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In flames por xXBlack-HollyhockXx

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Notas del fanfic:

Se nota que mis resumenes son MALISIMOS :'DDDD En fin, perdón por tardarme meses en subir algo, pero con todos estos asuntos de la entrada a la universidad y mi flojera pues me tardé mucho. (Aunque sé que no es excusa u__ú)

Si leen algo que no les agrade, consideren que tengo que quitar o agregar algo no duden en decirmelo, diganmelo en los reviews xDDD  O haganme saber si de plano no les gustó nada nada... no me enojo, se los prometo (soy una persona pacífica :DD No muerdo (?)) Ese tipo de comentarios solo ayudarán a mejorar...

Notas del capitulo:

Les traigo este primer capitulo del nuevo fic que empecé :D  Sé que en las advertencias dice "lemon", pero tendrán que esperar al siguiente capitulo xDDD  (los hago sufrir mucho? D:)

Las frases que incluí dentro de esta primera parte pertenecen a la canción "In flames" de Gackt, supongo que más de una sabe de este hermoso cantante ne? *-*

Espero que les guste  :DDD

Ah, y todos los personajes pertenecen a Kouga Yun... nada me pertenece más que la idea  u___ú  que triste...

IN FLAMES

 

“¿Por qué? ¿Por qué todo se siente tan diferente cuando él está conmigo? Aún cuando sé que todas sus frases están plagadas de mentiras, y que jamás descubriré lo que en realidad piensa sobre mi”

 

Así pensaba una y otra vez Ritsuka mientras miraba a Soubi a través del cristal de la ventana del salón en que se encontraba. Lo miraba distraído, un ligero sonrojo cubriendo sus mejillas. Soubi estaba parado en la puerta de entrada de la escuela como acostumbraba, esperando por Ritsuka… por supuesto. Había algo que le molestaba al pequeño en la presencia del mayor, simplemente no lo soportaba y esta sensación lo confundía.

Después de todo fue el sujeto que apenas el primer día de haberse conocido robó su primer beso, el que aunque Ritsuka le ordenara que le dijera la verdad se guardaría siempre todos esos misterios, lo seguía a donde quiera que fuera era su “sirviente”, su “luchador”. Claro, era completamente normal que le molestara su presencia, ¿no es así?

 

“Si, completamente normal” Ritsuka intentaba convencerse.

                                                                                                                                      

“-tsuka, ¡Ritsuka! ¡Pon atención a la clase!”

 

“¡Ah! Lo siento Shinonome-sensei” dijo mientras sentía que se sonrojaba al momento de darse cuenta que estaba distraído pensando en el rubio.

 

 “No te distraigas, el tema de hoy es importante”

 

El neko sintió como se ruborizaba, no estaba poniendo atención por pensar en Soubi, pero a decir verdad ya estaba ansioso por salir de ahí.

 

Después de unos minutos sonó la campana y salió corriendo sin prestar atención a Yuiko que le llamó varías veces antes de irse y cuando casi llegó a la puerta de entrada se detuvo.

 

¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué estoy corriendo hacía él?”

 

Justo en ese momento Soubi volteó y vio a su pequeño, y sonriéndole le hizo un gesto para que fuera hacia él, a lo cual Ritsuka apenado obedeció.

 

“Hola Ritsuka” dijo mientras terminaba su cigarro “¿cómo te fue en la escuela?”

 

“Aburrido. Te he dicho que no me gusta que fumes enfrente de la escuela, deberías dejarlo… te hará daño”

 

“Lo dejaré si es lo que deseas Ritsuka” contestó Soubi lanzando el cigarro al suelo para luego pisarlo y así extinguir el fuego. “¿Irás hoy a tu casa?”

 

Comenzaron a caminar en dirección a casa de Ritsuka, a Soubi nunca le agradó que siguiera ahí. Aunque el niño no lo viera de esa manera su vida corría peligro en ese lugar… su madre ya no era la misma. Sin embargo, Ritsuka seguía insistente en que él era el culpable por no ser “el Ritsuka real”

 

“Claro que sí. No puedo dejar sola a mi madre, podría pasarle algo” mencionó el pelinegro y Soubi lanzó un suspiro.

“Ritsuka, es peligroso que estés ahí…tu madre…” se detuvo un momento “tu madre no es la misma de antes, necesita ayuda profesional”

 

“Pero yo tengo la culpa por… no ser su Ritsuka. No quiero dejarla sola”

 

Soubi suspiró, no logaría nada insistiéndole al pequeño niño ya que lo había intentado varias veces antes, diciéndole que se fuera a vivir con él pero aún Ritsuka no parecía tenerle completa confianza, cosa que lastimaba a Soubi de alguna manera.

