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Railgun por Renji

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Notas del fanfic:

Los personajes de Inazuma Eleven no me pertencen, yo solo los utilizo por diversion y sin fines de lucro!

El fanfic contiene spoilers de la serie.

 

 

Notas del capitulo:

Contiene Spoilers de la serie!!

Espero lo disfruten :D

 

 

 

 

Pov’s Kazemaru

 

 

 

Cada día estaba mas frío conmigo, ya no me hablaba ni siquiera me miraba a veces, aun no lo comprendía, yo solo quería ser sincero, y para mi mala suerte al parecer el no correspondió.

Me siento demasiado mal, quizás mañana en un nuevo día de escuela, él por lo menos se digne a saludarme, es lo único que pido.

 

Extraño demasiado su sonrisa, aquellos gestos propios de él pero para mi lastima, ni siquiera eso logro obtener. Quizás deba disculparme o no lo se tratar de que ya no me trate con es frialdad.

 

Cada vez que pienso en el comienzo a caminar mas rápido, a sudar, a sentir nervios.

 

Aun recuerdo la primera vez que nos conocimos, yo estaba pendiente de hacer lo mío, correr y saltar barras de entrenamiento, hasta que al fin lo mire , aquellos ojos castaños se plasmaron en mi como si fuese algo especial para él, quizás desde ese día yo malinterprete mal las cosas. Fui yo quien me equivoque entonces. Mal interprete ese afecto que teníamos, es verdad solo éramos amigos.

 

Yo siempre eh sido muy callado, y por sobretodo muy tímido, el hacia que mi corazón se exaltara, en especial cuando a veces no me llamaba por mi apellido si no por mi nombre. Yo solo asentía y me sonrojaba. El al parecer lo notaba

 

Y ahora que cometí el error mas grande de mi vida me doy cuenta, el me miraba como a todos, yo era igual que los demás, nunca fui especial, todos al parecer éramos iguales a los ojos de mi capitán.  ¿Mi capitán? Ojala solo fuese mío.

 

Era decidido y entusiasta quizás eso me ayudaba a que yo tratara de ser mejor, recuerdo cuando hablo conmigo, dijo que después de clases hablara con él, al principio me provoco algo raro, no esta atracción  pero algo que yo desconocia. Yo quería ser atleta, el mejor atleta, pero el fue quien me hizo tomar aquella decisión.

 

Era tarde ya, demasiado tarde y yo sigo acá mirando a través de mi ventana aquellas estrellas que me hacen recordarlo y hacer que mi corazón lata de esta manera tan fuerte, noto como mis lágrimas caen y ruedan a través de mis mejillas, yo de verdad lo amo demasiado. Lo amo con todo mi corazón.

 

Mi madre dice que apague la luz, que es tarde, y que mañana tengo clases  tendré que obedecerle, camino lento y voy hacia al interruptor quizás así es mejor, la oscuridad me dará tiempo para pensar.

 

Me comienzo a sacar la ropa pero solo logro quitarme la amarra del cabello. Y aun sigo  recordando cuando esa tarde lo fui a ver, estaba entrenando duro, demasiado duro, lo ayude a levantarse de un duro golpe que había recibido, le hablaba y el me respondía, nos dimos la mano, y desde hay comencé a ir casi todas las tardes para solo poder verlo practicar. Comprendí, que jugar fútbol al lado de Endou seria lo mejor.

 

Para mi se transformo en un infierno, en el cual debía verlo, sentirlo, pero solo como un amigo. Apoyo la cabeza en la almohada y lloro con fuerzas tratando de ahogar esa eterna tristeza. Sus palabras resuenan aun “solo amigos”, si, maldita sea, ¡solo amigos! Nada mas, doy un quejido demasiado fuerte, y no me guanto. No puedo resistir las ganas de llorar.

 

Mi madre entra a la habitación, y abre la puerta, enseguida prende la luz y se acera a mi, me pregunta cual es la razón por la cual lloro, no le respondo ni siquiera la miro, lo único que me falta para ser un desastre es confesarlo que me gusta un hombre. Y mas aun mi capitán de fútbol, se que nunca me permitiría volver a verlo incluso me cambiaria de escuela, debo mentirle.

 

Dije que me dolía demasiado la cabeza, y que si por favor podía darme una pastilla para dormir, quizás así alivie un poco la tristeza y el dolor en mi corazón. Me recuesto de lado aun con toda la ropa, no alcancé ni siquiera a sacarme los zapatos. Da lo mismo, no tengo ganas de nada solo de olvidarme de algunas cosas. Llega mi madre, me da la pastilla, y yo me la trago lo mas rápido que puedo ella besa mi frente y se va de la habitación dejándome nuevamente a oscuras. No puedo dejar de pensar en el, pero no importa se que luego me dormiré.

 

Así fue, anoche me dormí, tan profundo que no recuerdo absolutamente nada, debo haber tenido tanta tristeza que hasta mi madre accedió a darme una pastilla para dormir, el maldito reloj sigue sonando es hora de levantarse e ir a la escuela, que malo, no quiero ir, no tengo ninguna gana, solo iré a pasar malos ratos.

