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Despechado por Pikacha-sama

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Notas del capitulo:

¡¡Hola!!

Bueno aquí la continuación y sólo me queda agradecer y amar a aquellas personas que me dejaron un lindo comentario ¡¡GRACIAS!!


Leyenda:

—Guión—.

Flash back

Fragmentos de la canción

 

Despechado.  
Capítulo dos: La segunda por capricho II.
Three-shot. SasuNaru.

 

 

Tres veces te engañe

 

 

Sakura tenía una semana invitando a todo el mundo a su fiesta. Él era un invitado especial así que no podía faltar e iba a ir acompañado de cierto rubio (ya que él era el culpable de que asistiera a dicho evento).

 

El día de la fiesta pensaba en pasar todo la noche con el rubio, tal vez podría ser que lo invitara a bailar y disfrutar de la velada, con lo que no contaba es con que Gaara también asistiera y estuviera pegado como lapa con su rubio amigo. El pelirrojo en toda la velada le sonrió con superioridad, como si hubiera ganado un trofeo y simplemente su orgullo no podía soportarlo. Fue ahí cuando se dio cuenta de que el chico sabía de sus sentimientos hacia Naruto.

 

Le tocaba salir perdiendo, porque Naruto había hecho su elección desde el principio.

 

Sasuke había estado la mayoría del tiempo sentado mirando como su amigo rubio y némesis pelirrojo bailaban canciones muy movidas, demasiado movidas para su gusto, para que mentir, sentía los celos por primera vez en su vida y no era algo que le gustara experimentar. Así que en un arrebato de coraje sacó a Sakura a bailar, y cabe decir que no lo hacía nada mal.

 

En ningún momento perdió de vista a Naruto y Gaara y cuando los dos fueron a sentarse él también lo hizo, estaba un poco sudado al igual que su compañera que sonreía complacida. No le hizo mucha gracia sentarse, pero no le quedo otra más que aceptar.

 

— ¿Y Naruto? — preguntó con tono neutral.

 

— Fue al baño — contestó con desagrado el pelirrojo.

 

Sasuke estaba por ir a encuentrarse con el rubio a los baños, cuando la mano de Gaara lo detuvo. En ese instante se fulminaron con la mirada, ninguno de lo dos se había declarado la guerra, pero estaban a punto de hacerlo.

 

— Eres patético, Uchiha — le dijo con cizaña.

 

— Hm — soltó un monosílabo mientras se libraba del agarre, no iba caer en sus trampas de incitarlo, aunque por dentro se pudriera de coraje. Sólo su desagrado a que lo tocara se lo demostró con la mirada.

 

— Será mejor que te alejes…

 

Ni siquiera lo había escuchado, se había largado de ahí dejándolo con la palabra en la boca. No importaba que dijera ese, lo que importaba es lo que dijera Naruto, sólo Naruto.

 

En el lugar retumbaba la fuerte música en los oídos de todos, en el momento que había intercambiado palabras con Gaara era porque el sonido se había detenido tan sólo unos segundos para poner la siguiente canción.

 

Naruto al salir del baño miró como su mejor amigo salía del antro con una mirada molesta y lo siguió. Logró alcanzarlo hasta estar en el estacionamiento. El azabache estaba a punto de arrancar en su moto cuando escuchó su grito:

 

— ¡¡Teme!!

 

— ¿Qué quieres? — contestó Uchiha mientras se quitaba el casco.

 

— ¿Te ibas a ir sin despedirte ´ttebayo? ¡En verdad que eres un bastardo! Venimos juntos, y nos iremos juntos — le regañó el rubio sonriendo.

 

— No, deberías de volver con el mapache sin cejas — respondió en un tono un poco fastidiado.

 

Naruto lo miró desconcertado ¿se refería a Gaara? Y fue cuando soltó una sonora carcajada que hizo enfurecer a Uchiha.

 

— ¿Qué es tan gracioso, dobe? — preguntó molesto.

 

— ¡Tú! — comentó mientras se reía escandalosamente. Tenía sus manos ligeramente sobre su estomago por el dolor que le producía la gracia.

 

Sasuke no queriendo ver como se burlaban de él, se puso el casco de la moto para partir pero el rubio detuvo su risa.

 

— ¡Estás celoso, teme! — no se lo había preguntado, lo estaba afirmando.

 

Se impacto por la palabras de su amigo ¿a caso sabía de los sentimientos que él mismo se negaba a creer? Pensaba mientras un sonrojo invadía su rostro. Sin embargo, el rubio no miró la cara del otro por el casco que se lo impedía.

 

— ¡Cállate, dobe! — rugió Sasuke.

 

Y de nuevo Naruto rompió en carcajadas. Era tan gracioso mirar al altanero de su amigo celoso de su novio, pero escuchando el rugido del motor de la motocicleta volvió a callar las risas y decirle unas palabras de aliento:

 

— Eres mi mejor amigo, bastardo — decía haciendo un puchero con sus labios —. Jamás te dejaré…

 

A Sasuke ni siquiera le dio tiempo de reaccionar cuando Naruto subió a la moto de un solo movimiento mientras lo tomaba de la cintura y cogía otro casco para mayor protección. Y eso lo hacía estúpidamente feliz, y su corazón agitado lo demostraba.

