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La hamburguesa de Takanori por MisaXReitha

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Notas del fanfic:

Me estoy divirtiendo mucho escribiendo.
xDDD Quiero decir que pronto retomare mi otro fic *OOO*.

adasdasd y para l@s que ya han leído fan-fic escritos por mí, saben que mis capítulos son medianamente largos, pero también que me demoro xDD, aunque tratare de avanzar rápido.


Pretendo que está historia no sobre pase los 5 capítulos.

Dedicado: a la Kao, porque sé que le gusta la historia
y a la Kira, porque siempre me apoya. *OOOO*.

Espero les guste...

Notas del capitulo: espero no se les haga aburrido T____T.

Trato de mejorar la redacción y ortografía cada vez que subo un fic, si hay algún error lo siento xD.
La rabia lo carcomía por dentro, tenia las manos tan apretadas que sentía sus uñas incrustadas en la palma de sus manos, sus dientes producían un sonido ensordecedor al apretarlos tanto. Tenia el seño totalmente fruncido y pequeñas arruguitas se formaban en su frente. En definitiva iba a explotar de cólera.


El culpable de su estado era nada más ni nada menos que Akira Suzuki, el bajista de su banda y actual pareja.
El motivo: una pregunta que al ser pronunciada por los labios del bajista sabe a burla con un toque de inocencia mal fingida. Han pasado más de dos años y aún cada vez que el vocal asiste al departamento del rubio, Reita lo recibe con una cálida pregunta ¿Amor, tienes hambre?
Pregunta estupida y repetitiva, sin contar que hambre se tiene cuando no se ha comido por días…ni que fuera un prisionero de guerra o con obesidad para hacer dieta, el se consideraba una persona con hábitos alimenticios normales, lo que el tenia era apetito, no hambre. Que sea su novio no le da derecho a recordarle siniestramente aquel hecho reprochable y vergonzoso de sus ya perdidos años mozos de juventud.


Esta situación tenia que parar o la banda se quedaría sin bajista, porque el haría puré de iguana y no tendría compasión a la hora de torturarlo.


Todo esto empezó hace años por la abrupta perdida de su añorada hamburguesa.


(Flash back)


El despertador sonaba escandalosamente sobre la mesita de noche, estiro sus pequeños bracitos haciendo un intento vago por alcanzarlo, pero no lo consiguió, intentando aplacar el molesto sonido se cubrió la cabeza con la primera almohada que estuvo a su alcance… olía a él… a la estupida iguana amarilla de la que estaba perdidamente enamorado.


El sueño se le fue tan rápido como comenzaron a aparecer los primeros rayos de luz desde su ventana, quiso rodar por la cama abrazado a la almohada, pero el dolor de sus caderas se lo impedía, no era la primera vez que estaba con Akira, pero si era la primera vez que lo hacían tantas veces y en distintas posiciones.


Extraño despertar esa mañana abrazado a su cintura, acariciar sus fuertes y musculosos brazos aprovechando el sueño pesado de su amado, Río al pensar que Reita no se despertaba ni aunque le pasara un tren por encima, le fascinaba darle besitos en la frente mientras el bajista balbuceaba entre sueños, dormido sobre su cama, no podía negar su evidente enamoramiento si era a la única persona que le permitía ser tan desordenado, tan bobo, tan marmota despistada y río de nuevo al recordar las peleas matutinas porque la almohada que ocupaba el bajista siempre estaba mojada de saliva por las mañanas, “Amor no lo puedo evitar, no lo hago con intención ” esa era siempre la respuesta de su Akira Suzuki.


Era una de las pocas veces en que se despertaba solo, después de haber hecho el amor con Akira, a pesar de su rabieta del día anterior para que el bajista no sé fuera, este igual lo abandono, su escusa fue tan simple como que tenia cosas que hacer, al final se quedo solo contando ovejas en la oscuridad de la noche hasta poder dormir.


Se levanto perezosamente bostezando y estirando sus brazos, tirito de frío al instante en que dejo libres las sabanas de su cama, se miro en el espejo sorprendido de su estado, tenia todo el cabello despeinado y se había colocado al revés la polera del equipo de futbol que era su pijama, sonrío feliz de que a Akira le gustara tanto su pijama, para el era tan cómodo.


Llego al comedor seguido de Sabu-chan quien le movía insistentemente el rabo para que le diera de comer y así lo hizo, miro a su alrededor, la sala de su departamento estaba totalmente deshecha, observo el reloj de muralla, aún tenía tiempo para ordenar un poco el desastre que había dejado el día anterior Akira con la escusa de estar buscando algo. Era una manía del rubio llegar a la casa de Ruki y desordenarla entera, pero pobre que algún Gazetto tocara su “Orden” porque se quejaba con Sakai-San de que sus compañeros desordenaban su “espacio personal”… realmente injusto.