 

Además mis ojos arden, al parecer llore mucho anoche, me apresuro a ir a la ducha, antes que alguien vea mi horrible rostro.

 

El agua de la ducha es tan tibia, cae en mi cuerpo desnudo, y yo aun pienso en mi capitán Endou, los minutos pasan y sigo acá disfrutando de esta ducha, siento como me da comodidad y tranquilidad. Ni siquiera me doy cuenta cuanto tiempo llevo acá, hasta que mi madre toca fuertemente la puerta advirtiéndome que salga ya, es tarde y voy atrasado.

 

Me salgo rápido y trato de vestirme y peinarme a la vez pero me es imposible, de verdad  odio ir tarde. No tomo el desayuno no me despido de nadie, solo salgo rápido.

 

Llegar a la escuela es algo molesto, siento que en cada momento me encontrare con Endou y tendré que enfrentarme a su frialdad. Solo ruego que solo deba aguantar la practica el día de hoy. Las clases son bastante aburridas, incluso aun tengo sueño, maldita pastilla. Me acomodo un poco en la silla, y comienzo a recordar como fue nuestro primer partido. Así es, fue contra el instituto imperial, ninguno de nosotros tenia las suficientes fuerzas para poder jugar con tras ellos, yo estaba cansado, pero cuando vi a Endou enfrentarse a ellos solo en la portería, senti enojo y rabia, no lo dejaría solo, el fue el único que lleno un vacío que tenia, los balones caían sobre el, y yo no podía permitirlo, no quería que lo siguieran hiriendo.

 

Bloqueé uno de los balones con mi cuerpo para evitar que lo golpearan, y por primera vez el se preocupo por mi sus ojos estaban en mi, yo nuevamente  malinterprete todo, pensando que el sentía algo por mi, pero solo eran agradecimientos, por lo que yo había hecho por el. Cuando al fin Gouenji  entro a jugar, el estaba demasiado feliz, nuestro equipo había ganado, también me sentí contento, pero algo dentro de mi crecía mas, eran los celos. Así es, siento celos de Gouenji, por que siempre esta en la mira de Endou. Desde ese día siento que al sido su jugador preferido.

 

Ahora siento enojo pero el sueño me supera, me estoy quedando dormido en la silla, me estoy quedando dormido en medio de las clases.

 

El profesor me despierta y me manda fuera de la sala de clases, yo no lo tomo en cuenta, solo despierto un poco asustado, pero me levanto rápido y saldo apresurado del salón, creo que lo mejor que puedo hacer es ir al patio a dormir un rato.

 

El pasto se ve tan cómodo, me pongo ansioso de acostarme luego en aquella sabrosa cama de pasto, diviso un árbol cerca de la cancha de fútbol, y me recuesto hay, desabrocho los primeros dos botones de mi chaqueta, para poder sentí un poco mas el fresco del ambiente. Comienzo a mirar el cielo y trate de relajarme.

 

-          Endou… - Digo en voz alta.

 

 

 

Pov’s Endou

 

 

No puedo evitar ser así con el, realmente siento algo dentro de mi que me esta molestando demasiado, no quería mirarlo ni muchos menos acercarme, no es que este mal que allá dicho lo que siente, quizás debe ser una carga llevar algo tan profundo en el corazón, por lo menos yo nunca lo eh sentido. Nunca eh lidiado con una persona que le gusten los hombres y para mi mala suerte Kazemaru lo es, no puedo expulsarlo del equipo, pero hay algo que hace que me aleje que lo rechace. Ayer luego que me dijo aquellas palabras, y lloro, solo pude mantener la calma y explicarle que yo no era como el y que solo éramos amigos, solo lloro. Y se alejo de mí. Yo estaba helado y extrañado, Kazemaru no puede estar enamorado de mí, es imposible.

 

La primera vez que nos conocimos yo estaba promocionando la escuela de futbol, éramos pocos y necesitábamos mas jugadores, hasta que lo encontré practicaba duro, el era especial,  dentro de mi, sabia que tenia las capacidades de jugar,

 

Yo soy extrovertido y amigable, un poco gritón y escandaloso, quizás por eso me acerque de una manera tan confianzuda hacía el, y lo invite a jugar. Kazemaru era especial para mi, poco a poco se transformo en uno de mis amigos mas cercanos, me gustaba llamarlo por su nombre a veces, tenia confianza con el. Ahora puedo recordar q a veces se sonroja y agachaba la mirada, no entiendo , realmente fui demasiado idiota que no me di cuenta,

 

Peor yo era igual con todos, eso creo yo, nunca tuve una preferencia por el, a excepción que el le contaba cosas un poco mas privadas que al resto. Pero ese no creo que allá sido un motivo para que el se enamorara de mi, ¿acaso la amistad hace que la gente se enamore?

 

Yo quería que el se esforzara que fuese mejor, y que por supuesto entrara al equipo, el seria un gran atleta, pero se que también un muy jugador de futbol, yo tenia confianza y fe, yo le insisti para que se uniera a nosotros. A veces incluso me siento un poco culpable de lo que ahora esta sucediendo.