 

 

La primera por coraje

 

 

Había dormido como un tronco toda la tarde, podía mirar desde el gran ventanal que tenía Naruto, a un lado de la cama, como el sol daba sus últimos rayos de luz a través de la cortina. Y hablando del dobe. Los dos estaban acostados cómodamente en la gran cama de Uzumaki, mientras Sasuke era presa de las manos del rubio.

 

Naruto lo tenía atrapado entre sus brazos mientras la cabeza estaba reposada en su cuello. Sus manos estaban en la cintura y podía sentir la desnudez de ambos. Sus piernas estaban revueltas entre ellas mismas mientras una fina sabana anaranjada los cubría hasta la cintura. El azabache intentó levantarse para tomar un vaso de agua, pero los morenos brazos de su ¿amigo? No lo dejaban.

 

— Teme…— susurró el rubio entre sueños.

 

 

La segunda por capricho

 

 

Decidió quedarse ahí sin moverse y tal vez volver a reconciliar el sueño, después de la noche anterior que se la había pasado casi en vela se sentía cansado. Giró un poco su rostro y se encontró a un bello rubio durmiendo placenteramente. Muy pocas veces le había tocado mirar a Naruto así; tan quieto y tranquilo.

 

Y poco a poco se fue quedando dormido preguntándose qué estaría soñando su delirio rubio.

 

Varias horas volvieron a pasar para que uno de ellos volviera a despertar. Naruto estaba saliendo de un sueño algo extraño donde había tenido sexo desenfrenadamente rudo con Sasuke, ah, soñar no costaba nada. Sin embargo, al abrir los ojos se quedó impactado. Si, podía sentir como los dos estaban completamente desnudos y como su cuerpo (teniendo vida propia) se aferraba al cuerpo de Uchiha.

 

¡¿Qué hacía Uchiha Sasuke en su cama?! Y de repente todo apareció en su mente como un flash back.

 

— Na-Naruto… te-tenemos que ha-hablar — trató de decir el azabache en medio de los agitados besos que se repartían. La lengua del rubio sabía muy bien lo que hacía y como lo hacía.

 

El rubio se separó un poco de él sin dejar de tenerlo preso entre sus manos, para finalmente dejarlo pasar a su casa y cerrar la puerta.

 

— ¿Quieres hablar o solucionar nuestro problema? — preguntó de una forma sumamente sensual a su oído, podía mirar como sus labios se movían de esa forma lenta susurrándole cosas nada morales, mientras tomaba su mano y la ponía en su entrepierna notando como ésta cobraba vida.

 

En tan sólo unos segundos lo había puesto terriblemente cachondo, pero era imposible no hacerlo. Si desde que se habían estado besando no había dejado de apretar el trasero del rubio. Esta vez pensaba marcarlo para siempre como su propiedad.

 

Allí estaban cayendo de nuevo dos amantes desesperados por amor, Sasuke por un amor que esperaba que fuera correspondido y Naruto por la falta de amor ante su cuerpo. Tal vez en el fondo sabían que lo que hacían los dañaba lejanamente, pero no les importaba, querían hacerlo y entregarse completamente a alguien.

 

El deseo lo expresaban sus bocas en una danza sin fin con sus lenguas. La lujuria la expresaban sus cuerpo calientes mientras se quitaban la ropa entre arrebatos violentos. El amor lo demostraban sus ojos ligeramente cerrados en una fraganti esencia de aferrarse al otro. La solidaridad la demostraban sus finos labios que no se separaban de los otros. La felicidad estaba demostrada en júbilo, ya que sus pieles disfrutaban cada vez que se daban un roce que quemaba con intensidad.

 

Estar juntos era lo que más deseaban. Que sus cuerpos se quemaran en la llamas del placer lo que más anhelaban, y ser correspondidos lo que estaba a punto de suceder.

 

Sasuke era el crimen y Naruto el delincuente capaz de cometer ese crimen prohibido.

 

 

Tres veces te engañe

 

 

Lo había arrojado contra la pared y lo tenía presa entre su cuerpo, su pantalón, camisa, bóxer y todo lo demás que no recordaba ni su nombre, estaba perdido en algún lugar de la maldita sala. Había tenido que romper la camisa del rubio que se resistía a salir, todo la demás ropa había corrido con la misma suerte.

 

Naruto no era vengativo pero mordía el cuello pálido del azabache a más no poder, causando que Sasuke soltara gemidos roncos. Sin embargo, él no se quedaba atrás. Tenía apretado fuertemente en trasero del cual se proclamaba dueño.

 

Sus piernas estaban enredadas en su cintura y rozaba constantemente el miembro de su acompañante con el suyo, creando grandes espasmo de placer. Tendría las piernas temblado si no fuera porque Sasuke las sostenía, acariciaba y apretaba fuertemente.

