CAPITULO 12
Era un error, no podía ser cierto y si lo era... Dolía y mucho...
-Sasuke-kun, Orochimaru-sama quiere verte- dijo un chico peligris con gafas a la persona acostada en la cama dándole la espalda, en esa fría y oscura habitación.
-No me apetece ir, no molestes Kabuto- dijo fríamente el joven recostado.
-Sasuke-kun Orochimaru-sama está siendo muy paciente contigo, pero te advierto que su paciencia tiene un límite- dijo Kabuto antes de retirarse de la sombría habitación cerrando la puerta.
Sólo entonces Sasuke se dio la vuelta quedando recostado mirando el techo, suspiró, habían pasado más de dos años desde que entrenaba con la serpiente y en poco tiempo podría deshacerse de su sensei, porque él no iba a darle su cuerpo, ni loco, todavía alguien lo esperaba...
-Sasuke-kun ¿Estás ahí?- dijo una voz femenina asomándose una chica por un resquicio de la puerta.
-Si, pasa Karin- dijo el azabache tranquilo sin moverse de su posición.
La puerta se abrió y entró una joven de su misma edad, de cabello largo, lacio de un vivo color rojo al igual que sus ojos que ocultaba detrás de sus gafas ovaladas.
La chica se sentó con confianza en el borde de la cama y le miró pero él seguía sin mirarla.
-¿Quieres que inicie el chequeo? Seguro estás muy cansado después de lo que ocurrió en Suna- dijo la pelirroja cálidamente.
-Hinata me hizo el favor de checarme, pero gracias Karin- dijo secamente el pelinegro.
-Sasuke-kun ¿Qué sucedió en Suna? Estás muy mal desde entonces- dijo la pelirroja preocupada.
Sasuke suspiró -Duele Karin, lo herí tanto...- dijo el moreno mientras sus ojos se cristalizaban.
-¿A quién te refieres? Cuéntame Sasuke, es mejor que te desahogues- dijo la chica cálidamente acariciando su cabellera negra.
Sasuke asintió recordando...
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FLASHBACK
Se encontraba sentado a orillas de un lago que formaba una cascada, se acababa de dar un baño en sus cristalinas aguas cuando escuchó el sonido de Eiko, miró hacia arriba y vio a la ave que descendió y se posó en el pasto a su lado ya que no traía camisa y no quería clavarle las uñas de sus patitas.
-¿Qué sucedió?- preguntó el azabache entonces miró su patita que tenía una nota con la letra de Hinata y por la forma en que estaba supuso que la había escrito muy rápido. La tomó y leyó:
"Sasuke, Gaara está en peligro, ayúdalo por favor"
Eso decía la nota.
-Maldición- dijo poniéndose en pie -regresa con Hina para que puedas llevarla a Suna, yo me adelantaré- le dijo a la halcón que se fue de inmediato.
Sasuke se puso su camisa, obvio no iría así sin nada, además su ropa le gustaba, después de haber conocido a cierta pelirroja había cambiado el estúpido atuendo de Orochimaru por uno que ella le ayudo a diseñar y confeccionar. Se trataba de un pantalón negro ceñido con sus sandalias negras tipo bota, en su cintura llevaba un cinturón grueso negro con su portashuriken, en su pierna derecha sus portakunai, su playera era negras ceñida como una segunda piel, era sin mangas con cuello y de hombros descubiertos, sin embargo llevaba sus protectores negros hasta los brazos y una gabardina blanca sin mangas con forro azul larga hasta detrás de las rodillas.
Una vez listo hizo el jutsu de transportación y apareció en un instante en Suna, de inmediato vio a un rubio de pelo largo con la capa de Akatsuki lanzando bombas de arcilla en la aldea mientras enfrentaba al Kazekage.
-Maldición, no puedo permitir esto- dijo el moreno e hizo un henge transformándose en una chica para luego ir y salvar al Kazekage.
Afortunadamente con su Sharingan pudo ver que la técnica de estilo tierra de Deidara era inferior a la suya de estilo rayo así que pronto estaba tomando ventaja del rubio, sin embargo el tipo era una amenaza con sus explosivos, si uno se perdía atacaba directo a la aldea.
