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Mi Soñada Princesa Azul por sakuralipotter

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Notas del fanfic:

es un oneshot y los personajes son de mi invencion

Notas del capitulo:

Espero sea de su agrado

El cálido sol obsequiaba sus primeros rayos, luminosas estelas de luz que se colaban por esa ventana. Una chica algo pequeña se cubría de aquella luz con las sabanas.
-Allison-se escucha un grito que consigue despertar por fin a la jovencita-Allison, despierta o llegaras tarde
-si mamá-responde en un bostezo la chiquilla.
Allison era una chica de 18 años, recién ingresada a la universidad. Pequeña y de apariencia frágil, pero con un noble y gran corazón que la hacían una de las personas más dulces que cualquiera pudiera conocer. Sus almendrados ojos reflejaban tanta paz que cualquiera que los mirara se sentiría tranquilo y en confianza, pero eran resguardados por un par de lentes. Su cabello castaño danzaba con el viento. Su sutil sonrisa descongelaba hasta la más fría expresión. Su belleza si bien no era deslumbrante, si era bastante reconocida. Aun así no tenia novio, ni siquiera pretendientes pues Allison era demasiado tímida, le costaba mucho trabajo entablar una conversación y más aun si era con alguien desconocido para ella.
Allison escogió unos jeans y una blusa de su armario y se dispuso a darse un baño. Minutos después bajo a desayunar para encontrarse con su madre a disfrutar de su desayuno.
-aun no puedo creer que me hayan aceptado-decía Allison feliz mientras se llevaba un trozo de pan tostado a la boca-hoy comienzan las clases y aun no me la creo
-te esforzaste mucho para conseguirlo Ally, estuviste estudiando mucho para el examen de admisión, era obvio que te aceptaran-le dice su mamá sonriendo
-si, lo sé, pero aun así, no me lo creo-a solas y en la comodidad de su casa Allison podía ser tan extrovertida e impulsiva como el que más, pero fuera de ella era como un gatito desorientado.
-bueno, date prisa o llegaras tarde-le dice su mamá, Allison apuro el bocado y regreso a su habitación por su mochila para después salir casi corriendo en dirección a la universidad.
En aproximadamente una hora Allison llego a la universidad. Aquella imponente vista: grandes edificios, que seguro eran el resguardo de laboratorios, salones, bibliotecas; jardines y arboles por doquier adornando el panorama, estudiantes platicando y riendo felizmente. Saco de su mochila un mapa y se dispuso a buscar el edificio de su facultad. No le fue difícil, ya que todos llevaban con grandes letras doradas el nombre de la carrera impartida. Ahora solo faltaba buscar el salón de clases, por fortuna tenía tiempo de sobra, su primera clase empezaba dentro de una hora, así que se dispuso a vagar un poco antes de llegar al aula. Observaba maravillada tanto la infraestructura como a la gente, tan ensimismada estaba que no se dio cuenta por donde caminaba, una chica se impacto contra ella cayendo las dos al piso.
-disculpa, estas bien?-pregunto la chica poniéndose de pie, aunque unas lagrimas parecían querer salir de sus ojos
-si, descuida, estoy bien-respondió Allison apenada-tu estas bien?
-si…-murmuro la desconocida como en otro mundo-hasta luego
La chica desapareció al instante. Allison había quedado muda, la chica era bastante linda, sus rasgos eran finos, su piel morena clara y con un aspecto bronceado dorado que resaltaba aun mas su belleza, ese porte desgarbado resaltado por su altura, el cabello corto, apenas arriba de los hombros, lacio y oscuro, casi negro, esa sonrisa melancólica que le ofreció, pero sobre todo esos ojos negros, con ese brillo triste que dejan las lagrimas a su paso. Esa imagen quedo grabada en su mente y no se borraría jamás, solo que Allison no lo sabía.
Tanto merodear por la universidad le había dejado sin tiempo, así que corrió a su salón de clases y se sentó en uno de los asientos libres.
La clase paso bastante tranquila, el profesor parecía un poco estricto, pero se notaba que era un experto en la materia. Sus compañeros parecían de mundos diferentes al suyo, la mayoría al terminar la clase ya habían conseguido hacer una o dos amistades, hablaban de luchas, futbol, música o cualquier cosa que tuvieran en común, excepto ella. Allison tenía gustos un tanto diferentes. Amaba leer, podía perderse por horas dentro de un libro, asilándose de todo, en los libros se olvidaba del mundo, de la realidad, sumergiéndose en los problemas de los demás, pero sabiendo muy bien que esos problemas al final terminarían en un final feliz. En cuanto a música si bien no tenía nada contra ningún género musical y toleraba todos, amaba por sobre todos la música clásica y las baladas románticas, amaba los sonidos dulces y melodiosos del piano, las trágicos y desesperadas notas del violín y los acordes tan multifacéticos de una buena guitarra acústica. Miraba realmente poca televisión, pero podía pasarse horas viendo anime o alguna buena película. Todos estos gustos un tanto inusuales habían hecho que la mayor parte de su vida tuviera pocos amigos.
El receso comenzaba y aunque había tomado un buen desayuno, de eso hacía ya casi 4 horas, así que se enfilo a comprar algún refrigerio cuando la vio de nuevo, la chica melancólica con la que había chocado en la mañana. Una chica rubia que sinceramente asustaba un poco la reñía, los gritos eran tan fuertes, que prácticamente toda la cafetería la escuchaba.
-por dios Renata, 3 veces, te llame 3 veces y ninguna contestaste-vociferaba la rubia
-estaba en clase, ya te lo dije-murmura apenas audible la morena mirando al piso
-y esa es razón suficiente para tenerme como idiota marcándote-grita la rubia tomándola con fuerza del brazo
-lo lamento-responde la morena apenada porque ya todos las miran
-pero es que eso me saco por salir con una niña-dice la rubia empujándola y saliendo de la cafetería dejando a la morena en shock
Nadie se atrevía a decir nada, todos miraron hacia otro lado regresando a sus habituales actividades.
Renata era una chica linda, pero había corrido con la mala suerte de enamorarse de la persona equivocada, Dinorah, una chica bisexual engreída y orgullosa, si, muy bonita, pero con el corazón helado y cruel. Renata la había conocido y se había enamorado casi al instante de la falsa cara amable de Dinorah, lucho y lucho pero Dinorah no la veía más que como a un pequeño títere con el cual jugar, hasta que hace apenas un par de meses Dinorah había sido votada por su novio y había decidido, por despecho, hacer a Renata su novia, Renata no cabía de la felicidad, pero apenas un par de semanas después se dio cuenta de que había vivido engañada, enamorada de un falso ser.
