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De Como El Amor Detuvo Un Suicidio por sakuralipotter

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Notas del fanfic:

Sakura Card Captor y todos sus personajes pertenecen a CLAMP

Notas del capitulo:

  Hola, este es un fanfic de Sakura Card Captor protagonizado por Meiling y Tomoyo, sucede unos cuantos años despues (12 aprox) del anime, espero sea de su agrado

DE CÓMO EL AMOR DETUVO UN SUICIDIO
-Ya no vale la pena nada-se decía una chica de hermosos ojos azules mirando hacia abajo del puente -sin ella ya no quiero la vida-comenzaba a acercarse al borde de aquel puente cuando una silueta se acerco a ella-“pero qué demonios?, se supone que ya nadie se acerca a este lugar”-pensó la chica alejándose del borde
-algo me decía que estarías aquí-dijo una chica de ojos marrones y largo cabello oscuro-te busque por todos lados, esta era la última opción y me alegra haber llegado a tiempo
-Meiling, como supiste que estaría aquí?-pregunta la chica de ojos azules a la recién llegada
-Tomoyo, te conozco bien, y a decir verdad en algún momento también pensé venir aquí-respondió tristemente Meiling-pero cuando eso paso me di cuenta de que sería algo muy estúpido y de que si las cosas pasaron así fue porque él no era el indicado, y ahora sé porque…
Tomoyo miro extrañada a Meiling, había algo en ese par de ojos marrones que la confundía, que aun la hacían sentir especial.
-por favor Tomoyo, regresa, todos te extrañan mucho, estos dos días han sido horribles para mí-dice Meiling a punto de llorar
Los ojos azules se clavaron en los marrones y…
UN MES ATRÁS
-y por el poder que me confiere la iglesia los declaro marido y mujer-dice el sacerdote haciendo oficial la unión de Sakura y Shaoran-puedes besar a la novia-el apuesto chico tomo entre sus brazos a la hermosa chica de ojos esmeralda y la beso dulcemente, los ahora esposos fueron felicitados por los invitados a la unión.
-muchas felicidades Sakura-dice Tomoyo abrazando a su amiga tratando de ocultar la tristeza de sus ojos
-gracias por estar este día aquí conmigo Tomoyo-responde la ojiverde- sabes que sin ti mi boda no sería igual y muchas gracias por el vestido, te quedo hermoso
-sabes que lo hice especialmente para este día-responde la ojiazul con una media sonrisa
-amor, ven, mis tíos están por acá-dice el chico de ojos marrones abrazando a su ahora esposa por la cintura
-nos vemos al rato Tomoyo-se despide Sakura para ir con sus nuevos parientes
La chica de ojos más hermosos que el mar se fue a donde las bebidas, necesitaba un trago.
-así que ahora eres una alcohólica Daidouji-bromeo una chica que se acercaba, esa silueta era indistinguible, desde niña que usaba esas coletas, sería difícil no reconocerla
-Meiling-titubeo la ojiazul apenada de ese comentario-que haces aquí?
-pues… creo que mi primo me invito a su boda-respondió tratando de bromear, si ella estaba un poco triste, la ojiazul seguro estaba destrozada
-si, tienes razón-sonrió Tomoyo
-deberías divertirte, es una fiesta-comento Meiling tratando de animarla
-para mí no es fiesta, es el día en que mi corazón murió-responde seria y tristemente la ojiazul
-entiendo, pero no me gusta verte así, yo también estoy triste-dijo la ojimarron-pero sé que no es el final de todo, y que si las cosas no se dieron es porque el destino me tiene preparada a otra persona, una que me ame y a la que yo ame
-quizás así sea contigo, pero para mí no, yo siempre amare a Sakura-respondió a punto de llorar la ojiazul-y ahora, si me disculpas, debo irme
-espera Tomoyo-trato de detenerla, pero Tomoyo se fue ignorándola
Tomoyo llego a su casa triste y abatida, se sentía morir, llevaba más de 10 años enamorada de Sakura y ahora su amada se había casado, quería decir que estaba feliz por ella, que mientras ella fuera feliz no importaba, y quizás así era, pero muy, muy en el fondo deseaba con todas sus fuerzas ser ella y no el joven Li quien estuviera al lado de Sakura en el altar, deseaba ser ella quien hiciera mujer a la ojiverde en la noche de bodas, pero no podía, por más que lo deseara jamás se haría realidad. Tomo una botella de vodka y empezó a beber, tratando de olvidar la opresión en su corazón, se acerco al botiquín medico, miro al interior y tomo un frasco, tomo un puñado de pastillas, dispuesta a acabar con el dolor de ver a Sakura con alguien más, las acerco a sus labios y no pudo, las arrojo al piso, tomo la botella de vodka, bebió y lloro hasta quedarse dormida.