-No te preocupes todos están en los refugios- eso le dijo Gaara quien con dificultad se mantenía en pie.
Sasuke asintió y sacó su espada decidido a parar a Deidara a como diera lugar. Gracias a Kami que pudo meterlo en un genjutsu del cual el rubio logró salir pero se quedó sin energía por lo que se vio forzado a retirarse.
"Gracias Kami-sama" pensó Sasuke aliviado, pero respiraba entrecortado, tenía varias heridas en el cuerpo por los explosivos de Deidara y apenas se mantenía en pie por culpa del genjutsu que había hecho, su mundo se ladeo y oscureció... Lo último que vio fue a un niño corriendo hacía él llamándolo...
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Cuando despertó estaba en un hospital, su apariencia había vuelto a la normalidad el henge se había deshecho y lo primero que vio fue a un adorable niño idéntico a él pero con ojos color azul índigo.
-Mi niño, Akeru- dijo muy bajo mientras el niño lo veía sonriente.
-¡Mami despertaste!- gritó el niño alegre mientras Sasuke se sentaba en la cama del hospital para después recibir a su criaturita en brazos.
-Mami, me asusté mucho, no sabía que vendrías y papá estaba en 'pobremas'- dijo el pequeño aferrándose a su cuerpo.
Sasuke sonrió con dulzura -Si cariño pero no se dice 'pobremas', se dice 'problemas'- corrigió acariciando su cabello suavemente.
-Gomen- dijo Akeru apartándose de su mami y soltando una risita.
-No te burles, eres un Uchiha y los Uchiha hablamos correctamente- dijo Sasuke seriamente, por un momento el niño se asustó pero su mami pronto rió y lo tumbó en la cama haciéndole cosquillas.
-¡No mami!... Jijiji... ¡Basta!... Jijiji... ¡Onegai!... Jijiji... No puedo más...- decía el menor entre risitas y Sasuke reía con él.
Hasta después de unos minutos fue cuando soltó al menor y lo alzó en otro abrazo mientras el niño recuperaba el aliento divertido.
-Recuerda Akeru, que tu puedes hacer lo que quieras que ser un Uchiha es un orgullo no una prisión de apariencias, no importa lo que te digan sólo sé tú mismo- dijo Sasuke al oído del niño.
-Lo sé mami, pero aún toy creciendo, por eso no sé bien hablar- dijo el menor -Y yo quiero hacer feliz a mamá- dijo mirándolo y haciendo un pucherito.
"Tan parecido a él" pensó Sasuke y sonrió -Ya soy feliz teniéndote como mi hijo, eres mi orgullo, mi tesoro, todo lo que tengo, lo que más quiero- le dijo volviéndolo a abrazar -Pero no le digas a papá que se puede encelar- dijo divertido.
-Lo sé mami- dijo el menor riendo y luego se acordó -debo avisarle a papi que ya despertaste- dijo soltando a su madre y bajándose de la cama -Ahorita vengo- dijo y salió corriendo de la habitación.
Sasuke suspiró, de verdad que su tesoro se parecía mucho a su padre biológico que por supuesto el pequeño desconocía.
Su paz no duró mucho porque sintió la energía de cierto rubio revoltoso que conocía, no dudó ni un momento e hizo el henge convirtiéndose en una chica muy hermosa. Cuando se abrió la puerta entro el Kazekage sonriéndole, ya sabía que planeaba algo, se desconcertó cuando vio entrar al equipo 7 junto con Hinata con su hijo en brazos.
-Buenas tardes linda- saludó el pelirrojo y luego miró a los presentes -Chicos les presento a mi adorable esposa Aika (Canción de amor)-
"¿Adorable? Gaara eres un... ¬_¬#"
-Mucho gusto en conocerlos- dijo 'Aika' suave y educadamente controlando las ganas de ahorcar al Kazekage ahí mismo por ponerle semejante nombre.
