Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando todo parece estar perdido. por sasukitsu

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Naruto y sus personajes no son míos,son de su fabuloso autor, yo solo los tomo prestados para mis malvados propósitos Yaoistas.

Notas del capitulo:

Hola.

La inspiración me ha regalado una historia cortita, muy muy cortita, o eso espero XD.

Leanla y denme sus comentarios, espero que les guste.

 

 

 

 

 

El sol comenzaba a salir, cuando un chico rubio se levantaba. Tomó su tan característico chándal naranja, amarró la banda de la Hoja en su frente y se fue a tomar su típico ramen instantáneo.

 

Una sonrisa triste adornaba su rostro moreno y atractivo. Pasaría otro día más fingiendo ser feliz, porque él hacía mucho tiempo que no era dichoso.

 

Realmente no tenía muchos motivos para estar tan deprimido, sólo uno, pero eso no lo hacía menos importante. El motivo tenía nombre y apellido, Sasuke Uchiha.

 

Pero realmente no había sido culpa de su mejor amigo, no, la culpa había sido exclusivamente suya, por no darse cuenta de que su amor y el amor que su mejor amigo sentía por él no era el mismo.

 

Aún recordaba cómo había empezado todo, y ahora le dolía mil veces más por su ilusión inútil.

 

Como siempre, ellos dos estaban entrenando y muy en serio, con ataques que lastimarían seriamente a cualquier otro ninja, porque sus fuerzas y ataques eran muy, muy similares. Los dos habían mejorado una barbaridad. Cuando los dos estaban agotados, decidieron dejarlo así e irse a tomar un trago a la taberna.

 

Bebidos, los dos se habían puesto melancólicos.

 

-Te quiero mucho, teme.

 

-Y yo a ti, dobe.

 

Naruto había desnudado su corazón, pero Sasuke sólo le había dicho que lo quería...como un hermano.

 

El rubio pensó que le correspondía y le dio un suave beso en los labios, que el moreno no rechazó por considerarlo una muestra de afecto, su madre añorada les besaba dulcemente en los labios a él y a su hermano, como muestra de su amor maternal, para él era la cosa más natural del mundo...nunca consideró ni le pasó por la cabeza, que su mejor amigo le amara...nunca.

 

Desde entonces su amistad pareció consolidarse aún más, nunca estaban separados. Sasuke se sintió mejor que nunca, porque el chico rubio que era su mejor amigo, era el único que le hacía sentirse cómodo, y Naruto, porque pensó, quizás demasiado ingenuamente, que estaban saliendo juntos.

 

De vez en cuando se daban un ligero beso, un simple roce de labios, que el rubio era el que comenzaba y Sasuke nunca se negaba. Naruto se preguntaba por qué Sasuke nunca le abrazaba ni le daba un beso más pasional, pero nunca se atrevió a preguntar, ilusionado por ser especial para su teme.

 

Hasta que llegó el día de despertar y abrir los ojos a la dura realidad.

 

Una mañana en la que se le habían pegado las sábanas, y el rubio kitsune llegaba muy tarde al lugar dónde había quedado el equipo siete, el de ojos azules fue por un camino diferente al habitual, llegando por el bosque en vez de por el puente y escuchando una conversación entre Sai, Sakura y Sasuke...que le partió el alma.

 

-Vaya, entonces no es cierto el rumor de que tú y Naruto están juntos.-decía Sai casi decepcionado.

 

-No, claro que no, Sasuke-kun sólo es amigo de Naruto.-rió Sakura mirando con corazones en los ojos al azabache.

 

El Uchiha sólo les miraba con indiferencia.

 

-¿Entonces tampoco es cierto que les vieran besarse en los labios?-indagó Sai intrigado.

 

-Eso si es cierto, pero sólo es una simple muestra de afecto.-murmuró Sasuke hastiado.-Es un beso de hermano a hermano.

 

Todo el mundo de Naruto se derrumbó en ese instante, y como nadie había notado su presencia, dio media vuelta y fue a un lugar solitario para curar sus heridas.

 

-¡Pero qué tonto soy!