La mañana había llegado, Meiling despertó temprano ya que también dejo temprano la fiesta, creyó poder aguantar lo suficiente, pero al irse Tomoyo, la única que quizás la entendería, decidió irse al hotel donde se hospedaba. Había dormido intranquila y triste por la boda, pero también preocupada por Tomoyo.
-“quizás sea buena idea visitarla”-pensó Meiling recordando lo mal que había estado Tomoyo, y recordó que cuando ella estuvo triste porque Shaoran le confesó que prefería a Sakura Tomoyo la apoyo como nadie, seco sus lagrimas y la estrecho entre sus brazos para calmarla, era algo que la castaña tenía muy presente y recordaba cada que se sentía triste, se dio un baño y salió en dirección a la mansión Daidouji.
-buenos días-saludo Meiling con una sonrisa al guardia de la mansión-está la señorita Daidouji?
-lo siento, la señorita no llego a dormir-dijo el guardia, Meiling sintió un escalofrió-pero seguro está bien, quizás se quedo en el departamento
-departamento? Podría darme la dirección?-pregunto Meiling
-sí, claro señorita Li-respondió el guardia dándole un papel a Meiling-gusta que la lleve el chofer?
-no se preocupe, estoy bien, conozco bien la ciudad-respondió amablemente saliendo en dirección al departamento. Llego rápidamente al lugar ubicado en una elegante zona de Tomoeda y aprovechando que el guardia se había dormido entro directo al edificio.
La cabeza parecía estallarle, se sentía mareada y le dolía la espalda por dormir en el sofá, además algún loco estaba llamando a la puerta de su departamento.
-“pero qué demonios?” –pensó la ojiazul levantándose del sillón y arreglándose un poco la ropa y el cabello para abrir la puerta-El guardia dejo pasar a alguien?, le dije que no dejara pasar a nadie que viniera a buscarme
-vaya pinta-sonrió Meiling cuando Tomoyo abrió la puerta-se ve que lo has pasado bomba
-Meiling, buenos días-dijo apenada la ojiazul-pasa, anda
Meiling entro al departamento y observo varias botellas de vodka vacías tiradas por el piso.
-creo que te has pasado Tomoyo-dijo Meiling observando la habitación y a su amiga-no debiste tomar tanto
-Meiling, no grites-pidió apenada Tomoyo llevándose una mano a la sien
-lo siento Tomoyo-se disculpo la ojimarron-pero mira que te ha pegado la resaca, te preparare algo
-no es necesario-respondió Tomoyo, pero ante la mirada inquisitoria de Meiling le mostro el camino a la cocina
-bien y puedo saber porque te has puesto así?-pregunto Meiling tomando varias cosas del refrigerador.
-Meiling… sabes muy bien porque-respondió con desgano la chica de ojos azules
-si, pero no lo entiendo…que sentido tiene beber hasta caerte? Sakura ya se caso, no puedes hacer nada mas, olvídala, sigue con tu vida
Tomoyo no respondió, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas una vez más
-Tomoyo…-susurro la chica de ojos marrón acercándose a ella y envolviéndola en un abrazo-lo siento-de los ojos azules solo salían lagrimas que la china se encargo de secar tiernamente, hasta que la ojiazul se tranquilizo
Meiling preparo un delicioso desayuno, receta especial para combatir la resaca y hasta revivir muertos según explico la ojimarron.
