Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SECRETOS, MENTIRAS Y VERDADES DE UN AMOR EGOISTA por DRAGIOLA

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

CAPITULO 5.:

A dejado en el olvido lo mas importante que la vida y el gran amor de su vida pudieron darle pero que lamentablemente por eso mismo caera en cuenta que en ocaciones confiarle aquella responsabilidad a otros solo es el principio del fin.

DESPERTANDO A LA CRUDA REALIDAD

 

 

No aquello no podía estarle pasando, eso no, aquel infeliz de Usami no podía estar hablando en serio pero aquella notificación era bastante clara.

 

 

Lo espero fuera de su departamento por largas horas que al final fueron inútiles porque tal parecía el muy infeliz no pensaba volver a su hogar, al menos no ese día. No entendía que era lo que pretendía con aquello, al menos no a esas alturas. Necesitaba desahogarse, hablar con alguien y quien mejor que su gran amigo y ex Sempai Tsumori.

 

Acaso el mundo se había vuelto completamente loco o es que acaso era un complot en su contra, sabia que no era un gran padre, sabia que había cometido un terrible error aquella tarde hace casi un año pero es que acaso el no tenia derecho a redimirse, acaso él no era un ser humano con defectos y virtudes al igual que el resto de los mortales, en esos momentos odiaba tener una carácter blando por que hasta el momento solo le había  traído problemas. 

 

Tuvo unos deseos irrefrenables de encestar un certero golpe en aquel rostro amigo pero  que a causa de eso mismo se freno de plano, porque si bien aquel traidor le estaba culpando de todo lo que ocurría también era el único que estuvo a su lado en los peores momentos de su vida y que junto a Usami era considerado como un tío por parte de su hijo, si porque Hitori era  “SU HIJO” y lucharía por su custodia así tuviese que hacer pacto con  el mismísimo Lucifer.

 

-Cuenta conmigo, así tenga que mentir no permitiré que aquel sujeto aleje a Hitori de tu lado- Había dicho su amigo con voz solemne luego de haberlo llenado de improperios por las estupideces que había cometido desde que el pequeño naciera y que en esos momentos le tomaran la cuenta desde la estúpida idea de entregárselo a su padrino como el de haberle golpeado. Si porque aquello había sucedido y aun doliéndole en el alma no podía negarlo pero si podía aseverar  como siempre que lo que hizo no fue intencional y que tras unas copas de mas y los constantes reclamos de su pequeño hijo para jugar, él monstruo oculto en su interior desde que muriera su pareja resurgió furioso desquitándose con el primer inocente que vio y que no fue otro que a quien mas amara en ese mundo. Podía recordar claramente, aun estando bebido de como su niño había llorado tras escuchar sus palabras hirientes de como le siguió pidiéndole perdón por algo que no comprendía y como el deseando alejarlo de su lado lo empujo a un costado sin darse cuenta que se encontraban a un paso de las escaleras.  Todo había ocurrido tan solo en un par de segundos, segundos que le congelaron por completo, segundos que le hicieron darse cuenta de la horrible persona en la que se había convertido desde que perdiera a su Hiro-san, segundos que lo golpiaron con fuerza y que lo dejaron en evidencia frente a todos quienes le conocian, porque para quienes no, solo se trataba de un terrible accidente y aunque el deseara pensar lo mismo muy en el fondo sabia que no lo era.  Entonces en medio de la culpa le había rogado nuevamente al padrino de su hijo que se hiciera cargo de este pero que igual a cuando naciera se negó rotundamente pero no sin antes amenazarlo con destruirlo si se volvia a repetir algo similar. En ese entonces se encontraba tan desorientado como los primeros meses de la partida de Hiro-san pero a diferencia de aquella ocacion tenia mas conciencia de lo que tenia que hacer y que gracias a Tsumori supo como enfrentar tras el alta de su pequeño hijo que para esas alturas ya no demostraba cariño alguno por su persona, sino mas bien un terror geniuino por su progenitor, terror que le jugara en contra frente al ex amigo de su amado cada vez que fuera a buscar a su pequeño cada fin de semana en un tiempo que se dedico de lleno a la tarea que el titulo de padrino le daba. Si bien fueron meses tensos en donde debía soportar sus hirientes comentarios, también fueron meses en donde su hijo era feliz tan solo a su lado y aunque esto debio despertar algún tipo de celo por su parte, no lo hizo porque sabia bien que aquel alejamiento lo había fomentado el mismo y que su pequeño guiado por esto ya había escogido una figura paterna en quien confiar y volver a amar. Pero como todo lo bueno no duraba en su vida y no conociendo tan bien aquel escritor volátil, aquel tiempo de calidad brindada a su pequeño no duro mas que un par de meses encontrándose de nuevo en un ambiente melancolico en el cual él era el único culpable de toda esa historia.

