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Mi conciencia por mitko_kitsune

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Notas del capitulo:

Acá me tienen con el segundo capítulo :B

 

Espero que les guste!!!

Un beso gigante (:

Llegué a casa planteándome seriamente qué me estaba sucediendo. Mitsui me parecía atractivo y las cosas que me hacía sentir eran nuevas para mí. Tenía unas ganas irrefrenables de verlo a cada momento y esos labios... Me saltaba el corazón sólo de pensar en él. Pero era culpa de mi conciencia, era ella la que me estaba jugando una mala pasada. Si me empeñaba en olvidarlo, volvería a mi vida normal. Con esa resolución logré tranquilizarme. Me di un baño y me dispuse a acostarme temprano. Al otro día tenía que presentarme en Shohoku para entrar al equipo de básquet y estaba un poco nervioso.

Rayando la mañana, Kiminobu Kogure se revolvía intranquilo en la cama.

-Mmmm Hisashi...siii...aaaahhh

Un golpe en la puerta lo hizo despertar abruptamente. Su madre apareció preocupada. Él se sentó rápidamente en la cama, intentado recomponerse.

-Kiminobu, ¿estás bien?. Escuché gritos

-S-si, mamá. Sólo era una pesadilla, gracias.

-Está bien, hijo. Ahora baja, que ya está el desayuno.

-Sip, ya voy - contestó sonriendo.

Su madre cerró la puerta. Tardó en levantarse de la cama porque un pequeño...bueno, no tan pequeño problema se lo impedía. Era bastante evidente la tienda de campaña que dejaba ver su pijama. Recién en ese momento fue conciente de su aspecto. Estaba despeinado, sudoroso, muy sonrojado y encima de todo, empalmado. Y esa pesadilla que decía haber tenido, no había sido otra cosa que un sueño mojado interpretado por él y un apasionado y sexy Mitsui. No, a él no le pasaba nada con Mitsui. Absolutamente nada, eh. Pero el problema tenía que ser resuelto, así que se encaminó al baño y con unos minutos de amor propio, se decidió a ganarle la batalla a su mente.

Después de un abundante desayunó, se encaminó a la escuela. Los nervios por su entrada al equipo de Shohoku lo mantuvieron entretenido, así que por un momento olvidó ese perturbador sueño. Llegó al gimnasio y saludó a su amigo, Akagi.

-Takenoriii -dijo con su mayor sonrisa- ¿Cómo estás?

La única respuesta que recibió fue:

-Mmmmph

No pudo evitar la risa. Ese amigote suyo de casi dos metros se veía totalmente nervioso ante la entrada al equipo. Por supuesto que no lo iba a demostrar, pero Kimi lo conocía.

-No te preocupes. Sabes que eres un gran jugador. Seguro entras al equipo.

-¡NO ESTOY PREOCUPADO! ESTOY TOTALMENTE TRANQUILO - contestó gritando el Gori, para después terminar con un rugido de gorila enojado que hizo que el resto del equipo se alejara unos metros. Kiminobu sintió como una gota le resbalaba por la cabeza al momento que intentaba tranquilizar a su amigo.

La puerta se abrió y todas las miradas se posaron en la persona que acababa de entrar. Exclamaciones de asombro y admiración se escucharon en el gimnasio.

-Es Mitsui, ¿verdad?

-¡Si! Oí que salió M.V.P.

-¡Guau! Es increíble que quiera entrar en nuestro equipo.

Kogure cesó en su intento de calmar a Akagi. Su mirada fue atraída directamente hacia Mitsui, que sonreía. Mayor fue su asombro cuando aquel chico se acercó a él y le dijo:

-¡Hola, Kogure!

Pelear contra nuestra conciencia no es nada fácil y, al parecer, Kogure no podía ganar esta batalla. Rápidamente, los pensamientos se filtraron en su cabeza, impidiéndole contestar.

