‘que fácil es la muerte… ’ Pensé mientras veía a como el ataúd de mi madre era bajado hasta el profundo agujero donde seria enterrada, todo el mundo lloraba aunque yo sabia que muchos hay lo hacían fingiendo. Dado que obviamente la muerte de mi madre no fue un accidente como todos me decían.
….- mi mas sentido pésame Takanori es una verdadera lastima lo de tu madre
Taka- si… lo es - le respondí fríamente al hombre
….- joven quieres decir unas palabras antes de que enterremos finalmente a tu madre?
Taka- no
….- esta seguro? Ya no volverá a ver más
Taka- que si, mi madre esta muerta no va a escucharme de todas formas
El sujeto y todos los que me oyeron me miraron extrañados, a diferencia de todos ellos yo no estaba llorando ni tenia rastro de tristeza, estaba… sin ningún sentimiento en el cuerpo…
Ya terminado el entierro todo el mundo empezó a irse, muchos me ofrecieron irme a su casa, puesto que ahora viviría solo, con mi madre muerta y mi padre que jamás conocí me encontraba a mi suerte en el mundo.
….-Takanori-kun de verdad que no quieres venir a vivir conmigo y tus primos?
Taka- no gracias Tía, no quiero ser una molestia para todos ustedes
Tía- pero mi niño tu jamás serás una molestia, tu sabes que mi hermana Querría que te quedaras conmigo…
Por favor… acaso creen que me creeré esa historia? Creen que me creeré que mis tíos, que con suerte saben mi nombre, tras la muerte de mi madre, todos quieren mi bien y seguir los ‘supuestos’ deseos de mi madre? Bah!
Taka- con su mejor sonrisa- no se preocupe tía ya tengo 18 y puedo valerme por mi mismo
En su rostro se vio la decepción y un poco de ira en sus ojos. Ya me estaba acostumbrando a esa mirada, muchos ese día me la habían dedicado al negar la misma oferta. Ella dio media vuelta y me dejo solo. Ya no había nadie más que yo en el cementerio. Me acerque a la lapida de mi madre tocándola suavemente.
Taka- querida madre… si supieses en el infierno en el que dejaste a tu pequeño… pero bueno me criaste para ser un hombre hecho y derecho… creo que estaré bien… Sayonara… Oka-san…
Deje el lirio blanco que guarde todo el funeral y lo deje al lado de su lapida, sentí como se escapaban algunas lagrimas y como recorrían mis mejillas para caer sobre la tumba de mi madre.
Creo que era momento para abandonar ese lugar y llegar a mi casa… a mi solitaria casa.
Quería pensar y asimilar bien las cosas, todo pasó muy rápido y aun no podía reaccionar bien de mi shock.
Taka- y pensar… que anoche me diste las buenas noches y hoy… - baje la mirada, sentía un gran nudo en el pecho, quería al menos llegar a mi casa y hay poder desahogarme, solo... no quería la falsa modestia o la lastima de nadie que me viese.
Cuando finalmente llegue a mi casa me dirigí directamente a la pieza de mi madre…aun estaba su fragancia en la habitación… su perfume de jazmines aun estaba tangible en el aire y todas sus cosas en perfecto orden… como a ella le gustaba. Inconcientemente me fui a su cama y me recosté en ella, abrase su almohada y finalmente solté todo lo que afligía en ese momento mi corazón. Llore hasta que ya no me quedo ninguna lágrima, estaba agotado y entre mis sollozos y lamentos me dormí.
Soñé con mi madre… la vi muy lucida, muy alegre. Ella se encontraba en un hermoso prado con su vestido violeta, su preferido. Ella a la distancia me vio y me saludo con esa sonrisa maternal que solo ella tenia, también sonreí y fui corriendo a su lado. Realmente estaba muy feliz de verla… quería abrazarla y decirle cuanto la necesitaba pero… por mas que corría no lograba alcanzarla, empecé a desesperarme, trate de correr lo mas rápido que pude pero derepente sentí unas manos que me tomaron los pies y los brazos, eran unas cadenas que habían salido de la nada, trate de soltarme en vano, mire hacia donde estaba mi madre y allí estaba ella sonriéndome con los brazos abiertos, pero una silueta apareció detrás de ella, no la pude identificar muy bien pero lo que si pude ver fue el filoso cuchillo que traía en la mano.