Renata desde chica había estado sola, sin hermanos, padre y madre ausentes, había tenido que crecer por su cuenta, y al parecer lo había hecho muy bien, era una jovencita amable y responsable, bastante atenta y divertida, deportista nata, sobresaliendo en los deportes individuales y de combate. Además con excelentes notas. Cuando sus padres se enteraron de sus preferencias sexuales fue como si les hubiera dicho que prefería el futbol al beisbol, paso desapercibido, como todo lo que hacía. Ese sentimiento de vacio precisamente la había llevado a enamorarse de la primera persona que la trato como persona, fingidamente, pero se enamoro de ella, de Dinorah. Desde entonces no había hecho más que sufrir, pero quizás por amor, quizás solo por no estar sola, no se atrevía a dejarla.
Renata tomo su almuerzo y se sentó en una mesa para dos a comer, Allison había comprado varias cosas de comer, cuando estaba nerviosa comía demasiado, no encontrando mas lugares, fue y se sentó donde Renata.
-disculpa, es que todos los demás lugares están ocupados-se excuso Allison apenada
-no te preocupes-dijo Renata con una media sonrisa-adelante
-soy Allison, mucho gusto-se presento la castaña para romper un poco el hielo
-Renata, un placer-contesto la morena esbozando una ligera sonrisa
-de que semestre eres?-pregunto Allison haciendo platica a su compañera
-estoy en tercero-contesto Renata-y tú?
-soy de primero-dijo un tanto apenada Allison por hablarle tan confiadamente a una alumna mayor
-pues si necesitas ayuda con las materias, los profesores, encontrar un salón…-ofreció Renata amablemente
-muchas gracias -dijo amablemente la castaña
Las chicas siguieron platicando el resto del receso, Renata le hablaba de cómo eran las cosas ahí y Allison hablaba de lo difícil que fue el examen de admisión. Intercambiaron números y mails y se despidieron.
Las clases pasaron veloces, pues al ser el primer día no hacían demasiado. Otra de las grandes pasiones de Allison era el Tae Kwon Do, una vez lo vio de niña en las olimpiadas y quedo enamorada de ese deporte. Cuando se entero de que además la universidad contaba con un club de este su emoción aumento.
El gimnasio estaba a unos 10 minutos de su facultad. Cuando llego aun había un grupo de chicos practicando. Era una de las cosas que más amaba de ese deporte, la gracia con la que se movían, el porte con el que golpeaban y a la vez la fuerza que imprimían en cada impacto. El objetivo no era dañar, sino defender. Allison entro a los vestidores y se puso su uniforme, se sorprendió de lo bien que le quedaba, se veía realmente linda, pero se sorprendió aun mas al ver entrar a un rostro ya familiar.
-Allison?-pregunto la recién llegada-no sabía que te hubieras unido al club-dijo Renata comenzando a ponerse el uniforme de combate, causando un leve sonrojo en Allison que la observaba
-si, es que amo el tae kwon do-respondió Allison volteando a otro lado-espero aprender mucho, solo he practicado un poco por mi cuenta, es la primera vez que estoy en un club
-pues si quieres puedo ayudarte-ofreció amablemente Renata-así alcanzarías a los demás pronto y no te retrasarías en las practicas
-claro, muchas gracias-agradeció Allison, y como ambas chicas ya se habían puesto los uniformes salieron al gimnasio y se unieron a los demás.
Renata era realmente buena, sus movimientos eran sutiles, pero letales, por decirlo de alguna manera, combatía con gracia y habilidad y era por mucho la mejor alumna de la clase. Para sorpresa de muchos Allison tenía mucho talento, y al parecer esas prácticas individuales le habían servido de mucho, pues también poseía una gran habilidad y era adivinable que en poco tiempo superaría al resto de sus compañeros.
El entrenamiento termino, al igual que el día escolar, Renata y Allison salieron juntas del gimnasio, platicando alegremente, pues descubrieron que tenían muchas cosas en común, caminaban con tranquilidad rumbo a la salida cuando un auto casi las arrolla, la conductora: una rubia desagradable, Dinorah que miraba de manera fría y con odio a Renata y de paso a Allison, la mirada de la morena paso de ese brillo que denotaba su alegría apenas hace unos segundos a esa triste mirada melancólica, Allison sin saber que hacer o decir, pero recordando la escena de la cafetería se limito a dar la mano a Renata, como en señal de que estaba con ella, de que podía contar con ella para apoyarla.
Las chicas salieron de la universidad y Renata amablemente acompaño a Allison a tomar su transporte y después se dispuso a tomar el suyo, pero un auto intercepto su camino.
-quien era esa mocosa?-pregunto fríamente Dinorah bajando del carro y parándose enfrente de Renata
-acaso te importa?-pregunto Allison bajando la mirada
-no se te olvide que aun eres mi novia-respondió Dinorah tomándola con fuerza del brazo
-pues tal vez ya no quiero serlo-susurro Renata de manera poco convincente, Dinorah enfureció aun mas si es que era posible
-no podrías vivir sin mí, de no ser por mí no serias más que una cucaracha-Renata miro al piso con lagrimas en los ojos-pero si eso es lo que quieres está bien, puedo conseguir miles de chicas y chicos mejores que tu, esto se termino-grito subiendo a su auto y desapareciendo con rapidez de la vista de Renata.
La chica se marcho a su casa y en cuanto llego decidió olvidar sus problemas con lo único que la hacía olvidar ese infierno que vivía, tomo su guitarra y le arranco los más profundos y estremecedores acordes que puedan imaginarse, expresando con ese instrumento todos los oscuros sentimientos que en su corazón habitaban.
Mientras tanto Allison terminaba la poca tarea que le habían asignado, para después divertirse un poco en internet, encendió su laptop y como no había nadie conectado decidió ver por enésima vez algunos capítulos de su anime favorito, Kannazuki no Miko, una romántica historia donde la hermosa y fría Chikane se enamora de la tímida y tierna Himeko, era lo que más deseaba Allison, encontrar a su Chikane, su princesa azul, aquella chica valiente que enamorara su corazón, herido tras la repentina partida de su novia, que prefirió terminar la relación a arriesgarse y romper las barreras de la distancia.
Eran casi las 9 cuando Renata soltó por fin su guitarra y bajo por algo de cenar, para después conectarse y chatear con sus amigos o bajar música, metió la mano en la bolsa del pantalón y se encontró con ese fragmento de papel cuadriculado, que contenía los datos de Allison, la linda chica que había conocido esa mañana, los acceso a la computadora y una ventana se abrió, era precisamente ella, Allison, saludo amablemente, llamo la atención de Renata la imagen que tenia la castaña en el display, la tan conocida pareja, protagonistas de su anime favorito, Chikane y Himeko dándose el romántico beso que ponía fin a la tensión de toda la serie. Estuvieron hablando un buen rato, hasta pasada la media noche, se pusieron de acuerdo para verse antes de clases para que Renata acompañara a Allison a su salón, aun cuando esta insistió en que no era necesario.

