuevo tenía que pasar a revisión médica antes de ingresar a su celda.


-Y dime Saga… ¿Tú que hiciste?- El Doctor de cabellera dorada esbozó una sonrisa mostrando su blanca dentadura- ¿O acaso también eres inocente?-


Shaka Vergin, joven prodigio de medicina, hijo del Director de aquella cárcel de máxima seguridad. No se sabía que le inspiraba a quedarse en ese lugar, desperdiciando su talento. Sólo él sabía su verdadera motivación. Él y algunos amigos dentro…


-Maté a mi esposa-


Seco y directo. Saga no mostraba sentimiento de piedad. Estaba sentado arriba de la camilla esperando a que el rubio lo examinara. Quería terminar y salir de ahí. No aguantaba la mirada penetrante que le dedicaba.


-¿Infidelidad acaso?- Movía sus instrumentos de revisión. Buscaba los guantes de látex y con el estetoscopio en el cuello fue directo hacia Saga.


-¿Qué más da el motivo? Está muerta y ya- Saga le dedicó una mirada pulsante. Estaba encerrado por asesinato y no venía a hacer vida social.


-Tus motivos habrás tenido. En fin... Es hora de comenzar- Amarró sus cabellos en una cola alta- Quítate la camisa-


Saga obedeció. Shaka se aproximó a él quedando entre sus piernas. Con el estetoscopio fue a checar la respiración.


-Inhala profundamente- El pecho del griego se contraía. Una mano aterciopelada se postró sobre el pectoral. Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Fueron 15 segundos los que estuvo reteniendo el aire… Parecieron eternos.


-Exhala- Exhaló todo el aire contenido. La mano seguía en su pecho. Shaka volvió a repetir la instrucción varias veces, llevando la pieza de metal por los pectorales griegos, deslizando aquella mano que incomodaba al preso.


-Abre tu boca- Saga hizo caso, con un bate lengua y su lamparilla de mano le examinó. Todo parecía perfecto. Tiró la pala de madera al cesto. Se alejó por unos minutos, haciendo nota del reporte. Saga veía con disimulo al Doctor, era joven, no le ponía más de 25 años, apuesto sin duda, al cerrar sus ojos un aura de misticismo le rodeaba, pero cuando los abría… Se reflejaba una mirada profunda, con zafiros incrustados. Era ver el mismo tesoro del cielo.


-Necesito que se quite los pantalones- Tardó en procesar la información… ¿Qué quería checar?... ¿El tamaño de su miembro? ¡JA! Renuente obedeció, se quedó sólo en bóxer.


-¿Qué es lo que va a hacer?- Miró al Doctor de forma inquisitiva.


-Es sólo una revisión… la misma que le hago a los presos recién llegados- Y no supo porqué, pero esas palabras de una u otra forma le produjeron una sensación extraña.


-Que sea rápido- sentado en la camilla, viendo como el rubio se ponía el gel antibacterial.


-No aseguro nada- resopló ante esa sonrisa que le prodigaba –Acuéstese-


Saga prontamente se acostó, solo llevaba los bóxers puesto, su cabeza quedaba colgando en la camilla… Shaka empezó su trabajo, se enfocó en su abdomen, bien marcado, al cual iba presionando para localizar algunos órganos, su mano se sentía fría, las yemas de sus dedos rozaban su ombligo… No sabía porqué de un momento a otro se empezó a sentir nervioso. Le empezó a dar leves golpes…


-¿Duele?- negó. -¿Y aquí?- volvió a negar. Siguió dando golpecillos por el abdomen. Saga iba bajando sus defensas. Aquellas manos surcaron el pecho, rozando suavemente, haciendo estremecer el cuerpo griego. De pronto una mano que se desvió a una tetilla.


-¿Tiene que tocar ahí?- estaba incómodo. Su respiración empezaba a acomplejarse.


-Solo estudio su anatomía- Le dijo con porte neutral. ¡¡Maldito Doctor!! ¿Ahora se indignaba?... El de bata blanca no le hizo caso a las esmeraldas que lo apuñalaban. Siguió palpando ese pecho, sintiendo el latir del corazón…


Pronto bajó a la parte alta de su vientre. Esas manos de nuevo tocando piel canela. De nuevo el corazón empezó a desbocarse. Apretaba…


Presionaba el vientre. El mayor cerró los ojos. Una manta de calor envolvió a su cuerpo. Y de aquella mano, un dedo que se posicionó más abajo. Que tocó dónde lo ético ya no lo consideraba ético.


-¡¡Mhnn!!- un imperceptible ruido.


-¿Pasa algo?- Que el Hindú escuchó.


-Podría apurarse- Quiso sonar molesto. Se removió en la camilla. El Doctor le miraba inquisitivo.


