Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cómo el odio se puede transformar en amor por mana_malice

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Todos los personajes pertenecen a Yun Kouga

 

Capítulo anterior

Oh vamos, ¿no me digas que no me reconoces tan sólo por no traer mis lentes oscuros esta vez?

En eso Ritsuka lo recordó y sonrió

Se… ¿Seimei? — Dijo en susurro el menor asombrado y a la vez contento al habérselo encontrado de nuevo. Pero se quedó clavado en su mirada azul, la otra vez no pudo apreciar de esa manera aquellos bellos ojos.

Asi es, pero sólo te pediré que mantengas en secreto mi nombre, nadie debe de saberlo ¿de acuerdo? Sé que te preguntarás por qué pero la próxima que nos veamos te lo diré— Cuando le dijo esto le acarició la cabeza tiernamente —Estoy seguro de que nos volveremos a ver— En eso se acercó lentamente hacia Ritsuka dándole un beso en la comisura de los labios dejándolo perplejo ante tal acción —Nos vemos pequeño Ritsuka

Y sin más se levantó para irse, dejando al menor aun en el suelo y al parecer en shock, pero no sabía que desde la entrada Kyo había visto todo lo que sucedió desde que ese tipo de gorra llegó a defender al menor.


EL HÉROE SOSPECHOSO

El peli verde al estar viendo todo no pudo asimilar la idea de que alguien rescatara a un neko como Ritsuka, además podía jurar que conocía el perfil de aquel joven que rescató el menor, sólo que no podría identificarlo.

—Ya vine Rit-chan ¿todo bien? — Fingió el no haber visto nada para observar qué respuesta le diría el peli negro

—Sí, no pasó nada no te preocupes— Respondió no muy convencido Ritsuka, lo que no sabía era que miente fatalmente y cualquiera puede descifrar lo que trata de ocultar, sin embargo Kyo no quiso hacer más preguntas y se encaminaron al departamento antes de que aquel rubio enojón se enterara de que "su" neko no estaba en casa

En todo el recorrido al departamento, Ritsuka no dijo ni una sola palabra, al parecer estaba pensativo sobre lo que ocurrió anteriormente en el supermercado. Kyo lo había notado pero quería saber más sobre aquel joven antes de juzgarlo, si Soubi se enterara se enfadaría más que el hecho de que el menor haya salido a la calle.

—Bueno te agradezco el haberme hecho el favor de comprarme más cloro, trataré de entrar sin hacer ruido para que el amo no se entere— Sonrió el pequeño neko dándole una apariencia de gran inocencia y ternura al haber llegado a su destino

—Ritsuka— Llamó el peli verde haciendo que el menor volteara inmediatamente debido a que él nunca le decía por su nombre completo

—Si algo te preocupara o atormentara ¿me lo dirías verdad? — Kyo había tomado una actitud bastante seria y además había apoyado sus manos en los hombros de Ritsuka

En eso el pequeño no sabía qué pensar, quería decirle lo que pasó hace unos minutos pero no podía, Seimei lo había salvado por segunda vez y prometió no decirle a nadie sobre quién era, ni siquiera a Kyo.

Después de unos minutos de suspenso el neko se decidió a contestar

—Claro que sí Kyo, no te preocupes— Se notaba que estaba un tanto nervioso e inseguro con esa respuesta que había dado y el peli verde se percató de ello inmediatamente

—Está bien, nos vemos después— Dijo el peli verde sin más y retirándose pensativo. Tenía que decirle a Soubi sin mencionarle la situación de hace unos momentos

Ritsuka estuvo toda la tarde ocupándose de los deberes del departamento y mientras tanto se preguntaba todo lo sucedido. ¿Por qué todos los nekos que veía se miraban tristes y/o frustrados? ¿Tan mal estaba la sociedad de los nekos como para que llegaran a esa bajeza de querer a menores para satisfacer sus deseos carnales? ¿Quién era Seimei realmente? No sabía a qué se debía pero después de haberlo conocido no podía sacárselo de su mente, era como si no pudiera vivir sin él, como si estuvieran conectados de alguna forma inexplicable.

Y ahora que lo pensaba mejor, él no traía ningún collar, ¿por qué no quería que supieran que era un neko también? ¿De qué se oculta?

Soubi se encontraba aun investigando a ese malhechor llamado Seimei que estaba planeando revelarse, tenía que encontrarlo antes de que surgiera el caos, si llegaban al poder quién sabe ¿qué pasaría con los humanos como él? Instantáneamente pensó en Ritsuka, ¿Qué haría si se enteraba de la verdad? Creo que no le perdonaría el hecho de haber matado a sus padres cuando él era un bebé. Incluso lo había protegido del mundo exterior para que nadie lo lastimara, si lo vieran tratarían de hacerlo esclavo o ser propiedad del gobierno y tan sólo imaginarse eso le causaba un gran dolor. ¿Por qué se ha portado generoso con ese mocoso? Es un neko más, además pertenece a una raza que desprecia con todo su ser; fueron los culpables de la muerte de sus padres, aún podía recordarlo fácilmente, él sólo tenía 13 años cuando se los arrebataron de su lado.

