A VECES LA FICCION NO ES MAS QUE EL FIEL REFLEJO DE LA REALIDAD
El libro paso volando sobre su cabeza, mientras otro era esquivado magistralmente solo por un par de centímetros, ya estaba, nuevamente su amigo iba a explotar, cuan predecible podía ser.
-¡Que demonios significa esto!-
-Es un libro-
-¡Ya sé que es un libro Bakaihito, a lo que me refiero es a lo que esta escrito en el!-
-Hemmm, no se a lo que te refieres-
-¡Claro que sabes, no te vengas a hacer el inocente conmigo que te conozco desde que éramos niños!-
Y otro libro era esquivado nuevamente ante la notoria indiferencia de un peli gris que encendía un cigarrillo a vista y paciencia del otro individuo que comenzaba a hiperventilarse.
-¡Y bien!-
-Si no te gusto mi historia solo dilo y ya- dijo cabes bajo el hombre ante el notorio arrepentimiento de su castaño amigo.
-No, no es eso, la historia es bastante original, aunque también extraña…pero eso no es lo que me molesta sino…-
-¡Pues bien!, todo resuelto, siempre he sabido que puedo confiar con tu buen juicio Hiroki por eso dejo que tu seas siempre el primero en leer mis trabajos-
Pudo ver una sonrisa de autosuficiencia en el rostro de su amigo pero al igual que esta llego se esfumo cuando este recordó el verdadero motivo de su enojo.
-¡Un momento Akihito!-
-Creo que debo enviarle la copia de mi trabajo a la editorial y…-
-¡Para ahí baka, porque si deseas publicar esa abominación tendrás que pasar por mi cadáver me escuchaste!- gritaba ya agitado el castaño impidiéndole el paso al otro como si con eso impidiera lo que se proponía.
-¿Abominación?, pero creía escuchar que te gustaba, ¿o es que acaso siempre me has mentido?- dijo poniendo su mejor cara de cachorrito degollado a su amigo viendo como con esto bajaba nuevamente sus defensas.
-¿Qué?, no claro que no, tu historia es genial Akihito, no es eso a lo que me refería, aunque es bastante excéntrica, aun para ti, pero el punto es, veras, no crees que- pero antes de que pudiera terminar la frase un habilidoso escritor pasaba a su lado sin el menor cargo de conciencia.
Se pudo escuchar un tic, tac y algo mas siendo acompañado inmediatamente por un grito solo comparado con el de un alma en pena provocando que el sujeto causante de aquello se volteara a ver a su amigo que para ese momento estaba mas pálido que el mismo papel en donde solía escribir sus notas.
-Hiroki te sientes bien-
-Como quieres que me sienta bien…baka…páralo…en este mismo instante-
La mirada burlona que le entrego el peli gris no hizo mas que despertar aquel demonio que solían decir sus alumnos que él era provocando mas gracia aun en este.
-Hiroki, no es tan simple primero que nada debo estar…-
-¡No te hagas el gracioso sabes perfectamente a lo que me refiero!- grito alterado tomando por las solapas al novelista que se dejaba zarandear por su amigo de infancia.
-Ya fue enviado, acaso no entiendes como funcionan las computadoras, porque si no te puedo enseñar- dijo inocentemente el peli gris.
-¡A no, no caeré en esa otra vez, ahora escúchame infeliz y escúchame bien, porque si en las próximas semanas llego a ver esa atrocidad de libro en alguna librería juro que te arrepentirás!-
-Pues no lo veras, asi que no te preocupes-
El castaño le soltó respirando un poco mas tranquilo.
-Después de todo eso demora mínimo un par de meses, asi que si lo deseas puedes llevarte la copia que leíste recién-
Un sonido ahogado se escucho por todo el departamento y el peli gris supo que debía hacer algo si no deseaba ser victima de asesinato o peor aun ver infartado a su pobre amigo.
-No te preocupes, si lo que te molesta son los nombres de los protagonistas los cambiare y ya-
-En serio lo harás-
-Claro, siempre y cuando Aikawa no se oponga-
-¡Tu!-
-No tienes por qué agradecérmelo, ya sabes que haría lo que sea por mis amigos, más si es por ti Hiroki-
-Mira Bakaihito, no me importa lo que diga Aikawa o tu maldita editorial pero si llego a ver mi nombre o el de Nowaki cuando en ese endemoniado libro cuando salga a la venta puedes darte por muerto, ¡entendido!-
Estaba molesto, realmente molesto pero claro luego de la tormenta siempre venia la calma, bien lo sabia el después de conocerlo por tantos años y claro que en esta ocacion no haría la diferencia, aunque…quien sabe, quizás por esa ocacion los nombres serian cambiados porque después de todo seria mas tierno un Misaki embarazado que un gruñón y reconocido demonio Kamijyou.
Tomo el teléfono para llamarlo y luego de un par de toques este respondio tal como siempre solía hacerlo.
