-Ya falta poco para llegar a Konoha- Dijo un muchacho de tez blanca y cabello negro.
-Sí, no veo la hora de llegar, extraño el Ichiraku. Ni bien lleguemos voy a pedir 20 raciones de Ramen sólo para empezar, dattebayo.-
-Ya deja de pensar en comida, Naruto. Primero tenemos que pasar por la oficina de la Hokage para darle el informe de la misión.-
-Oye Sakura-chan, no seas así, hace dos semanas que no como Ramen, estoy desnutrido- Dijo Naruto, inflando las mejillas aplicando su mejor cara de corderito degollado.
-La fea tiene razón Naruto-kun-Dijo Sai, recibiendo un golpe en la cabeza por parte de la pelirrosada - Pue…des esperar un rato más-terminó de decir Sai masajeando su cabeza. Ya eran normales esas situaciones entre Sai y Sakura.
-¡Quiero Ramen, ttebayo!
-Primero vamos con la Hokage, Naruto-kun. Luego yo pagaré lo que comas en el Ichiraku-
-¿En serio Sai? Sabes que te va a salir caro- Naruto ya tenía un brillito en los ojos: comida gratis.
-Sí, lo sé-Dijo Sai inexpresivo, sabía que esa sugerencia no había sido del todo buena.
-Pareces un niño Naruto-Dijo Sakura meneando la cabeza.
Naruto miró a Sakura y le sacó la lengua.
Llegaron a Konoha y se dirigieron directamente al despacho de Tsunade. Estaban realmente agotados. Habían sido enviados al país del remolino, en una misión secreta, para adquirir información sobre los Akatsuki, habían escuchado rumores que algunos se ocultaban allí, y últimamente, el país remolino se había llenado de ninjas asesinos y criminales, dejando a los ciudadanos prácticamente sitiados. Tuvieron que combatir contra varios enemigos durante la misión, pero como era de esperarse de la nueva Elite de Konoha, salieron victoriosos sólo con algunos rasguños.
Entraron al despacho para encontrarse con Tsunade, y como de costumbre, estaba con una botella de Sake.
-Obachan, hemos vuelto, ttebayo- Dijo el ninja número uno en sorprender a la gente.
-¿Y qué información pudieron obtener?-Dijo Tsunade, evidentemente la botella de Sake le había afectado un poco.
-Bueno, estuvimos indagando e investigando, al parecer algunos de los Akatsuki se ocultan en una cueva ubicada en el bosque al norte de La Aldea Oculta de los Remolinos. Fuimos hasta allí, para reconocer el lugar. Pero cuando llegamos nos encontramos con una aldea extinta.- Dijo Sakura
-Sí. Hace ya bastantes años,-Explicó Tsunade- la Aldea Oculta de los Remolinos era una de las aldeas más prosperas y contenía uno de los clanes más poderosos de la zona. Durante una terrible guerra que hubo entre las naciones, las aldeas enemigas hicieron una tregua temporal, para un fin común: Arrasar con la Aldea y así eliminar a todo el clan, porque suponían que serían un gran peligro si se revelaban. Lamentablemente lo consiguieron, la aldea se encontró superada en número de 1 a 100 y no hubo nada que pudieran hacer. Konoha lamentó mucho su desaparición, - El rostro de Tsunade mostraba tristeza -ya que había una estrecha relación, pero aquí tampoco pudieron ayudarles, ya que cuando Konoha se enteró del ataque, era demasiado tarde.- La Hokage se introdujo en sus propios pensamientos.
-Toda una aldea y todo un clan destruido por una guerra…- Dijo Sai, que aunque no era de expresar sus sentimientos, esa historia le había conmovido.
-No pudieron destruir todo el clan.-Dijo Tsunade que había vuelto de sus pensamientos-Un tiempo antes de declararse la guerra, una niña de ese clan fue traída hasta aquí para que fuese entrenada, era una niña especial -
-¿Y qué pasó con ella, la conocemos?-Preguntó Sakura
-No, ella lamentablemente murió hace algunos años. Era una gran ninja-Tsunade volvió a mostrar tristeza- Su chakra era increíble-Y sin darse cuenta pensó en voz alta- ¿Qué menos esperar de la que fue la contenedora de Kyubi?
-¡¿Contenedora del Kyubi?! –Naruto había abierto los ojos tan grandes que parecía que se les iban a salir-¿Cómo es eso Obachan?
-Nada, no he dicho nada. Ahora salgan de mi despacho. Ya me dieron la información que necesitaba-Dijo Tsunade
-Pero…-
-Vamos Naruto-kun- Sai lo tomó de la mano y lo arrastró hasta la puerta de despacho, al ver que el rostro de Tsunade se había tornado de una violencia aterradora.
-¡Ah! Una cosa más- Los detuvo Tsunade – En una semana llega la comitiva del Kazekage.
-¿Viene Gaara?- Preguntó Naruto, mostrándose más animado.
-Sí, ahora FUERA DE MI DESPACHO- Rugió
Los jóvenes ninja se fueron dejando sola a Tsunade, quien tomo un trago de Sake y nuevamente con la tristeza reflejada en su rostro, pensó: Kushina Uzumaki.