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¡Odio! por MaYani

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Notas del fanfic:

Junjou Romantica ni sus personajes me pertenecen, son totalmente propiedad de Nakamura-sensei (la persona que dibuja mi biblia). 

Notas del capitulo:

¡Buenas! Intentando darle más actividad a esta zona con la pareja romántica, les traigo este fanfic de humor-romance. 

Como saben, amo reírme con Misaki, así que aquí está el resultado de un ratito de escritura. Espero que lo disfruten y dejen sus comentarios, los cuales son muy alentadores =). 

 

El castaño observó con insistencia por la ventanilla del auto, apretó los puños y suspiró de resignación; realmente ese sería un día horrible. Bajó la mirada intentando acomodar sus ideas, mientras sentía como se acercaba lentamente hacia su muerte.

 

—¿Qué sucede, Misaki? —El susodicho giró a ver al conductor. Luego, se volvió hacia la ventana y contestó en casi un susurro:

 

—Nada, es que hoy tengo inglés— su voz de repente pareció temblar. Akihiko no pudo evitar esbozar una sonrisa en su rostro y lanzar una carcajada que al menor le causó disgusto.

 

—Inglés es fácil— sentenció. Claro, para “señor promedio diez” seguro todo lo relacionado con el estudio era fácil.

 

—¡Cállate idiota! ¿De quién crees la culpa de que sea tan difícil? —Gritó casi inconscientemente el castaño, luego llevó sus dos manos a la boca para callarse.

 

—¿De qué…? —Preguntó el escritor sorprendido, no pudiendo terminar la frase debido a que el joven se bajó del auto inmediatamente apenas notó que ya estaban estacionados.

 

Corrió hacia el salón, no pudiendo evitar que unas miradas se fijaran en él como si de un objeto extraño se tratase y se paró en frente de la puerta de donde tendría la tan famosa clase. Por supuesto que no le gustaba ocultarle cosas a Usagi, pero si él se llegaba a enterar de que ahora su nuevo profesor de inglés era justamente su padre, se armaría una guerra campal que afectaría inevitablemente sus estudios… Además, era mejor para no afectar a Usagi.

 

Lanzó un suspiro, una vez más, mientras leía esas letras escritas en un cartel al lado de la puerta: “Salón de inglés”. Agachó la cabeza y dirigió su mano hacia la manija.

 

Cuando entró se dio cuenta de que toda la sala ya estaba llena, y para su desgracia, el tan famoso profesor reinaba parado de espaldas al pizarrón con una sonrisa irónica al observar que Misaki había llegado tarde.

 

—¡Ooh Señor Takahashi! —Fingió sorpresa— menos mal que llegó, no podría empezar la clase sin usted.

 

“Claro, no podría empezar la clase sin su conejillo de indias, ¿no?” pensó el universitario, pero no lo dijo. Solamente atinó a dirigirse a su lugar, al lado de su Sempai, que al parecer también disfrutaba verlo sufrir.

 

Esa clase realmente era demasiado confusa, aburrida y difícil para el castaño… ¿If clauses? ¿If? ¿Will? ¿Would? ¿Have? ¿¡QUÉ DIABLOS ERA TODO ESO!?

 

Sin dudas, ese viejo maníaco por los patitos de goma y los osos tallados de madera quería siempre tenerle un ojo encima y hacerle la vida imposible, a tal punto que usó su “famoso poder de hombre rico” para que le dieran el puesto de profesor de inglés justo reemplazando a su ex-maestro y así poderlo ver sufrir, certificando más y más que ese chico nunca estaría a la altura del escritor. ¡Sí! Ese era su tan maléfico plan… Sin dudas, lo quería ver llorando de humillación frente a todo el curso y…

 

—A ver señor Takahashi —escuchó una voz que lo sacó de sus pensamientos— ya que se ve que usted sabe mucho de esto y siempre nos honra cada clase con su sabiduría —comentó sarcástico mientras se acercaba hacia él— dígame, ¿cuándo se usa la condicional tipo tres?

 

En esos momentos los ojos del castaño se volvieron gélidos. ¿Por qué tenía que ser tan malo para el inglés? ¿Por qué siempre el padre de Usagi les hacía justamente las preguntas que nunca recordaba? Si es que alguna vez recordaba alguna… ¿Por qué siempre se perdía en sus pensamientos y no prestaba la más mínima atención cuando le costaba tanto? ¿Por qué había comenzado a temblar como si le fuera a agarrar epilepsia demostrando debilidad ante tan espantoso ser?