 

“Prométeme que me hablarás si pasa algo, lo que sea… iré de inmediato” dijo con un poco de preocupación y Ritsuka solo asintió, no podía negar que le daba cierto gusto que Soubi se preocupara así por el aunque aún tenía sus dudas acerca del amor que el luchador decía tener por él, después de todo lo amaba solo por ordenes de Seimei.

 

Caminaron en silencio el resto del camino, los dos pensando en el otro y  en menos de diez minutos llegaron a casa de Ritsuka, y justo cuando el más pequeño iba a meterse a su casa Soubi formuló una pregunta inesperada para el niño.

 

“¿Me amas Ritsuka?” dicho niño no pudo hacer más que sonrojarse

 

“¿Por qué lo preguntas?”

 

“No lo negaste” dijo mientras reía un poco.

 

“Y tú no has contestado a mi pregunta” mencionó Ritsuka un tanto molesto, no le gustaban este tipo de conversaciones con Soubi, siempre fueron…incómodas, lo ponían nervioso y no sabía por qué. Incluso ahora sentía que su corazón se aceleraba.

 

“¿Será que si lo amo? No, no, no…pero ¿qué estoy diciendo? No puedo enamorarme de él, es un hombre, además mucho mayor y… por supuesto que no es amor” pensó aunque una parte de su conciencia sabía que no era verdad, una parte de su conciencia que no escucharía.

 

“Sólo quería saber, pero creo que no me lo dirás hoy”

 

Entonces Soubi tomó a Ritsuka de la muñeca, empujándolo hacía él y plantando un suave beso en los rosados labios del menor. Inmediatamente Ritsuka se retiró bruscamente, su pálida cara tornándose de un profundo color rojizo y Soubi sonrió.

 

“¿Por qué hiciste eso? ¡Estamos en la calle, nos pudo haber visto alguien!”

 

“No hay nadie aquí Ritsuka, no te preocupes”

 

De nuevo el mayor empujó al niño hacia el dándole otro beso pero esta vez Ritsuka respondió tímidamente al gesto, su cara roja aún y su respiración se aceleraba a cada segundo.

 

Así duraron durante un rato  pensando que no los vería nadie pero Ritsuka olvidó que la ventana de su cocina daba vista hacia la calle, y su madre estaba presente viendo el acto. Sin embargo, los dos estaban demasiado adentrados en el momento como para percatarse de que alguien inesperado los observaba.

 

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Mientras tanto Misaki observaba todo el espectáculo desde la ventana, ¿quién demonios era ese hombre? Estaba besando a…. Ritsuka. No lo podía creer, ese no era su hijo… su pequeño niño nunca haría algo así y mucho menos con un hombre.

Se encontraba sin habla, su sorpresa era tanta que no podía articular palabras sin embargo por su mente pasaban muchas cosas, cosas que una madre no pensaría en hacerle a su propio hijo incluso en un ataque de ira como este.

“Rit…suka, no, no, ¡ese no es MI RITSUKA! ¿¡Qué le hicieron a mi hijo!? Sacaré a ese desconocido de mi casa hoy mismo… me devolverá a mi hijo. ¡Quiero a mi hijo cueste lo que cueste!”      Dijo para sí misma al momento que derramaba incontables lágrimas a causa de la desesperación.

Tendría algo planeado para cualquiera que fuera la persona que entrara en su casa hoy. Le devolverían a su Ritsuka.

 

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Cuando por fin se separaron Ritsuka jadeaba un poco por la falta de aire.

 

“Nos vemos después Ritsuka, háblame si me necesitas… vendré en seguida. Te amo”

 

“N-no digas esas cosas Soubi, tengo que irme”

 

Ritsuka entró a su casa, el color rojo que tenían sus mejillas lo hacía ver adorable. Cerró la puerta tratando de no hacer ruido para no sorprender a su madre. Subió rápidamente a su habitación al no percatarse de la presencia de nadie y cerró la puerta.

 

Tocó sus labios y se recostó en su cama después de haber dejado a un lado la pequeña bolsa que llevaba con él a la escuela.

 

“¿Qué me está pasando? ¿Será así como se siente estar… enamorado?”

 

Preguntas parecidas pensó el menor antes de quedar profundamente dormido y soñó con Soubi, sus labios, sus manos, su voz, su piel, su cabello y esos hermosos ojos azules que lo sumían en bellos pensamientos.

 

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Misaki no estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, lo que sí sabía era que alguien que no era su amado Ritsuka estaba tomando su lugar.