 

Murmuraba una y otra vez el kitsune. Iluso, tonto, estúpido, imbécil, retrasado, no hubo insulto que no se llamara a sí mismo, descargando su dolor dando puñetazos en la pared y llorando hasta quedar vacío, con una piedra en el corazón y el alma rasgada en mil pedazos.

 

-¿Y ahora qué voy a hacer, dattebayo?-se preguntó con la garganta seca.-Nunca se me dio bien el disimular...

 

-Pues ahora tendrás que aprender.-murmuró una triste voz en su interior, que sobresaltó al rubio cuando comprendió que era la voz del bijou que encerraba en su interior.-Yo te enseñaré a hacerlo...

 

-¿Y por qué habrías de ayudarme, Kyuubi?-preguntó con voz rota el rubio.-Nunca te ha importado lo que me pasara, qué tiene de especial esta ocasión.

 

-Que comprendo muy bien lo que estás sintiendo en este momento, mocoso.-murmuró el zorro con tristeza.-A mí me sucedió algo parecido y sé de qué hablo...

 

-¿En serio?-se sorprendió el rubio, con los ojos llenos de lágrimas, compartiendo la tristeza que se notaba en la voz demoniaca del nueve colas.- ¿Y a quién amaste tú?

 

-Va a ser un impacto para ti, mocoso.-rió con amargura el zorro.-Pero también amé a un Uchiha, a Madara Uchiha.

 

Naruto abrió los ojos como platos y se le doblaron las rodillas, cayendo al suelo con un ruido sordo.

 

-¿Cuándo lo conociste, Kyuubi?-musitó Naruto con triste intriga.

 

-Hace muchos años, cuando aún estaba libre y  Rikudou sennin nos creó. Nueve vidas poderosas con un sinfín de chakra. Nueve criaturas al que su poder se medía por sus colas, siendo yo el más poderoso de ellos...y el más pagado de sí mismo.-murmuró el zorro, atrayendo a Naruto a su celda para escucharle bien.-No se  nos permitía salir fuera de la casa del sennin, pero yo siempre me reí de las reglas y me escapaba por las noches, con una apariencia humana como camuflaje.

 

-¿Y qué pasó? ¿Te pillaron?-preguntó el rubio emocionado, olvidando un poco el dolor que inundaba su alma.

 

-Claro que no, mocoso. Yo soy Kyuubi no Youko, el grandioso nueve colas, no saldría de la casa del sennin si no supiera moverme en el mundo de los humanos.-dijo con un bufido el zorro, volteando los ojos.-Salí todas las noches durante años, y un día conocí a Madara Uchiha y nos hicimos amigos, muy buenos amigos. Con el tiempo me enamoré de él y me atreví a declararle mi amor, pero él no sentía lo mismo por mí.

 

-¿Y cómo reaccionó?

 

-Bien, muy bien, diría yo. Pero no me correspondía y lo lamentó mucho, haciéndome sentir miserable porque las cosas nunca volvieron a ser como antes.-suspiró pesaroso el zorro.-Dejé de escaparme de casa del sennin y nunca volví a tomar mi forma humana, nunca...

 

-Lo siento mucho, Kyuubi.-murmuró el rubio apenado.

 

-Eso fue hace siglos, cachorro.-murmuró el nueve colas.-El tiempo todo lo cura, y mi corazón ya no se duele cuando pienso en él.

 

-Estás mintiendo, zorro tonto.-rió tristemente Naruto.-No finjas conmigo.

 

El zorro lo miró con ojos tristes y suspiró. Ese chico podía leerle, ya que su dolor era el mismo que había sentido años atrás.

 

-Kyuubi, enséñame tu forma humana.-pidió Naruto curioso, la tristeza no menguaba ni un ápice la curiosidad del rubio.

 

El zorro se lo pensó un instante, y luego una nube de humo lo cubrió, revelando a un hermoso joven de cabellos pelirrojos y ojos rojos, de hermosura fabulosa.

 

-¡Pero si eres guapísimo!-chilló Naruto sorprendido.-Ese Madara Uchiha debía de estar ciego.

