Les diré que hoy es 21 de Septiembre de 1915, actualmente vivo en la mansión de mi abuela la duquesa Eleonor Müller, mi tutora, ya que mis padres murieron en un naufragio, vivo en la capital de Brandeburgo, Potsdam.
En la gran mansión habitaba mi abuela, las servidumbre y por su puesto yo. Mi vida transcurría en torno a los estudios, no tenia amiga, ni aceptaba pretendiente alguno, y recibía clases particulares en mi hogar.
Soy Cristiany Müller una joven de 19 años, cabellos rojos, ojos color miel, tez blanca, estatura media, y una talla de brasier un poco grande.
Me encontraba en la biblioteca cuando una se las mujeres de servicio, me informo que alguien había llegado y mi abuela quería que la recibiera.
Aproximando mis pasos al recibidor y encontré una chica pelinegra, de ojos celestes, que llevaba una vestimenta tétrica; un vestido negro con encajes un poco descotado y un maquillaje que combinaba con su ropa junto a un delineador negro, formaban la imagen de una chica muy extraña, parecía una aprendiz de hechicera o algo así. Consigo traía una maleta no muy grande y en su mano izquierda sostenía un gato negro. Un cuadro digno de retratar. Para describirla podría decir que es una persona “diferente”.
Cris: Buen día señorita, soy la nieta de la duquesa Eleonor Müller, Cristiany Müller.
Isa: Buen día Sta. Cristiany, mi nombre es Isabella Wolff Müller, he venido a esta casa a petición de la duquesa.
Cris: de modo que su presencia aquí se debe a eso. Nancy por favor lleva la maleta de señorita.
Nancy: si mi lady, enseguida.
Dijo tomando la maleta.
Isa: ten cuidado ahí cosas frágiles allí.
N: por su puesto señorita, con su permiso me retiro.
Cris: acompáñame a la sala, debes estar cansada por el viaje.
Isa: por supuesto, muchas gracias.
Nos dirigimos a la sala y nos sentamos a esperar a mi abuela.
Cris: la duquesa no tarda.
Isa: veo que no estaba al tanto de mi llegada.
Cris: fue una grata sorpresa, por su apellido debo suponer que es de la familia.
Isa: esta en lo cierto, la duquesa en mi tía abuela, ella se hará cargo de mí de ahora en adelante, ya que mi tutor falleció hace unas pocas semanas.
Cris: lamento mucho escuchar eso. Pero es grato recibirla en esta morada. Me disculpa un momento voy a ver que pasa con la duquesa que no ha bajado.
Isa: por supuesto, adelante.
Me dirigí a la recamara de la abuela y en el camino conseguí a Nancy.
Cris: ve donde la sta. Isabella a ver si se le ofrece algo, ¡rapidito!
N: si, enseguida.
Dirigiendo mis pasos a la habitación de mi abuela Eleonor, toque la puerta y espere. Un pocos segundos después salio Eleonor con una elegante ropa y unas preciosas joyas, intuía que eras nuevas, por que no se las había visto antes.
Cris: abuela, la sta. Isabella esta en la sala.
Duquesa: llego muy puntual, excelente, bajemos ahora mismo. Había olvidado mencionar que ella iba a venir, Isabella es un familiar del cual me voy a hacer cargo.
Cris: algo menciono ella, me parece un poco extraña abuela.
Nos dirigimos a la habitación en la que se encontraba Isabella, y la cara de mi abuela no parecía muy impresionada por la manera de vestir de la joven.
Duquesa: Isabella, bienvenida seas a esta casa, a tu casa.
Isa: duquesa, muchas gracias por acogerme en su casa.
Mi abuela no tenia la costumbre de hacer ningún tipo de acciones como esa, me preguntaba cada segundo el por que era tan amable con esa jovencita, pero mas adelante me enteraría de todo.
Subimos a mi cuarto para que descansara en un de las camas de mi habitación.
Mi cuarto dos camas individuales, una mesita de noche con una pequeña lámpara entre ellas, un balcón frente a las camas. Un guarda ropa muy grande, un pequeño sofá de color vinotinto. Todo el tema del cuarto de trataba del rojo en las sabanas de las camas, mesa de noche sofá y guardarropa vinotinto y las paredes en blanco. No me gustaban ni cuadros ni adornos en mi cuarto me distraían de mis pensamientos.
Isa: supongo que esa en mi cama. -Dijo señalando la que estaba junto a la mía-
Cris: si. Espero no le moleste compartir el cuarto, hasta que acomoden una habitación para usted.
Isa: claro que no.
Cris: me parece muy peculiar su gato.
Isa: se llama Kira, lo encontré en el bosque, o mejor dicho ella me encontró a mí.