 

“Ya lo he soportado demasiado tiempo, hoy se acaba todo” susurró mientras abría lentamente la puerta de la habitación del desconocido, quien al momento de estar tan sumido en sus pensamientos había olvidado cerrar con seguro su puerta.

 

Se acercó apretando en su mano un cuchillo con la intención de herir al intruso que se encontraba en esa misma habitación. Miró hacia la cama, ahí estaba el niño… caminó y caminó hasta que quedó parada enfrente de él y luego observó a la persona tendida sobre las sábanas.

 

“Ni siquiera se molestó en quitarse su ropa de la escuela, Ritsuka siempre se cambiaba antes de dormir. Siempre” murmuró cautelosamente para no despertarlo.

 

Muy dentro de su ser sabía que algo estaba haciendo mal, una pequeñísima parte de ella le decía que no lo hiciera, pero era más la furia que sentía contra este… “extraño”

Observó al niño, el subir y bajar de su pecho mientras respiraba tranquilamente, su pálida piel y sus orejas, se veía tan frágil. Y sin embargo, ella le haría daño… No, no, no ¡pero si ella estaba en lo correcto! ¡Esta persona le arrebató a su hijo!

 

Se inclinó sobre el cuerpo del menor y levantó  la mano con la que sostenía el arma. No lo comprendía pero sentía algo oprimiéndole el corazón, casi como si no fuera capaz de lastimar al extraño tendido en la cama… pero la decisión ya estaba tomada. Así fue como derramó algunas lágrimas las cuales cayeron sobre la cara del menor despertándolo.

 

Cuando el pelinegro abrió los ojos, se percató inmediatamente de la situación y sus ojos adoptaron una mirada de total terror.

 

“¿Mamá? ¿Qué haces aquí?”

 

“¡NO ME LLAMES MAMÁ! ¡TÚ! ¡TÚ NO ERES MI HIJO!” La furia con la que gritaba era inmensa, y pronto las ropas de aquel inocente “intruso” comenzaron a teñirse de un oscuro color escarlata.

 

Suplicas se escuchaban, gritos de ayuda… y al parecer Misaki no se detendría. Y en algún momento la mano de la mujer se detuvo, algo en su mente y el dolor que sentía en su pecho la hizo parar y soltó el arma afilada.

 

Su cara denotaba desesperación y frustración, lágrimas recorrían su rostro y se mezclaban con la sangre mientras sus ojos bien abiertos miraban a una persona cubierta de ese mismo líquido rojo. Y sin más salió corriendo de la habitación.

 

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Ritsuka nunca esperó que su madre entrara a la habitación, había recibido varias puñaladas. Su madre había llegado demasiado lejos esta vez, tenía la respiración entrecortada y abrió los ojos solo para ver a la mujer salir corriendo por la puerta de su habitación, fue entonces cuando volteó y vio el celular sobre la cama.

 

Su cuerpo estaba adolorido y muy malherido, lo único que quería era alcanzar el teléfono y llamar a alguien que lo ayudara. Soubi. Necesitaba hablar con Soubi, al menos escuchar su voz una última vez, no quería perderse en la oscuridad… no aún.

Y con mucha dificultad logró alcanzar el celular, su mirada se nublaba más cada segundo y lo único que lo mantenía despierto era su fuerza de voluntad, la fuerza de sus pensamientos y deseos por llamar a su luchador.

 

El primer número en su lista de contactos era el rubio e inmediatamente marcó. Después de unos momentos contestó una voz tan familiar, era la voz más hermosa que Ritsuka pudo haber escuchado en ese momento.

 

“¿Ritsuka? ¿Ritsuka, qué pasa?” se escuchaba al otro lado de la línea

 

“S-Soubi, necesito que… vengas. Soubi por favor.”

 

Ritsuka casi no podía hablar, su cuerpo estaba muy débil y no pudo decir nada más, solo vio oscuridad después.

 

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“¡¿RITSUKA?!”  Soubi colgó el teléfono, ya no escuchaba al niño al otro lado e inmediatamente dejó lo que estaba haciendo.

Corrió hacia la puerta y se puso su abrigo, Kio lo miraba desconcertado.

“¿Por qué tanta prisa Sou-chan?” preguntó Kio al ver la desesperación en los movimientos de su amigo

“Algo malo le sucedió a Ritsuka, se escuchaba muy débil… esa mujer, debió hacerle algo. Tengo que ir a verlo” dijo apresuradamente y acto seguido salió corriendo para ver a su pequeño.

