Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una simple carta de amor por Mfer

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Aclaración: Uzumaki “Kawaii” Naruto le pertenece al Uchiha “Bastardo” Sasuke y todos los demás personajes de la serie le pertenecen a su propietario el Sr. Masashi Kishimoto, yo sólo utilizo a sus personajes para animar mis fic y lo hago sin fines de lucro.

Notas del capitulo:

Naruto y Gaara

Esta un chico de cabellos rojos como el mismo fuego, hermosos ojos verdes y un tatuaje en su frente que significa amor, esta escribiendo sobre una simple hoja, donde expresando todos esos sentimiento que tenia ante su gran amor y sobre todo después de un sueño…

=^-^=

Para el amor de mi vida:

 

Poco a poco me enamoré de ti. Me fascinó tu sonrisa, en tu boca mediana, de labios perfectos para besar, de tus ojillos azules que sonreían junto con todo tú rostro en el que empezaban las mejillas a anunciar con sus incipientes vellos rubios al hombre que serías al pasar esta adolescencia que nos inunda. Tú cabeza en lo alto, acanelado y largo cuello que miraba siempre hacia arriba, porque tú alta estatura, admirada por todos nosotros, tus compañeros de estudios, nos hacía sentir no se si protegidos, no se si atraídos, no se si admirados o envidiosos.

Me gustaba verte en ropa de deportes para admirar también tus largas piernas, tan delgadas pero tan firmes y elásticas, con tantos bellos rubios a todo lo largo.

Pero sobre todo lo que me adhirió sentimentalmente a ti, fue tu actitud siempre alegre, siempre tan bien dispuesta, tan tierna y amorosa hacia mí.

No sentíamos amigos.

Pero yo te quería más que eso.

Lo descubrí el día, cuando al despertar, recordé el hermoso sueño que había experimentado, en el que tú te me acercabas, sonriendo como de costumbre, y acercándote mucho a mí, me saludabas, inclinando tu cabeza y acercándola a la mía, con un tierno beso...

Creo que en ese sueño experimenté, casi físicamente, todo lo que aventuraba nuestra relación cuando se realizara.

Bailabas pésimo en las fiestas, eras un espectáculo intentando mover ese desarmado y largo cuerpo tuyo que no obstante despertaba en mí tantas sensaciones.

Pero explicando historias y anécdotas, casi todas inventadas, eras más que un espectáculo, eras único, un artista.

Cuando hablabas, yo solo tenía ojos para tu boca, viendo como en segundo plano todo tu hermoso rostro de sonrosadas mejillas que parecía que siempre estaban acaloradas por su enrojecimiento, o quizás avergonzadas por los pensamientos hacia mí, que yo deseaba que tuvieras en tu ser interior.

Por eso te invitaba tanto a casa. Tanto que ya eras comensal habitual entre nosotros y el invitado a todos nuestros paseos y vacaciones.

Me satisfacía con solo sentir tu respiración en la cama de al lado cuando dormíamos en la misma habitación.

Tú no sabías que yo, cuando tú te levantabas y salías me echaba en tú cama para sentir tu calor, tu olor... que lo mismo hacía con tus ropas, especialmente las íntimas cuando te las encontraba sobre la cama o tiradas en la habitación.

Nunca pude encontrar huellas de tu libido en ellas, siempre olían a limpio y a tu cuerpo... que yo hacía los más increíbles esfuerzos, inventando miles de tretas, para ver desnudo.

Una vez lo logré, cuando entrando repentinamente a la habitación, sabía que te estabas vistiendo luego del baño, y te encontré agachado, metiendo el calzoncillo por uno de tus pies, y pude ver tu largo miembro colgando y noté que no estabas circuncidado porque el prepucio lo tenías larguísimo y cerraba totalmente el hermoso glande rosado que, no obstante la piel, se delineaba perfectamente.

También, en esa rápida pero penetrante mirada, vi cuan profusa era la mata de pelillos rubios alrededor de tu adorado pajarillo y que tus colgantes testículos mostraban una sonrosada, arrugada y lampiña piel que imaginé suave como la seda.

Levantaste la mirada hacia mí, con tus rayitas sonrientes, las mejillas rojas de siempre con esos tres rayitas que enmarcaban tú boca, en ese momento semi-abierta.

