Nunca olvidé aquel proverbio que hace ya muchos años mis abuelos me repetían:
“Lo pasado ha huido, lo que esperas esta ausente, pero el presente es tuyo”
Nunca entendía la razón por la cual me decían esto, tal vez era para ponerlo en algún lugar de mi cabeza y así afrontar lo problemas que se avecinan siempre, la cuestión era que no comprendía por que sentía que eso no se aplicaba a mi, hasta ahora.
Ahora que vivo en penumbras, que la vida no me da ningún sol, solo mi hijo producto de un amor el cual creía que era sólido pero se esta marchitando cual flor, se derrite como si fuese hielo bajo el solo, se extingue o mejor dicho ya se extinguió.
No alcanzó con cada lágrima que derramé y sigo derramando, lágrimas de sangre al saberme victima de violencia domestica.
Yo Naruto Uzumaki de 26 años me casé siendo joven, para ser exactos con 17 años al año siguiente nace mi hijo llamado Akira que es lo más preciado que tengo y mi única razón de vivir. También esta mi esposo… mi esposo, aquel hombre que juro ante dios y un padre a amarme y respetarme pero esto fue una farsa o yo viví en una burbuja hasta que esta explotó con el primer golpe recibido.
Luego mis días, mis meses y de estas pasaron a años fueron un martirio no hubo amor de por medio o sentimiento similar solo deseo y golpes… más golpes.
No era mucho pedir un poco más de calidez en ese rígido cielo de amor.
Pero mi marido, Yusei nunca cumplió su palabra me engañó y me traicionó, si me traicionó por que ya descubrí su intima relación con un muchacho el cual desconozco, pero siempre me compara con el, alegando que el es mejor que yo tratándome como la peor peste existente, me cansé que siempre diga:”Yuki es mejor que tu” o “ Con lo que yo tengo inútil” incluyendo una risa triunfante, dominante siempre, piensa que soy su títere y que me maneja a su antojo, me siento cansado intenté llamar a la muerte para que me llevase lejos de aquí mediante el suicidio, en todas fallé estando una de ellas internado por cortarme las venas.
Me había recuperado si, pero nadie me avisó que después de eso recibiría un puño despegando directo a mi rostro e injurias instaladas con cada golpe que me concedía en lugar de un abrazo y palabras de aliento, le malo de todo es que mi hijo siempre estaba presente en cada sesión de violencia siendo así un testigo silencioso.
Hubiese sido alegría la que experimentase si de mi marido me llegara una mirada afectuosa y no una desapacible como siempre obtengo de el, ojos llenos de desdén y desaprobación
Mi vida es un infierno, no se como actuar no tengo ningún sostén solo deseo salir de esto, mi depresión aumenta más y más no hay auxilio para mi ¿Por qué sigo vivo si mi existencia es vana? No tengo una vida, eso esta comprobado vivo expectante de la palabra que dicte Yusei tengo miedo y mucho, se que tengo un hijo y soy conciente de que se trauma a paso lento no tengo disyuntiva alguna no hay sosiego en mi apenada alma, no hay refugio en ninguna parte para mí y para mi hijo pero conservo solo una esperanza, y es la de enamorarme nuevamente, la ilusión de amar y ser amado…