Un día nuevo llego, y con él una Allison mucho más entusiasta de lo normal, se puso en pie antes de que su madre le llamara y se baño y arreglo como si tuviera una cita. Desayuno con rapidez pues no quería llegar tarde, subió a lavarse los dientes, tomar su mochila y salió casi corriendo. Cuando llego a la universidad Renata aun no llegaba, así que tomo asiento bajo un árbol, dejándose envolver por la tranquilidad que envolvían esos verdes arboles dejo correr su imaginación como siempre que no tenía demasiado que hacer y a su mente llego esa mirada tan indescriptible y cambiante que oscilaba entre una tristeza profunda y un brillo de alegría deslumbrante, esa piel dorada y de apariencia suave, ese tono claro y fuerte que caracterizaba su voz, no podía explicar porque la imagen de Renata había llegado a su mente tan de repente, y como si la hubiera invocado, la morena se acercaba al árbol bajo el que se encontraba Allison.
-perdón por hacerte esperar-se disculpo apenada Renata- tuve un problema con el transporte
-no te preocupes-sonrió amablemente Allison, dejándole a Renata ver esa encantadora e inocente sonrisa que cautivaría a cualquiera.
Mientras caminaban hacia el salón de Allison platicaron un poco de sus planes para esa tarde, pues los entrenamientos eran solo lunes, miércoles y viernes, así que tendrían la tarde libre los martes y jueves, decidieron pasear un poco terminando las clases. Llegando al salón de clases se despidieron momentáneamente para verse al salir.
Las clases pasaron rápido para ambas chicas, y el final del día escolar llego más pronto de lo que esperaban. Cuando Allison llego a la puerta de salida ya estaba Renata esperándola, un extraño deja-vu llego a su mente, haciéndola recordar fragmentos de su pasado, en los que su ex-novia iba por ella para “volarse” las clases.
-nos vamos?-pregunto Renata con una sonrisa en el rostro, una sonrisa hermosa que hace mucho no mostraba
-claro, vamos-respondió Allison como hipnotizada por esa sonrisa, teniendo una extraña sensación en el estomago, como si algo le dijera que su soñada princesa azul había llegado.
Pasaron el día en la plaza, jugaron videojuegos, comieron pizza, vieron tiendas y Renata compro plumillas para su guitarra, lo pasaron a lo grande, divirtiéndose y disfrutando de su compañía, algo que hace mucho no hacían con nadie.