El mentón partido en ese momento te hacía ver más hombre y menos niño y era el justo acento para el hombre que veía en tu cuerpo.

Pasé junto a ti y saqué la toalla del armario, para disimular mis motivos de entrar así y en ese momento a la habitación. Yo tenía vergüenza, en esa época, de mostrarte mis sentimientos y mucho más mis deseos... no nos dijimos nada en palabras, pero tu expresión me mostró cierta vergüenza de que yo te viera desnudo, lo que no es raro entre amigos, pero eso me hizo quererte más al sentir también tu timidez. Espero que mi mirada y expresión, por el contrario te hayan mostrado todo el sentimiento y atracción que ejercías en mí.

Por esa época yo vivía uno de mis típicos momentos de depresión. Ahora entiendo que su principal causa eran mis deseos frustrados, no realizados.

Por eso es que siempre te hago escuchar canciones románticas... "Debes buscarte un nuevo amor...", que a veces siento que soy yo quien habla y en otras, según vaya nuestra relación imagino que eres tú quien me la canta.

AMISTAD. A nuestra relación no se le puede dar otro nombre, aunque junto a ella mis sentimientos dicten también amor, pasión, deseo...

Y que decir de los celos. Sabes, porque te lo he explicado, cuan celoso soy de los míos, pero especialmente de ti (esto último si que no te lo he dicho, pero cómo quisiera dártelo a entender...). ¿Recuerdas cuando me contabas que te gustaba la Sakura, cuando entre risas me explicabas todo lo que le harías... si la tuvieras...? Todo eso me ponía de muy mala uva. Sentía que mis tripas se me hacían un nudo, tenía ganas de morir, de matarme allí mismo, de llorar a gritos, de salir huyendo...

Esa noche que quedamos de encontrarnos para leer un libro y me llamaste para decirme que no venías porque te verías con ella en la cafetería... me la pasé en vela y llorando, estaba seguro que esa noche te perdería para siempre y que sería ella y no yo la que saborearía tus primeros besos, la que te encendería de pasión adolescente... Esa noche juré que me mataría para no volver a sufrir el dolor que me embargaba.

Pero, a media mañana del día siguiente, volví del infierno al paraíso cuando me explicaste en el descanso que la velada había sido aburridísima porque ella llegó acompañada de su madre de regreso de unas compras y que apenas habían bebido un refresco y se habían despedido y que

-¡Buahhh!, esto de salir con chicas no era tal como todos los pintaban-ttebayo...

Te había recobrado para mí. El martirio había pasado.

Por eso al recordar mi noche, nuestra noche, ambos en la misma cama, ambos con nuestros slips por toda vestimenta, yo acurrucado en tu pecho y sintiendo tu brazo alrededor de mis hombros, siento mi vida realizada. Como revivo el momento en que ambos giramos la cabeza a la vez y nos encontramos con nuestras bocas juntas y nos dimos un tierno beso, de esos que nuestros amigos llaman "piquitos"... y que fue el inicio de nuestras caricias porque mi mano empezó a recorrer tu cuerpo suave, a juguetear con los pelillos de tus axilas, a hacerte reír con las cosquillas que te producían mis toqueteos, cuando no te sorprendiste porque mi mano acariciaba tu vientre y recorría el borde de tu calzoncillo y luego mis dedos jugueteaban con tus vellos púbicos y tus brazos me estrecharon más y fuertemente como una caricia aceptando mis caricias y que yo intuía que tenías recelos de darme más.

Está viva en mi memoria toda la escena, la repaso como quien vuelve a ver una y mil veces su película favorita o las fotos de sus seres más queridos o las ocasiones más felices de toda su existencia.

Repaso una y otra vez el momento en que toqué tu miembro, avanzando mi mano más dentro aún de tu breve prenda. Cuando, al contacto de mi mano, se puso enhiesto y largo y al acariciarlo desde su base hasta su otro extremo, sentí un glande hinchado, suave y tierno que resumaba tus jugos para el amor.

Casi oigo el sonido de nuestros besos, casi ciento el sabor y la textura de tu lengua entrando en mi boca, el peso de tu cuerpo que se echaba sobre el mío, aplastándome virilmente sobre la cama, el olor de tu sudor y la intensidad de tu pasión, ya despertada.