-Hai, Usami-san-
-Si soy yo, ya hable con el-
-Lo hizo, en verdad- su tono de ingenuidad le indicaba no creerle mucho en aquello.
-Si, pero a mi estilo-
-¿A su estilo?-
-Si, con un buen libro-
-Pero que le dijo-
-Definitivamente no esta listo para conocer la verdad, al menos no sobrio-
-¿¡Pero que fue lo que le dijo!?-
-Yo nada-
-¡Pero entonces como dice que no esta listo, lo sabe o no lo sabe!-
-Recuerdas que te dije que aquello era un buen material para un libro-
-Pues si-
-Bien, lo escribí y se lo di a leer, el resto bueno es historia-
-¿Qué?-
-En fin no tomo de muy buena forma eso del embarazo masculino, asi que vete olvidando de aquello-
-Pero Usami-san se suponía que usted me ayudaría con esto-
-Y que crees que hice-
-Pero el sigue ignorándolo-
-Seamos honestos Nowaki, tu conoces bien el carácter de Hiroki-
-Bueno si-
-Entonces dime, porque siendo tu su pareja no se lo contaste-
-…-
-Tal como pensé, deseabas verme muerto-
-¡Que, no, como se le ocurre Usami, por supuesto que no!-
-Si claro, entonces se lo dirás-
-Hem, yo, bueno-
-Si valoras demasiado tu vida como para hacerlo-
-Le agradecería que no hable de Hiro-san como si fuera un yakusa-
-No hay problema, pero sabias que es cinta negra en kuan tan doo-
-Haaaa-
-Bueno no importa porque hasta aquí llego yo-
-¡Pero, espere, usted es su amigo y se ofreció a ayudarme!-
-Y que crees que he hecho-
-¡Pero si no hizo nada!-
-En eso te equivocas, sabes cuanto tiempo pase creándole conciencia a ese cabeza dura sobre las enfermedades de transmisión sexual- le dijo al joven al otro lado del auricular como todo un erudito, mientras recordaba lo fácil que había sido traumatizar a su amigo hasta el limite de hacerlo dudar de tener relaciones sexuales.
-¡Usted que!-
Si pudiera ver aquel chico juraría que estaba espantado imaginándose como ellos se la pasaban follando cuando jóvenes y por qué no hacerle creer eso, después de todo no era su culpa si él se lo creía.
-Mira, la cuestión es que tu como su pareja eres el mas indicado para darle su diagnostico y salir ileso en el intento-
-¡Pero no me creerá!-
-Acaso no eres medico o algo por el estilo-dijo desdeñoso el escritor.
-Soy practicante de pediatría-
-Bueno con eso debería ser suficiente-
-No usted no entiende-
-Creo que el que no entiende eres tú-
-A usted lo respeta, lo escuchara y lo mas importante le creerá-
Si claro, pensó en esos momentos sintiendo un vano impulso de reírse de aquel chico que ignoraba por completo cual era el respeto que le tenia aquel castaño cascarrabias para con el.
-Diablos, sabes cuanto te sugerí hacerle esos exámenes era con el firme propósito de que tu te encargarías de todo-
-¿Un momento? Eso quiere decir que usted lo sabia-
-Por su puesto, soy su mejor amigo-
-¿Pero como?, ¿porque no se lo ha dicho?, ¿porque no me lo dijo de frente en vez de hacer todo este show?-
Buena pregunta, pero la respuesta era simple, la madre de Hiroki que lo consideraba como si fuera su propio hijo le había confiado el secreto mejor guardado de su primogénito, sobre todo cuando se percato de los gustos de su hijito que aun ignoraba que sus padres estaban al tanto de su verdadera orientación sexual a la espera que este les hiciera frente con una verdad que se veía muy pero muy lejana a serles revelada.
-Es algo complicado-alego ante la notoria molestia del moreno-pero en todo caso ya que estas al tanto puedes tomar las medidas necesarias o es que acaso ese amor que tanto profesas no es mas que pura lujuria-dijo con algo de cizaña escuchando el claro rechinar de dientes del otro sujeto.
-¡Yo amo a Hiro-san!, lo que sucede es que su condición, bueno-
-Mira si tanto temes a su reacción puedes utilizar un párrafo en especifico de mi nuevo libro o mejor aun un capitulo completo pero eso si, no vayas a leer el numero 4, no creo que te agrade mucho-
-¡Que! ¡Usami-san esto es serio!-
-Te mandare una copia a penas la editorial saque la primera tanda-apenas alcanzo a decir el escritor cuando escucho un reconocido bip en su oreja-vaya, me colgó, que mal educado-
Sinceramente no veía por qué tanto escandalo, claro, con Hiroki como pareja se podía entender los nervios pero de ahí a temerle. Bueno, aquel gigante era su última oportunidad para cumplir con su palabra enmendada a la madre de su amigo pero ni modo, quizás la solución mas simple seria enfrentándolo a la realidad y punto.