Orgulloso de si mismo por haber dejado su departamento como espejo, fue a cambiarse para asistir al ensayo.
Últimamente se le había hecho habitual salir unos minutos más tarde de su casa, por lo que no alcanzaba a tomar desayuno en las mañanas y obligadamente debía comprar algo en el camino, él mejor que nadie conocía su humor cuando tenía apetito, rayos a quien quería engañar, si ni se aguantaba el mismo.


Paro el vehículo a las afuera de un local de comida rápida, compraría dos hamburguesas, una para comerla en el camino y la otra la guardaría para cuando le diera apetito en el ensayo. Hoy no se le apetecía discutir con su novio, aunque tenia que reconocer que le encantaba pelear con Akira para liberar tensiones… al final el bajista siempre terminaba dándole la razón e invitándolo a comer… “me aprovecho de nuestra condición de novios”, pensó dándole la primera mordida a su apetitosa hamburguesa.


Al llegar a la sala de ensayos se encontró con la “agradable” sorpresa de que era el primero en llegar y eso que había salido tarde de casa, lo que le pareció extraño fue que Kai no estuviera ya sentado en la batería totalmente enojado por el retraso de los demás miembros de la banda… ya se les había hecho costumbre escuchar los retos de Kai por las mañanas, con lo tramposos que es, hasta había pensado que Kai se quedaba a dormir en la compañía para ser el primero en llegar y poder retarlos. Automáticamente movió negativamente la cabeza intentando alejar esos ridículos pensamientos de su mente, dejo el bolso que traía junto con la bolsa de la hamburguesa sobre la pequeña mesita que tenían en la sala de ensayos y se echo a lo largo en el cómodo sofá.


Y Aoi y Uruha … ¿Dónde estaban?, era más que obvio que algo tramaban, cuando recién habían empezado como banda estos dos siempre se juntaban a ensayar y a sacar juntos las partes de las guitarras, luego parecía que se llevaban mal y ahora volvían a ser inseparables… algo totalmente extraño, ya averiguaría él que era lo que se tramaban.


Algo quizás no tan preocupante, pero que lo llenaba de curiosidad… ¿Dónde estaba Akira?, sabía que el rubio siempre llegaba tarde y que hoy precisamente tenia algo que hacer en la mañana… lo extrañaba tanto y eso que lo había visto el día anterior… Ya aburrido de esperar decidió ir a ver a los chicos de Alice nine … ellos si eran responsables y hasta podía jurar que habían empezado el ensayo hace más de media hora.


Tarareaba Feliz una canción de Kiyoharu que amaba, mientras caminaba lentamente por el largo pasillo lleno de baldosas en PSCompany, para su desgracia antes de la sala de Alice nine, estaba la sala de ese vago que no le caía nada de bien… odiaba la forma en que miraba a Reita.


Una voz demasiado conocida para él lo saco de sus pensamientos, no es que quisiera espiar, pero esa voz sonaba muy a Kai…, se acerco sigilosamente hacia la puerta que estaba entre abierta, claro que era Kai conversando animadamente con él tallarín mutante… demasiado cerca para su gusto, no le agradaba ese tipo, pero que podía hacer si al batero le gustaba, está de sobra decir que él guitarrista y actual solista era un poco turbio y no le causaba confianza. Un millón de veces se lo hizo saber a Kai, pero esté siempre lo defendía y para no discutir con el batero había dejado el tema de lado.


Bufó molesto y siguió su camino antes de que alguno se diera cuenta y Kai lo tuviera de esclavo por el resto de su vida y sin visitas de su amado novio. Total al final estaba seguro que tarde o temprano Kai se daría cuenta de cómo era Miyavi en realidad.


Camino aburrido, había pasado casi una hora desde que había llegado a la compañía, suspiro cansado y resignado cuando leyó en la puerta de la sala de ensayos de Alice nine una hoja que decía que justamente ¡Hoy! , tenían el día libre, firmado por sus queridos amigo Hiroto y Shou. ¿Qué acaso el cielo lo odiaba?, Reita no pudo elegir un día mejor para dejarlo solo...sin contar que estaba aburrido y le empezaba a entrar el apetito.


Buscó en los bolsillos del pantalón su teléfono móvil, pero no lo encontró, recordó que al salir tan apurado en la mañana lo había guardado en su bolso. Volvió rápidamente a su sala de ensayo.