-espero que te guste-dijo Meiling sirviendo el desayuno para ambas
-gracias-murmuro Tomoyo-itedekimasu
Tomoyo parecía sin ganas de tomar su desayuno, pero apenas probo la comida no pudo resistirse, estaba delicioso
-Mei, esto esta exquisito, no sabía que cocinaras tan bien, eres increíble-dijo entusiasmada Tomoyo, Meiling se sonrojo un poco, pero sonrió al notar el entusiasmo de la chica
Tomoyo se termino por completo el desayuno, e incluso pidió más, cosa que pocas veces hace, pero al terminar Meiling debía buscar algo más que hacer o el ánimo de la ojiazul decaería
-y ahora que quieres hacer?-pregunto la china recogiendo los platos de la mesa y llevándolos al fregadero, que tenía ya varios trastes acumulados, al ver tantos, no pudo evitar comenzar a lavarlos
-no hace falta que los laves-comento Tomoyo-lo hare yo… algún día, es que tu sabes, aquí no tengo personal
-descuida, por mi no hay problema-sonrió Meiling-mejor dime qué quieres hacer ahora
-a decir verdad, debo ir a la empresa, solo por unos papeles-dijo Tomoyo apenada-pero después podemos ir a algún lugar y hacer algo
-Tomoyo, tomaste tanto sabiendo que debías ir a trabajar hoy?-pregunto sorprendida Meiling dejando su labor unos minutos
-si…-respondió en un murmullo casi inaudible
-pero que haremos contigo?-pregunto retóricamente Meiling-bueno, no pensaras ir así, cierto?-Tomoyo parecía no entender hasta que noto que su aspecto no era nada presentable, llevaba aun el vestido que llevo a la boca, arrugado y manchado de alcohol, además su peinado era un desastre y tenía unas profundas ojeras
-creo que me daré un baño y me arreglare un poco primero-respondió apenada Tomoyo-no tardare mucho, espérame
-anda, ve-dijo la china haciendo una visión panorámica del departamento-mientras limpiare un poco
En apenas treinta minutos Meiling había dejado el departamento brillante y había logrado eliminar el olor a alcohol, pero Tomoyo seguía sin salir de su habitación, así que se dispuso a explorar un poco el lugar, ese departamento parecía ser su escondite, un lugar seguro y lejos de todos los lujos que terminaron por abrumarla, la ojimarron se acerco a lo que simulaba ser una chimenea y observo las fotos que la adornaban, todas eran de aquellas épocas de escuela primaria, donde Tomoyo y Sakura eran inseparables, además había fotos de Shaoran y de ella, una foto en especial llamo su atención, era de su visita al parque de diversiones, Meiling y Tomoyo sonreían felices a la cámara
-que observas?-pregunto una voz a su espalda que la regreso al presente
-es que recordé este día-comento Meiling sonriendo-lo pasamos casi todo juntas para que Sakura y Shaoran se dijeran lo que sentían
-si, es verdad-sonrió Tomoyo-a pesar de que no estuve con Sakura, me lo pase de maravilla ese día… bien, nos vamos?
-si, es verdad, aunque creo que no estoy en “condiciones” de ir a tu empresa-comento apenada la china observando su atuendo mucho mas casual y veraniego que el de la nipona
-no te preocupes-rio Tomoyo-eres mi invitada especial
Las dos chicas se subieron en el deportivo de la ojiazul, el camino paso muy rápido, pues la música inundaba sus sentidos, todo el trayecto lo hicieron entonando alegres melodías de lo más nuevo del j-pop
Apenas entraron a la empresa todas las miradas se posaron sobre Meiling y Tomoyo, era muy raro ver a la heredera Daidouji acompañada y más aun por una chica tan modesta y a la vez tan hermosa
-señorita Daidouji, buenos días/ Daidouji, como esta?/señorita Daidouji, que gusto verle-saludaban con lambisconería los empleados, desde mensajeros hasta ejecutivos, al verla pasar, Tomoyo harta de tanto hipocresía solo les sonreía, bien sabia que todos eran amables con ella solo para quedar bien con la futura presidenta del emporio Daidouji, para que una vez estuviera al mando les ayudara a subir de puesto o con un aumento de sueldo, pero también la envidiaban y pensaban que no era más que una niña de mamá que tenia la vida resuelta por ser una Daidouji, a la que le bastaba estirar un brazo para recibir todo aquello que deseara