-Y quien se atrevió a colgarle al gran Usami Akihito- le escucho decir a una voz conocida que bajaba las escaleras.
-Hey, acaso no te habías marchado-
-Baka, acaso no me escuchaste cuando te dije que usaría tu baño-
Y ahí estaba, el causante de todo ese embrollo sin siquiera imaginarse lo que su tan extraña anatomía le ocultaba.
-Y bien quien fue-
-¿Quién fue que?-
-El que se atrevió a cortarte-dijo el castaño tomando su abrigo.
-O nadie en realidad-dijo observando como su amigo se arreglaba para salir-oye-agrego mirando el reloj de la pared-que te llevo tanto tiempo-
-A que te refieres-dijo extrañado el castaño.
-Bueno te demoraste casi media hora ahí dentro-
-¡Que, acaso ahora te dedicas a espiar a la gente!-
-¿Qué?, yo no te espió idiota, solo me preocupo por ti- dijo fastidiado notando el arrepentimiento de su amigo de infancia.
-Lo siento, es que no me he estado sintiendo muy bien últimamente-dijo notando la expresión burlona de su amigo-¡Bakaihito deja de pensar en tu estúpido libro!-
-Pero si yo no he dicho nada-
-Pero lo piensas-
-Vamos solo me preocupo por ti, si bien tienes diarrea no es de mi incumbencia-
-¡Yo no tengo diarrea!-
-Bien, entonces que es…no me digas que te estas robando mis medicamentos-
-¡Deja de decir tantas estupideces, estoy mal del estomago si, contento, pero tu precioso baño esta en perfectas condiciones!-
-Baya- dijo mirándolo con preocupación-quizás tu novio debería chequearte-
-¡Mi novio! Jajaja, ¿Qué novio?-
-El grandulón con el que te veo siempre claro esta-
-Jajaja, Akihito las cosas que dices, jajaja-
Y ahí estaba, nuevamente Hiroki con uno de sus famosos ataques de nervios, se preguntaba cuan negado podría ser su amigo y cuanto mas estaría dispuesto aguantarle su novio, porque aunque él lo negara aquel chico era su novio y gracias al cielo estaba perdidamente enamorado porque nadie en su sano juicio seguiría al lado de alguien tan bipolar sino lo estuviera.
-Y cambiando de tema desde cuando te sientes mal-
-A, no hace mucho, un par de días quizás- menciono despreocupado mientras era observado por su amigo-pero no es nada de cuidado de seguro es algo que comí-
-Estas seguro-
-Claro a que mas se debería… ¡deja de mirarme asi Bakaihito!-
-Pero si no he hecho nada-
-Por todos los santos, tú y tú mente retorcida un dia de estos te meterán en un gran problema, recuérdalo-
-Si, si claro como digas pero estas seguro que…-
-¡Si estoy bien!, esto solo me pasa por comer aquella horrenda comida del casino de la Universidad, solo por eso, ¡entendido!-
-Si, si, si, vaya lo que me gano por preocuparme por ti- dijo algo molesto encendiendo otro cigarrillo, recordando como aquel órgano que ignoraba su amigo que tenia, solo era un estorbo en su organismo al igual que la maldita apéndice.
-Por dios Akihito, deberías dejarlo-
-Yo no te digo que dejes de usar ese feo abrigo-
-¡Mi abrigo no es feo!- grito el otro al tanto que el peli gris pensaba en que en realidad había querido decir su mal genio mordiéndose la lengua en ultimo momento.
-Como sea, acaso no se te hace tarde-
-¡Rayos es verdad!-dijo corriendo por su maletín que se encontraba en el sillón de su amigo.
-Fue un gusto volver a verte y gracias por…-
-¡Es verdad, casi se me olvida!-exclamo retrocediendo hasta donde se encontraba su amigo-mas te vale cambiar esos nombres-le dijo picando con un dedo su pecho-porque de lo contrario sabrás por que mis alumnos me llamaban “El demonio Kamijyou”-intento de acentuar estas ultimas palabras de forma macabra para hacer temblar a su amigo pero sin mucho éxito.
-Hablare con Aikawa, solo cuídate esta bien-
-Si como sea-dijo mirándole de frente antes de irse-pero sabes, en serio deberías dejarlo-agrego arrugando la nariz de una forma que se le hizo adorable al escritor-esa cosa no solo hace que apestes, sino que también produce nauseas-
Le vio agitar la mano antes de cerrar la puerta en forma de despedida dejándolo con una gran duda y es que aquello no podía ser simplemente una casualidad.
Sonrió para si mismo tomando una calada de tabaco antes de apagarlo preguntándose cual seria el nombre ideal para su futuro sobrino y si realmente aquel gruñón estaría preparado para lo que se le venia recordando al pobre sujeto que estaba con el.
Si, definitivamente seria algo memorable para ver pero también le dejaba en claro que no habría cosa más adorable que su Misaki en cinta.
Fin