Salió de sus pensamientos al ya no oír al menor trabajando, así que decidió salir de su despacho.

Ritsuka sentado en el sillón de la sala seguía pensando y en eso le vino a la mente aquel beso cerca de los labios que le dio su salvador ¿por qué sentía que el estómago se le revolvía cuando revivía aquel momento? No lo entendía del todo pero se sentía especial por primera vez en su vida. Inconscientemente se tocó los labios y se quedó inmóvil.

—Ritsuka— Salió el mayor de su despacho llamándolo pero sin recibir respuesta alguna.

Cuando decidió buscarlo lo encontró sentado, ruborizado e inmóvil. Soubi al conocerlo tan bien se imaginó lo peor. Kyo había intimado con él. Ritsuka era bastante obvio en sus acciones y a él no le podía ocultar nada, lo conocía desde muy pequeño. Sintió que su sangre hervía ¿cómo pudo ser capaz de tocar al pequeño neko? Sólo tiene… bueno 15 años de edad pero aun así es bastante joven para hacerle algo así, de seguro por eso Ritsuka está anonadado.

—Ritsuka— Volvió a llamar el menor sólo que ahora éste si escuchó su llamado

—Perdón amo ¿me llamaba?— Se levantó rápidamente y con gran nerviosismo

—Te llamé y no me respondiste— El rubio tenía la mirada fija en él y parecía que estaba bastante enojado

—Discúlpeme no lo escuché

—¿Qué es lo que te sucede?— De alguna forma quería oírlo decir del menor antes de hacer cualquier cosa, estaba haciendo un gran esfuerzo por contenerse y no llamar a aquel bastardo y golpearlo hasta que le sangraran las manos

—No es nada amo, disculpe mi falta de atención no volverá a pasar— Ritsuka no se había dado cuenta que había cometido el error de mirar hacia el piso mientras decía eso lo cual hizo enfurecer más al rubio

—Ah ¿con que no es nada?— Soubi se fue acercando lentamente para luego tumbarlo al sillón y poniéndose sobre él aprisionando sus muñecas— ¿Acaso ese maldito pervertido te hizo algo? Contéstame

—¿De quién habla? Nadie me ha hecho algo— Ritsuka empezó a asustarse y a avergonzarse por la cercanía de su amo

—De Kyo ¿Quién más? — Soubi empezó a apretar más el agarre a sus muñecas

—Amo deténgase por favor, me está lastimando

—¿Cómo fue que te tocó ese maldito? ¿Acaso fue así? — En cuanto dijo esto bajó su mano a la entrepierna del menor para sobar aquella zona privada

—¡Basta! Déjeme— Sin quererlo empezó a sentir bien y como un hormigueo por dentro haciendo que algo creciera bajo la mano de su amo

—Quiero que esto lo entiendan muy bien, sólo yo puedo tocarte, tú me perteneces y nadie debe acercarse a ti— Soubi estaba bastante molesto y había sacado a relucir sus celos y el deseo de poseer a aquel neko. Ahora su playera fue la que arrancó para tocar su pecho y pasar sus dedos por esos pezones que ya estaban erectos.

El pequeño sacó de repente un gemido haciendo que Soubi siguiera a tal punto que su mano estaba adentrándose bajó su pantalón y ropa interior. Ritsuka no pudo más y como pudo le dio una patada en el estómago para poder zafarse.

Soubi se retorció del dolor pero gracias a ese golpe volvió al mundo real y recapacitó lo que estaba haciendo. Cuando giró hacia su izquierda vio al peli negro de pie y asustado

—Ritsuka ¿qué… — El rubio no terminó de preguntar porque en eso Ritsuka huyó hacia la calle, ya no le importaba si estaba desobedeciendo las órdenes del mayor, sólo quería irse de ahí.

Soubi tirado en el suelo quiso levantarse para detener al neko pero le fue imposible, el dolor era bastante fuerte ¿qué había hecho? Sólo se había dejado llevar por sus celos. Antes que nada necesitaba hablar con Kyo, no podría perdonárselo.

Ritsuka corrió lo más rápido que pudo, no sabía a donde se dirigía, sólo quería huir de ese departamento. Corrió hacia un callejón sin salida y al haberse cansado se sentó en el piso. Todos sus sueños e ilusiones se habían perdido, quería de cierta manera a su amo pero con todo esto se había decepcionado y se sentía fatal, resultó ser como el neko que se encontró en el supermercado.

No pudo más y soltó el llanto ¿ahora qué haría? No podía regresar a ese lugar con "él". Tenía aparte miedo de que le volviera a hacer eso.

Mientras tanto Soubi marcaba desesperado a su ex amigo pero no contestaba, eso sólo hizo que su rabia incrementara, cuando de repente oyó la puerta y cuando fue a abrir era nada menos que Kyo, sonriente como siempre.