Taka- Oka-san!! Corre te mataran!!- trate de gritar pero la voz no salio de mi garganta, trate de zafarme de las cadenas nuevamente pero no había caso…
Mire como esa silueta abrazaba a mi madre y ponía el cuchillo en su garganta. Nuevas lagrimas salieron de mis ojos por mi desesperación y trate de seguir gritándole a mi madre pero nada… la silueta me miro y sonrío mientras despiadadamente cortaba la garganta de mi madre…
Desperté de golpe, sudando y con la respiración agitada, me senté en el colchón y vi a mi alrededor…
Taka- solo fue un sueño…- susurre
Me volví a recostar mirando el techo… que había sido ese sueño? Fue uno de los sueños más vivos que he tenido en mi vida… pero realmente me asusto…
Me levante y mire por última vez la habitación de mi madre antes de salir. Fui a la cocina a ver si había algo de comer en las despensas. Encontré un poco de leche y me contente con eso, no tenía ganas de cocinar y los sirvientes hoy no iban a venir… puesto que su patrona…
Suspire y me fui a ese enorme comedor que ahora era solitario… bebí mi leche tranquilamente, tenia que pensar ahora que seria de mi… puesto que mi madre era una mujer muy rica y toda su herencia recaía en sus hijos, en este caso… su único hijo.
Unos golpes en la puerta rompieron mi concentración, pensé que tal vez podría ser mi tía nuevamente para insistirme que me fuera a vivir con ella.
Taka- que son insistentes estos hijos de puta… - me levante con cara de pocos amigos y fui a abrir la puerta.
Cuando abrí pensé ver a mi Tía con su regordeta cara insistiéndome que me fuera con ella pero en ves de eso encontré a un hombre muy delgado (por no decir raquítico), pálido y muy alto; bestia un terno negro y sin gorro. Me miro fríamente, he de admitir que me dio un poco de miedo.
….- usted es el Señor Matsumoto no es así?
Taka- ha...hai…
….- de acuerdo señor Matsumoto, mi nombre es Riku Ottawa y soy el abogado de su Difunta madre y vengo a aclarar su testamento y los bienes que se le serán trasmitidos usted por ser único heredero
Taka- de… acuerdo Ottawa-san, por favor entre y conversémoslo en el estudio de mi madre
El sujeto entro y lo lleve hasta el estudio de mi madre en el segundo piso, el me siguió en silencio y cuando llegamos le indique que se sentara en el sofá frente al escritorio.
Taka- tome asiento Ottawa-san
Riku- gracias –sentándose y pone su portafolio en su regazo
Yo tome asiento en el que era el asiento de mi madre, lo mire detenidamente y el tras buscar unos papeles los deposito en el escritorio y empezó a hablar
Riku- bueno Matsumoto-kun, te puedo decir así verdad?
Taka- etto… si ningún problema Ottawa-san
Riku- llámame por mi nombre no te preocupes. Bueno – se aclaro la garganta- vamos al grano, como usted debe saber, su madre poseía una gran fortuna y algunos terrenos
Taka- asentí con la cabeza, no sabía que mi madre poseía terrenos…
Riku- usted es el único heredero vivo para esta herencia, usted ya posee la mayoría de edad y tiene 2 opciones en este momento –se callo por un momento para mirarme fijamente dándome a entender lo seria que era esa situación- en el testamento de su madre ella deja en claro que todo el dinero y sus pertenencias son tuyas Matsumoto-kun, pero en el caso que tu en este momento decidieses irte a vivir a la casa de alguno de tus tíos pasarías a ser carga de el familiar de ellos y toda la herencia pasa automáticamente a ellos, me entiendes?
Taka- lo se y entiendo muy bien Riku-san- obviamente ya lo sabia, por eso mis tíos estaban tan ‘repentinamente’ interesados por mi.
Riku- bueno y en el caso que usted decida vivir solo, obviamente, la herencia es totalmente suya, en otras palabras, la cuenta bancaria de su madre y las dos mansiones serán suyas.
Riku-san saco otro papel y me lo enseño, yo la tome y la leí detenidamente, era un registro que yo debía firmar en caso de que yo decidiese quedarme con la herencia o en caso que decidiera irme a vivir con mis tíos.
Riku- bueno Matsumoto-kun, ahora la decisión es toda suya, si usted fuese a vivir con sus tíos necesito la fir…
Taka- no lo deje terminar y firme- no se preocupe señor, ya decidí hacerme cargo yo mismo.
El me miro y me… sonrío? Me pareció muy extraña esa reacción, iba a pasarla por alto hasta que el me hablo
Riku- sabes Matsumoto-kun… me recuerdas a tu madre, te le pareces mucho. Yo la conocí desde pequeña y sabia que cuando… bueno… ella muriera sus tíos tratarían de quedarse con su fortuna pero tu decisión me alegra mucho- el se levanto del sofá y se dirigió a la puerta- bueno yo creo que mi trabajo esta hecho Matsumoto-kun
Yo me levante y lo acompañe en silencio hasta la puerta, pensaba lo que Riku-san me había dicho de mi madre.
Taka- bueno Riku-san fue un agrado hablar con usted –le dedique la mejor sonrisa que podía
Riku- no el placer fue mío – salio por la puerta principal y antes de irse me dijo- Cuídate mucho y esta es la dirección de la otra mansión – me pasó un papelito y se fue.
Cerré la puerta y vi el papel detenidamente, quede sorprendido al leerlo
Taka- una mansión… en… Tokio?!