"Mmmm está tan adorable como en el sueño. ¿Recuerdas? Como te arrinconaba contra el casillero del vestuario y te besaba. Como recorría tu cuerpo con sus manos. Esos gemidos tan sensuales que escapaban de su boca cuando lo acariciabas..."

Todos se quedaron expectantes ante la escena, ya que el M.V.P. Mitsui se había acercado a saludar a ese chico de lentes que, ahora, estaba totalmente sonrojado y no emitía palabra.

-Kogure, ¿te sientes bien?

Finalmente reaccionó. Había estado cerca. La situación se tornaba peligrosa.

-S-si, perdón Mitsui. ¿Cómo estás? ¿Ya sanó tu rodilla?

-Sii, está perfectamente bien. Ya estoy listo para jugar y llevar al equipo a las nacionales.

Justo destras de Kogure se escuchó un bufido.

-Pff, creído

Takenori Akagi miraba retadoramente a Mitsui, a lo que Kogure supo que se avecinaba una pelea. El cruce de miradas fue interrumpido por la entrada del Profesor Anzai, que les pidió que se presentaran. Uno a uno dijeron sus nombres y dio comienzo la práctica.

Los movimientos de Mitsui volvieron a cautivar la mirada de Kogure y la del resto de los jugadores que no podían creer lo bien que jugaba ese chico. En cambio, Akagi estaba en medio de un ataque de celos. ¿Por qué ese pelmazo tenía toda la atención?. Corrió a robarle el balón y lo logró, sólo que cuando quiso hacer el dribleo se le escapó la pelota. Realmente, le salía muy mal. Ofuscado se dio vuelta y vio que el resto del equipo estaba reunido en el centro de la cancha y en el medio estaba Mitsui tomándose la pierna.

-Mitsui, ¿estás bien?

-¿Te duele?

-Alguien tiene que llevarlo a la enfermería.

-Yo lo haré- sentenció Kogure sin pensar. Se acercó a Mitsui y agarrándolo de un brazo lo ayudó a incorporarse.

-Estoy bien, chicos. No se preocupen. Sigan con la práctica.

Y una vez más, se llevó todo el protagonismo. Akagi volvió a bufar.

Fuera del gimnasio, Kogure llevaba a Mitsui, tomándolo de la cintura, a la vez que el brazo del moreno estaba sobre sus hombros.

-Gracias, Kogure - dijo Mitsui de pronto.

Kiminobu, con el semblante preocupado, afirmó:

-Tu lesión no se curó del todo, ¿verdad?

Mitsui sonrió tristemente. Asintió con la cabeza y dudó unos momentos antes de agregar:

-Es que ya no aguantaba más tiempo sin jugar. El básquet lo es todo para mí. Gracias por preocuparte.

Esas palabras hicieron mella en la, momentáneamente, apagada conciencia del castaño.

"Está tan cerca. Y tu mano en su cintura muere por acariciarlo. Podrías besarlo, probar esos dulces labios que se te presentan tan tentadores"

Pero no, no era momento de pensar esas cosas. El chico estaba lastimado, tenía que llevarlo a la enfermería. Una vez allí, Mitsui se recostó en la camilla y la enfermera lo revisó.

-Tendrá que ir al hospital. No se ve bien.

La cara del moreno en ese momento se oscureció. Kiminobu entendió el dolor que le produjo esa noticia. Se ofreció a acompañarlo al hospital, pero Mitsui se negó, le dijo que ya lo había ayudado demasiado.

Kogure se dirigió a casa sintiéndose bastante mal. Quería estar con Mitsui en ese momento tan triste para él, pero el moreno no quería, y no lo podía obligar a nada.

Unos días después llegó a la práctica y se fue a cambiar a los vestidores. Se pegó a su locker al escuchar una conversación
entre dos jugadores:

-¿Escuchaste lo que sucedió? La lesión de Mitsui empeoró. No regresó al hospital. Se fue...

Kogure se quedó de piedra.

"¿Se fue? No puede ser"

Notas finales:

Ya saben...reviews xD

Pueden pedirme lo que quieran!! Se acepta todo (:

Los quiero!!


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