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Opuestos. por sasukitsu

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Notas del capitulo:

¡¡¡¡¡Feliz cumpleaños Yaoi chan!!!!!

Cumplí mi promesa y aquí tienes tu regalo de cumpleaños XD.

Besos.

 

Fugaku se quedó mudo por unos instantes, demasiado sorprendido como para poder pronunciar palabra.

 

¿Su muy orgulloso hijo menor Sasuke estaba de novio del inquieto, alegre y súper hiperactivo Naruto? Definitivamente los Namikaze eran algo fuera de lo común.

 

-Bueno, realmente esta noticia sí que es una sorpresa.-sonrió Minato alegre, para nada tan impactado como su esposo.-De seguro es una pareja genial.

 

Fugaku sonrió bellamente, mirando con ternura a su esposo...Su esposo. Lo que le había costado a sí mismo el proponerle matrimonio a su marido y dejar de lado su más que exagerado orgullo.

 

Después de su doble primera vez, Fugaku había tomado al exhausto rubio y lo había aseado un poco, ayudándolo a vestirse y llevarlo en su propio coche a casa.

 

-Descansa...mañana hablaremos.-murmuró el azabache intentando parecer rudo y frío.

 

El rubio había suspirado agotado y se había ido, dejando al hombre más poderoso del Japón, hundido en un mar de dudas y en territorio desconocido para él. ¿Eso que sentía por el Namikaze era amor?

 

Fue la peor noche de su vida, apenas pudo pegar ojo y bebió whisky toda la noche, fumando como un poseso. En su mente pasaban imágenes del rostro enrojecido del rubio, de sus ojos rebosantes de sorpresa y deseo, de su cuerpo maravillosamente proporcionado y perfecto ante sus ojos, en su ardiente interior que le había arrancado los dos orgasmos más satisfactorios de su vida.

 

-Puede que sólo sea lujuria.-musitó inseguro.-Nunca me gustaron los hombres, seguro que es la novedad lo que me atrae del Namikaze.

 

Más aliviado, Fugaku se recostó sobre el sofá de su elegante casa y se dejó llevar por el sueño, siendo despertado por uno de sus criados en dos horas, ya que debía estar en la empresa en unos minutos.

 

El azabache, muy desmejorado, se duchó y fue al trabajo. A la media hora de llegar, recibió un recado de su secretaria, Minato había llamado y se había excusado por no ir, alegando que estaba enfermo. Fugaku se sintió muy molesto por alguna misteriosa razón.

 

El resto de su jornada laboral, el moreno discutió con varios de sus empleados y nada le pareció bien, nada...En cuanto se acabó su horario, el moreno salió como una furia del despacho, dejando aterrorizados a varios empleados a su paso, porque el gran jefe de los Uchiha parecía odiar al mundo, y sus normalmente apacibles ojos negros, brillaban con un brillo rojizo aterrador. ¡Que Dios salvase al causante de su enojo!

 

Minato, cuyo cuerpo al completo estaba dolorido por usar músculos que ni siquiera sabía que tenía, y su trasero parecía latir, por estar en carne viva. Por no hablar de que sus pensamientos estaban muy confusos. Repletos de Fugaku, Fugaku y Fugaku...

 

Cuando el timbre de la puerta sonó, el rubio se levantó haciendo una mueca del sofá en el que estaba acostado, porque en la cama el cuerpo parecía dolerle mucho más. Cuando abrió la puerta y se encontró frente el sujeto de sus pensamientos y su rostro enrojeció totalmente.

 

-¿Por qué no has ido a la oficina?-gritó Fugaku enojado, casi empujando al rubio para entrar, tomarlo del brazo y cerrar de un portazo la puerta, arrastrando al salón al rubio, que lo miró aturdido.

 

-¡Contesta cuanto te hable!-gruñó el azabache con los dientes apretados.

 

-Porque no podía caminar, Fugaku-san.-murmuró el rubio avergonzado, posando su mirada azul en el suelo.-Siento mucho las molestias, prometo no faltar mañana, de veras.

 

Fugaku, algo más calmado con la suave y avergonzada contestación del rubio, y sólo con verle, su enojo se disipó lentamente y comenzó a sentirse un tanto apenado por su fuerte reacción.

 

-Yo también lo siento, Namikaze.-suspiró el azabache.-Mi reacción ha estado fuera de lugar.

 

-No importa, Fugaku-san.-dijo Minato sin mirarle, sentándose en el sofá y haciendo un gesto inconsciente de dolor.-Supongo que aún estamos alterados por lo que pasó ayer. Realmente nos enloquecimos, pero no pasa nada, de veras. Sólo fue lujuria.