Entro y se encontró con Uruha y Aoi acostados en el suelo discutiendo algo relacionado con las manchas en el cielo de la sala, Aoi se alteraba y le apuntaba las manchas al castaño, Uruha solo reía como poseído, ni siquiera notaron que el vocal había llegado.


Busco en su bolso su teléfono y cuando se disponía ver las llamadas perdidas entro Kai.


-Escuchen chicos Reita llamo y dijo que se le presento un imprevisto y no podrá venir, así que no tendremos ensayo, pero debemos cumplir con un horario hasta las dos de la tarde – informo amablemente.


Aoi se levanto y se sentó en el sofá más cercano.


-¡QUEEEEEEEEEEEEE! Akira Suzuki me va a escuchar, hacernos venir para nada, mínimo podría haber avisado antes –dijo al borde de la cólera. Más enojado por no saber donde estaba su novio que por no haberle avisado.
Uruha comenzó a reírse dando vueltas en el suelo, se notaba que estaba bebido…


-si como no, se te olvida que “todos” sabemos como te pones cuando esta Reita cerca de tuyo- sonrío burlón Aoi, mirando divertido a Uruha.


Maldito Aoi quién se creía para estar burlándose de él y encima ni siquiera lo miraba.


-Aoi tiene toda la Razón… Rukito se vuelve un ga-ti-to ajajaja– estupido borracho, si no fuera el mejor amigo de Akira ya le habría tirado las baquetas de Kai por la cabeza, carraspeó y sintió hasta las orejas arderles de la vergüenza.


-¡¡Malditos guitarristas de pacotilla!! Disfrutan burlándose de mí- alzó la voz olvidando un detalle, Kai odiaba que se gritaran y se dijeran malas palabras.


-¡¡Ruki!! Controla tu vocabulario-hablo molesto el líder de la banda, volviendo a hablar por teléfono, cerca de la puerta.


Aoi ayudo a levantar a Uruha mientras ambos reían y se abrazaban, dio un último vistazo a ese par y los vio salir comentando algo que no logro escuchar puesto que ambos se susurraban, como si ocultaran algo, observo a Kai que se notaba un poco molesto con la persona que estaba en la otra línea.


Busco su teléfono en el bolsillos de su chaqueta y vio en la pantalla diez llamadas perdidas de Akira, iba a llamarlo después de comerse su hamburguesa, ya le estaba doliendo la cabeza y rugiéndole el estomago por el apetito.


Se acerco perezosamente a la mesita donde había dejado su bolso y su hamburguesa, estaba seguro que la había dejado en aquel lugar, pero ¡NO ESTABA!, solo estaba su bolso tirado cerca de la pata de la mesa, lo levanto y busco dentro de el, luego lo tiro al sofá… nada había desaparecido excepto su hamburguesa.


¡¡Horror!! Estaba enojado… verdaderamente enojado, iba a encontrar al culpable y le cortaría la cabeza al más puro estilo de la reina de corazones.


-¡KAIIIIIIIIIIII!, cuelga ese maldito teléfono – Gritó ya bastante más molesto de lo que estaba antes, no podía reprimir su mal humor y menos cuando está frustrado.


Kai bufó molesto y se escuso con quien hablaba, antes de colgar. Iba a hacer sopa de gnomo imprudente.


-Se puede saber, ¿Que rayos te pasó ahora?, como para que oses gritarle a tu hermoso líder- dijo ya cabreado, estaba ocupado organizando algunas cosas y aparte tenía que controlar a Ruki, maldijo mentalmente que justo ese día que tenia tantas cosas que hacer Reita no estuviera para ayudarlo un poco.


-¡Claro!, si te preocuparas mas de ser un buen líder y no tanto de pasar tiempo con el tallarín mutante , ¡en esta puta maldita sala de ensayos no se perderían las cosas!-le reclamó bastante alterado, por la poca seriedad que mostraba a veces Kai.



-En primer lugar nadie le dice tallarín mutante a mi novio- dijo molesto de que nadie valorará todo el tiempo, esfuerzo y trabajo que le dedicaba a la banda.


- ¿TU QUE? –exclamó sorprendido acercándose al batero-no puedes estar con esa cosa- susurró traumado.


-mi novio, ya lo oíste así que deja de llamarlo así y dime de una vez, ¿Que se te perdió?- preguntó, sintiendo como su teléfono vibraba en su bolsillo.


-¡MI PRECIADA HAMBURGUESA! – Exclamó furioso de ver como Kai sacaba su teléfono y centraba su vista a la pantalla de su móvil, en definitiva nadie lo tomaba enserio.