-Hikaru, buenos días-saludo Tomoyo a su secretaria, la única persona sensata en ese lugar
-señorita Daidouji, buenos días-saludo amablemente la jovencita que parecía apenas ser una estudiante-los papeles están en su oficina, solo debe leerlos, firmarlos y entregármelos
-gracias Hikaru-respondió Tomoyo-por cierto, ella es Meiling Li, una amiga y de las pocas personas a las que debes permitirle pasar a mi oficina
-un placer-sonrió Hikaru
-igualmente-respondió Meiling entrando en la oficina tras Tomoyo
-y… que te parece? A que es linda?-comento la ojiazul observando su oficina
-la oficina o la secretaria?-bromeo Meiling
-ambas-siguió Tomoyo con broma, no pudieron evitarlo y rieron bastante divertidas por la broma
-bueno, solo hago esto y nos vamos-dijo Tomoyo sentándose y comenzando a leer los papeles que debía firmar, mientras tanto Meiling observo más detenidamente la oficina, estaba decorada con muy buen gusto y no era difícil adivinar quien la había diseñado, ese estilo era único de la ojiazul
-“no sabía que Tomoyo también diseñara interiores, pero no me sorprende, es muy talentosa, a veces creo que desperdicia su talento en este lugar”-pensaba Meiling-“es raro, somos amigas pero nunca había venido aquí, además hablamos y nos vemos poco, entre mis constantes viajes a Hong Kong es complicado vernos, espero que ahora que ya no tendré que viajar pueda pasar más tiempo con ella, ahora que las dos hemos quedado… solas”
-termine-susurro Tomoyo al oído de la ojimarron tratando de jugarle una broma, haciéndola sonrojar por completo
-genial-murmuro casi inaudiblemente Meiling aun “afectada” por ese gesto de Tomoyo. Entregaron los papeles y salieron de la oficina, rodeadas de los falsos deseos de un buen día de los empleados.
-bien, hermosa dama-bromeo Tomoyo abriendo la puerta del auto para que entrara Meiling -a donde quiere ir?
-Tomoyo-murmuro Meiling claramente apenada, pero prefirió disimularlo-vamos a donde tú quieras, si aun tienes resaca podemos volver a tu departamento o si no, podemos ir donde tu gustes
Estuvieron fuera todo el día, fueron al cine, a comer, a mirar aparadores y comprar algunas cosas, se divirtieron tanto ese día que Tomoyo apenas recordaba la boda de su eterno amor no correspondido, de su Sakura
Pasaban los días, las semanas y cada día se les veía más unidas, la ojiazul se tomaba más tiempo libre en el trabajo para poder ver a Meiling y la ojimarron al ya no tener que viajar tanto había conseguido un trabajo que le permitía ver a Tomoyo en sus tiempos libres. Llegaron al grado de salir a diario aunque fuera a comer o tomar un café; realmente disfrutaban de su mutua compañía
Una extraña sensación se apoderaba de sus corazones, ese vacío que había dejado la boda de Kinomoto y Li se iba llenando poco a poco, sin explicación alguna, simplemente sentían que el dolor era cada vez menor, que con cada día que pasaban juntas el amor tan intenso que sentían por los ahora esposos se iba esfumando y el amor que sentían entre ellas iba tomando tal intensidad que ya no podían ocultar que se habían enamorado, que se amaban incluso más de lo que amaron a Sakura y Shaoran. Hasta que llego el día en que sus corazones hablaron por sí mismos.
-lo sentimos mucho señorita, pero lo mejor será que al menos esta noche no duerma aquí-decía un ingeniero que revisaba el departamento de Meiling pues tenía un fuga de gas-trataremos de solucionar el problema para que mañana pueda estar de regreso
-está bien, no se preocupe-dijo amablemente Meiling, saco su teléfono celular e hizo una llamada
-Tomoyo Daidouji, diga-contesto la ojiazul al teléfono
-Tomoyo, hola, que tal?