 

 

-Papá, cuando vendrá mi padrino-preguntaba nervioso un niño que hacia dos fin de semanas le repetia lo mismo constantemente.

 

-No lo se Hitori- y que el solo respondia con la única verdad que tenia a la mano viendo como cada vez su pequeño se hundia mas en la tristeza de la soledad.

 

-Papá, porque mi padrino ya no me quiere- pregunto un dia cualquiera tras un mes de ausencia del susodicho produciendo que a él se le rompiera el corazón por la aflicción de su carita que no pudo dejar  de lado como en otras ocasiones.

 

-No es que no te quiera, lo que sucede es que tu padrino es una persona muy importante y es por ello que no ha podido venir, lo mas probable es que se encuentre fuera del país y es por eso que no ha podido venir a verte-

 

-Hablas en serio- su hijo se notaba suspicaz por lo que había dicho por lo cual hizo lo único que se había jurado jamás hacer con ese individuo pero que en esas circunstancias no pudo evitar.

 

-Ves, tu padrino es famoso-

 

Su pequeño no podía creer que a quien viera como un segundo padre apareciera en tantos libros, ni mucho menos en una revista que por casualidad se encontraba entre las cosas de su Hiro-san. Si, había utilizado la fama de Usami en su beneficio mas no por eso le agradaba lo que acaba de hacer pero comprendía bien que si pretendía mejorar su relación con su hijo no debía comenzar destruyendo la imagen de la única persona que a esas alturas respetaba con sinceridad y mucho menos cuando ese alguien  no tan solo le había tendido la mano sin pedir nada a cambio, sino que demostraba genuino amor por su hijo.  Cuan equivocado había estado en ese tiempo porque el mismo que dijera que el lugar de un hijo era al lado de su padre era el mismo que intentaba de quitárselo y de la forma mas vil posible.

 

 

 

Recordaba cuando lo había visto por ultima vez y sentía unas horribles ganas de golpearse a si mismo por lo idiota que había sido al pensar que solo se trataba de una casualidad al igual de que saliera a flote la futura educación de su pequeño y mas cuando el desgraciado aquel le recordara como por su trabajo descuidaba no tan solo esta sino también el ambiente familiar que tanto le hacia falta a un niño de su edad y que como idiota cayera en su juego permitiéndole nuevamente no tan solo frecuentar a su hijo los fines de semana, sino también dejando que se quedara a dormir en su hogar.  Con pena se le venia a la mente como uno de esos fines de semana consiguió tener libre al fin luego de muchos meses, como aquello le daba lo mismo hasta que Tsumori le diera un par de entradas a un nuevo centro de recreaciones  recordándole que el aun era el padre de aquel niño y que si bien había obrado mal ya era hora de rectificar sus acciones y recobrar el amor de su hijo poco a poco y que mejor forma que aquello como primer paso pero que con todo y buenas intenciones vio truncado al recibir un rotundo no por parte de su hijo que por primera vez en su vida se atrevió a hacerle una pataleta y a llorar a mares si es que no lo dejaba ir aquel fin de semana con su adorado padrino.

 

-Y que esperabas-le había dicho un tanto molesto Tsumori al escuchar lo que le había sucedido-has esperado demasiado tiempo para acercarte a el-

 

-Si pero nunca se había comportado de esa forma, será alguna etapa-su amigo rodo los ojos levantándose algo perezoso de su asiento para luego mirarlo con incredulidad.

 

-Estas hablando en serio-tal parecía esperaba a que respondiera algo pero viendo que no seria así agrego-por dios Kusama, solo tiene 5 años-

 

Si, su hijo tenia solo 5 años y hasta entonces no había caído en cuenta que en vez de tratarlo como a un niño de su edad no había hecho otra cosa que solo delegarle obligaciones que tan solo un adulto seria capas de realizar. Sabia que no había hecho bien y deseaba culpar a su falta de experiencia a su nula crianza en un hogar normal pero también sabia que aquello no seria mas que una estúpida escusa ha algo que para muchos de sus cercanos era obvio y es que ignoraba al pequeño, ya que le culpaba de la muerte de su pareja.

