Konoha, madrugada, mediados de Septiembre
En la habitación resonaban los suspiros y la respiración de la persona que dormía. La ventana estaba sin correr las cortinas y el leve resplandor de la luna dejaba ver perfectamente la silueta acurrucada, de revueltos cabellos rubios.
Otra persona, oculta en las sombras, miraba fijamente al bultito dormido, que parecía tan lindo en reposo, cuando despierto era un torrente de energía y ruido.
Sin hacer ningún ruido, la figura en la oscuridad se movió hacia la cama, sin dejar ver su identidad, y apoyó una de sus manos en la mejilla del chico dormido, mientras con la otra hacía varios signos para un genjutsu.
Naruto, que estaba soñando apaciblemente con un gran tazón de ramen, pasó del luminoso sueño a otro más oscuro y con una gran sombra, rodeada de un aura roja que él siempre asociaba a su demonio particular, la bola de pelos Kyuubi.
-Naruto...-gruñó una voz demoníaca.
-¿Qué quieres zorro estúpido?-gruñó el rubio a su vez, cruzándose de brazos y arrugando la nariz, molesto -Déjame dormir tranquilo, dattebayo.
La persona que estaba haciendo el jutsu, suspiró suavemente, y acarició con suavidad los cabellos rubios del chico atrapado en un jutsu, pensando que jamás cambiaría ese chico...
-Tengo que hacerte una pregunta.-dijo la voz demoniaca con un leve matiz serio.- ¿Cuál es tu mayor sueño? ¿Ser Hokage o traer de vuelta a Sasuke Uchiha?
-¡Pero qué pregunta, por Kami!-refunfuñó el de ojos azules, poniendo un puchero.-Traer de vuelta al teme, por supuesto.
-¿Y por qué razón lo quieres traer de vuelta?
-Porque es aquí dónde pertenece.-respondió Naruto, como si tal cosa.
-Mmm, esa no es una respuesta muy convincente...-murmuró la voz demoniaca.- ¿No hay alguna razón más?
-Bueno, si...porque yo lo quiero de vuelta.-dijo el rubio con pena, ruborizado y con una mano en la cabeza.
-¿Y por qué lo quieres de vuelta, Naruto?-insistió la voz.
-Porque Sasuke es la persona más importante de todas.-dijo el rubio, ruborizado hasta el pelo.-Es el primer lazo que hice y lo extraño muchísimo, dattebayo.
-¿Es como un hermano para ti?-preguntó la voz interesada.
-Bueno, no exactamente, zorro estúpido.-musitó Naruto dudoso.-Es algo más complicado, de veras...
-¿Complicado? ¿Puedes explicarme por qué piensas que es tan complicado?
-Es algo muy extraño...-murmuró el rubio con un suspiro.-Sin querer, pienso todos los días en dónde puede estar el teme y qué está haciendo, si se siente bien, si está enfermo, si puede estar en peligro... ¡Es algo agotador, en serio! Y luego mi corazón empieza como a dolerme y deseo que regrese a la aldea. ¡Demonios! Hasta sueño con él y todo, dattebayo.
-Vaya...qué inesperado.-murmuró la voz ligeramente divertida.
-¿Inesperado? ¿Por qué?-preguntó confuso el de ojos celestes.
-Por qué eso que me cuantas son signos evidentes de que estás enamorado de Sasuke...-rió maliciosamente la voz.
Naruto abrió los ojos cuanto pudo y comenzó a temblar, poniéndose más rojo aún.
-¡Es imposible, dattebayo!-aulló el chico, despertándose al instante.
Naruto, respirando agitadamente, se levantó de la cama y se dirigió a la ventana, abriéndola. Dejó que el aire frío de la noche, refrescara su rostro ruborizado y miró fijamente a la luna llena.
-¿Amor, verdad?-musitó muy confuso el rubio.- ¿Amo a Sasuke-teme?
Aún en las sombras, el intruso desapareció sigilosamente, pues era un clon de sombras, y fue con su creador, que se sorprendió muchísimo al conocer el resultado de la visita al chico rubio.
-Muy interesante...-musitó el joven de cabellos negros, con una ligera sonrisa en los labios.
Un súbito golpe en la puerta, le sacó de sus pensamientos y borró su sonrisa de golpe.
-Sasuke-kun. ¿Nos vamos ya?
El joven de ojos negros, reconoció la voz de Karin, y suspiró. Recogió sus cosas y salió de su cuarto, en una posada anónima del país del Trueno.
-"Pronto volveremos a estar juntos, dobe"-pensó satisfecho el azabache.
Naruto bostezó por milésima vez en la mañana. Por culpa del perturbador sueño de la noche anterior, no había podido pegar ojo. En su cabeza se repetía esa extraña conversación, y se alteraba todo, sin saber por qué.
Había ido incluso a hablar con el zorro, pero este le había mirado con molestia y le había dicho que él no sabía nada de semejante conversación, dejando aún más intrigado al rubio. ¿Qué diablos había sido ese sueño entonces?
-Naruto... ¿Te encuentras bien?-preguntó preocupada una voz femenina.
El rubio miró hacia arriba, y el rostro de Sakura, ligeramente preocupado por ver al rubio tan apagado, llenó su visión.
-¡Claro que sí, Sakura chan!-exclamó Naruto, con una sonrisa.
-Me alegro...-suspiró ella, devolviéndole la sonrisa.-Pero algo te tiene raro, Naru-chan. Dime en qué piensas...
-Bueno...-musitó dudoso el kitsune, mirando apenado a los ojos verdes de su amiga.-Es que hay algo que me tiene un poco confuso.
-¿Y qué es?-preguntó sonriendo tranquilizadoramente la chica.
-¿Prometes no reírte, Sakura?-le preguntó tímidamente el de ojos azules, casi dejando con la boca abierta a la joven pelirosa.
-¡Lo prometo!-exclamó sorprendida Sakura.
-Es que ayer tuve un sueño muy extraño, dattebayo.-musitó el rubio, agachando la mirada y ruborizado totalmente.-En el que una voz me decía que estaba enamorado del teme...
El silencio pareció rodear a los dos amigos y compañeros.
La chica parpadeaba una y otra vez, procesando la información, y el chico, miraba hacia el suelo insistentemente, deseando que la tierra le tragase.
-¿S-Sakura-chan?-murmuró el rubio, levantando su mirada, y encontrándose con que la chica lo miraba dulcemente.- ¿Por qué me miras así?
-Porque me hace muy feliz que por fin comprendas que amas a Sasuke-kun.-dijo la de ojos verdes, dejando de piedra al rubio.-Kakashi, Sai y yo sabemos que lo amas desde hace años...
Naruto comenzó a abrir y cerrar la boca, como un pez, y millones de puntitos negros danzaron ante sus ojos, mareándolo.
Un sorprendido Kakashi, que acababa de llegar al puente dónde los dos chicos le esperaban, sujetó a Naruto antes de que se estrellara contra el suelo. Tomándolo en brazos, miró confuso a la satisfecha chica de ojos verdes.
-¿Tú sabes por qué Naruto se acaba de desmayar?-preguntó el peliblanco.
-Porque al fin se dio cuenta de que está enamorado de Sasuke-kun.-rió Sakura, ruborizada y feliz.
-Vaya...-suspiró Kakashi, lleno de diversión.-Más vale tarde que nunca.
Y así comenzó el camino de la madurez de Naruto Uzumaki.
Continuará...