3. Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.
Guy de Maupassant (1850-1893)
-Sasuke, ¿estás seguro de esto? – preguntó Itachi mientras acababa de vestir a su hermano. El menor asintió con una sonrisa. – Sí, voy a casarme con Naruto y no hay marcha atrás. Me gusta mucho, hermano…
Itachi le devolvió la sonrisa.
-Pues entonces no me queda nada que objetar. Sé feliz. – rió.
-¡No digas eso, que me da muchísima vergüenza! – gritó sonrojado mientras los dos estallaban a carcajadas. Se abrazaron y se despidieron con una sonrisa sincera. Sasuke se quedó solo y se contempló en el espejo. Estaba perfecto.
Ése era el día de su boda con Naruto.
Sakura entró unos segundos después en la habitación, sonriéndole.
-Estás precioso con ese Kimono, Sasuke. De veras que me encantaría haber sido la novia. – sonrió mientras le ponía mejor las telas. – Naruto también está magnífico. – alegó, guiñándole un ojo y sacándole la lengua. – Venga, que no querrás llegar tarde.
Sasuke negó.
Sakura salió y unos minutos después salió él. Pero él se encontró con una para nada agradable sorpresa en su paso. Su exnovio, Kakashi, le observaba con una expresión triste desde el pasillo.
-Vas a casarte… - susurró.
-Sí, tú no me amabas en absoluto. Para mí, Naruto vale mucho más que tus idioteces. – sonrió seguro. Sí, estaba seguro que casarse con el rubio era lo mejor. Se amaban y serían felices, no con el otro hombre que ahora parecía desolado.
-¿Naruto vale más que yo?
-Sí.
Kakashi se encogió de hombros y se fue acercando lentamente al moreno, haciendo que él mismo retrocediera hasta pegarse contra una pared. Estaba arrinconado. Kakashi le acarició la mejilla pero de pronto, se giró sobresaltado.
Sasuke fijó su vista hacia donde la que estaba la del mayor, intentando averiguar qué era lo que observaba, cuando de pronto, sintió una lengua penetrándole. Intentó cerrar la boca y apartar al mayor con los brazos, pero no lo longró.
Finalmente, Kakashi se separó por falta de oxígeno.
-¡¡Imbécil!! ¿Ves? ¡¡Por eso prefiero a Naruto!! ¡¡Él nunca me hubiese hecho eso!! ¡¡Él no me hubiese obligado!!
Kakashi sonrió. Acarició el hombro del menor y le susurró en el oído que estaba hermoso. Luego, se fue carcajeando por el pasillo mientras Sasuke acariciaba sus labios. Itachi, que lo había visto todo, salió de una de las esquinas.
-¿Sabes por qué reía?
Sasuke negó mientras se sonrojaba pensando en lo que su hermano había visto ahí escondido. Se tenían confianza, pero eso era como meterte en los baños termales con él; daba demasiada vergüenza.
-¿Tú lo sabes? – preguntó Sasuke.
Itachi sonrió y se encogió de hombros, sonriendo. Se giró y empezó a andar otra vez hacia el salón donde su hermano debería casarse con el rubiales. Sasuke también empezó a caminar.
La ceremonia fue preciosa. Todo salió a la perfección y ambos iban hermosos, luciendo su cuerpo. Sasuke besó mil veces a Sasuke mientras él le correspondía otras mil. Ambos estaban muy felices con el enlace.
Al final de la ceremonia, por la tarde, Naruto se fue a cambiar alegando que odiaba llevar esas ropas tan… “femeninas”. Sasuke rió pero no le acompañó. “A mí no me molestan” – había dicho. Ahora observaba el cielo del crepúsculo, teñido de rojo, mientras fruncía un poco el ceño.
-¿Aún no lo sabes? – le preguntó su hermano apareciendo a su lado.
Sasuke negó.
-Ten compasión. – pidió. Itachi rió por la expresión que había usado Sasuke y observó el cielo también.
-Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado. – susurró de memoria las palabras que tantas veces había repetido Madara cuando, sorpresivamente, le rovaba algunos besos. Sasuke se quedó a cuadros, pero decidió calmarse un poco.
-Ese desgraciado… - susurró.
En otro lugar, Kakashi seguía carcajeándose.