Matt y Mello estaban en el departamento que compartían y estaban hablando, sobre un documental de maternidad que habían visto en la tv. Matt estaba diciendo
-Que hermoso seria tener un hijo. Seguro que es lo más genial de todo el universo.- y tenía una cara de niño en día de reyes-.
-Umm… hablando sobre el tema… -dijo con nerviosismo- Estoy embarazado-dijo con la total seriedad-.
-¿E-e-e-enserio? -dijo tartamudeando un poco-. Wow Mello ¿lo dices enserio?
-Claro, perro, ¿por qué bromearía sobre esto?
-No lo sé.
-Pero quiero abortar, y no me lo impedirás.
-QQQQQQQUE!!? Eso sí que no, nunca te lo dejaría hacer, al fin y al cabo también es mi hijo y yo tengo derecho a decidir sobre él.
-¡Cállate perro! Tu solo eres MI perro ¡¡estúpido!! ¡Nada mas eso! no puedes mandar aquí, así que quiero que me lleves al hospital ahora mismo para arreglar lo del aborto.
“FLASBACK”
Ese día estaba lloviendo bruscamente, se podía oír como la lluvia caía sobre el pavimento y los pasos de la gente encima de los grandes charcos de agua, ese día no tenían nada que hacer ni a donde ir, pues las calles estaban cerradas por la fuerte lluvia-
-Mello…-
- ¿Qué quieres? -. Dijo fastidiado.
- Tengo que decirte algo importante-.
- No me importa-.
- Por favor, escúchame, no te robare mucho de tu tiempo-.
-Pff… ¿Qué es lo que pasa?.
- Es que… la verdad… tu me gustas; y mucho-.
-…-
Un gran silencio reino en la habitación y Mello no podía creer lo que pasaba. Un pequeño rubor apareció en sus mejillas gesto con el cual Matt se alegro, porque era una buena señal.
-Perro, no juegues conmigo…-
-Es la verdad, es la razón por la que siempre te eh ayudado en todo-.
Un silencio muy incomodo predomino en la sala.
-Entonces… ¿en verdad te gusto?-.
-Sí, yo te amo-.
Los dos volvieron a lo que estaban haciendo; Mello comiéndose una barra de chocolate, y Matt jugando sus videojuegos como si nada hubiera pasado, pero el silencio fue interrumpido por Mello.
-Estoy demasiado aburrido; hazme el amor-.
- ¿Qué? [O.O]-.
-Estoy aburrido; tu me amas, y tal vez esta oportunidad no se repita, así que decide rápido-.
-Matt se levanto del sillón, y se acerco a Mello que estaba en el otro extremo del sillón; tenía un leve sonrojo en sus mejillas, lo cual excito a Mello e hizo que también se sonrojara.
-Te ves tan tierno cuando te pones rojo- Dijo Matt algo pícaro-.
-Cállate- Dijo Mello gruñón-.
Matt, se fue acercando lentamente hacia Mello, acortando la distancia entre sus labios y hasta que logro darle un pequeño beso en los labios que luego se fue tornando mas fuerte, mordiendo de vez en cuando los labios que provocaban pequeños gemidos por parte del rubio.
-¿Te esta gustando?- dijo Matt sonrojado-.
-No –Dijo secamente- eres muy malo besando-.
Matt acostó bruscamente a Mello sobre el sillón, y sin perder el tiempo comenzó a quitarle su chaleco besando cada parte de la piel que iba quedando al descubierto, empezando por su cuello y bajando a su pecho lamiendo sus pezones lentamente poniéndolos duros al contacto con su lengua.
-Esto es mejor de lo que imaginaba…-Dijo Matt.
-¿Acaso ya te avías imaginado como seria?
-A veces… en mis sueños húmedos- Dijo con una sonrisa traviesa en sus finos labios y con una voz algo sensual.
-¡¡Pervertido!!- Pero en realidad, a Mello le fascinaba ese lado de Matt que no había conocido hasta ahora.
Bajo su pantalón lentamente con la intención de molestar a Mello por que su miembro ya reclamaba atención; cuando ya avía bajado completamente sus pantalones vio un bulto debajo de su ropa interior, que sonrojo a Matt y bajo rápidamente su ropa interior.
-¿Qué, ya estas urgido?- Pregunto con una sonrisa picara en sus labios.
-Solo hazlo...- El ser uke de Matt le causaba un placer que nunca había sentido; pues nunca había hecho el amor con un hombre y mucho menos como uke si lo hiciera.
Matt acaricio lentamente el pene de Mello con su dedo índice suavemente, de arriba abajo haciendo estremecer al rubio. Después empezó a masturbarlo con fuerza poniéndolo completamente erecto.
-Matt, ya no resisto- Dijo Mello.
-Espera un poco, apenas estoy empezando.- Dijo Matt.
Agarro su miembro y lo metió en su boca, y comenzó a simular una penetración de Mello a Matt.
