Entró en el consultorio temeroso, Blaise y Severus esperaban afuera con la mirada opacada y dolida, pero ninguno decía nada, solo le daban fuerzas y sonreían asegurando que todo estaría bien. Harry ya estaba despierto luego de 2 días de que su vida pendiera de un hilo. El medimago estaba diciéndole a Severus los detalles de su recuperación y la sanadora se puso de pie al verlo correr la cortina, solo basto un ligero movimiento de cabeza para saludarla y que ella saliera.
Levantó la mirada y sus ojos se encontraron. Harry estaba pálido en exceso, demacrado como si lo hubieran chupado y tan débil que Draco sentía se rompería si le daba el aire, pero sus ojos eran otra cosa, brillaban con fuerza, dolidos, emocionados, brillantes de amor, rebosantes de alegría, justo como los suyos sino es que un poco menos. Y fue entonces cuando suspiró aliviado, no era por él. Harry no seguía con vida por su causa y él ya podía dejarlo ir, respiró aliviado y Harry asintió estirando la mano para que se sentara a su lado.
-Gracias por venir-murmuró Harry con un hilo de voz-Creí que no vendrías
-Quería saber como estabas-respondió sentado en una incómoda silla-Harry yo…
-Lo lamento-lo interrumpió-Como no tienes una idea, se que debí de haber luchado más, no haber creído todo lo que ella decía-negó cuando lo vio intentar hablar-Me mantuvo cautivo todo este tiempo, embrutecido con pociones, mi mente dominada por la imperio más fuerte que ha existido jamás… y solo porque ella estaba obsesionada conmigo-Cerró los ojos y se quedó en silencio un segundo-Lamento mucho todo el dolor que te cause, pero me alegra que haya estado él ahí para ti
En ese momento Draco bajó la cabeza y sollozó en silencio, Harry se estiró para levantarle el rostro y limpiar sus lágrimas. No era tan doloroso como había pensado sería, porque él no lo había hecho consciente, no lo había abandonado por no poder darle hijos. Entonces toda su culpa desapareció de golpe y solo quedó un sordo y casi imperceptible dolor por no haber luchado más por lo que tenían. Por haber dejado que su amor muriera de aquella manera.
-Todo este tiempo creí… que te habías ido por causa mía, por no poder darte hijos, porque yo no había sido suficiente… Blaise ha sido muy bueno conmigo, me hizo comer cuando no quería, me procuraba y me cuidaba de mí mismo-le sonrió y acarició la mano que reposaba sobre la suya-¿Tu tienes a alguien así? ¿Alguien te cuida de esa manera?-Harry asintió sonriendo y él pudo respirar tranquilo-Se feliz Harry, se feliz y… dejemos atrás el pasado
-Dejémoslo atrás-asintió-Solo… perdona, de verdad lo lamento, si hubiera tenido la fuerza necesaria-Pero no pudo seguir hablando porque las manos de Draco no se lo permitieron
-No importa
Se quedaron más de una hora hablando, de todo lo que había pasado, del como, porqué y cuándo comenzaron a sentir algo más por quienes los cuidaban y para cuando Draco ya se iba Harry se estiró y lo detuvo para ponerle una mano en el vientre. El otro se quedó confundido pero el moreno solo sonrió y le dio un beso en la mano.
-Felicidades-murmuró luego de un rato
-¿Por qué?-exclamó confundido, con una mano en la puerta
-Por tu embarazo ¿Por qué más?-Harry sonrió y se recostó en la almohada cerrando los ojos al instante
Él salió y volteó a ver a Blaise sorprendido. No, no podía ser cierto. Caminó hasta él y sonrió realmente feliz. Notaba su confusión, pero aún no lograba asimilar la noticia, de pronto muchas cosas tuvieron sentido y fue ahí cuando se aventó a sus brazos besándolo efusivamente.
-Vamos a tener un bebe-respondió a su muda pregunta
-¿Disculpa?
-¡Vamos a ser padres! ¡Blaise, que espero un hijo tuyo!
Blaise lo cargó y le dio una vuelta, era la vez que más feliz lo había visto. Lo abrazó riendo entre el alivio y la felicidad. Severus dormitaba sobre uno de los sillones totalmente ausente a la noticia. Draco lo vio ponerle una mano en el vientre y sonreír de nuevo. Las nauseas, los vómitos, esos mareos y los repentinos antojos, qué idiota ¿Cómo demonios no lo notó? Acarició sus mejillas y se le quedó viendo a los ojos.
