Tenia que hacerle pagar a ese niño, no solo por lo que había echo ayer si no por lo que hacia diario, bueno no hacia siempre eso pero de irritarme y acosarme hasta cierto punto si.
El viernes llegue al salón un poco tarde, unos alumnos ya habían llegado pero en general no hacían nada hasta que empezara la clase, les extraño que no llegara antes que ellos, pero por respeto, ¨Cosa que él no tiene¨, no preguntaron nada, las clases pasaron normales pero al llegar la de Jishin me sorprendió de que no llegara tarde y atendiera bien, hasta la mitad de la clase donde se paro, tomo sus cosas e iba a salir.
- Jishin-kun, ¿Adonde vas? -no me acerque a él, me quede en medio del aula, ¨Ya se me hacia raro que se portara tan obediente¨.
- La clase me aburre -se volteo para verme- ¿Algún problema? -¨Maldito¨.
- Si, tienes que atender el resto de la clase como tus compañeros -él se recargo en la puerta.
- No me interesa, ¿Puedo irme? -me acerque a él, lo suficiente para verle hacer una media sonrisa.
- Regresa a tu lugar -en un movimiento que no percibí jalo de mi corbata, haciéndome quedar a solo centímetros de su rostro.
- Solo si haces lo de ayer -dijo con un ronroneo, mientras los demás ya murmuraban.
- Eres una molestia -lo pegue a mí, todos se me quedaron viendo, pero lo que hice fue quitarlo de la puerta para abrirla sin que se cayera y lo saque del salón- Espero verte después de clases- luego la cerré suspirando.
-¿Qué tienen ellos dos?
-¿Qué hicieron ayer?
Los murmullos seguían, ¨Ese idiota no sabe que es discreción¨.
- Silencio, por favor -me acomode la corbata antes de seguir con la clase, cuando esta termino di un recordatorio de los exámenes y que por favor estudiaran, salí pero no vi a Jishin, ¨Maldición, se escapo¨, me senté en mi lugar antes de darle algunos chequeos a las tareas que tenía que revisar, estaba tan concentrado que no me di cuenta que alguien había entrado y además había puesto cerrojo a la puerta hasta que me quito las hojas de enfrente.
- Ola, sensei -recogí las cosas y las guarde.
- ¿Por qué demonios hiciste eso? -él se sentó encima de mi como el día anterior, no le dije nada, perder el control no era bueno.
- Porque quería -me dio un beso pero yo no respondí, ni siquiera me inmute, estire mi mano y alcance mi portafolios de donde saque un diccionario- ¿Qué haces? -¨A, B, C, D; Da, De, Di¨
- Lee esto -le señale una palabra, mientras él veía el libro note que su pelo ahora lo traía en una cola de caballo, de seguro se la había echo cuando lo saque de la clase.
- Discreción: Sensatez y tacto para hablar u obrar.
- Deberías aprendera serlo -él aventó el libro a una esquina.
- No -sonrió- Además es divertido ser indiscreto -puso sus manos en mis hombros y se acerco a mi cara- Bésame.
- ¿Por qué lo haría? -pego más su cadera a mí, suspiro excitado al sentir mi miembro aun sobre la tela, ¨¿Quién se cree?¨.
- Porque se que quieres -lamio mi oreja para después darle un mordisco, di un suspiro idéntico a el de él.
- Además de ser mi alumno eres hombre- él se rió- ¿Que? -sin ningún pudor se abrió el pantalón dejando a la vista su miembro, comenzó a tocarlo mientras me miraba a los ojos.
- Ah, ah -su otra mano se posiciono mas abajo para penetrarse- ¡Ah! -sinceramente su imagen era erótica, sus gemidos gatunos, sus pupilas ligeramente dilatadas, sus mejillas sonrosadas y su boca entreabierta.
- Pervertido -él solo me beso, sentí como su lengua lamia mi labio inferior, pidiendo permiso para entrar, me deje hacer, sus manos dejaron de obrar para acariciar mi pelo y sujetar mi nuca para profundizar el beso, su boca sabia deliciosa, nos separamos por falta de aire, él se acercó a mi oído.
- Tócame, Evan -me sorprendí, no solo por que me hacía llamado por mi nombre si no que su voz era sensual.
- ¿Con que derecho te diriges a mí a por mi primer nombre? -sujete su miembro y lo masajee, con mi otra mano acaricie sus pezones sobre la camisa- Austin -su cuerpo vibraba, parecía un ronroneo.
- ¡Ah!, Evan, ah -sus manos abrieron mi bragueta y como pudo se quito los pantalones para que lo penetrara-¡AH!, ah, ah -jadeaba en mi oído, eso erra excitante, sujete su caderas para ayudarlo, de un solo empujón entre completamente en él, estaba estrecho, de seguro era su primera vez.
- Muévete tonto -el lo hizo obedientemente, primero fue lento, luego frenético, ¨Aunque sea un mocoso sabe que hacer¨, abrí su camisa para marcar su hombro, ¨En el cuello se vería¨.
- Ah, más, ah más, Evan, ah -sus manos estaba en los antebrazos de la silla para impulsarse, mientras yo sujetaba sus caderas- Ah, ya casi, ah ¡Ah! -hice que bajara rudamente haciéndolo terminar, yo dentro de él. Algunos mechones de su pelo se habían soltado, pegándose a su cara por el sudor, se veía hermoso, ¨¿¡Qué estoy pensando!?¨
- Te odio -murmure mientras me lo quitaba de encima y me acomodaba la ropa, él también hizo lo mismo, ¨¿Qué acabo de hacer?¨.
- YO igual -me dió un casto beso antes de salir, ¨En que me metí con ese niño¨, ni yo lo sabia, pero, ¨ME GUSTO¨.
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