 

-No, chico, no estaba ciego.-suspiró el joven con voz ronca y bella.-Tenía el Sharingan y supongo que siempre supo lo que yo era...

 

-Claro...así que te consideró un monstruo, justo como hace mucha gente conmigo.-musitó el rubio comprendiendo.-Tambien por eso nunca se le pasaría por la cabeza a Sasuke tener alguna relación conmigo que no sea amistad.

 

Los ojos llenos de tristeza de Kyuubi le dieron la respuesta afirmativa a su conclusión, y Naruto perdió toda esperanza de ser correspondido.

 

-Si no te molesta, me gustaría que me ayudaras a disimular ante todos, Kyuubi.-suspiró el de ojos azules con voz quebrada y casi inaudible.-No quiero que nadie sepa que alguna vez amé a Sasuke.

 

El zorro tomó su forma animal y le miró. Sin hablar, dio una cabezada afirmativa con la cabeza.

 

Desde ese día, Naruto había comenzado a actuar delante de todos, siempre aconsejado por Kyuubi. Su relación con Sasuke era la misma de siempre, pero si ningún tipo de contacto más,  ningún beso ni ningún abrazo, su corazón no le permitiría engañarse más, el azabache tampoco se dio cuenta de ello...realmente nunca habían salido esas muestras de afecto de él.

 

Con el resto de sus amigos siempre era el alma de la fiesta. Risueño, travieso y alegre, como siempre había sido, sin cambiar ni un poco, pero era sólo fachada, sólo fachada.

 

Sólo Sai le miraba con intriga, pero como nunca pudo probar lo que su intuición le señalaba, acabó pensando que eran imaginaciones suyas y lo dejó correr.

 

Para Naruto lo más importante era Sasuke, y se esforzó en ayudarle en todo lo posible. Le ayudó a relacionarse mejor con los demás, le sacó de su casa y lo llevó de fiesta cuando podía, le presentó a una chica morena y de ojos negros, Ayame Saita, que tenía un ligero parentesco con los Uchiha, porque su abuela lo había sido, y ella y Sasuke terminaron enamorándose.

 

Naruto fue su padrino de bodas y brindó con una radiante sonrisa en los labios por la parejita feliz, cuando casi todas las mujeres de la aldea lloraron a mares, fue el padrino de su primer hijo, Itachi Fugaku Uchiha Saita, y siempre estuvo cuando él o su esposa Ayame lo necesitaban.

 

Naruto fue nombrado Hokage, el Sexto Hokage, el fantástico y fuerte Rokudaime, y nunca se casó, jamás se planteó siquiera hacerlo. Vivió enamorado hasta su  muerte, su honorable muerte en un ataque a la aldea por parte de unos ninjas renegados, al interponerse entre su amor imposible y el hombre que iba a acabar con su vida. Sasuke mató al instante al agresor y se arrodilló junto a su Hokage y mejor amigo.

 

-¿Por qué lo has hecho, dobe?-preguntó alterado al ver la gravedad de la herida de su amigo, que Kyuubi no podía curar siquiera.

 

-Para salvarte, amigo.-suspiró con una gota de sangre saliendo de sus labios.-Ahora rompe el sello de Kyuubi para que no muera conmigo, te prometo que no destruirá a la aldea.

 

El Uchiha, por ser la petición de su moribundo amigo, no vaciló en hacerlo, rompiendo el sello que el cuarto creó con su vida y agarrando la mano de su amigo, cuyos ojos azules se cerraban lentamente.

 

-Dobe...-murmuró apenado el Uchiha.-No te mueras...

 

-Es inevitable, teme, pero es mejor así.-musitó débilmente el rubio, abriendo sus orbes azules con esfuerzo, mirando tiernamente a su amado azabache.-Hasta que volvamos a encontrarnos.

 

 

Sin más, el kitsune expiró. Sasuke cayó de rodillas al lado del cuerpo de su amigo, con los ojos anegados en lágrimas. Ni siquiera se inmutó cuando un humo blanco salió del interior de su amigo muerto, y una figura se dejó ver. Sasuke miró sin interés a la figura, un chico pelirrojo y muy joven, con los ojos llenos de lágrimas.