 

El fin de semana llego nuevamente pero si Usami creía que le entregaría a su hijo así nada mas estaba muy equivocado. Aun con el llanto incesante del este se lo llevo de paseo fuera de la gran ciudad a unas bellas  Aguas termales en las montañas que gracias al cielo no tenia comunicación alguna mas que por radio y daba las gracias  por ello ya que una vez regresara a la ciudad pudo constatar que su teléfono móvil tenia casi 100 mensajes y cada uno de ellos, salvo con dos excepciones, eran del escritor de sus pesadillas.

 

 

Las amenazas  y acusaciones no se hicieron esperar, tanto dentro como fuera del juzgado y es que si aquel hombre no pensaba dar a torcer su brazo él tampoco lo haría. No perdería por nada en el mundo  lo único que le unía al gran amor de su vida.

 

Tanto las palabras de Usami como las de su propio abogado eran elocuentes y no hacían mas que mostrar pruebas tras pruebas para demostrar lo incapacitado que se encontraba para cuidar de un menor de edad y que no hacían mas que agregar temor en su corazón al ver que con cada silaba se llevaban toda la atención tanto del juez como de los presentes en el juicio que no hacían mas que mirarlo con repulsión como si de una asquerosa rata se tratara.  Cada citación la vivía como su último dia de vida porque en cada una de ellas era eso lo que se juzgaba en realidad porque si bien antes de Hiro-san sobrevivía, con él vivía y si bien después de su muerte solo existía…ahora sin su más preciado regalo definitivamente moriría.

 

Aun con Tsumori alentándolo en todo lo que debía hacer, ni eso lograba subirle el animo, ya que no solo debía enfrentarse al escrutinio publico creado y fomentado por la fama de Usami sino que también por la ira iracunda de un pequeño que en sus 5 años de vida por primera vez le daba problemas y todo a causa de que le negaba volver a ver a quien intentaba alejarlo de su lado.

 

-Estaré haciendo lo correcto- se pregunto un dia viendo dormir a su hijo y negándose a regañadientes a darse por vencido pero era tan difícil, si bien había conseguido su tan ansiado titulo de pediatra y con ello un bien estar económico que por tanto tiempo anhelo para así poder estar al nivel de su amado, ahora se daba cuenta que aquello no era mas que una ilusión, ya que no tenia a quien superar y lo peor de todo era que apenas utilizaba sus ingresos para darle la vida que merecía a su familia, si su familia, aquella con la que tanto soñó tener en su niñez y que por su idiotez estaba a punto de perder-No Usami, no te daré a mi hijo. Te lo juro Hiro-san, antes muerto que permitir que nos arrebaten a nuestro Hitori-

 

 

 

 

Aquello era tan irrisorio que hasta el mismo Tsumori se levanto en protesta desde su asiento, acaso el muy infeliz de Usami creía que aquella corte se tragaría algo tan inverosímil como lo que decía, acaso se olvidaba de las pruebas de ADN. El muy desgraciado no tan solo había cuestionado su paternidad, sino que había dejado en evidencia la supuesta vida libertina de su amigo de infancia, “amigo” y aun se atrevía a llamarlo así. También de como este le había amado en secreto por años y como en mas de una ocacion intimaran siendo respaldado por los padre de su amado que apenas y le habían mirado a la cara, ya que para ellos no era mas que la cucaracha que había arruinado la vida de su hijo. Sintió unas horribles ganas de llorar cuando el juez dictamino que su hijo fuese puesto a cuidado de Usami por el periodo de un mes en el cual se vería si estaba capacitado para cuidar al menor y en el cual se verificaría atraves de una prueba de sangre la paternidad de este.

 

 

Si bien el trabajo ocupaba su mente de los pensamientos catastróficos no podía negar que cada vez que tenia un tiempo para si, no hacia mas que pensar en su pequeño y en como debio actuar desde que perdiera a su Hiro-san, miraba constantemente en estos lapsos la foto de su niño dándose cuenta que era de hace un par de años y preguntándose por qué jamás se dio el tiempo de tomarle una simple foto nueva en todo ese tiempo.

