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Sueño Recurrente por Badlolita

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Notas del fanfic:

Bueno..es mi primer fic de Naruto, espero poder entretenerlos un rato y que disfruten la lectura tanto como yo el escribir esto.

Notas del capitulo:

Se agradecen los comentarios, espero que disfruten del primer capítulo.

 

Sueño Recurrente

 

 

 

Capítulo 1:¿Lucha o huida?

 

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”

 

Cortazar

 


 

 

 

Como muchas veces antes, se incorporó mas por reflejo que por otra cosa, y llevándose una mano al pecho respiró con dificultad. Sintió el sudor frío humedeciéndole la espalda y como el cabello se le pegaba a la frente causando una sensación mas que conocida. Sus músculos en tensión se acalambraban con fuerza y fruncir el seño en silencio era lo único que le quedaba. Apretó su mandíbula con fuerza, sus labios se prensaron mientras intentaba nuevamente salir de aquel shock. “Ataque de pánico” era  el diagnóstico que en el que coincidían la lista de especialistas que había visitado y con quienes se había tratado.

 

Y por mas que pasaban los años, no se acostumbraba a eso: Ser alguien que sufriera ataques de pánico. “¿Lucha o huida?”.

 

“A menudo el individuo siente que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida (aspecto congruente con la emoción que el sujeto está sintiendo). El hecho de no poder escapar físicamente de la situación de miedo extremo en que se encuentra el afectado acentúa sobremanera los síntomas de pánico.”(1)

 

Siempre era lo mismo, eso que llamaban “sueño recurrente” era algo con lo que convivía desde que tenía memoria, y no es que se sintiese importante por lidiar con algo así , mas bien era lo que le había tocado, su camino a recorrer.

 

Naruto Uzumaki volvió a recostarse, sus ojos claros se perdieron en la penumbra de la habitación y en las sombras que las luces del pasar de los autos dibujaban en su techo. Se preguntó otra vez por qué le había tocado eso, morir una y otra vez, vivir cada noche para ser asesinado a las 4 de la matina. No necesitó mirar el reloj para saber que era la hora exacta, aquel sueño nunca fallaba y era igual o mas obstinado que él mismo.

 

-Ninjas...-susurró mentalmente, y antes de volver a cerrar los ojos, la imagen de aquella bestia aparecía en su mente.

 

Tantos años viviendo con ese “sueño recurrente” , lo habían llevado a investigar al respecto. El “Kyubi”, como lo llamaba ahora, resoplaba con fuerza haciendo que su cabello rubio se meciera hacia atrás. Estaba nuevamente en aquel lugar, en aquella pesadilla, y sus pies ahora estaban ocultos tras un espeso líquido ambarino. La sensación era tan vívida como el despertar, y colocándose de costado en la cama se abrazó a la almohada. ¿Es que acaso nunca sería libre de esa cosa? ¿ Por qué ese animal lo atormentaba de ese modo? ¿Es que no tenía suficiente con la vida real como para buscarse problemas ficticios?

 

Sus ojos se cerraron con fuerza, se odiaba por ser débil, por no terminar con aquel martirio. ¿Pero cómo podía pelear con su inconsciente? Si con tan solo recordarlo ya sentía como su respiración se entrecortaba y sus manos se tornaban sudorosas.

 

Naruto sonrió amargadamente, y el vacío en su pecho fue aun mas intenso que la sensación de soledad que lo albergaba desde que tenía recuerdos. Vivir solo, comer solo, pasear solo, mirar solo la tele, ir solo al cine, dormir solo...

 

 “No deberían juntarse con el, solo mírenlo. No se defiende ni siquiera cuando lo golpean. Es un cobarde, siempre la misma mosca asustada en el rincón. Ni si quiera sus padres lo querían cerca.”

 

 Una vida en sueños, una vida despierto. Si tan solo pudiese defenderse sin perder el control. Pero la vida era injusta, y su mente y cuerpo no le respondían. Si sentía esa desbordante sensación de adrenalina, perdía el control de si mismo y se había jurado nunca mas dejarse vencer. Aun recordaba aquel día en 3 grado.

 

 “Eres huérfano, nadie te quiere, tus padres te abandonaron porque naciste estúpido”. Le había dicho un compañero, y si., los niños pueden ser crueles a veces...

 

Había despertado en aquella habitación extraña. -Por favor, sáquenle la camisa de fuerza, es solo un niño de 9 años!- Escuchaba a lo lejos a Iruka sensei quien suplicando, hablaba con alguien que no llegaba a ver .Su voz era solo un grave murmullo, y luego, la inyección sedante.