 

-¿Quién eres?-preguntó inexpresivo Sasuke.

 

-Soy Kyuubi.-murmuró abatido el pelirrojo, tomando en brazos al rubio.

 

-¿A dónde te llevas a Naruto?-preguntó alarmado el moreno.-La aldea debe de ver su cuerpo y hacerle un funeral digno de su cargo de Hokage.

 

-Lo sé, por eso lo llevo hasta la Godaime.-murmuró con pena en su voz.-Es mejor que lo lleve yo, que lo conocí más de lo que tú jamás lo hiciste.

 

-¿Qué quieres decir con eso?-preguntó con enojo Sasuke.-El dobe y yo éramos los mejores amigos.

 

-Sí, erais los mejores amigos, desde luego.-suspiró el pelirrojo.-Aunque él te viera como algo más que su amigo.

 

-¿Qué quieres decir?

 

-Ahora que está muerto y ya no se enterará ni sufrirá, te diré la verdad.-dijo Kyuubi mirándolo en los ojos, con el cuerpo de Naruto en brazos.-Él te amó hasta su último aliento, te amó con toda su alma, y jamás podrás imaginarte cuanto sufrió por ello...

 

Un escalofrío inundó todo el ser de Sasuke, mientras sus ojos se llenaron de lágrimas.

 

-¿Y por qué nunca me dijo nada?-susurró el azabache.

 

-Porque no tenía caso decírtelo, él siempre supo que jamás le corresponderías.-le dijo mirándole a los ojos, el azabache no pudo negar la verdad de sus palabras y apartó la mirada.-Fue mejor así...

 

Kyuubi se llevó el cuerpo del rubio de allí, y todos le rodearon al verle, no conociendo al pelirrojo pero alarmados por el Sexto Hokage, el pelirrojo se encargó de anunciarles su muerte y toda la aldea lloró su perdida. Tsunade tuvo que tomar nuevamente las riendas de la aldea, hundida por el dolor.

 

Kyuubi se marchó de allí, pues nada le ataba al lugar, y como todos imaginaron que el nueve colas había muerto con Naruto, nadie sospechó de él...y Sasuke no dijo nada.

 

Intentó vivir su vida después de la muerte de su mejor amigo, pero un extraño sentimiento lo invadía desde ese día, llenándole de desasosiego y logrando apartarlo de su esposa y sus hijos, hasta el punto de que se fue una temporada a la casa del difunto Rokudaime, buscando una paz que no encontraba.

 

Allí encontró el diario de su amigo, y leyó con aflicción todo lo que el rubio había sufrido, pero lo que lo marcó fueron las últimas anotaciones escritas, unos días antes de la batalla que acabó con su vida.

 

Soy feliz viendo lo feliz que es él, con la mujer que ama y los hijos que heredarán su legado y restaurarán el clan Uchiha, pero mi corazón está demasiado dañado, mi cuerpo está demasiado cansado y mi alma está rasgada, y eso tampoco es bueno. Llevo notando desde hace un tiempo que mi cuerpo no reacciona como debe a los poderes curativos de Kyuubi, supongo que tengo que tener un poco más de cuidado si no quiero perder la vida.

 

Pero sin embargo había saltado entre él y su agresor para salvarle de una muerte segura, aún sabiendo que seguro moriría en el intento. Ese chico había sido la persona más generosa del mundo, dando su vida por la suya.

 

-Dobe...-musitó con pena.

 

Sasuke había perdido una parte de su alma con la muerte del rubio.

 

Las cosas en su familia fueron de mal en peor, y muy pronto Ayame abandonó la casa que compartían, tomó a sus hijos y se marchó de la aldea a casa de una prima que vivía en Suna, Sasuke se quedó totalmente sólo...pero no le importó. Sus sentimientos se habían ido con Naruto.

 

Los años pasaron en un suspiro, y Sasuke se divorció de su esposa, no importándole ni la custodia de los ansiados hijos que tuvo con ella. Sus amigos intentaron durante años hacer reaccionar al azabache, pero este se volvió hosco y casi mudo, porque nada llamaba su interés, nada.