Los días pasaron y la primera semana de clases finalizo, era fin de semana y Allison ya tenía a todo planeado para pasarlo con su nueva amiga Renata, pero para su mala, o mejor dicho para su buena suerte por los hechos que se darían después, recibió una llamada de Renata, avisándole que un pequeño resfriado importunaría sus planes, pero que la invitaba a pasar el día en su casa. Aun más nerviosa de lo que ya estaba Allison preparo una canasta de fruta para llevársela a Renata y salió rumbo a casa de la morena. Después de casi una hora de camino y preguntar un par de veces por fin llego, era una casa de linda fachada, toco a la puerta y unos segundos después una Renata un poco decaída pero sonriente abrió la puerta.
-adelante, pasa-ofreció la morena un poco constipada-vamos sube-dijo caminando hacia la escalera que daba a su habitación, Allison subió tras ella y llegaron a una linda habitación, bastante bien ordenada, que contrastaba con su desordenada habitación, Renata tomo asiento en la cama y le ofreció a Allison una silla. Lo que más llamo la atención de Allison fue la guitarra de Renata, una hermosa guitarra Gibson acústica de una madera hermosa, además estaba brillante, como si la cuidara muchísimo
-sabes tocar?-pregunto Allison cayendo en cuenta de la obviedad de su pregunta
-si, no soy muy buena, pero me gusta mucho tocar-respondió levemente sonrojada Renata-Ally… quieres escuchar?
-me encantaría-respondió Allison con cara de ilusión, Renata tomo la guitarra entre sus manos y durante esos minutos el resfriado había desaparecido, no pudo cantar pero las notas que salían de esa guitarra eran hermosas y a la vez tristes y desgarradoras, era la canción que había compuesto el día que termino con Dinorah, pero de pronto las notas se tornaron más dulces, más románticas, más alegres, era sin duda una canción de amor, que sin saber cómo Renata comenzó a componer en ese mismo instante, cuando termino de tocar sus ojos estaban clavados en los de Allison, estableciendo una mágica conexión alma con alma, se sonrojo al darse cuenta y bajo la mirada
-te gustó?-pregunto Renata aun sonrojada dejando la guitarra en su lugar
-eso fue increíble-respondió Allison maravillada-eres realmente muy talentosa
-gracias-respondió aun mas sonrojada-quieres jugar videojuegos o ver TV? pregunto para distraer la atención
El resto de la tarde lo pasaron jugando videojuegos y comiendo golosinas y refrescos, riendo de cualquier tontería, pero muy felices.

No había día que no lo pasaran juntas, ya fuera en el receso, antes o después de clases y los fines de semana, se volvían cada día más unidas, más cercanas, una conexión hermosa y mágica nacía en sus corazones, y ambas sabían muy bien que era esa conexión, solo que ninguna lo quería reconocer.
Como todos los días habían quedado de verse antes de clases, pero Allison se retraso un poco, así que Renata se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol, el cálido sol que le daba a la cara se vio ensombrecido, frente a ella una silueta muy conocida
-que quieres?-pregunto Renata un poco molesta
-jajaja, así recibes a tu novia?-pregunto Dinorah burlonamente
-bien sabes que tu y yo ya no somos nada-respondió la morena poniéndose de pie y encarando a la rubia
-lo sé, y eso me parece tan extraño, pensé que no tardarías ni una semana en rogarme que regresáramos-contesto presumiendo Dinorah
-idiota, de verdad crees que haría eso?-respondió molesta Renata, pero no pudo continuar, los labios de Dinorah se posaron sobre los suyos con salvajismo, haciéndole daño
Allison corría para llegar pronto a ver a Renata, como no la vio en la entrada supuso que estaría bajo un árbol como siempre, cuando por fin la vio, quedo en shock, Dinorah besaba a Renata, arrinconándola contra un árbol, al principio siento su corazón romperse, pero afortunadamente noto que Renata forcejaba, y se dio cuenta de que Dinorah la obligaba, vio el momento justo en que le dio una bofetada, se acerco y empujo con fuerza a la rubia haciéndola caer al suelo. Una pequeña multitud se acerco a ver la “pelea”
-maldita idiotaaaaa-grito Dinorah poniéndose de pie y corriendo hacia Allison, pero Renata la detuvo evitando que le hiciera daño a Allison
-Dinosauria, cálmate-dijo Allison burlándose del nombre de Dinorah, haciendo que todos los que se habían congregado a ver la pelea estallaran en risas
-me las vas a pagar-grito Dinorah mientras salía corriendo de ahí en dirección al estacionamiento de la universidad
-ignórala, estas bien?-pregunto la morena a la castaña que aun reía
-descuida, estoy de maravilla, tu estas bien?-pregunto preocupada al ver que la bofetada le había abierto el labio y algunos arañazos en sus brazos
-no te preocupes, no es nada-respondió Renata llevándose una mano a la boca
-déjame ver-dijo Allison retirando la mano de Renata y acercando el rostro más de lo que ambas hubieran querido, provocando un sonrojo en las dos-parece que no esta tan mal, cicatrizara pronto, así te besaba siempre?
-yo…-Renata desvió la mirada y Allison comprendió que no debió hacer la pregunta
-los rasguños tampoco se ven mal, son muy leves-dijo mirando el brazo y cambiando el tema
Después de que Allison limpio un poco las heridas de Renata entraron a clases y siguieron su rutina diaria con regularidad.