-muy bien Meiling, que alegría que llames, aunque nos acabamos de ver hace mmm 2 horas
-si, es que… hubo un problema con el gas del departamento y no puedo quedarme hoy porque lo repararan, y… me preguntaba si… me prestarías el departamento hoy
-de hecho estoy en el departamento, quería relajarme un poco y pensar, pero puedes venir
-muchas gracias Tomoyo, te veo ahí en unos minutos-agradeció Meiling terminando la llamada, y como había dicho en cerca de 30 minutos llego al departamento de Tomoyo, el guardia ya ni le hacía preguntas pues sabía bien a quien iba a ver
-Meiling-sonrió la ojiazul apenas vio a la china-anda, pasa
-muchas gracias por dejarme hoy aquí-respondió Meiling entrando en el departamento
-ya cenaste?-pregunto Tomoyo esperando una negativa porque se había entusiasmado un poco al hacer una improvisada y veloz cena
-no, cuando llegue al departamento ya estaban ahí los ingenieros así que no pude sacar ni mi ropa-comento apenada porque al parecer causaría mas molestias de las que pensaba
-bueno, entonces ven, siéntate-dijo casi jalándola a la mesa-prepare la cena
Las chicas cenaron sin hablar mucho, solo algunos comentarios acerca de la comida, que a pesar de haber sido preparada en 20 minutos estaba deliciosa, a decir verdad el silencio se debía a que ambas chicas estaban nerviosas, aunque habían estado solas infinidad de veces en ese departamento, sería la primera noche que Meiling se quedaría
Para aliviar un poco la tensión del momento, Tomoyo propuso retar a la ojimarron a jugar videojuegos, con lo competitiva que era acepto de inmediato. Jugaron hasta pasada la media noche, se estaban divirtiendo tanto y actuando con tanta naturalidad que no tuvieron complicaciones para ir a dormir, se pusieron las pijamas mientras aun hablaban de la revancha al día siguiente, pues Tomoyo iba a la delantera, se metieron entre las sabanas y cayeron en cuenta de nuevo en la situación en la que estaban y en lo que sus corazones morían por gritar.
Se miraron a los ojos, confundidas, ansiosas por saber si su acompañante sentía lo mismo, sus cuerpos actuaron solos, sus rostros se acercaban cada vez más, hasta quedar separados por escasos milímetros, no pudiendo ya frenar sus sentimientos unieron sus labios en un beso tierno, intenso, que demostraba todo el amor que sentían, un beso que dejaba en claro que sus sentimientos eran correspondidos, que no había en este mundo nada que pudiera separarlas, que el lazo que había nacido entre ellas era ya indestructible.
-te amo-susurraron al mismo tiempo perdiéndose unos segundos en sus miradas, para besarse nuevamente con más intensidad.
Pero pronto los besos no eran suficientes, la temperatura aumentaba, y la pasión se apoderaba del momento, un poco apenada y sin experiencia Meiling tomo la iniciativa, delicadamente subió encima del cuerpo de su compañera, mirando por fin esos ojos azules en los que podría perderse el resto de su vida, beso su cuello, ese blanco y delicado cuello que tantas veces había ansiado probar y que ahora por fin era suyo, el cuerpo de Tomoyo temblaba bajo el de Meiling, disfrutando tanto de las caricias que recibía de los labios de su ojimarron, Meiling paso de tímidos besos a lamer el cuello de la ojiazul que suspiraba fuertemente pero deseando que no se detuviera. Las manos de Meiling comenzaron a repartir suaves caricias en la cintura y la cadera de su hermosa acompañante, metiendo las manos bajo su pijama, para entrar en contacto directo con la piel que asemejaba la porcelana, la respiración de Tomoyo comenzaba a agitarse y también queriendo tocar a aquella chica que la traía de cabeza comenzó a acariciar su espalda con delicadeza y pasión, Meiling se separo de Tomoyo solo unos segundos para quitar la blusa que cubría ese cuerpo, al dejar sus pechos expuestos no pudo evitar que el deseo se apoderara de ella y sin pensarlo dos veces comenzó a besarlos, primero de manera lenta y con algo de timidez, pero luego casi los devoraba, chupaba y