 

Todos fueron formando sus vidas, casándose, teniendo hijos, prosperando, pero Sasuke se quedó como estaba, sólo en esa casa que tantos recuerdos le traía, el apartamento de Naruto, rodeado de sus cosas, sus ropas y todo lo que el rubio amaba, incluida la despensa llena de ramen instantáneo, que Sasuke nunca pudo tirar a la basura, pese a que llevaba años caducado, le recordaba demasiado a él.

 

-Te extraño, dobe...-murmuraba varias veces al día Sasuke.

 

Y la razón era tan irónica como simple, el gran Uchiha había descubierto que amaba a Naruto, meses después de perderle para siempre.

 

-Es lo que me merezco.-musitó el moreno mirando una fotografía del rubio, con su ropa de Hokage, sonrisa brillante y ojos inconmensurablemente tristes.-Desprecié tu amor sin saberlo y ahora moriré de pena por ti.

 

-No hay nada que me gustase más, Uchiha.-murmuró una voz ronca y burlona, haciendo que Sasuke levantase su mirada de la foto de su amado kitsune, para ver aparecerse en un mar de llamas al pelirrojo Kyuubi.-Pero no me he pasado los últimos años buscando un jutsu de regreso al pasado para nada.

 

-¿Jutsu de regreso al pasado?-musitó el moreno esperanzado.- ¿De verdad?

 

-De verdad de la buena, tú y yo combinaremos nuestros poderes y lo activaremos.-dijo el de ojos rojos con una sonrisa.

 

-Pero si lo haces, tú volverás a estar prisionero en el interior de Naruto.-murmuró el azabache pensativo.- ¿Eres consciente de ese hecho?

 

-Desde luego, pero ese chico es el único humano que ha llegado a agradarme, y quiero que tenga una vida mejor que la que le ha tocado vivir.-dijo el pelirrojo encogiéndose de hombros y con voz casual.-Nunca se mereció morir siendo tan joven.

 

Sasuke estuvo de acuerdo, y menos que muriera protegiendo a la persona que menos se lo merecía, que le había hecho daño sin saberlo durante muchos años, la que el rubio amaba tanto como para morir por salvarle...él mismo.

 

-Hagámoslo, Kyuubi.-dijo resuelto el azabache.

 

-Es un jutsu que nunca he probado, Uchiha.-dijo el de ojos rojos sintiéndose obligado a advertirle de las posibles repercusiones.-Puede que no salga bien y que mueras en el intento...

 

-Me da igual.-murmuró Sasuke mirando al pelirrojo a los ojos.-No me importa morir...

 

El nueve colas sonrió tristemente, que lamentable que el Uchiha hubiera comprendido que lo amaba más que su propia vida al perderlo, era tan trágico y horrible, que hasta le dolía el corazón al bijou más poderoso del mundo ninja, famoso por su indiferencia y hasta crueldad por los seres humanos.

 

-Pues manos a la obra.-dijo Kyuubi resuelto.

 

Sacó un pergamino de aspecto apolillado de su bolsillo y lo abrió con cuidado en el suelo.

 

-Cuando todo está perdido, cuando nada has logrado, siempre queda una salida, una vuelta al pasado.-cantó Kyuubi melodiosamente.-Una nueva oportunidad te rogamos, diosa madre de cielo, para recuperar lo que amamos y poder vivir sin miedo.

 

Kyuubi sacó un puñal de sus ropas y se hizo un corte en la palma de la mano, pasándoselo a Sasuke, que comprendió que tenía que hacer lo mismo y se cortó la palma también.

 

-Sangre damos como pago, también al dios de la muerte, para que nos ayude en nuestro viaje y no nos abandone a nuestra suerte.-cantó el de ojos rojos, tomando la mano herida de Sasuke y vertiendo sus sangres unidas en el pergamino, que comenzó a brillar con fuerza y todo se desvaneció a su alrededor.

 

Continuará...

 

 

 

 

 

Notas finales:

Yo lloré como una condenada escribiendolo XD.

¿Me merezco algún review?

Besos.

Sasukitsu la Kyuubi.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).