 

—¿Qué le sucede Señor Takahashi? ¿No prestó atención a la explicación? —Mencionó con voz burlesca, mientras escuchaba un montón de susurros y risitas que provenían del resto de sus compañeros del curso, haciéndolo sentir como un payaso. A lo que Usagi-chichi continuó con su tan maléfico plan: — ¿Acaso viene a la clase muy cansado por su “actividad nocturna” que se duerme en su asiento?

 

Un fuerte color carmín invadió el rostro de Misaki ante la pregunta tan poco ubicada de su profesor… Pero por supuesto, él era un simple alumno, no podía hacer nada ante eso. ¡Maldito viejo cascarrabias!

 

—N-no… no es eso —logró pronunciar.

 

—¿Entonces… qué es?

 

No sabía qué responder, quizá si le decía cuando se usa la condicional tipo tres podría zafar de todas las burlas y preguntas inadecuadas, pero… ¿¡Cómo lo iba a saber si no tenía la más mínima idea de lo que era una condicional tipo tres!?

 

Lanzó una mirada de ayuda a Sumi, quien observaba la escena divertido mientras ahogaba unas carcajadas… ¡Cómo le gustaba ver a Misaki sufrir! Quizá debería hacerle señas para que se dé cuenta qué tenía que responder… Pero no, no sería divertido, dejaría que Misaki pase vergüenza y luego lo consolaría muy a su manera.

 

—¿Y…Takahashi-Kun? ¿Le comieron la lengua los ratones? —El castaño volvió la mirada hacia su profesor quien parecía reírse internamente, siempre con ese tono de burla que lo fastidiaba. Se encogió en el asiento, esperando que un milagro sucediera y se lo tragara la tierra… O algo así. —¿O tal vez se la comió mi hijo? —Comentó en un susurro para que nada más él y su Sempai pudieran escucharlo.

 

Entonces, se alejó de él mientras sentía como el curso se reía a carcajadas, incluyendo a Sumi. Tapó su cara con un libro pidiendo a alguien en el cielo que, por favor, se muriera en ese mismo instante, mientras intentaba acallar el sonrojo en su rostro por la rabia y las preguntas de su suegro.

 

Cuando sonó el timbre, recogió sus cosas rápidamente queriendo salir lo más antes posible de ese lugar. Sin embargo, cuando estaba por irse, escuchó esa voz que últimamente tanto le molestaba detrás de él.

 

—Lo espero la próxima clase, Takahashi-kun.

 

Que para el universitario sonó como “la semana que viene me sigo burlando de ti, mocoso”. Sí, sabía que había más en sus palabras que lo que había dicho.

 

Y pudo ver como su profesor tomaba sus cosas y se iba caminando lentamente hacia la salida de la universidad.

 

¡Maldito viejo de mierda! ¡Viejo canoso y vago! Para lo único que servía era para hacerle la vida imposible… Sí, seguramente lo estaba disfrutando como nunca. No tenía otra cosa mejor que hacer que molestarlo y devorar su carne viva en clases haciéndolo quedar como el payasito del curso. ¡Lo detestaba! Desde ese momento en adelante lo odiaba. ¡Lo odiaba! ¡Lo odiaba! ¡DEFINITIVAMENTE LO ODIABA!

 

No era común de él odiar a nadie, quería creer que ese tipo lo hacía por su bien y el de Usagi-San, pero no, era imposible: ¡Viejo de mierda!

 

Caminó hacia la salida del instituto, haciendo sus pisadas fuertes y apretando sus puños por la bronca. Cuando vio a Sumi pasó de largo de él, se sentía demasiado furioso como para hablar con alguien en ese momento.

 

—¡Viejo estúpido! —Murmuró mientras veía el auto deportivo rojo estacionado en frente, como siempre, con el escritor fumando y apoyado en él.

 

—¿Nos vamos Misaki?

 

—¡Cállate! ¡No quiero hablar con nadie! —Contestó sumamente enojado.

 

—¿Qué sucede, Misaki?

 

 

“¿Qué le sucede Señor Takahashi? ¿No prestó atención a la explicación?

¿Acaso viene a la clase muy cansado por su actividad nocturna que se duerme en su asiento?”