Corrió lo más rápido que pudo, la nieve que se había apilado en las calles lo hacía todo más difícil, y lo que pensaba Soubi eran cosas como “¿Por qué tiene que ser tan malo el clima justo ahora?” “Ritsuka, resiste” “Esa mujer no lo volverá a tocar una vez más”

No quería perder a Ritsuka y mucho menos de esta manera. Tenía demasiado por vivir y no era justo que alguien le arrebatara sus sueños de esa  manera. ¡Era su propia madre! No era posible que alguien pudiera hacerle eso a otra persona y mucho menos a su hijo.

“Ritsuka, Ritsuka, Ritsuka”  Era el único nombre que su voz podía articular en el momento “Que aún esté con vida por favor, no quiero perderlo.”

 

---The wavering shadow of the white lotus overlapping your lips wishing for a final miracle. So beautiful I hold my breath like melting glass enveloped in scorching flames---

 

Cuando llegó subió rápidamente por el balcón y pudo ver el cuerpo del niño en el suelo, su cara estaba más pálida que de costumbre y un blanco fantasmal adornaba sus labios. Sus hermosos ojos detrás de los cerrados parpados no se dejarían ver. Aún así Ritsuka seguía siendo una de las criaturas más hermosas que Soubi hubiera visto jamás, sin embargo, su hermosa criatura estaba perdiendo la vida con cada segundo desperdiciado.

Abrió la puerta de cristal que por suerte estaba sin seguro y corrió a un lado del menor. Lo agitó un poco para ver si podía despertar.

“Ritsuka, ¿me escuchas? Resiste por favor… ya estoy aquí, te pondrás bien amor” dijo mientras cuidadosamente lo cargaba en sus brazos, no le importó que sus ropas se llenaran de sangre, lo  que más le importaba era llevar a Ritsuka a un hospital… ¡YA!

Bajó las escaleras rápidamente pero teniendo cuidado con el cuerpo que llevaba en brazos, no importaba si la madre de Ritsuka estaba presente, solo quería salir en ese instante.

Y la vio en la cocina, llorando y a la vez lanzando estruendosos gritos llenos de terror… ni siquiera se percató de la presencia de Soubi, su cara ensangrentada denotaba gran desesperación. ¡Cómo habría querido Soubi hacerle daño a esa mujer justo en ese momento!  Pero la situación no se prestaba para eso.  

Por fin salió por la puerta de entrada y corrió por la nieve hasta que no pudo más, el pecho de Ritsuka aún subía y bajaba con dificultad, el rubio solo esperaba que no hubiera dañado nada vital dentro del niño.

Soubi corría, no se atrevía a mirar al neko, era demasiado doloroso incluso para él verlo en ese estado.

“S-Soubi…”  se escuchó hablar a un Ritsuka muy débil quien abrió lentamente los ojos

“Shh, Ritsuka… no hables, no gastes energía. Ya vamos al hospital… necesito que resistas por favor” dijo Soubi, abrazó a Ritsuka más fuerte,  su voz quebrándose como si fuera a llorar y tal vez si estuviera a punto de hacerlo. “No me dejes Ritsuka, por favor”

 

---The screaming night tore the moon to shreds. Only the sigh of the rain that announced our farewell echoed in the night sky---

 

“¿Será este nuestro último adiós?” pensó Soubi mientras seguía corriendo, un semblante de tristeza adornando su rostro.

Ritsuka ya no respondió, volvió a quedar dormido y Soubi se alivió al ver que aún respiraba, ya estaban llegando…

Rápidamente empujó la puerta en la sala de urgencias y dos enfermeras fueron a ayudarlo inmediatamente. Pusieron a Ritsuka en una camilla y un doctor se le acercó, colocándole un respirador y varias toallas para detener el sangrado de sus heridas.

“¿Qué diablos fue lo que pasó?” preguntó el doctor desconcertado

“Su madre… lo hirió de esa manera, lo apuñaló” contestó Soubi, casi no podía respirar.

Y miró como se llevaban a Ritsuka a una sala de emergencias. Soubi solo pudo sentarse a esperar, la gente de alrededor lo miraba extrañados por la ropa teñida de rojo, y el rubio solo quería ver a Ritsuka una vez más.

 

Notas finales:

Pues este fue el primer capitulo :DDD Muchas gracias por haber leido y espero que esta primera parte les haya gustado...

¡No puedo creer lo que le hice a Ritsuka! Pobrecito u__ú  me sentí mal al escribir esto pero creo que la siguiente parte lo compensa... creo xDD

Pero bueno, gracias otra vez por leer :DD


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