 

Es tarde, no se que horas serán realmente, solo quiero  estar sentado en la cama pensando en  las palabras de Kazemaru, es de noche y no puedo dormir, me molesta demasiado esto, estoy enojado y algo hace que lo rechace cada vez mas. Lo detesto, ah roto nuestra amistad. Lo detesto.

 

Es tarde creo q es hora de dormir, apago la luz de la habitación para meterme a la cama, aun molesto. Me quito la ropa y me meto a la cama.

 

Apoyo mi cabeza en la almohada y recuerdo cuando cierto día, después de clases comencé a entrenar duro, estaba cansado, demasiado cansado, pero debía continuar, no podía defraudar al equipo hasta que un duro golpe me boto fuertemente al suelo, mi espalda me dolió mucho, hasta que Kazemaru llego y me ayudo a levantarme, le hablaba de lo grandioso que era entrenar, y lo especial que era el futbol, incluso me atreví a cotarle algo sobre mi abuelo, el escuchaba atento, nos estrechamos la mano y comprendí que Kazemaru era muy capaz para entrar al equipo de futbol.

 

 

Jugar al lado de Kazemaru era genial el ponía entusiasmo,  como todos, hacíamos que cada vez el equipo se hiciera fuerte, me doy vuelta para apoyarme mejor y me repito una y otra vez ¡solo amigos!, si, ¡maldita sea!, ¡solo amigos!, nada mas. Como pudo confundir eso, ahora todo esto esta mal, los demás notan que soy frío con el y sienten la tensión que hay entre nosotros, pero no es mi culpa, y el me malinterpreto, el me confundio, gracia a el, nuestro equipo cada vez esta mas distante. Nadie sabe de la condición sexual de Kazemaru y creo q es mejor que quede en secreto no quiero que nadie se aleje de el,  ni tampoco le hagan daño, y creo que por como actúa, nisiquiera sus padres deben saberlo. Para mi mala suerte creo que eh sido el primero.

 

Comienzo a sentir sueño, creo que lo mejor es que me duerma o si no llegare tarde mañana.

 

Y así fue, anoche me dormí enseguida no quería llegar tarde a clases, y el maldito de Kazemaru se quedo en mi mente todo la noche que hasta llegue a soñar con el. Esto no puedo estar pasando, mi mente me esta dando malas jugadas, de todas formas, debo mantenerme tranquilo y tratar “tratar” de actuar como si nada hubiese pasado.

 

Tomo la ropa y me dirijo a la ducha para poder bañarme, para mi suerte estoy a tiempo, así que mejor me tomare un largo tiempo en el agua. Apenas salgo me visto y me pongo la ropa para desayunar, lastima que hoy no tenga hambre, prefiero no comer nada y así es mejor, puedo ir caminando lentamente a la escuela, quizás deba hablar con alguien sobre esto que me esta pasando.

 

Llego a la escuela y me encuentro con Gouenji, me acerco rápido a el, para saludarlo, nos dirigimos al salón  conversando, pero aun no me atrevo a tocarle el tema de Kazemaru, no quiero que piense mal de el ni mucho menos de mi.

 

-          Hoy has estado muy callado, ¿Te sucede algo? – Gouenji me pregunta extrañado mientras toma lugar en el pupitre

 

-          Sabes, ¿Puedo hacerte una pregunta hipotética?-

 

-          Claro dime –

 

-          ¿Que sucedería, si un hombre se enamorara de ti? – le pregunte secamente realmente el tema me estaba molestando demasiado.

 

-          No sabría como enfrentarlo, nunca me ah sucedido, las homosexuales no son una peste, son personas normales, pero no sabría que hacer –

 

-          Tienes razón Gouenji –  Era verdad lo que el decía, no eran una peste, no son personas enfermas, ellos no elijen, Kazemaru no eligió, quizás eh estado actuando mal,  debo hablar con el.

 

Las palabras de Gouenji me dieron tranquilidad, Kazemaru no esta enfermo ni mucho menos esta loco, el siempre ah sido amable conmigo, recuerdo cuando nos enfrentamos al instituto imperial, fue nuestro primer partido, y habían arrasado con nosotros, yo aun no estaba decidido a dejarme ganar, así que enfrente a aquellos chicos como mejor pude, me quede en la portería bloqueando aquellos balones con mi cuerpo, aunque me provocaron un dolor terrible. Kazemaru fue el único de ellos que corrió a defenderme, el cayo al suelo mal herido,  No se si eso lo habrá hecho por amistad o amor, pero hay pude ver que no era mala una mala persona.

 

Desde ese partido note como el comenzó a ser frío con Gouenji, aun no se cual será el verdadero motivo, pero puedo ver la distancia que le guarda.

 

Siento ganas de tomar aire, quiero relajarme un poco y pensar, diré que debo ir al baño así me permitirán salir un momento, y para mi suerte me han dejado, camino hacia al patio, el aire esta fresco, se siente demasiado cómodo el ambiente. Diviso a alguien que esta recostado en el árbol que da de frente a la cancha de futbol.

 

- Kazemaru… - Digo en voz alta.

Notas finales:

Kyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyya Hay poquito de ellos!!

Asi que me inspire en esta parejita!


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