Los días pasaban con rapidez, ya el semestre estaba por terminar, Allison seguía con sus buenas notas y además había dado una gran sorpresa a todos al convertirse en la segunda mejor taekwondoin del club a pesar de ser una chica pequeña y de apariencia frágil, siendo solo superada por Renata, el entrenamiento de ese día había ya terminado cuando el entrenador las llamo a ambas.
-señoritas, les tengo una excelente noticia, nos vamos al campeonato nacional, es la próxima semana y ustedes dos son nuestras seleccionadas, al ser mayores de edad no necesitamos que sus padres firmen el permiso, pero aquí están todos los datos-dijo el entrenador con rapidez dándoles un sobre a cada una y marchándose a recoger las cosas del gimnasio
Las chicas abrieron los sobres y los leyeron en silencio
-la playa donde será el campeonato es hermosa-comento Renata mientras leía
-has estado ahí?-pregunto Allison sorprendida, ya que en alguna ocasión Renata dijo que nunca salía de vacaciones con su familia
-si… una vez-contesto casi en un susurro la morena, Allison prefirió no tocar mas el tema, pues era obvio que le dolía, pero fue Renata quien hablo-fueron las únicas vacaciones que tuve con mi familia, pero fueron un desastre- Allison no sabía que decir, pero abrazo de manera reconfortante a Renata-pero bueno, no hablemos de cosas tristes, esta playa es muy hermosa, te encantara
-vaya, serán tres días-menciona Allison al ver los horarios de actividades-supongo que nos quedaremos en un hotel-dijo con un leve sonrojo al imaginar la idea de estar lejos de casa con Renata, y más aun en un hotel
-será genial-comento Renata sin comprender lo que eso implicaba-bueno, vamos o se nos hará mas tarde
-si, tienes razón-respondió Allison entrando a los vestidores para quitarse el uniforme de combate y después regresar a sus casas.

Era ya casi media noche y al día siguiente seria el torneo, pero por más que intentaba Allison no podía dormir, a su mente llegaban todo tipo de pensamientos, ya no podía seguir negándose lo que bien sabia, ya no podía ocultar que estaba enamorada de Renata, que la amaba como no pensó que llegaría a amarla, que en su corazón no había persona más importante que la morena, que desde el primer día la cautivo y que poco a poco la enamoro, pero el pasar todo el fin de semana con ella, lejos de casa y compartiendo habitación la ponía nerviosa, es decir, no es que pensara intentar nada, ni que fuera una pervertida, pero no podía evitar tener cierto tipo de pensamientos que la hacían querer besar desesperadamente a Renata y poder acariciar su cuerpo. Las imágenes se agolparon en su mente hasta que se quedo dormida.
En otra casa no muy lejos de ahí, por la cabeza de Renata pasaban ideas bastante similares. Solo que ella ya lo había decidido, se arriesgaría, no podía negar lo mucho que amaba a Allison, empezaría a ser más directa y se ganaría el corazón de la castaña.
Esa noche en el sueño de ambas chicas, se podía respirar un aroma a amor, a pasión, a ternura, donde las dos demostraban lo que sentían.