-Estas seguro que la compraste- o no esa voz…es de…


-¡Akiraaa!-corrió rápido aprisionándolo en un calido abrazo, recostando su rostro en el pecho del mayor y rodeando su cintura con sus cortos brazos, adoraba el embriagador olor de su novio… tan dulce y calido que le quemaba la garganta y le producía cosquillas en su vientre.


El rubio comenzó a acariciarle los cabellos tiernamente intentando calmar a su amado de aquellas rabietas que le daban de vez en cuando, bien sabía que aunque el estuviera ahí a Takanori no se olvidaría el asunto de la hamburguesa, mejor que nadie conocía como el vocalista odiaba que le tomaran sus cosas.


-pensé, ¿que no vendrías?- le hablo Kai mientras se disponía a ocupar un lugar en el sillón, después de colgar el teléfono.


-solucione mi problema antes, pero veo que llegue en un buen momento, antes de que Ruki te matara-sonrío de lado, mientras depositaba un beso en los labios de su amado.


- esto no pasaría si tú no lo consintieras tanto, lo tienes vuelto un niño muy caprichoso, sin mencionar que ya tiene 26 años – reprochó al bajista, mientras revisaba una vez más su teléfono, podía asegurar que si no se estuvieran besando, Ruki lo hubiera quemado vivo de una sola mirada.


Ruki jaló a Reita profundizando más aquel beso, intentando evitar que le respondiera a Kai, ¿Quién se creía el batero?, poniéndolo mal con su novio y en su propia presencia.
Akira termino el beso depositando otro más pequeño en la comisura de los labios del vocal.


-¡oh! Lo siento Kai, cuando uno está enamorado no nota esas cosas- sonrío traviesamente haciendo que el vocal se sonrojara.


Le ardían hasta las orejas, podía jurar que estaba más rojo que un tomate y solo pudo abrazarse más al cómodo pecho del bajista intentado ocultarse, odiaba cuando Reita y Kai comenzaban a hablar excluyendo al resto de sus conversaciones, a quién engañaba si sentía celos hasta del aire que respiraba el bajista, Reita era suyo y jamás lo compartiría con alguien.


-Nee Akira –Lo jalo de la manga rogando un poco de atención de parte de su novio.


- dime cariño- dijo agachándose un poco y besándole la punta de la nariz y luego la frente.


Tenia una sensación rara en el estomago, no sabía si era por el apetito o por los exquisitos mimos de su pareja, escucho el rugido que producía su estomago y se sonrojo de vergüenza y rabía.


-QUE ACASO ¡¡¡NO ESCUCHAN MI ESTOMAGO!!-Gritó enojado, cruzándose de brazos.


-mmm… entonces vamos al casino, te comprare una Hambur…- intentó decirle Akira, mientras lo abrazaba.


-¡¡NOOOOOOO!!, YO QUIERO MI HAMBURGUESA así que más les vale que aparezca o me verán realmente enojado-Grito, alejando a Reita, para no recibirle su abrazo, no quería ceder y después que cualquiera lo pasará a llevar.


Reita y Kai se miraron con temor cuando escucharon una risita burlona desde la puerta, sabían perfectamente que Takanori no soportaba que nadie se riera de él… y menos si era Miyavi.


-¡TUUUUUUUUUUUUUU MALDITO TALLARIN TE COMISTE MI HAMBURGUESA!-Lo acuso, sin motivo, apuntándolo.


-¿yo que? ¡Oh!, no niñito, yo no como esas porquerías, me deforman mi tan cuidado cuerpo – grave error, si antes estaba enojado, ahora nadie salvaría a Miyavi de ser asesinado. Camino con la clara intención de darle la mejor patada en el culo a ese teñido de mierda y echarlo de su sala de ensayos, estaba prohibido que esa “cosa” entrara cuando el estaba presente.


Un fuerte jalón lo detuvo y lo hizo girarse hasta chocar directamente con el tan cuidado pecho del bajista.


-Reita no lo defiendas, el se comió mi Hamburguesa –dijo haciéndoles pucheritos al bajista, de algo tenia que servirle que existiera la actuación. Ni siquiera se movió de la posición que le había impuesto el bajista, es más lo abrazó cómodamente.


-Sinceramente no se de donde sacaste que Miyavi se la comió – le susurró cerca del oído, donde dejo un pequeño beso, odiaba que Ruki le hiciera esos hermosos pucheritos y no poder darle la razón.


-Pero Akira… el se esta burlando de mi- dijo, acariciando la cintura del bajista.