-Párese- Obedeció, se paró de aquella camilla y quedó enfrente del rubio. Su cuerpo se imponía ante él, el metro y noventa sobrepasaba la estatura del de cabellos rubios. -¿Jugaba algún deporte?- Se posicionó atrás del preso. Su diestra tocando lo largo de la columna. Y de nuevo, escalofríos por el contacto. Una sonrisa que adornó los labios…


-En la Facultad estuve en futbol americano- sintió esas yemas delinear su espina. Sutiles al tacto que no dejaban de erizarlo… ¿Qué examen médico era ese?... No estaba seguro. Poco a poco se consumía y se dejaba llevar por las ¿caricias? que le prodigaban esas manos. –Doctor Sha…ka- se perdía. El maremoto que se originó.


-¿Sí?- Esa voz… Aterciopelada… Dulce, varonil… No aguda, no grave. Hechizante. Y esas manos, que hacían la inspección de su postura, pero que no tan sólo se dedicaban a eso… -Dime Saga…- aire caliente en su oído. -¿Te gusta?-


-¡Mhnn!- no podía resistirlo… ¿Qué clase de Doctor era?, ¿Así atendía a todos sus pacientes?... – ¿Que quiere?…-


-Sólo es rutina- siseó con verdadera sensualidad…-La misma rutina que le hago a mis pacientes elegidos-


¿Elegidos?, ¿Qué significaba eso?... No pensaba, estaba aturdido, el carácter de aquel había cambiado por completo. Se comportaba diferente… Se veía diferente. Empezaba a sudar.  


El rubio le hizo apoyarse en la camilla, los brazos griegos sostenían el monumental cuerpo, se encontraba encorvado, y algo… algo que quería ocultar y que se encontraba abajo, le estaba despertando.


-Me gustaría saber que clase de Doctor es usted- y es que según él, eso no era una simple revisión… ¡¡El maldito Doctor le estaba acariciando!! ¡¡Y VAYA QUE LE GUSTABA!! ¿Y como no estar excitado? Si el condenado aparte de darle esas caricias se caía de bueno. ¡¡DIOSES!! Apenas tenía unas horas ahí y ya empezaba a vivir el infierno.


-El mejor en mi área…- ronroneó divertido. Las manos delineaban la espalda, delineaban el pecho, delineaban el vientre… Y de ahí no avanzaban. ¡¡ERA UN MARTIRIO!! Su corazón empezó a acelerar mucho más, ya su amigo le gritaba que le abriera la persiana porque adentro sufría de claustrofobia. – ¿Y sabes como me conocen?- y de nuevo esa maldita voz sensual que lo descolocaba. Una negativa como respuesta.


El joven Doctor empezó a bajar la única prenda.


-¿Qué hace?- Saga se sobresaltó. ¿Qué creía que le estaba haciendo?


-Sólo voy a examinarlo…- y llevó los bóxers hasta las rodillas, hizo que se recargara por completo en la camilla, dejando el tronco asentado y el trasero invitándolo. -Parece ser que tiene máquina de acero- Saga no asimiló… Excitado… ¡¡Muy excitado!! Su cuerpo transpiraba, sudaba a pesar de estar prendido el aire acondicionado.


-¡¡NNGNN!!- y se mordía los labios. Y esas manos… ¡¡ESA MANO!! ¿A dónde se dirigía? Bajaba… Su diestra bajaba y delineaba sus nalgas. -¡¡HAARRRR!!-


Y soplaba en su nuca, hacía sus cabellos a un lado y la mano iba bajando, tocando, abriéndose paso por la falla que dividía a las colinas… ¡¡Y SE INCENDIABA!! Ya no concordaba… Sus piernas empezaban a temblar… Su amigo ya lo saludaba…


“Hola Saga, ¡Qué chinga te pone el rubiecito! Salúdamelo de mi parte… Dile que con gusto voy a visitarlo.”


¡¡LOCO!! Ya hasta alucinaba, escuchaba esa voz chillona parecida al de Alvin o alguna otra ardilla.


-Divino…- el cuerpo del Doctor se recostó sobre su espalda –Un Dios Griego Divino-


-¡¡ARRRGGHHH!!- esa boca había mordido su oreja, había lamido el cuello expuesto. Y la mano… La mano seguía tanteando. -¡DIOS!- un gemido liberado -¿Qué ¡haa! Piensa hacer?-


No habló.


Sólo actuó.


Un dedo de la divinidad penetró en aquella entrada.


-¡¡¡AARRRRRGGGGGGGGHHHHHHHHHHH!!!-


Un dolor pulsante. Cruel… Desgarrante.


La invasión dolió. El Doctor sólo sonrió. El preso solo gemidos desgarró.


Su miembro ya estaba duro. Shaka movía su dedo en círculos, dilatando. Con la otra mano tomó el mentó de Saga, obligándolo a alzar la cara, metiendo tres dedos en la cavidad bucal, jugando con aquella lengua… Y Saga no se alejaba…


¡¡ANSIABA!!