El día había llegado, eran las 9 am y ambas chicas se encontraban sentadas en la sala de espera del aeropuerto junto al entrenador y un par de profesoras, tenían un poco de sueño por lo poco que habían dormido la noche anterior, además de que estaban nerviosas y hasta un poco temerosas. Tomaron sus maletas y se dirigieron al avión apenas escucharon el anuncio.
El viaje no fue muy largo, duro apenas cerca de media hora, en la cual platicaron un poco de sus planes, ya que las eliminatorias serian ese día por la tarde y las finales la mañana siguiente, así que tendrían toda la tarde del sábado y todo el domingo libres.
Bajaron del avión y se subieron a un taxi que las llevo al hotel, un hermoso hotel con vista al mar, además de excelentes instalaciones, las chicas subieron a su habitación para desempacar y ponerse los uniformes para entrenar un poco, pero notaron un pequeño inconveniente.
-que?-pregunto retóricamente Allison al ver la magnitud del problema-sabía que compartiríamos habitación, pero pensé que serian camas separadas-menciono notablemente sonrojada
-tranquila, a mi no me molesta-dijo Renata como si nada, como no entendiendo lo que implicaba, pero en el fondo agradeciendo por ello-pero si quieres digámosle al profesor- Allison asintió y salió de la habitación, seguida por Renata, subieron dos pisos y llegaron a la habitación del entrenador y le comentaron lo sucedido
-esperen en su habitación chicas, se supone que serian camas separadas, iré a ver qué paso-dijo el entrenador bajando al vestíbulo mientras las chicas regresaban a la habitación
Esperaron varios minutos, viendo televisión, pues hasta que no arreglaran el asunto no podían desempacar, después de poco más de un cuarto de hora el profesor regreso
-lo siento mucho chicas, hable con el gerente y con quien pude y sucede que es la única habitación disponible, hubo un error al hacer las reservaciones y ahora no hay habitaciones de camas dobles libres, o mejor dicho no hay habitaciones, el hotel está lleno-explico el entrenador, disculpándose, porque era él quien había reservado mal por error-bueno, por lo menos la cama es queen size, tendrán bastante espacio-comento a manera de disculpa muy apenado el entrenador -además… las dos son chicas
-bueno, está bien profesor, no se preocupe-dijo Allison resignada y un poco sonrojada por el comentario final
-disculpen chicas, bueno, las espero en el gimnasio del hotel-dijo saliendo de la habitación
-descuida Ally, si quieres puedo tomar una cobija y dormir en el sillón-comento Renata al ver la preocupación de la castaña aunque un poco triste por su negativa de compartir la cama
-no Renata, tu duermes en la cama, si alguien ha de dormir en el sillón seré yo-respondió Allison apenada y comenzando a desempacar para después ponerse el uniforme de combate
-Yo no pienso dejarte dormir en el sillón y por lo que veo tú tampoco me dejaras dormir ahí-pensó Renata en voz alta mientras también desempacaba y se ponía el uniforme- así que las dos dormiremos en la cama, hay mucho espacio, no pasa nada Ally, vale?
-está bien-respondió Allison aun sonrojada-eso haremos
-si… tanto te molesta-dijo Renata con un tono de dolor en la voz y una mirada de tristeza que trataba de disimular-podemos poner una “barrera” de almohadas o algo
-no es que me moleste Renata, por supuesto que no me molesta-respondió apenada Allison-al contrario, es que…-los ojos cafés se clavaron en los ojos negros, creando esa mágica conexión y los rostros de ambas se cubrieron de sonrojos
-chicas, el profesor las espera ahora mismo en el gimnasio, dice que deben entrenar muy bien antes del torneo-dijo una de las profesoras que las acompañaba en el viaje entrando a la habitación sin darse ni cuenta del momento tan intimo que acababa de interrumpir
Las chicas salieron corriendo de la habitación hacia el gimnasio, donde se dedicaron a hacer algunos estiramientos para después comenzar a combatir entre ellas, estuvieron entrenando arduamente hasta antes de la hora de comer, esforzándose y practicando el deporte que ambas amaban se olvidaron un poco de “problema” que las aquejaba y dejaron de preocuparse por no poder contener lo que sentían.
Después del entrenamiento decidieron que sería mejor tomar un baño antes de comer, pero las dos se negaron a usar las duchas del gimnasio, aunque morían por ver a su compañera sin ninguna prenda sabían que no sería lo más conveniente, así que hicieron turnos para usar la ducha de su habitación.
Allison se bañaba, disfrutando del agua caer por su piel, relajándose un poco y descansando su cuerpo para los duros combates que le esperaban, cerro las llaves de agua, salió de la ducha buscando una toalla y se dio cuenta que la había olvidado, busco dentro del cuarto de baño algún y no encontró nada
-Re…Renata-llamo la castaña desde el baño
-que pasa Ally?-pregunto Renata que veía televisión
-me… me podrías pasar una toalla-grito Allison desde el baño sumamente sonrojada
-claro Ally, descuida-respondió Renata sonriendo, tomo una toalla del cajón y entro al baño, Allison se escondía tras la puerta de la ducha, pero eso no evitaba que se viera un poco de su cuerpo, un sonrojo cubrió la cara de Renata, pero no pudo evitar sentir un extraño cosquilleo
-déjala sobre el mueble-dijo Allison desde la ducha, Renata obedeció y salió no sin antes echar otro vistazo
Allison salió de la ducha, se seco y se vistió dentro del baño con rapidez aun muy sonrojada por el incidente.
Renata se metió a bañar después de Allison aunque con más rapidez o se les haría tarde para comer y hacer los registros del torneo.