Yo te quité, bajando, mis manos, el slip. Tu accediste levantando la cintura. Con más esfuerzo por tu peso sobre mí, me quité el mío y sentí en mi entrepierna el roce suave de tu miembro excitado y entre mis muslos el de tus huevos y en mis piernas el roce de las tuyas, cálidas, fuertes.

Recuerdo que nos besábamos apasionadamente, que tú buscabas mis sensibilidades y recorrías mis lóbulos, mi cuello, mis hombros y que tu lengua me invadía la boca hasta donde podía llegar, mientras yo hacía lo mismo y con mis manos acariciaba tu espalda y con mis uñas rascaba suavemente a todo lo largo de ella.

Siento casi en vivo que abrías con tus piernas las mías y que luego yo, haciendo un gran esfuerzo empecé a levantarte desde la cintura y que tú adivinando y obedeciendo mis deseos, quedaste sentado sobre mí y fuiste acercando a mi boca tu enhiesto falo que destilaba ya una hebra de su sabroso jugo y que yo, sin esperar, me lo llevé a la boca, iniciando tú un vaivén de tu cintura, metiéndolo hasta mi garganta y sacándolo y volviéndolo a meter, mientras mis dedos pellizcaban tus pezones y tus manos se afirmaban fuertemente en mis hombros.

Entonces, volviendo a tomar la iniciativa me giré ofreciéndote mi espalda, te recostaste sobre mí preguntándome tan amorosa y tiernamente -¿estás listo?, casi como pidiéndome autorización para entrar en mí... y al el exclamar yo que sí, abriéndome las piernas con tus rodillas iniciaste una suave y cuidadosa penetración en mi virgen ojete que te estaba reservado, así como para mí lo estaban los placeres de tu primer acto sexual y tu primera eyaculación dentro de otro cuerpo luego del roce celestial de tu falo en las suaves, húmedas y sensibles paredes de mi interior.

Mi ensoñación llega hasta el momento en que tú estabas por sentir tu orgasmo y derramarte entero dentro de mí... porque, y esto es lo más doloroso de mi vida, todo fue un sueño, del que al despertar, me puse a llorar a gritos porque se que lo nuestro no tiene principio ni fin. Se que tú eres, entre comillas, normal, y que yo en cambio siempre te amaré y desearé aunque mi amor y mis deseos no sean sino una frustración más en esta p*** vida que me ha tocado en suerte.

No obstante, TE AMO, y me basta, ya que amarte y tenerte como amigo por lo menos, es lo mejor que me ha tocado en suerte.

*Con todo mi cariño, para mi gran amor Naruto.

De tú amigo Gaara.

=^-^=

El mismo chico de antes pero ahora se encuentra llorando sobre ese siempre papel donde plasmo sus sentimientos pero tan importante para él. Sin darse cuenta un chico rubio de hermosos ojos azules lo abrazo por la espalda y le dice “Yo también te amo y nada fue un sueño, mi lindo Gaara”.

^_^ Fin ^_^

Notas finales: Chicos y Chicas… Amigas y Amigos de amor-yaoi.com en mi página: http://mfer-yaoi.webnode.es/ tengo la siguiente encuesta: ¿A quién quieres de pareja para Kakashi, para el 15 de sept. su cumple? Tienes todo el mes de agosto para elegir… Y ahora por petición de una amiga si quieren votar por esta página lo pueden hacer… aquí están los candidatos…

Iruka Umino (5)
Obito Uchiha (0)
Naruto Uzumaki (1)
Itachi Uchiha (1)
Minato (1)
Sasuke Uchiha (1)
Yamato (0)
Gai-Sensei (0)
Haku (0)
Zabuza Momochi (0)

OTROS:

Gaara (1)

NOTA: Si quiere a otro, solo dígame y lo agregamos como fue agregado Gaara por que no esta en mis planes, pero por petición lo agregué.

 

Nos vemos y cuídense mucho… Su amiga Mfer.

 

PD.: Espero que les haga gustado este fic… por cierto en mi perfil de esta página puse una calendario de las actualizaciones, o cuando voy a subir nuevos fic, por sí lo quieren revisar… además de poner una lista con todos los fic con su liga. Ahora sí… cuídense y nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).