—Hola Sou-chan traje arroz para la cena, espero que no te moleste pero…— Kyo no terminó de hablar ya que Soubi lo tomó de la solapa de su playera y lo jaló hacia adentro para cerrar la puerta. —¿Pero qué demonios te pasa? Sólo es arroz—

—Eres un imbécil, un malnacido que no debería ser mi amigo— Soubi furioso le dio un gran golpe en la cara haciendo que el peli verde cayera al piso del impacto

—¿Estás loco? ¿De qué me estás hablando? —

—¿No te hagas el imbécil, tú fuiste quien manoseó a Ritsuka y ahora por tu culpa escapó, tú eras el que me decía pervertido y ahora veo que sólo querías el camino libre para acercarte a él. ¿Cómo pudiste maldito asqueroso? — Soubi de nuevo estaba en llamas y seguiría golpeándolo hasta que se le pasara el coraje

—¿Qué? Yo no le hice nada, sí admito que yo le gustaba pero lo rechacé amablemente para hacerle ver que tal vez podría llegar a quererte a ti ¿de dónde sacaste la estúpida idea de que yo me propasaría con él? —

—No me vengas con tus mentiras, yo lo vi sentado como idiota y ruborizado delineando sus labios ¿quién más podría haber sido si tú eras…—

—Fue ese chico del supermercado— Interrumpió seriamente Kyo al ver que su amigo no entendería razones

—¿Qué? ¿Cuál chico? —

—No quería decírtelo porque era un secreto entre Ritsuka y yo pero tendré que decírtelo para que entiendas. Hoy antes de empezar sus labores me dijo que no había cloro y que se había olvidado de decirte cuando fuiste por despensa, así que tuve la idea de sacarlo a escondidas para que saliera y fuéramos a comprar lo que faltaba— Soubi lo miró de mala gana, él siempre ha estado en contra de que el menor saliera a la calle pero decidió dejar a Kyo que terminara su relato —Llegamos al supermercado y le dije que se quedara afuera ya que se prohibía la entrada a nekos, fui rápidamente a comprar lo que hacía falta y cuando iba a salir del supermercado vi a un muchacho alto y algo fornido con una gorra salvando a Ritsuka, al parecer un neko se acercó a molestarlo y él lo ahuyentó. Cuando me iba a dirigir con ellos observé que ese chico se acercó a Ritsuka y le dio un beso. Al final se fue.

Soubi no sabía que decir, se propasó con Ritsuka, desconfió de su mejor amigo, golpeó a su mejor amigo… se sentía basura en esos momentos.

—Kyo, necesito que me ayudes a buscarlo, nadie más debe de saber que yo estoy viviendo con un neko y más aún que lo quiero proteger— Kyo se quedó serio y callado, no sabía si a pesar de ese gran golpe aceptaría sin más, se ofendió por haber pensado lo peor de él. —Vamos Kyo, sólo tú y yo podemos protegerlo, quien sabe qué le pueda pasar allá afuera— El silencio seguía hasta que vio detenidamente la mejilla del peli verde —Y disculpa ese golpe que te di, me dejé llevar

—Ay Sou-chan nomas para que veas que soy buen amigo accederé a lo que me pides pero ante esto tendrías que suplicar tu perdón y… —

—¿Vienes o qué?— Soubi ya estaba con un pie afuera del departamento

Había empezado a llover y empezó a anochecer, nadie le había dicho a Ritsuka que las noches en ese vecindario eran peligrosas. Se estaba mojando pero no le importaba, quería estar solo. En eso empezó a escuchar pasos que se dirigían hacia donde él estaba pero eso tampoco le importó y sólo recargó su cabeza en sus piernas. De repente alguien le tocó la cabeza y Ritsuka inmediatamente golpeó esa mano y se levantó lo más rápido que pudo

—¿Qué estás haciendo aquí Ritsuka? ¿No sabes que es peligroso que estés tú solo por aquí?

—Seimei— El menor estaba feliz de que fuera él quien lo encontrara e inmediatamente lo abrazó para soltar su llanto —Oh Seimei no sabes lo que me ha pasado, no sé qué hacer

—Calma estoy seguro que todo tiene solución— El mayor correspondió el abrazo tratando de tranquilizarlo.

—Esto no tiene solución, todo lo que creí no existe, estoy solo en el mundo

—Eso no es cierto, yo estoy aquí— Ante esas palabras Ritsuka levantó la mirada para verlo totalmente asombrado —Vamos, te llevaré a un lugar donde no nos estemos mojando— Seimei tomó su mano para llevarlo a donde él se refugiaba

Mientras tanto Soubi y Kyo visitaban la farmacia y otros lugares que había visitado el menor pero no pudieron encontrarlo.

—Perdóname Ritsuka, déjame enmendar mi error pero no te vayas— Pensaba el rubio mientras corria bajo la lluvia para encontrar a ese pequeño que le había dado un vuelco en el corazón y apenas estaba dispuesto a demostrárselo.

CONTINUARÁ…

Notas finales:

Este… sin comentarios jaja sé que no me perdonarán el haber tardado tanto y creo que provocaré que lean de nuevo el fic porque ya no se han de acordar de qué trataba. Mil disculpas.

Gracias por sus reviews! Gracias por echarme ánimos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).