El reloj marcaba las 5, las gradas del gimnasio donde se llevaría a cabo el torneo estaban llenas de espectadores, los equipos de combate estaban ya armados, se jugarían varios combates simultáneos para hacerlo más rápido y aprovechando el amplio espacio del gimnasio.
Para su fortuna los horarios de sus combates no coincidieron, así que podrían ver el combate de la otra.
La primera en combatir fue Renata su contrincante era pequeña como Allison, así que seguramente también era ágil y veloz.
-buena suerte-dijo Allison antes de que Renata empezara el combate
El combate fue fácil de ganar, a pesar de ser ágil a la contrincante le faltaba ser más precisa en sus golpes, por lo que Renata la venció con facilidad.
Después llego la hora de que Allison combatiera, se acerco a empezar el combate y justo antes de empezar Renata grito-buena suerte Ally- cosa que distrajo un poco a la castaña pero pronto recupero el control y con gran facilidad logró derrotar a su contrincante.
Las chicas siguieron en las siguientes rondas, haciendo gala de sus habilidades y logrando pasar a las finales al día siguiente. Pero terminaron bastante cansadas, se habían esforzados mucho y ahora solo pensaban en cenar algo y dormir.
Tomaron una cena ligera pero que les sentó de maravilla y subieron a su habitación, recordando el “problema” de las camas, se pusieron los pijamas mientras conversaban a cerca de sus oponentes del día siguiente y se recostaron.
Allison estaba muy nerviosa, y se acostó lo más lejos posible de Renata, quien estaba más tranquila, pues aunque sintiera lo mismo por Allison había decidido tomar las cosas con calma y conquistarla.
Renata se quedo dormida rápidamente, pero Allison tardo un poco más, estaba nerviosa y el corazón le latía con rapidez, pensando en cómo serian las cosas si se atreviera a confesarle a Renata lo que sentía se quedo dormida.
Cuando Allison se despertó Renata ya había salido de la ducha y se peinaba la hermosa cabellera oscura.
-buenos días Ally-saludo sonriendo Renata causando un notorio sonrojo y una sonrisa en Allison, que se levanto de la cama, tomo su ropa y una toalla y entro al baño. Se baño rápidamente y salió ya cambiada para ir a desayunar y después al gimnasio.

El lugar estaba aun mas lleno que el día anterior, ese día los combates serian individuales
Ya las otras dos chicas entrenaban, mientras se hacían los últimos ajustes, si ambas ganaban su combate se enfrentarían en la final.
La primera en combatir seria Allison, su rival era una chica realmente fuerte y hábil, como la mayoría de las participantes, era varios centímetros más alta que la castaña.
Le tomo bastante trabajo conectar puntos pues su contrincante tenía muy buenas técnicas de defensa. Pero al final por pocos puntos Allison paso a la final.
Era el turno de Renata, muy segura de si misma comenzó el combate con la que había sido la ganadora del año pasado, el combate era intenso y muy reñido, cuando faltaban pocos segundos para terminar y la rival de Renata ganaba solo por un punto, Renata estaba por dar el golpe que le daría el punto final cuando piso mal y cayó al piso, el publico quedo en silencio, la rival quedo estática, el reloj se detuvo marcando el final de la batalla y la derrota de Renata, Allison sin pensarlo dos veces corrió a donde estaba Renata, al igual que el entrenador.
-Renata, estas bien?-pregunto Allison preocupada
-creo que si-respondió Renata tocando su tobillo y haciendo una ligera mueca de dolor
-ven, vamos a la enfermería-dijo el entrenador, pero ya el personal médico se acercaba con una camilla
-buena suerte Ally-dijo Renata antes de que se la llevaran a la enfermería-gana este combate por mi
El entrenador se quedo con Allison, mientras las profesoras acompañaban a Renata
-bien Allison, ve por todo-dijo el entrenador segundos antes del combate-gana este torneo, por tu escuela y por tu compañera
-así lo hare entrenador-respondió Allison con muchísima convicción y un brillo inconfundible de decisión en la mirada
Las competidoras se inclinaron hacia el frente a manera de saludo, y se pusieron en posición de combate, el árbitro marco el inicio de la primera ronda, ambas se movían haciendo fintas pero sin decidirse aun a patear, Allison tomo iniciativa y logro conectar los primeros dos puntos, su rival se molesto un poco y comenzó a tratar de patear y hacer puntos, pero Allison era ágil y pudo escapar con bastante facilidad de la mayoría de los ataques, en cambio pudo conectar varias patadas que le dieron buena cantidad de puntos, lo que la dejo con una ligera ventaja al terminar la primera ronda, la segunda ronda fue aun más reñida, la rival de Allison logro voltear el marcador y ganarle por cuatro puntos, todo se resumía a un minuto y treinta segundos más, en ese corto lapso de tiempo Allison debía superar el marcador, marcar cinco puntos y evitar que su contrincante marcara puntos.
El árbitro marco el inicio de la última ronda, Allison y su rival se miraban fijo, saltando y preparadas para el combate, la castaña realizo una finta e hizo un ataque, con una patada de giro logro marcar dos puntos, su rival contraataco, pero ágilmente la castaña escapo de la patada, el reloj corría, Allison pateo con fuerza marcando un punto más, estando a solo tres de la victoria, pero con solo 30 segundos para marcar esos puntos.
-Allison, tu puedes!-se escucho una voz, la castaña podría reconocer esa voz en cualquier sitio, Renata con el pie vendado pero sin ningún otro inconveniente se acercaba al área de combate y se sentaba junto al entrenador
Allison no necesito mas, con una determinación y energía increíble comenzó el ataque, quedaban solo 10 segundos, dando un salto espectacular dio un giro y logro conectar una patada a la cabeza de su rival obteniendo los tres puntos de la victoria, el árbitro anuncio el final del combate y a Allison como ganadora del combate y del torneo.
Se llevo a cabo una linda ceremonia de premiación, Renata había recibido orgullosa su medalla de bronce, al quedar lesionada y no poder llevarse a cabo el combate por la medalla de bronce al final el jurado decidió otorgar la medalla a ambas semifinalistas.
Allison lucia radiante, una hermosa sonrisa iluminaba su rostro, pocas chicas lucían de esa manera el uniforme de combate, adornado por la medalla dorada.
Además se sirvió una deliciosa comida para todas las participantes del torneo y se ofreció una pequeña fiesta que término alrededor de las 5 de la tarde. Entre felicitaciones y elogios Renata y Allison no habían podido siquiera hablar, hasta ese momento, cuando decidieron ir a nadar un rato y por fin disfrutar de la hermosa playa.

