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SECRETOS, MENTIRAS Y VERDADES DE UN AMOR EGOISTA por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

Junjou Romantica no me pertenece.

Notas del capitulo:

Aquella noticia no debia ser cierta, de seguro se trataba de una broma de mal gusto y si ese medicucho intentaba de convencerlo de lo contrario lo haria pagar a golpes su osadia, porque de Hiroki Kamijaou nadie se burlaba.

 

  UNA SORPRESA INSOSPECHADA

 

 

 

Debía tratarse de una broma, solo eso, entonces porque el medico se veía tan serio al decírselo, porque le había suplicado calmarse, porque le dijo que era por su bien, siendo que era él quien estaba a punto de ser golpeado, no, esto no podía estarle pasando, todo era una broma, una cámara indiscreta, eso, una de esas de televisión, se alarmo al pensar en ello, no deseaba que su  vida privada se viera expuesta, ya verían la demanda que les pondría, eso no se quedaría así.  Entonces la enfermera se le acerco, dándole una tarjeta y recomendándole ir por una segunda opinión, santa mujer se dijo, pero muy a su pesar luego pensó todo lo contrario, el medico con el que le envío solo confirmo lo que el otro había dicho.

 

 

-¡charlatanes, eso es lo que son, no tengo dinero si es lo que quieren!-

 

 

 Le dijo alterado mientras el doctor intentaba de protegerse tras su escritorio y asegurándole que no se trataba de eso, que de seguro sus padre debían saberlo y explicárselo mejor, que si no estaba conforme con eso mejor seria que fuera con por otra opinión.  Claro que lo haría, que no dudara de eso.

 

Malditos padres, como pudieron, porque no se lo dijeron, que es eso de “era lo mejor Hiroki, además eso no te impide ser padre”, ¡claro que no!, era por eso que estaba en problemas, para colmo le preguntaban como se había enterado, contestarles, como iba a ser capaz de ello, con la rabia e impotencia que sentía colgó el auricular del teléfono con tal furia que casi lo rompe.

 

Su vida estaba acabada y todo era por culpa de esa persona.

 

Ahora que lo pensaba bien, como se lo diría.

 

 

 -Ey sabes, soy hermafrodita, si tengo ambos sexos en mi interior, a por cierto estoy embarazado, pásame la sal-

 

 

Si como no, no quería ni pensar lo que diría, aunque él era bastante tranquilo y amable, pero con algo así, se comportaría de la misma forma.  Como iba a decírselo, como, su vida estaba arruinada, como lo tomarían en su trabajo, bueno en los primeros meses no se le notarían, al menos eso creía, con lo idiota que eran quizás pensarían que había engordado, a excepción de cierto jefe que tenia, que de seguro sospecharía apenas lo…¡maldito porque siempre tenia que molestarlo!, definitivamente su vida estaba arruinada, seria objeto de burlas, lo despedirían, tendría que ser el mantenido de un estudiante universitario que para colmo apenas y tenia para sustentarse, de seguro se hartaría de la situación antes de dar a luz, lo abandonaría por otro y el estaría solo hasta el fatídico día de dar a luz, para colmo sus padres de seguro se enterarían, ¡no!, sabrían de su vida intima, ¡que horror!, ellos que jamás se han imaginado que su único hijo, su perfecto primogénito, su orgullo, Hiroki Kamijaou le gustan…

 

No estaba bien lo sabia, pero que podía hacer, debía investigar mas al respecto, si las mujeres podían hacerlo porque el no, es mas, con mayor razón deberían permitírselo.

 

El había llegado tan cansado como siempre, tirandose  en cima de él, intentando de besarlo, porque debía ser tan meloso, bueno no importaba, ese era uno de los motivos por lo cual le amaba.  Esa noche no podía dormir, se debatía entre decírselo, o no hacerlo, actuar solo quizás seria lo mejor, así podría ahorrarle un dolor de cabeza innecesario a su amado, estaba nervioso, mañana definitivamente seria un día duro.

 

Te amo le dijo antes de marcharse, dándole un beso en la frente, ya que el mismo le había increpado tiempo atrás para que no lo hiciera en la boca, ahora se arrepentía de eso, lo necesitaba.

 

No podía evitarlo, odiaba comportarse así, pero apenas llego a ese hospital sintió que algo no andaba bien, apenas se sentó en aquella camilla los nervios le traicionaron y ahora nuevamente se encontraba en aquel parque en donde lo viera por primera vez, llorando.

 

 

 

 

-¿Qué eres que?-

 

-No hagas como si no me hubieses escuchado- dijo ruborizado.

 

-Estas seguro-

 

-Si- dijo bastante nervioso caminando de un lado hacia otro.

 

-Vayas que eres un fenómeno Hiroky-

 

-¡Cállate no vine para escuchar tus burlas!, ¡demonios ni siquiera se que hago aquí!- dijo furioso el castaño yéndose lo mas rápido posible a la puerta.

 

-¡Espera no lo tomes así!- le dijo al castaño impidiendo su huida.

 

-Vamos siéntate, que esto no te hace bien- le dijo indicándole tomar asiento.

 

 

A que hora se le ocurrió ir con aquel sujeto, no lo sabia, así de desesperado estaba.

 

Era obvio que su amigo de infancia nuevamente estaba pasando por una crisis y si el no le ayudaba, también seria seguro que haría alguna tontería de la cual se arrepentiría mas tarde.