El gato negro tenía los ojos entre grises y verdes, y su característica peculiar; tenía la punta de la cola blanca, no había visto un gato con esa característica tan encantadora, su cola parecía que tenia luz propia, por el contraste entre los colores.
Ella se encantaba sentada el la cama viendo hacia mi cama, me veía fijamente con una mirada sin expresión, Kira paseaba por el muro del balcón. Yo me sentía nerviosa, y quise romper el hielo.
Cris: bueno y dígame…
Me interrumpió de una manera un poco brusca.
Isa: seria mucho pedir que me tutearas. Después de todo somos familia tenemos la misma edad y no me siento cómoda con tanta caravana y etiqueta.
Cris: si se siente mejor así. La abuela me pedio que la hiciera sentir lo mejor posible.
Isa: sigues haciéndolo.
Cris: lo lamento, ¿te puedo decir prima?
Isa: si por supuesto, después de todo eso somos. Y ya que lo mencionas te agradezco que me hagas sentir cómoda. Pensé que eras una niña mimada, tus ojos me han hablado de todo lo contrario.
Cris: ¿mis ojos que?
Isa: tal vez mas adelante te de detalles de mi, se que eres una persona confiable y discreta, pero no creo que sea el momento indicado.
Mi cuerpo se sentía abrumado con ella, me costaba respirar y tenía una sensación en mis senos y estomago muy extraña. No podía dejar de mirarla era perfecta, y por que lo pensaba, no tengo idea.
-Isabella-
La razón por la cual estoy en esta casa es evidente, estoy aquí por que la duquesa se hará cargo de mí, pero más allá de eso, no es casualidad que justo ella viva aquí, de esa alma que estuve buscando durante años. Me excitaba pensar la manera en que iba a conseguir convencerla de que éramos una para la otra. Sus ojos me decían todo incluso sabia como me sentía y eso me alegraba de sobremanera, Kira por su parte prefirió quedarse al margen del asunto y estar solo de espectadora.
Kira es un espíritu que salve de la destrucción, a cambio de su salvación tuve que sacrificar algunos de mis sentimientos; como Angustia, amor hacia la familia y el miedo, que según yo no era tan malo, y otras cosas que no mencionare ahora. Para ganar algo debes perder algo eso es una ley. Pero valió la pena me sirve de mucho tenerla conmigo, Kira me previene de cosas que pasaran, aparte de ser mi mas fiel amiga que me acompañara por siempre. Ahí muchas detalles que se Irán revelando en su momento justo.
Isa: ¿te molesta si me cambio? Quiero ponerme algo mas cómodo, el corsé me esta molestando mucho.
Cris: te dejo sola para…
-Cristiany-
No me dio tiempo de terminar y Isabella termino sin ropa ante mis ojos, quede sorprendida con la falta de pudor que poseía, pero dejando todo eso atrás mis ojos inevitablemente se comenzaron pasear por todo su cuerpo. Tenía un cuerpo armonioso.
Se dirigió a la maleta que había traído, la abrió y saco un vestido vinotinto muy sencillo pero hermoso, tomo un listón del mismo color y se interno en el baño, salio peinada hacia atrás, el cabello en una coleta sostenida con la cinta en forma de lazo.
Isa: ¿como quede?
Cris: muy hermosa. -Me limite a decir-
Isa: gracias, y dime ¿no te molesta que me cambie estando tu verdad? Después de todo no tengo nada que tu no tengas –dijo con su voz seductora y la mirada penetrante-
Cris: emm, no yo, no creo que sea correcto.
Isa: ¿por que prima? –Dijo arrodillándose frente a ella, arreglándole un mechón de cabello que caía en su cara-
Cris: por que no es correcto.
Isa: ¿lo quieres o no? –Expreso sensualmente en su oído-
Cris: estas actuando muy extraña – comento retirándose un poco y levantándose de la cama-
Isa rió por lo bajo: tienes razón discúlpame. – le toma mano y se chica se voltea-
Ya veras que todo va a ser más interesante en tu vida de ahora en adelante, me voy a encargar de que seas feliz.
Cris: ¿Qué te hace pensar que no soy feliz?
Isa: tu vida no es precisamente hermosa, estar todo el tiempo encerrada en esta casa y no hablar con nadie, no tener amigas.
Cris: tú no sabes nada de mí – dijo con los ojos cristalizados-
Isa: yo se que sientes Cris, no resistas a mi -Dijo efímeramente y le dio un fugaz beso en los labios y saliendo de la habitación-
Quede hecha piedra, con ese gesto, pero me sentí tan confundida que no pude hacer mas que quedarme ahí parada con la mirada perdida. Me acababa de besar y yo no hice nada para detenerla ¿Por qué?
Esa la cuestionadota del día había tantos “por que” sin resolver.
continuara...