 

No podía quedarse quieto, no en esa situación. Había tomado el miembro de Sasuke dando suaves caricias sobre ese trozo de piel caliente y suave, jugaba con él, mientras hacía que el glande rosara contra su entrada. Podía sentir el liquido pre seminal que salía del “amiguito” del azabache, se estaba impasentando, lo necitaba dentro de él.

 

— Hay al-algo que qui-quiero de-decir-cirte — le susurraba hiperventilando. Naruto no dejaba su boca, su cuello, ni su miembro en paz, y no es como que quisiera que parara.

 

— ¡Ah! — gimió Uzumaki simulando penetraciones — Pu-puedes es-esperar — murmuró entre los espasmos de placer.

 

— N-no.

 

Ya no podía callar lo que en verdad sentía por ese rubio, quería decir lo que en verdad provocaba en él. Lo que le hacía sentir cada vez que le sonreía y le gritaba teme…

 

— M-me gus-gus…

 

Estaba a punto de declarar formalmente su platónico amor, cuando Naruto soltó un gemido igual de fuerte que el de él, la acción había comenzado, el azabache ni siquiera había notado en qué momento el rubio había tomado su miembro y se había penetrado, no hasta que el grito de Naruto y el suyo salieron al unisono.

 

— ¡¡Dobe, no estás lubrica…!! — Tampoco pudo continuar porque un salvaje beso se lo impedía.

 

— Sólo no-no te-te mue-muevas — susurró demasiado bajo que solamente supo lo que trataba de decir por el movimiento de sus labios. Trataba inútilmente de decir que no le dolía, pero su rostro con los ojos fuertemente cerrados lo delataba.

 

— Idiota — le dijo para tratar de salir de él, pero Naruto enroscó más fuerte sus piernas contra la cintura del azabache.

 

Simplemente acató su orden, olvidando casi respirar. Podía sentir como las paredes internas de Naruto se contraían contra su miembro y le causaba gran placer, pero al ver el rostro del rubio se reprimía por lo hecho, además del esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo al no moverse.

 

 

La primera por coraje

 

 

Poco a poco sintió como su cuerpo se relajaba, ya había dejado de encajarle las uñas en la espalda.

 

Naruto había sido quien se movía lentamente apoyándose en la pared, pero cuando Sasuke lo notó la ayuda se hizo presente.

 

Sasuke comenzó moviéndose lentamente en su interior, para terminar estrellándolo continuamente contra la pared llegando cada vez más adentro de su interior. Estaban sudados, con el cabello completamente pegado a su frente, mientras finas gotas de sudor delineaban sus rostros.

 

Gemidos, gemidos y más gemidos era lo único que se escuchaba, sin mencionar el sonido excitante que hacía en trasero de Naruto al chocar contra la pelvis de su amante.

 

Más fuerte, más profundo eran las suplicas mentales de ambos…

 

— Na-Naruto — gemía a su oído.

 

— Sasu-Sasuke — lo imitaba el rubio.

 

Tenía sus manos en los glúteos de su pareja y los separaba salvajemente cuando arremetía con una nueva embestida. El placer que posesionaba sus cuerpos era inminente a cada segundo. Sentía el climax a cada embestida ya que Sasuke daba en el punto que hacía volver loco al joven de cabellos rubios.

 

 

La segunda por capricho

 

 

Si que le gustaba portarse mal delante Sasuke, ¡Ni siquiera con Gaara era tan pasional! Con Sasuke había experimentado todo lo prohibido que su cuerpo necesitaba. Su cuerpo mismo proclamaba al del azabache como suyo y sólo hacía falta mirar cómo se aferraba a él para comprobarlo, no había forma de negarlo.

 

Estaba totalmente rojo haciéndole competencia a un tomate ante su recuerdo, y ni para qué negarlo le había gustado bastante el cómo, cuándo, y qué había hecho con Sasuke. Pero no podía negar que le asustaba, una; porque era su mejor amigo y temía que la relación cambiase, dos; seguía de novio con Gaara y no quería lastimarlo, y tres; era demasiado excitante para ser verdad.

 

Notó como ligeramente se movía su acompañante y abría lentamente los parpados. Pero para sorpresa de todo lo que creía que iba a pasar, Sasuke sonrió de medio lado al verlo y le acarició lentamente la mejilla. Sin poder evitarlo también sonrió y soltó lo primero que se le vino a la mente.

 

— Nee teme ¿vamos por la segunda ronda?

 

 

 

La tercera por placer

 

 

 

Fin del capítulo dos.

 

Notas finales:

Un gran agradecimiento a las personas que me dejaron un comentario, por cierto, ya los conteste todos.

Gracias:

  • Naoko-san
  • apesardetodo
  • Kana_chan
  • HinataTakahashi

 

 

Dejen nuevos comentarios ¡¡SON GRATIS!!

 

Los quiere Pikacha


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