 

 

Llevaban conversando un largo rato cuando el timbre sonó, quien tocaba al parecer estaba desesperado porque le abrieran, ya que no solo tocaba este, si no que también golpeaba con el puño, bastante fuerte.  Su amigo se levanto de su asiento, tomo su abrigo y se dirigió abrir la puerta.

 

-Ya era hora-

 

-¡Donde esta, que le paso!- preguntaba un alarmado joven que para su sorpresa no era otro mas que su moreno.

 

-¡Cálmate!, esta ahí, los dejo solos, tómense su tiempo-

 

 

 

Desgraciado pensó el castaño, que le habría dicho a Nowoki para que tuviera esa cara, para colmo se marchaba así como así, que pasaba si llegaba su inquilino, pero entonces recordó una llamada a la cual no presto atención, de seguro el tampoco llegaría temprano.

 

Fue hacia él y enseguida lo abrazo, su respiración era agitada, de seguro había corrido hasta llegar aquel lugar.

 

 

-Cuando me llamo no supe que pensar, que sucede Hiro-san, estas enfermo, porque no me lo dijiste-

 

 

¿Enfermo?, pero que demonios le habría dicho Ahikiko a su pareja.

 

 

-Hiro-san- le dijo en tono suave acariciando su rostro.

 

 

La pregunta volvía a su mente ¿Cómo se lo diría?

 

 

-Tan grave es-

 

 

Estaba preocupado, lo podía notar en su rostro, entonces sintió su mano en su rostro, estaba llorando y el ni siquiera lo había notado, enseguida intento de alejarlo para secarse el rostro, mas este lo tomo entre sus manos con la mirada mas seria que hubiese visto en todos esos años.

 

 

-Dímelo, no importa lo que pase, yo siempre estaré a tu lado, te lo prometo-

 

 

Claro, eso dices ahora, pero cuando sepas la razón, dirás lo mismo, pensaba el castaño sin dejar de perderse en esos ojos marrones.

 

 

-Yo…yo…perdóname- dijo agachando la mirada.

 

-No tengo nada que perdonarte, por favor, confía en mi- su voz denotaba preocupación.

 

-Es que, no se como decírtelo-

 

-Tomate tu tiempo- le dijo soltando su agarre, ya que noto como su amado comenzaba a temblar.

 

-Fui al medico- le dijo sin darle la cara.

 

-Ya lo se cariño-

 

-El dijo algo, yo no sabia, ¡te lo juro, yo no sabia!- decía un tanto alterado por lo cual el moreno le abrazo al instante, ya que conocía a la perfección esa reacción nerviosa que tenia su amado al encontrarse contra la espada y la pared.

 

-Te creo Hiro-san, no tengas miedo, dímelo-

 

 

-Es…ellos…nunca me dijeron…yo…-

 

 

El moreno se estaba impacientando, mas se hizo de toda la calma posible, sumada a la ya conocida por su castaño para aguantarse la desesperación por la renuencia de este para contárselo.

 

Respiro hondo, debía decírselo, tarde o temprano de todas formas se daría cuenta, y mal que mal aquello era también su responsabilidad.

 

Se lo dijo de una y tal parecía había sido igual que una bomba, no deseaba ver su rostro, mas tomo todo el valor posible para hacerlo, su rostro estaba en shock, lo había perdido, estaría solo, solo.

 

 

-Estas que- pregunto dudoso el moreno pensando haber escuchado mal, a lo cual el castaño nuevamente tuvo que decírselo, ahora ya con un poco mas de voz.

 

-Embarazado-

 

 

-Eres uno en un millón Hiro-san-

 

 

Porque le decía eso, como si le interesara escuchar lo mismo que le habían dicho los médicos, entonces recordó que el que tenia frente suyo también lo era.

 

 

-Embarazado- dijo el moreno asombrado, para luego esbozar una gran sonrisa.

 

 

Le estaba besando, acaso no le iba a abandonar.

 

-No llores mas, le hace mal a nuestro hijo-

 

 

Nuestro hijo, eso significaba que…que significaba.

 

 

No sabia si estaba alegre o triste, lo único de lo que estaba conciente era de que su amado Hiro-san, no paraba de llorar, serian padres, cuantas posibilidades habían que ocurriese eso entre una pareja de hombres, cuantas.  El siempre deseo tener una familia desde niño, claro esta que nunca se lo menciono a su enamorado por temor a que lo abandonara para que así pudiese concretar su sueño de infancia, lo conocía bien y sabia que apenas lo descubriera, eso era lo que haría, pero ahora no cabía en la dicha, seria padre, tendría un hijo de su tan amado Hiro-san, acaso la vida no podía ser mas dichosa.

 

 

Esa noche durmieron abrazados, pensando en el futuro, mientras un castaño temía por este, un moreno le tranquilizaba como tan bien sabia hacerlo, ahora lo único que importaba era ese pequeño ser que crecía en su interior, ese pequeño que por fin

terminaría de darles el titulo de familia.

 

 

 

 

 

FIN

Notas finales:

Como algunos ya se habran dado cuenta es un on-shot que ya habia subido y si lo resubo es porque lo adjuntare con sus continuaciones, a ver si asi la continuo, claro esta viene otra pequeña historia agregada a las ya conocidas.


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