succionaba de ellos causándole a Tomoyo un placer inimaginable, pero no queriendo quedarse atrás la ojiazul despojo como pudo a Meiling de su pijama, que al ser solo un camisón la dejo solo con las bragas, Tomoyo podía sentir la entrepierna cálida y húmeda de Meiling sobre su vientre, los labios de la ojimarron abandonaron los pechos blancos y suaves para repartir besos por el abdomen, con sed de probar aun mas de la ojiazul, tomo suavemente los pantalones de la pijama y la ropa interior y con lentitud los bajo hasta deshacerse de ellos, su rostro estaba ahora frente a la intimidad de su princesa de ojos azules que se encontraba con la respiración acelerada, una fina capa de sudor perlaba su cuerpo y su rostro estaba notablemente sonrojado, de sus labios ya enrojecidos por los apasionados besos comenzaron a escaparse gemidos cuando la lengua de Meiling empezó a lamerle con nula experiencia pero mucha pasión y todo su amor la entrepierna
-aaaaah, Mei… Meiling, aaaaah-gimió Tomoyo sin poder resistirse-Meiling, sigue-pidió apenada la ojiazul, Meiling sin descuidar su labor, lamia cada vez más rápido la entrepierna de su compañera hasta que los espasmos del orgasmo se presentaron con un fuerte gemido que inundo el departamento, pasaron varios minutos hasta que la respiración de la ojiazul se normalizo
-te amo-susurro de manera enternecedora Meiling al oído de Tomoyo
-también te amo-respondió Tomoyo girando para cambiar de posición y dejar a Meiling debajo suyo, se apodero de sus labios, besándolos suavemente, delineando esos labios rojos con su lengua, disfrutando de cada rose, mientras sus manos ansiando no dejar ni un centímetro de piel sin tocar empezaron a recorrer el semidesnudo cuerpo de la china haciéndola temblar debajo suyo, repartiendo besos y caricias por doquier tomo con cuidado los pechos de la ojimarron acariciándolos con lentitud y delicadeza, apenas rozándolos con las yemas de los dedos arrancándole tiernos suspiros, dejándose llevar un poco mas por la pasión los masajeo con firmeza, deleitándose con el tacto de tan perfecta anatomía y probando el sabor de ese cuello que parecía pedir a gritos ser besado, haciendo a la china gemir con más soltura, dejo una mano atendiendo los hermosos pechos y la otra comenzó a bajar por su abdomen hasta llegar a la ropa interior, donde comenzó a acariciar notando que la tela de la prenda estaba ya bastante humedecida, los gemidos de Meiling aumentaban conforme las caricias se hacían mas rápidas, pero entendiendo que no era suficiente Tomoyo se separo momentáneamente para retirar la húmeda prenda que protegía la entrepierna de su amada Meiling, acerco sus labios a aquella zona y con lentos movimientos de su lengua aumentaba el placer de su princesa de ojos marrón
-aaaaah, To…Tomoyo, aaaaah-la ojimarron apenas podía hablar entre gemidos-aaaaah, si, así, uhmm, aaaaah-los movimientos de la lengua de Daidouji la hacían acercarse cada vez más a la cima, hasta que con un profundo gemido, seguido de otros más pequeños, alcanzo el clímax…
Los rayos del sol iluminaban sus desnudas espaldas, ellas aun dormían abrazadas y la sonrisa todavía iluminaba su rostro, lentamente los ojos azules se abrieron y observaron con ternura a la hermosa chica que descansaba a su lado, sonrió ampliamente y beso dulcemente a Meiling, cual príncipe a princesa, para despertarla, los ojos marrones se abrieron y al cruzarse con los azules la china sonrió y le dio a la nipona un beso intenso.
Desde ese día sus vidas cambiaron, la felicidad lleno sus vidas, todo parecía fácil y perfecto, incluso comenzaban a planear una vida juntas, cuando todo parecía ir de maravilla un error lanzo todo a la basura.
Eriol, el amigo de la infancia de la card captor y compañía era compañero de trabajo de Meiling y estaba enamorado de ella, el chico bien sabia de la relación entre la ojimarron y Tomoyo, pero estaba decidido a confesar sus sentimientos, espero a que Meiling saliera y le pidió hablar unos segundos.