 

-Deja de compadecerte imbécil- sintió un golpe en la nuca de un muy cabreado ex Sempai con mirada asesina.

-No lo hago- apenas fue su respuesta.

-Eso esta mejor porque por lo que recuerdo el nardental que te toco por juez jamás dijo que no pudieras ir a verlo-

 

Se sentía idiota, tan idiota que su pecho estaba a punto de explotar de la alegría y todo gracias a un individuo que gritaba asqueado borrando de sus labios el fugaz beso que le había dado su amigo tras tal reveladora información que había ignorado por completo al sumirse en una repentina depresión.

 

 

La primera vez le había cerrado la puerta en la cara, la segunda vez ni siquiera se la había abierto pero la tercera vez no le quedo mas remedio, ante no tan solo la insistencia de quien reconoció como su pareja, sino también por la cara de alegría que mostro su propio hijo al verlo. Aquella tarde fue la mejor que tuviera después de la muerte de Hiro-san, no comprendía por qué no se dio cuenta de todo el amor que podía obtener y dar, quizás no de la misma forma pero si con la misma sinceridad que con su castaño.  Se sintió eternamente agradecido con aquel joven porque de no ser por el jamás habría podido ver nuevamente a su hijo, ni mucho menos recuperarlo y es que apenas se enterara de los sucios trucos que utilizara su amante no solo se molesto con este, sino que le amenazo con dejarlo si persistía en ello y como si de un dios se tratara el gran Usami Akihito bajo la cabeza dejando todo el asunto en el olvido.

 

 

 

 

 

 

 

-¡Papi! ¡Papi!- gritaba un niño que corría hacia su padre con una gran sonrisa en el rostro.

-Hola pequeño, hepaaaaa- en un dos por tres cargaba en brazos a su hijo tras el salto que este diera.

-¡Mira lo que hice!- decía emocionado el pequeño alzando una hoja frente a sus ojos.

-Es…esta muy bonito- dijo algo extrañado al no entender lo que era.

-Te gusta, te gusta, verdad que si te gusta- preguntaba insistentemente el niño mirando con ojos esperanzados al mayor que solo esbozo una sonrisa.

-¡Por supuesto que si!-

-¡Yo sabia que a ti si te gustaría!- dijo haciendo un mohín el niño a lo cual Nowaki no pudo evitar el pensar por qué de aquello-cierto que se parece- dijo el pequeño mirando con devoción el dibujo que sostenía en sus manitas y que su padre por segunda vez miraba con mas detenimiento comprendiendo al fin de quien se trataba.

-Si cariño- dijo apenas con un nudo en la garganta.

-Mis compañeros decían que no, ¿puedes creerlo?- decía ya un tanto molesto el pequeño.

-Recuerda que ellos no le conocieron, así que no es raro- dijo acariciando los castaños cabellos de su cabecita.

-¡Si, tienes razón!- dijo más conforme el pequeño antes las palabras de su padre.

-Donde crees que quede mejor-pregunto sabiendo de ante mano la respuesta de su hijo pero que aun así no dejo de sorprenderlo.

-Había pensado en el refrigerador pero ya no quiero- dijo pensativo el menor ante la extrañeza de su padre-ahí solo van los dibujos comunes-

-Así-dijo en tono divertido el moreno sin adivinar siquiera lo que su hijo tenía pensado.

-Quiero ponerlo en la sala papi, puedo-los ojos de su pequeño aun con emoción estaban un tanto temerosos de su respuesta y es que no hacia mucho tiempo habían conseguido establecer una relación mas estable entre los dos.

-Por su puesto hijo y es mas, que tal si vamos a enmarcarlo-

-Si, si, si… ¿podemos?-

-Claro que si amor-le dijo besando su cabecita mientras se dirigían a su hogar, luego claro esta de comprar un bello marco para el retrato de su amado Hiro-san.

 

 

 

 

FIN

Notas finales:

Bueno este es el capitulo 5 de esta saga que ya habia tenido muy olvidada por un largo periodo, periodo en el cual la volvi a reeditar y subir y que de eso paso casi mas de un año por dios. Pero bueno como todo tiene que resurgir heme aqui con el penultimo capitulo esperando publicar el episodio final muy pronto.

Como siempre se agradece a quienes leen y mucho mas a quienes se toman el tiempo de comentar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).