-¿Entonces…?-señaló con la cabeza la puerta a la habitación donde descansaba el moreno-
-Entonces el pasado es pasado y podemos seguir adelante-susurró acariciando su cabello-Gracias Blaise, gracias por todo esto, estuviste ahí cuando creí moriría de dolor, me sostuviste y no me dejaste caer yo… -Bajó la cabeza ante las lágrimas-No pude haber salido de esto sin ti
-Hey… Hey… no tienes de qué agradecer-susurró al igual que él-Vamos, ellos dos tienen que hablar largo y tendido
Lo tomó de la mano y se encaminó hacia la salida después de despedirse de Severus. Para cuando el pocionista entró Harry sollozaba sobre la cama totalmente cubierto por las cobijas, suspiró y sin decir nada comprendió todo lo que había hecho.
-¿Por qué no le pediste que regresara contigo si aún lo amas?-se sentó en la cama y acarició sus cabellos
-Porque Draco ya ama a alguien más, es feliz y tendrá un hijo, tiene la vida que no pude darle-levantó la cabeza para verlo-Tiene a alguien que lo cuida y lo protege como yo no podría hacer, Draco es feliz, además yo…
-¿Tu qué?-preguntó ante su silencio
-Te quiero demasiado para dejarte ir-respondió con la cabeza debajo de las cobijas, Severus guardó silencio y asintió acariciando su espalda
Si, lo quería demasiado, pero no tanto como para pasar la vida a su lado, eso lo tenía claro. Solo era un pretexto, algo a que aferrarse para seguir con vida, el ministerio había disuelto su matrimonio con ella porque no se había casado consciente de lo que hacía, los aurores no tardarían en encontrarla y encerrarla pero… Harry continuaba enamorado de Draco. Y si, lo quería, pero solo eso.
Aún así había dejado ir al rubio, se tragó sus sentimientos y ahora sollozaba sin control por ver que de verdad lo había perdido. Y entonces le tocaba a él reparar todo el daño que él se hacía. Lo acunó entre sus brazos y Harry se refugió en él como tantas veces. Pero Harry sabía lo que Severus estaba pensando y no podía estar más lejos de la realidad. Lloraba, sí. Por frustración, por dolor, por rabia e impotencia ¿Quién le regresaría el tiempo perdido? ¿Quién le devolvería las lágrimas y el dolor causados?
Nadie.
Pero tenía a Severus, la persona por la que pudo dejar ir a Draco. Por quien luchaba cada día y por quien se obligaba a vivir, lloraba porque podía seguir con su vida sin remordimiento alguno, porque lo amaba muchísimo más de lo que había querido a Draco. Y él no podía tener hijos. No podría darle jamás un hijo a Severus porque su cuerpo ya no podía albergar vida luego de todo ello. Se aferró a sus ropas llorando con verdadero dolor.
-¿Qué pasa?-preguntó Severus preocupado
-N-No puedo darte hijos-sollozó respirando con dificultad-Ya no puedo tener hijos por culpa de ella ¿Cómo vas a quererme así?
-Tú lloras… ¿Por qué no puedes darme hijos?-lo cuestionó realmente sorprendido
-¡¿Te parece poco?!-gritó sofocado-Ella se llevó… mi vida, mi salud… mis ilusiones y ahora… ni siquiera puedo darte un hijo-le dio un golpe en el pecho que a Severus no le dolió en lo más mínimo
-Ay Harry-lo abrazó consolándolo-Ya nos ocuparemos de eso, si me convences de ello puedo tenerlos yo-murmuró a su oído
Corría entre el bosque a todo lo que sus piernas podían, los aurores estaban pisándole los talones y todo había salido mal, porque sí, los había separado, pero ellos dos aún así eran felices, aún sonreían y gozaban. Todo había salido mal y ella llevaba las de perder. Se detuvo a respirar y tuvo que lanzar un hechizo contra un auror, ellos no se rendían y ella ya no podía correr más. Ese maldito Snape iba a pagarle todas las que le había hecho. Claro que iba a hacerlo. Su costado sangraba y sus palabras la enfurecían cada vez más.
Claro que podía concebir. Harry era suyo. Solo se distrajo un instante y al siguiente ellos ya la habían capturado. Gritó, pataleó y soltó maldiciones, pero fue desarmada y lo siguiente que supo fue que la llevarían a Azkaban a recibir el beso del dementor.
-¡No! ¡¡Él es mío!! ¡No pueden quitármelo!-pataleó y gritó hasta quedarse afónica
-Llévensela de aquí-dijo el jefe de los aurores recogiendo la varita de la rubia-Oh, la varita de Dumbledore ¿Para qué querría ella esto?
-¡¡¡Harry es mío!!!
-¡Llévenla a Azkaban!-volvió a gritar realmente fastidiado, iban a lincharla si no se apresuraban a entregarla al Winzengamot, solamente guardó la varita para entregarla a Harry y se subió al automóvil mágico.
Fin~!!