El atardecer era hermoso, iluminaba el cielo creando una hermosa vista de nubes de colores, azules, anaranjadas, moradas; además se reflejaba en el mar creando una imagen digna de un cuadro.
-estuviste genial, esa patada estuvo increíble-dijo emocionada Renata recordando el combate de Allison mientras se sumergían un poco en el mar-la chica era muy alta, a todos nos sorprendió que conectaras una patada a la cabeza
-bueno, es que era la única forma de obtener los tres puntos-dijo Allison un poco sonrojada, pero sin presumir-segura que tu tobillo está bien?
-de maravilla, para combate pues no podre unos días, pero puedo caminar bien y nadar excelente-dijo comenzando a nadar-alcánzame si puedes!
-ya verás que si-respondió Allison nadando con rapidez tras de Renata, bajo la hermosa luz del sol ocultándose se la pasaron increíble en el mar, jugando y disfrutando de la calidez del agua, el sol ya se había ocultado cuando salieron de ahí y se tumbaron en la arena, mirando la hermosa luna menguante que iluminaba el cielo, acompañada de muchas hermosas estrellas, se recostaron en la arena sin decir nada, cansadas por el agitado día y por nadar un buen rato, ambas pensaban en que era un momento muy romántico, pero ambas estaban nerviosas y no estaban seguras si su compañera sentía algo más que amistad, por fin Renata se decidió, se levanto de la arena y se acerco a Allison, la miro detenidamente, bajo la luz de esa bella luna su blanca piel se veía aun más hermosa y esos ojos castaños brillaban de una manera indescriptible.
-Ally-susurro por primera vez con timidez Renata-Allison yo…-acerco su rostro al de la castaña causando sonrojos en ambas-yo…-no sabía cómo decirlo, pero sus rostros eran separados apenas por unos milímetros, era ahora o nunca, poso sus labios sobre los de su compañera con suma dulzura, dejándose envolver por la ternura del momento, recargo con delicadeza su cuerpo sobre el de su compañera, mientras la menor respondía al beso y entrelazaba sus manos sobre la espalda de la mayor. La luna era testigo de cómo esas dos chicas demostraban los sentimientos que había en sus corazones
-te amo Allison-susurro dulcemente Renata separándose apenas unos centímetros-te amo tanto
-yo también te amo-respondió Allison con un sonrojo cubriendo su rostro pero una enorme sonrisa, abrazo con fuerza a la chica que se hallaba sobre ella y la atrajo así si
-eres hermosa Allison-susurro Renata a su oído-quieres ser mi novia?
Allison se quedo muda unos segundos, era algo demasiado maravilloso-claro que quiero-respondió por fin tomando a la chica de la nuca y acercándola para darle un beso
-Ally, vamos a la habitación-susurro Renata besando lentamente su cuello y causándole un fuerte sonrojo
-está bien-las dos chicas subieron a su habitación y a la luz de la luna que entraba por el ventanal, entre besos y caricias se demostraron el inmenso amor que sentían la una por la otra, la pasión que crecía en sus corazones cada día, se entregaron por completo hasta que Morfeo las llevo al mundo de los sueños.

La mañana las sorprendió con un radiante sol calentando sus desnudos cuerpos
-buenos días princesa hermosa-susurro Renata dándole un dulce beso de buenos días a Allison
-buenos días amor-respondió Allison sonriendo-que haremos hoy?
-bueno, hoy quiero ir a la playa un rato debo decirte algo-dijo Renata dulcemente mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia la ducha, se bañaron juntas disfrutando del agua y de su compañía, después tomaron un desayuno, eran una pareja muy linda y linda, dándose de comer en la boquita y hablándose tiernamente, después como habían quedado fueron a la playa, nadaron un rato, se enterraron en la arena y se divirtieron muchísimo todo el día.

Estaba ya por anochecer cuando de la nada Renata hizo una proposición
-Allison, se mi esposa-menciono Renata un poco sonrojada pero con mucha seguridad, la menor la veía atónita-no digo que ahora, debemos de terminar la universidad, decírselo a tus padres, buscar donde vivir, pero cuando llegue el momento adecuado quiero que seas mi esposa y compartir el resto de mi vida contigo, Allison quieres casarte conmigo?
-claro que si, nada me harías mas feliz-respondió Allison lanzándose a los brazos de la mayor y dándole un beso que sello su promesa

FIN

Notas finales:

gracias por leer, por favor comenten, cuidense y hasta luego

dedicado a mi hermosa novia helena, te amo mi vida


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