 

 Desde ese día, estaba medicado, y aun seguía tomando aquel psicofármaco que lo hacía diferente. Con el tiempo se había acostumbrado, pero al principio había sido duro. Aquella bendita cápsula lo hacía sentir adormilado la mayoría del tiempo, y podría jurar que si alguien muriese delante suyo, no se le movería un pelo.

 

Iruka sensei era un buen hombre, un buen profesor, y su mejor amigo en el mundo. Aun recordaba las veces que le había insistido de compartir el piso, de ser su tutor, de adoptarlo; pero simplemente no podía hacerle cargar con algo tan pesado y en el fondo, muy en el fondo de su alma temía perderlo.


 


 

 

 -Naruto...-susurró el adulto mientras apoyaba su mano sobre el hombro de rubio. Estaban parados en la puerta de la nueva escuela y aunque no estaba de acuerdo con que Naruto se mudara a los dormitorios del campus, no había nada que hacer. Cuando algo se le metía en la cabeza, bueno... había que dejarlo ser. Sus ojos café se clavaron en aquellos cielos, y suspiró con resignación. Naruto ya medía lo mismo que el. ¿En qué momento había dejado de ser un niño?

 

-No se preocupe, Iruka senei, estaré bien- sus dientes blancos resplandecieron en aquella sonrisa confiada e Iruka solo asintió- Lo se, Naruto, es solo que me cuesta dejar ir a mi pichón- le dijo algo avergonzado, a lo que el rubio respondió con  un fuerte abrazo.

 

 -Es mejor que se apure si quiere tener tiempo para acomodar las cosas y anotarse en las materias correspondientes- Ambos voltearon algo sorprendidos, después de todo ninguno de ellos tenía conocidos allí.

 

Iruka sensei levantó una ceja, aquel hombre era...perturbador. Ese aspecto tan relajado era extraño y por alguna razón le resultó intrigante y misterioso. Sus orbes café se clavaron en las del hombre de traje color tabaco, y haciendo caso omiso al interlocutor, le dio una palmadita en la espalda a Naruto-Bueno...tienes mi celular, mi mail, lo que necesites ya sabes que cuentas conmigo. Ahora vete de una vez- dijo tras una sonrisa, y el rubio emprendió el camino tras aquel enorme portón cargando su maleta naranja.

 

El profesor solo volteó al perderlo de vista entre los demás alumnos que, como Naruto, cargaban el equipaje en dirección a los edificios de residencia. Fue entonces cuando con desgano se dio vuelta, encontrándose con que aquel sujeto aun seguía allí. –Qué silencioso- pensó mientras miraba con atención al hombre que ahora le sonreía...y otra vez, era perturbador. No había notado la presencia de aquel sujeto, aunque Umino siempre era cuidadoso y atento.

 

-¿Es su hijo?- preguntó de la nada, mientras se acercaba al hombre cuyo rostro era surcado de lado a lado por una cicatriz que pensó, le daba un aspecto aniñado.

 

- No, pero es como si lo fuera- dijo con cierta desconfianza Iruka.

 

-Disculpe mi impertinencia- con modales correctos el peliplateado se inclinaba un poco, nunca dejando de mirar los ojos avellana- Soy Kakashi Hatake , profesor de este instituto- y finalmente, esa sonrisa matadora. Iruka levantó una ceja ante semejante despliegue, y sonrió con suavidad mientras metía ambas manos en aquel chaleco verde.-Iruka Umino- dijo con aquel tono amable y cálido que lo caracterizaba. La vida le había enseñado a desconfiar y por alguna razón, se sentía amenazado por Kakashi. Sus sentidos se alertaron y retrocediendo un paso, continuó sonriendo.

 

-Espero que cuide bien de Naruto- Dijo con repentina seriedad, sus manos se aferraban a la tela en el interior de los bolsillos mientras miraba fijamente, algo turbado, la expresión en el rostro del “sensei”.

 

-Claro que si, para mi cada alumno es especial- acotò ràpidamente con tono solemne, y acercándose hacia el hombre de dientes blancos y coleta alta, sintió claramente el aroma ligeramente mentolado que lo rodeaba- Si gusta puedo tomar su teléfono de contacto para informarle del desempeño de…

 

-Naruto Uzumaki.-corto, algo tosco Iruka. Sacó de su bolsillo un boleto de colectivo y anotò en el reverso su teléfono celular. No sabia por que hacía eso, no era tan ingenuo como para ignorar aquel ridículo intento de conquista.- Ha sido un gusto, Kakashi san- dijo antes de inclinarse levemente y girar sobre sus pasos para emprender la retirada. Sonrió una vez que se encontró lejos de esa mirada inquisidora, Kakashi era apuesto y sus manos eran tan pálidas…

 

 

Notas finales:

Bueno, aqui termina el primer capítulo. Se agradecen comentarios y mails a badlolita@hotmail.com.ar.


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