-Meiling, yo…-dijo el chico de lentes aclarándose la garganta mientras la chica lo observaba
Tomoyo había decidido salir un poco antes e ir por Meiling al trabajo, una enorme sonrisa iluminaba su rostro y hasta iba cantando
-yo te amo, Meiling-dijo el ingles sin darle tiempo a Meiling de dar una respuesta, tomo su rostro entre sus manos y la beso
Tomoyo doblo la esquina y lo que vio le rompió el corazón, Eriol sostenía la cara de Meiling entre sus manos y la besaba, su amada Meiling besando a un chico… y no era cualquier chico, era su amigo Eriol, herida corrió velozmente, pero Meiling alcanzo a verla, alejo al chico y trato de seguirla, pero el chico se lo impidió
-Meiling, dime algo-rogo el chico
-lo siento, bien sabes que no puedo corresponderte-dijo la ojimarron y salió corriendo en busca de la ojiazul, corrió con todas sus fuerzas, pero por más que busco no había rastro de Tomoyo, busco por horas, hasta que oscureció, fue al departamento, a la empresa, a la mansión, llamo a Sakura, a Sonomi y a todos sus amigos y compañeros, pero no tuvo éxito, la ojiazul parecía haber desaparecido.
Era muy pronto para contactar a las autoridades, así que ella sola, en motocicleta estuvo buscando por toda Tomoeda, por dos días enteros, no hacia más que buscarla y dormir unas cuantas horas, estaba destrozada y en el fondo odiaba a Eriol por besarla sin permiso, por besarla en el preciso momento que Tomoyo aparecía.
Estaba cansada y triste, ya no sabía dónde buscar o a quien acudir, estaba por darse por vencida ese día, iría a dormir y seguiría buscando al siguiente, pero como de la nada, una idea cruzo por su cabeza
-claro, ya sé donde puede estar-exclamo con la esperanza de tener razón, subió a su moto y se encamino al único lugar de Tomoeda al que no había ido a buscar, solo había pasado por ahí, pero jamás se detuvo a buscar.
El puente de Tomoeda, por el que de niñas cruzaron infinidad de veces, pero que con las remodelaciones de la ciudad ya nadie usaba, además se había vuelto peligroso pues el agua había desaparecido y en su lugar quedaban solo el rocoso y profundo suelo, casi oscurecía cuando Meiling aparco la motocicleta y pudo verla… la hermosa silueta de Tomoyo, parada muy cerca del borde del puente.
-Ya no vale la pena nada-se decía Tomoyo mirando hacia abajo del puente -sin ella ya no quiero la vida-comenzaba a acercarse al borde de aquel puente cuando una silueta se acerco a ella-“pero qué demonios?, se supone que ya nadie se acerca a este lugar”-pensó la chica alejándose del borde
-algo me decía que estarías aquí-dijo Meiling entre aliviada y alarmada-te busque por todos lados, esta era la última opción y me alegra haber llegado a tiempo
-Meiling, como supiste que estaría aquí?-pregunta la chica de ojos azules a la de ojos marrones
-Tomoyo, te conozco bien, y a decir verdad en algún momento también pensé venir aquí-respondió tristemente Meiling-pero cuando eso paso me di cuenta de que sería algo muy estúpido y de que si las cosas pasaron así fue porque él no era el indicado, y ahora sé porque…
Tomoyo miro extrañada a Meiling, había algo en ese par de ojos marrones que la confundía, que aun después de lo que había visto hace dos días, la hacían sentir especial.
-por favor Tomoyo, regresa, todos te extrañan mucho… estos dos días han sido horribles para mí, te amo y no quiero perderte-dice Meiling a punto de llorar
Los ojos azules se clavaron en los marrones, se observaron por unos segundos, Tomoyo buscaba la verdad en ellos, y comprendió todo. Miro de nuevo hacia abajo del puente, y se lanzo…



a los brazos de Meiling, beso con dulzura a esa chica de la que estaba profundamente enamorada, la ojimarron rodeo a la ojiazul con sus brazos y unas lagrimas de felicidad empezaron a resbalar por las mejillas de ambas, se besaron nuevamente, subieron a la motocicleta seguras de que nada ni nadie podría separarlas, decididas a ser una pareja feliz por el resto de sus vidas…
FIN

Notas finales:

Muchisimas gracias por leer, espero les haya gustado, por favor comenten, cuidense mucho y nos vemos en el proximo fic, bye bye


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