 

El Uchiha se sintió miserable al oír al rubio disculparse. Al oír de los labios del dolorido Minato los mismos motivos que se había repetido una y otra vez la noche anterior. Su mente fría y lógica le pedía que lo dejara todo así y aceptase la bandera blanca que le tendía el Namikaze, liberándolo de toda responsabilidad y haciendo cuenta que nada había pasado.

 

Por un momento la cobardía ganó la batalla, ya que era casi un deshonor el admitir que se sentía atraído por un hombre y que le deseaba, pero al mirar más atentamente al de ojos azules, notó que sus labios temblaban casi imperceptiblemente, que sus puños estaban fuertemente apretados y sus ojos azules cerrados, y el azabache comprendió algo que en otro momento hubiera pasado por alto o ignorado. Minato Namikaze lo amaba. ¡Lo amaba!

 

El corazón de Fugaku comenzó a latir con fuerza, y su respiración agitarse. La verdad sobre sus sentimientos hacia el rubio le estalló en el rostro, y se acercó lentamente al rubio, inclinándose y acariciando con suavidad su cara.

 

-¿Fugaku san?-musitó el rubio aturdido.

 

-No mientas, Minato, sé que me amas...

 

Los ojos azules del joven rubio se abrieron sobre manera y sus ojos se llenaron de lágrimas.

 

-¿Y qué más puedo hacer?-casi gritó Minato.- ¡Sé que mis sentimientos no tienen caso y no quiero ni deseo causar molestias!

 

El moreno lo miró en silencio, sorprendido por que el rubio le gritara, ya que Minato no era nada normal en el pacifico y alegre Minato.

 

-Lo siento...-musitó arrepentido el rubio, mesándose el cabello.-No quise ser descortés, pero estoy algo alterado y no soy dueño de mis actos.

 

Minato se levantó y miró a los ojos a Fugaku, con una sonrisa triste en los labios.

 

-Es mejor que me deje solo, Fugaku-san.-murmuró sonriendo forzadamente.-Le agradezco que viniera a verme. Como puede ver me encuentro bien y lamento haberle hecho preocupar. Mañana iré a la oficina de seguro.

 

Fugaku no pudo menos que admirar la entereza del rubio, pero estaba más que equivocado si pensaba que se iría.

 

-Me alegro que se encuentre bien, Namikaze.-dijo seriamente sin apartar la mirada de sus ojos azules.-Pero no tengo la menor intención de irme a ningún lado.

 

Minato suspiró y se cruzó de brazos, incómodo.

 

-Sé que no nos llevamos precisamente bien, señor Uchiha.-dijo seriamente Minato.-Y que jamás me ha soportado ni a mí ni a mi hijo Naruto, pero no se preocupe, haré una llamada a mis padres y ya no tendrá que verme más. Entiendo que lo de ayer fue sólo para humillarme, justo como lo de su visita a mi apartamento, pero no dejaré que se siga riendo de mí.

 

Fugaku alzó con elegancia una de sus cejas, y se mantuvo en silencio, interesado en la actitud desafiante y valiente del rubio, y queriendo saber que haría a continuación.

 

-Así que permítame acompañarle hasta la salida y le prometo que  no tendrá que aguantar más mi presencia ni la de mi hijo.-dijo con firmeza Minato, caminando hacia la puerta de su casa y abriéndola de par en par, invitando al azabache a salir.-Por favor...

 

El Uchiha miró largamente al rubio y caminó con aparente obediencia hacia la salida, escuchando el disimulado suspiro de alivio del de ojos azules. Con un fluido movimiento, el azabache cerró la puerta de golpe y tomó entre sus brazos al rubio, besándolo con hambre.

 

Antes de que Minato pudiera digerir la situación, se encontró en el sofá a cuatro y con Fugaku moviéndose furiosamente en su interior, volviéndole loco de placer.

 

-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!-gemía en cada deliciosa embestida, con Fugaku gruñendo jadeantemente en su oído, gozando del rico interior del rubio.

 

Fue una larga noche para ambos, y al día siguiente, el azabache llamó para avisar a su secretaria que cancelase sus reuniones y que estaba reunido con un cliente muy importante...un rubio que suspiraba en sueños, intensamente agotado y que llenaba de ternura el corazón que Fugaku pensó que no tenía.

 

Continuará...

 

 

Notas finales:

Muchas gracias a

Hikari_senshi

Miko-chan

Yaoi-sama

Amateratsu

Andromeda15

Andy

Saya_Misaki

Chidori Agatsuma

Miya_Uchiha

Milo_Aiacos

Paolaneko1

Akiru

Iku-chan

Hikariyami1

Candy65881

y Pikacha-sama.

 

Bueno,espero que te guste mi regalo Yaoi chan. Al resto espero que les guste mi actualización.

Besos.

Sasukitsu la Kyuubi.

 


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