 

—¿Qué sucede? ¿¡QUE QUÉ SUCEDE PREGUNTAS!? —Misaki empujó a Akihiko dentro del auto, metiéndose junto a él. Las demás personas los observaron algo sorprendidos por el grito que había pegado el castaño.

 

Misaki tiró el asiento de conductor hacia atrás, quedando el escritor acostado y él encima.

 

—¡Sucede que odio inglés! ¡Siempre quedo humillado y destrozado frente a todos por lo mismo! ¡A veces voy cansado a las clases y no puedo prestar atención! Culpa de que tú estás todo el tiempo… —Se desabrochó el pantalón bajándoselo y señaló su miembro dormido sobre su boxer— tocándome esto —desabrochó su camisa y la arrojó hacia alguna parte del auto— ¡o esto! —Señaló sus pezones.

 

El castaño no reparó que estaba haciendo una especie de Stripper hasta que se sintió el semi-erecto miembro del escritor en su trasero y al notar que el rostro perplejo del mayor había pasado a ser una mirada y una sonrisa pervertida.

 

El menor se sonrojó inevitablemente y su enojo se tranquilizó de inmediato. ¿Acaso… acababa de cavar su propia tumba?

 

Akihiko tomó de los hombros a Misaki y lo giró para quedar él encima del universitario, untando todo su bulto en el del menor.

 

—Cuando estás enojado te ves tan excitante —pronunció con voz seductora.

 

—¡C-ca-cállate!

 

El mayor buscó la boca del menor con la suya y la besó apasionadamente, sintiendo el sabor de esa cálida calidad que ya tanto conocía con su lengua.

 

—¡E-espera! ¡D-detente! ¡Usagi san, estamos estacionado en la escuela todavía!

—Tranquilo, ya todos se deben haber ido… Además, tú solamente no hagas ruido y los vidrios polarizados se encargaran del resto —le robó otro beso— ¿cómo quieres que me detenga cuando te desnudas adelante mío?

 

Sí, sin lugar a dudas, había cavado su propia tumba.

Así, ambos, en un espacio muy pequeño para los dos tuvieron sexo toda la tarde frente a la universidad… Sin ningún suegro ni odio que los detuviera.

 

Extra

 

Un hombre de cabellos y ojos azulados llegaba a la universidad en busca de su amante profesor de literatura. Lo fue a buscar a su sala y ambos regresaron caminando y hablando de temas aleatorios. Cuando se estaban por retirar definitivamente, Nowaki observó un automóvil color rojizo que le resultó familiar.

 

—Ey, Hiro-San, ¿ese no es el coche de Usami-San?

 

El castaño lo observó.

 

—Así es, ¿Qué hace el idiota de Akihiko acá a estas horas?

 

El profesor se acercó lentamente, pero cuando estaba por tocar la ventanilla para ver si su amigo de su infancia se encontraba allí, escuchó algo que lo hizo retroceder inmediatamente.

 

—¡Aaaah! U-Usagi-San, n-no toques ahí, ¡me vengo!

 

—Entonces hazlo.

 

—¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaaaah!

 

Hiroki se quedó tildado observando el deportivo, con los ojos gélidos y algo sonrojado. ¿¡QUÉ MIERDA ESTABA HACIENDO AKIHIKO TENIENDO SEXO AHÍ ADENTRO AL FRENTE DE UN ESTABLECIMIENTO PÚBLICO!? Por suerte, todos se habían retirado y nadie pasaría por allí hasta el otro día, pero… ¿Y ellos?

 

Calentuhiko —susurró

 

—Oye, Hiro-San, ¿está ahí tu amigo?

 

Pero cuando se estaba por acercar, el maestro giró rápidamente y lo empujó de los hombros guiándolo para que se fueran.

 

—¿Pasó algo Hiro-San?

 

—N-no, solamente que él no está ahí.

 

—¡Qué raro!

 

Nowaki se giró para poder caminar junto a él sin que lo empuje y notó el gran sonrojo de su amante. Le sonrió.

 

—Aah, entiendo, con razón Hiro-San está tan apurado.

 

—¿Q-qué? ¡Idiota! ¿¡EN QUÉ DIABLOS ESTÁS PENSANDO!?

 

¡Fin!

 

Notas finales:

¡Espero que les haya gustado! Fue algo rápido, y no contiene precisamente Lemmon, pero es que me pareció que se haría demasiado largo... Si me llega la inspiración puede que haga otro capítulo con el Lemmon =).

¡Suerte a todos! 


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