Perdía el control de su cuerpo.


El dedo seguía irrumpiendo en aquella cavidad estrecha y ya humedecida. Shaka besaba la espalda de Saga, el griego sentía los húmedos besos, sentía ese dedo desgarrando su interior, sentía su miembro queriendo ser tocado…


-¡¡¡OHHH!!! ¡¡¡MMHNNNNN!!!-


Y se movía, a pesar de que sabía que estaba mal, se movía, quería sentir más esa mano gloriosa…


-Gime Saga… Gime como animal en celo- Shaka seguía con los dedos en la boca griega, ya la saliva escurría por el mentón. La otra mano se lanzó a saludar, dejó de dilatar y acarició los gemelos…


-¡¡¡¡NNNNGGGHNNNNNN!!!!-


Los apretaba…


¡¡OH DIOSES!! Ni su esposa le hizo eso… La hubiera matado mucho antes si hubiera conocido al condenado Doctor, en otra situación. Pero ya no importaba. Ahí se encontraba, siendo acariciado, casi violado por aquel joven que de bueno sólo tenía el cuerpo. ¡¡ERA UN MALNACIDO!! Y le encantaba… Ser domado por alguien cómo él.


-Me provocas…- gimió con voz ronca


Y la diestra mano seguía acariciando las bolsas rugosas… Y Saga seguía gimiendo, jadeando, con los otros dedos en su boca. Sus piernas casi desfallecían, su cuerpo acanelado estaba todo sudado, el aire lo encontraba caliente. Y su amigo…


-¡¡¡HAAAAAAAA!!! ¡¡¡DIOSESSSSSSSS!!!-


El rubio lo masajeó. Aquel miembro turgente se alzó más a lo alto. ¡¡Y SE SENTÍA EN LA GLORIA!! La mano iba desde el glande, pasando por la extensión de su miembro, tocando las bolsas gemelas hasta llegar a la entrada y profanarla…


Era un recorrido delicioso.


Saga sólo se dejaba llevar.


Esa mano experta… ¡¡ESA MANO DIESTRA!!


Lo llevaba al paraíso… A elíseos.


Y de nuevo, los dedos que penetraron el templo. Que orbitaban en el interior de Pólux. Que encontraron en lo más profundo…


Que hallaron y estocaron sin misericordia…


-¡¡¡¡AAAARRRRRGGGGHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!-


Saga sintió un tercer dedo acompañar a los otros dos. ¡¡YA NO PODIA!! Era demasiado la excitación, ya el líquido empezaba a salir, el orgasmo se venía a anunciar.


-Voy… ¡¡mmhnn!! Voy a ¡¡HAAA!!-


Y seguía estocando, tocando el punto exacto. Aquél que no había sido hallado. Y el griego se venía, y el Doctor aceleraba la intromisión con sus dedos largos… ¡¡Y ya no podía!!


¡¡¡EL NIRVANA EXISTIAAA!!!


-¡¡¡¡SHAKAAAAAAAAAAAAA!!!-


Al final derramaba su esencia, la cual caía sobre el piso de mármol. Su respiración agitada, su corazón acelerado… La entrada lubricada aún con los dedos adentro. No sabía que pensar… Shaka permanecía en silencio…


Pronto volteó. Los dedos salieron. La visión por demás erótica. Los cabellos rubios desaliñados amarrados en la cola alta, las mejillas rojas de placer, el aire caliente que exhalaba de su boca… La bata desacomodada…


Los zafiros incrustados en esmeraldas…


Subió sus bóxers. Aún agitado.


Bajó su vista y pudo apreciar el bulto que se pronunciaba sin educación. El rubio lamió los dedos probando la acidez de la sustancia. Se limpió la mano con un pañuelo.


-Mmm…- su mirada de nuevo lo hechizaba…-La mano de Dios…-


Pronunció. Saga no entendió.


-La mano de Dios es como me conocen-


Sonrisa cínica.


Sonrisa cómplice.


La revisión había terminado.


***


Tiempo después se encontró con su hermano Kanon. 


Le preguntó sobre él.


La mano de Dios…


Todos ahí sabían quién era. Más pocos habían sido tocados por ella.


Pocos eran los elegidos… Los privilegiados.


A la semana volvió a acudir a la enfermería. De nuevo el Doctor le esperaba con el mismo porte seductor. Sonrío al verlo. Shaka lo miró desde la camilla.


-Hoy te toca la inyección-


Sí… Ahora iba por la revisión completa. Lo que el no sabía es que el joven no recetaba inyecciones. El iba a ser el primero en recibirla.


 

Notas finales:

¿Rew? Me encantan xDDDD

Gracias a las personas que leen... Ahora que si quieren hacerme más feliz, denle en el cuadrito blanco!! No toma mucho tiempo xDDD

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).