Mi nombre es Matsumoto Takanori, tengo 13 años de edad y estoy cursando octavo grado… contare esta historia, de algo que me ocurrió… de cómo conocí a la persona que amo más que cualquier cosa en esta vida… pero, por desgracia tener a la oscuridad mi relación con él me consume a diario, quiero sacar a la luz, gritarlo a lo alto, que yo, Takanori Matsumoto… amo a mi hermanastro mayor…
-----Flashback-----
Era casi el verano del año pasado, en ese entonces, mi padre se encontraba enfermo… muy enfermo, le diagnosticaron cáncer, la noticia al principio no me había afectado en lo mas mínimo, me prometió que saldría de esta, que aun debía cuidar de mí… que aun era su pequeño adorado…
Eso no le impidió para encontrar otra mujer, no me hablaba mucho acerca de ella, solo que se veían muy a menudo y que se amaban y querían mucho, según él encontró la “cura” a su cáncer. Pero, toda felicidad no dura mucho, y, claro su enfermedad se agravo tanto que tuvo que ser internado a una clínica, su enfermedad empeoraba cada día, tanto que, el médico fue especifico con su actual mujer y le dijo que le quedarían pocas semanas de vida… ella lloro desconsoladamente durante muchos días, a su lado quedo con él hasta el final… como último deseo por parte de mi padre, le pidió que me cuidara y que me ayudara a terminar de crecer hasta cumplir la mayoría de edad…
Cuando mi padre murió, mi madrastra me cuidaba muy bien, siguiendo el ultimo capricho de mi difunto papá... ella no estaba sola, tenía un hijo de 17 años aproximadamente, no lo sé bien… pero, me agradaba estar con él, era distinto, me cuidaba mucho y sobreprotegía, llegaba a pensar que era el tipo de padre que siempre quise y aunque no fuéramos hermanos de sangre, éramos mil veces más unidos que cualquier par de hermanos reales. Fuimos una familia tan feliz, aunque solo fuéramos 3 éramos tan felices y tan agraciados con la vida…
Esta felicidad no duraría mucho… hace solo dos meses que tenia madrastra y ahora… ya no está. Un día salió a trabajar normal, como siempre acostumbraba… pero, jamás regreso, nunca volvió… cuando fueron a revisar que había ocurrido con ella en la empresa donde trabajaba… su oficina fue abierta y un entapizado color rojo se había tornado en el suelo… se corto la yugular, se suicido mejor dicho… a mi hermano le dolió demasiado la noticia, su única madre, la única que lo protegía se había ido, según las investigaciones, fue la depresión lo que acabo con ella, se vio a tal punto de estar sola y la pérdida de su amado esposo lo que la llevo a cometer tal barbaridad… Mi hermanastro lloro por semanas está perdida, creyó que el mundo se le venía encima… yo estuve siempre a su lado, y si, aunque fuera pequeño tenía mucha madurez, yo fui el motivo de parar de llorar y martirizarse y salir adelante… ya con mayoría de edad él, decidió hacerse cargo de mí hasta que cumpliera los 18 y así prometió hacerlo… no, más bien lo juro… juro que me protegería, que me cuidaría… eso quizás fue lo que me enamoro de él, su desmesurada forma de esforzarse tanto por alguien que no son de la misma sangre, no le importo y me adopto como algo mucho más que su pequeño hermano… su pequeña luz de vida…
-----Flashback-----
-¡Taka…! – Grita mi hermano mientras está del otro lado de la puerta de mi habitación – Ya levántate… es hora de que vayas a estudiar…
-Neh… Cinco minutitos mas Akira-san – Respondía con la almohada sobre mi cabeza…
-¡No! Siempre dices eso y te quedas como media hora… - Agrega molesto mientras entraba a mi habitación, sentía que entraba en cuclillas para aparentar que se había ido, le conozco bastante bien… sentía que alguien se posaba al lado mío y que trataba de quitarme la almohada suavemente… lo logra (Solo porque quería que me la quitara) se acerca a mi oído y susurra suavemente… - Vamos dormilón… te hice tu desayuno favorito… - Giro la cabeza suavemente para quedar en frente de su rostro… tan cerca de él… estaba seguro de sentir su dulce respiración chocando la mía, nos mirábamos ambos los rostros… el mío se ruborizaba y el suyo solo sonreía, era una escena que a muchos les podría causar repudio y asco, pero, a mi me encantaba estar tan pegado hacia él… tan cerca… sentirlo… que él sea el primero en probar mis virginales labios… - Vamos… - Dice amablemente mientras agarraba de mi mano… - Ya esta tarde Takanori – Sonríe, me agradaba mucho que hiciera eso, relaja mi alma…
Al terminar de asearme, bajo para desayunar en la mesa con él…
-Dime Taka… ¿Cuándo es la promoción para noveno grado? – Pregunta mientras intenta ponerle mantequilla a la tostada…
-Ah, aun no lo sé bien, no han puesto fechas para eso…
-Y… ¿A quién vas a invitar para tu promoción? – Me mira mientras me hacía unos ojitos lo más de divertidos.
-Ammmm… no se… creo que voy a invitar a Tanabe – Sonreía mientras hacia un puchero tierno para mí…
-Que malo eres Taka… Creo que voy a cambiar de hermano – Ambos reímos, sé que no podríamos vivir el uno sin el otro, solo que se molesto un poco por mi respuesta tan ilógica…
-Vamos Akira, claro que a ti, solo tú tienes el derecho de ver esa ceremonia… - Termina el delicioso desayuno, ambos partíamos hacia nuestros respectivos lugares… claro que siempre salgo yo más rápido que Akira…
-Taka… - Me llamaba ya casi saliendo por la puerta, me devuelvo para ver que era lo que necesitaba… revolcaba mis cabellos con sus frías manos y me da un tierno beso en la frente… - Que la pases bien hoy – Me sonroje bastante, pero logre salir rápido de la casa, no quería que me viera así y pensara mal acerca de mí… de verdad que lo último que quisiera seria perder a mi hermanastro…