-¡Ya es suficiente Takanori Matsumoto! , me estoy empezando a enojar, no porque este aquí Reita para defenderte quiere decir que no te podré retar, está situación ya me arto si no desapareces de mi vista en diez segundos, te juro que los hare trabajar día y noche, no los dejare descansar y peor aun, ni siquiera tendrán horario para almorzar –Amenazó enojado de tanta estupidez.


-¡Pero quien te crees tú para hablarme as…!- se soltó de Akira, para ir a donde estaba sentado el batero.


Antes de que siquiera pudiera terminar la frase alguien le había tapado la bota y lo llevaba a jalones fuera de la sala de ensayos, cerrando la puerta de paso.


-¡¡Ahhh Reita te volviste loco casi me ahogas!!- Gritó molesto, arreglándose la ropa.


-lo siento amor, pero de verdad que si no te sacaba íbamos a estar trabajando mucho y no te podría hacer cariño, ¿querías eso?-intento engatusarlo con bonitas palabras.


-claro que no –susurró cohibido, agachando la mirada.


-Entonces-Reita se acerca lentamente, rodeándolo con sus brazos –aprovechemos la tarde en tu cama-le susurra travieso, dejándole besitos en la cien.


Odiaba que Akira se pusiera meloso cuando sabía que estaba molesto.


-Pero Reita mi hamburguesa…-le recordó, recibiendo avergonzado las caricias del mayor.


Akira bufó molesto alejándose del vocalista, miro en el pasillo para ver si había alguien.


-ya olvídala, me haces pensar que comer es mucho más importante que yo – le frustraba de sobre manera el echo de sentirse menos importante para su novio.


-por supuesto, comer es vital-no pensaba dar su brazo a torcer aunque tuviera que mentir.

-…


Reita se aleja notablemente enojado, pasa por el lado de Takanori y camina rápidamente por el pasillo.


Que se creía Takanori Matsumoto como para cambiarlo por una tonta hamburguesa y el que se encargaba de ser el novio perfecto para su vocalista… no sabia si enojarse o echarse a llorar.


-oye Reita, espera- intento detenerlo, mientras lo seguía.
Sabía de sobra que no debería haber dicho eso.


-déjame y ve por tu tonta hamburguesa, que más da si ella es vital para Takanori Matsumoto, total el estúpido de su novio es reemplazable- dijo con ganas de hacerlo sentir mal y que se arrepintiera… las reconciliaciones eran las mejores.


-nunca dije eso – se excuso de inmediato, intentado tomar el brazo de su novio, el cual lo rechazo de un tirón.


- pues eso me diste a entender- su rostro triste pasa rápidamente a uno totalmente enojado


-ya es suficiente esta conversación es absurda- no le gustaba ver el rostro de su amor tan triste y menos enojado, empezaba a preocuparse y a sentir culpa de algo que no recordaba.


-pienso igual que tu – dijo buscando algo en sus bolsillos.


-ni se te ocurra ignorarme haciendo como que escuchas música-no se lo permitiría, al gran Takanori Matsumoto no lo podía ignorar ni siquiera su novio.


-haciendo ¿como que escucho música? Realmente eres bueno poniendo de mal humor a las personas, no seguiré escuchándote me voy – dijo ya arto de que el vocal no fuera capaz de pedir una minima disculpa a su corazón herido.


Ni siquiera había notado en el momento en que habían llegado al estacionamiento y sobre todo dedujo mal, porque lo que buscaba Akira no era su I-pod si no las llaves de la moto.


-espera amor, yo…lo siento, nunca quise decir eso- se disculpo rápidamente, era mejor asegurarse que lamentar.



-Takanori- Akira se voltea y quedan justo al frente, levanta su cara tiernamente para poder mirarlo a los ojos-es justo lo que quería que dijeras-sus labios se rozan fugazmente, pero no tarda en profundizarlo, siente como la lengua del rubio hace presión en sus labios y automáticamente abre la boca dejando pasar su húmeda y experta lengua.


Un sabor que no logro distinguir antes en la sala de ensayos, por estar pendiente de Kai, empuja suavemente al rubio, desasiendo el contacto repentinamente, lo mira sorprendido llevándose la mano a los labios.


-Akira Suzuki se puede saber ¿por que tienes sabor a…
Notas finales: Perdón por las faltas u,u estoy intentando hacerlo lo mejor posible T_______T.

Espero les guste, los próximos capítulos serán más divertidos *OOOOOO*


asdasd cuando mi amiga lo leyó, me dijo " Reita se hace el tonto, no más". y morí xDDDD

Saludos.


bye bye (:

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