-¡¡Ah!!- Grito el rubio mientras se corría en la boca de Matt, quien bebió cada gota de aquella sustancia tan exquisita, para después subir y besar a Mello dándole a probar un poco de él mismo.
Acto seguido, Matt le acerco sus dedos a Mello para que los lamiera, y así poder lubricar su entrada; Mello lamio gustoso los dedos de su seme, estaba consciente de todo lo que estaba sucediendo y de lo que sucedería. Cuando Matt pensó que ya era suficiente retiro sus dedos de la boca de Mello y coloco el primer dedo en la entrada del rubio. Lo metió lentamente y espero un momento a que el rubio se acostumbrara, luego comenzó a mover su dedo lentamente en círculos y en un vaivén lento, y así fue con el segundo dedo y finalmente, con el tercero.
-¿Estas listo para lo que sigue? –Pregunto Matt temeroso, ya que era la primera vez del pelirrojo.
Mello asintió con la cabeza, moviéndola de arriba abajo lentamente, con la cara totalmente ruborizada y los ojos cristalinos.
Matt puso al rubio bocabajo dejando ver su trasero, de una manera que hizo que Matt se excitara por completo. Matt coloco su miembro en la entrada del rubio y fue entrando cuidadosamente, para no dañar en lo más mínimo al rubio.
-Mmm ¿Estás listo Mello?- Dijo Matt con un tono de inseguridad notable-.
-¡¡Sí!! ¡¡Solo hazlo!!-Dijo Mello algo enfurecido-.
Empezó con unas envestidas lentas para luego ir profundizando más y más. Mello estaba derramando lagrimas; sentía un placer indescriptible, pero a la vez, un dolor notable. Matt se dio cuenta de esto y con una mano comenzó a masturbar al rubio; luego comenzó a moverse en círculos y de vez en cuando daba envestidas profundas que llegaban a esa parte de Mello que lo elevaba hasta las cima. Ambos chicos, gritaban con cada estocada, pues les producía un placer indescriptible.
Matt comenzó a aumentar el ritmo de las estocadas y de la mano que masturbaba a Mello, pues sentía que se correrían pronto.
-E-esto-oy a-pun-to de correr-me.- Dijo Matt con bastante dificultad, y una vez dicho eso se corrió en el interior del rubio. Mello al sentir ese cálido liquido en su interior se corrió también, en la mano de Matt.
Los dos chicos cayeron exhaustos en el sillón. Matt salió cuidadosamente del interior del rubio y lo acomodo tiernamente en el sillón. Mello ya estaba casi dormido, pues estaba muy exhausto. Matt le dio un dulce y corto beso en los labios de Mello y le susurro al oído:
-Te quiero, como no te lo imaginas… eres mi todo… tu eres… mi razón de ser-
-Matt, esto nunca se volverá a repetir, y no se lo digas a nadie. Solamente lo hice por diversión y nada mas por eso, no te hagas ilusiones.- Dijo Mello en casi un susurro, pues ya se iba a dormir.
Matt, al oir eso sintió que su corazón se desmoronaba en trocitos. Pero aun asi se fue al otro extremo del sillón y se acomodo, con las mismas; se durmió pues estaba muy cansado.
“FIN DEL FLASBACK”
-Pero… por favor déjame opinar, hay que tenerlo, el tiene que vivir. Por favor.- dijo con seriedad.
-No-respondió con frialdad-.
Matt se subió al auto en el asiento del piloto y Mello en el del copiloto. Matt empezó a encender el coche y se dirigió hacia el hospital. Ninguno de los dos hablaba, había un silencio muy incomodo en el ambiente, Matt fue el primero en romper el silencio.
-No lo voy a permitir.
-Déjame en paz Matt, yo hago lo que quiera con mi cuerpo!
-Pero no puedes quitar la vida a las personas así como así. No tienes derecho, y más a tu propio hijo.
Entre tanta discusión, Matt no se dio cuenta de que aun seguía conduciendo, entonces perdió el control de el auto, entonces el auto empezó a girar descontroladamente de manera que los que se encontraban en su interior se golpearan y finalmente se desmayaran. Cuando el auto por fin paro de sus vueltas descontroladas, estaba todo el techo abollado.
La ambulancia no tardo en llegar, y pronto intento sacar cuidadosamente a los dos muchachos del auto destrozado, y los llevaron al hospital.
El chico rubio estaba gravemente herido, un gran golpe en la cabeza, un brazo fracturado junto con una pierna, y algunos órganos internos dañados. Mientras que el pelirrojo nada más tenía una pierna rota, un brazo roto y unos golpes menores.
Se dirigieron al hospital, ya que uno de los dos estaba muy grave. Al llegar ahí llevaron al rubio a la sala de operaciones rápidamente y al pelirrojo en la sala de observaciones, para ver exactamente qué es lo que tenia.