Sin embargo se desconcertó al mirar al rubio, si que había cambiado, ahora era más alto, seguro era más alto que él sin el henge, sus facciones ya no eran aniñadas incluso sus bigotitos se notaban menos pero le daban cierto atractivo, su cabello seguía tan brillante y revuelto, ni que decir de sus ojos que lo hipnotizaban, sin embargo había cambiado sus ropas, ahora usaba un pantalón negro con franjas naranjas a los costados y como anillos en sus piernas, llevaba su chaqueta naranja con negro en los brazos y parte del pecho y la espalda además su bandana era negra con las tiras más largas.
"Diablos, se ve demasiado guapo" pensó el azabache frustrado ya que a él el embarazo lo había vuelto más delicado, casi andrógino por eso su versión femenina era tan deslumbrante, no estaba muy alejada de la realidad. Lo que notó luego fue como el rubio babeaba al mirarlo, se sonrojo levemente hasta que un grito lo sacó de su letargo.
-¡Mami!- gritó Akeru saltando de los brazos de Hinata, corriendo hacia él, saltando a su cama y abrazándosele -Ya estás bien ¿Verdad? ¿Ya no te duele nada?-
Sonrió -Claro que no cariño- dijo y le dio un beso en la frente al menor - luego miró a Gaara y utilizando sus mejores dotes de actor, en este caso de actriz le sonrió -Amor, ¿No vas a presentarme a tus amigos?- dijo dulcemente.
"Gaara, ésta me las pagarás ¿Cómo que soy tu esposa? Soy muy joven y bella para estar casada... Demonios (>.<)... quiero decir, ¡Soy muy joven y guapo para estar casado contigo!"
-Ah, si mi nombre es Naruto Uzumaki- dijo el rubio saliendo de su embobamiento, eso causo que 'Aika' soltara una risita que no hizo más que embobar más al rubio y encelar a cierta perra de rosa.
-Mi nombre es Sakura Haruno y soy su prometida- dijo la pelirrosa cortante agarrando el brazo del rubio que la miró apenado.
Eso sin duda le dolió, después de todo el rubio no era tonto y había decidido olvídalo, pero no lo culpaba, después de todo él lo había dejado y se había llevado consigo el fruto de su amor, amor que hasta ahora creyó muerto... Suprimió las ganas de llorar y contestó secamente.
-Felicidades- miró a Kakashi y a Hinata -Tu debes ser el copy ninja- Kakashi asintió luego vio a Hinata -Hola Hina-chan- saludó luego miró a Gaara -amor no me siento bien ¿Podrías dejarme a solas?- pidió, claro que no se sentía bien, acababa de reunirse con su antiguo amor y se entera que está comprometido.
Gaara la miró a los ojos comprendiendo lo afectada que estaba con la presencia del rubio, decidió que lo mejor era dejarla a solas para que se recuperara. Asintió en silencio.
-Mami ¿Te duele algo?- peguntó el menor en sus brazos preocupado.
Negó-Estoy bien cariño, solo un poco cansada ¿Porqué no vas y te diviertes con Hina-chan? Hace tiempo que no la vez y apuesto a que a Naruto-kun no le molestaría jugar contigo- dijo y miró al rubio que asintió de inmediato.
-Por supuesto que no me molestaría Aika-san - dijo el rubio sonriéndole al pequeño -Y puede llamarme Naruto a secas-
-Sólo devuelve el favor, no soy tan vieja- dijo con una suave sonrisa y dejó que Akeru se bajara de la cama, de inmediato el niño fue con Hinata ya que aún no le agarraba confianza a Naruto.
-Descuida lo cuidaremos bien Aika- dijo el rubio y todos comenzaron a salir mientras que Gaara se le acercó y la ayudo a recostarse en la cama.
-Creo que no te gusto la sorpresa- murmuró el pelirrojo por lo bajo.
Sin embargo ella lo ignoró y una vez recostada Gaara abandonó la habitación, una vez a solas deshizo el henge mientras comenzaba a llorar...
-Maldito Naruto... Aún ahora no puedo dejar de amarte...- decía entrecortadamente mientras dejaba ir su dolor en forma de cálidas gotas cristalinas que bajaban por sus mejillas y su perdían en su kimono.
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Lloró durante un rato y después lo abandono la conciencia, al despertar se encontró con Temari y Kankuro en su habitación, la rubia lo miraba preocupada.
-Dios Sasuke- dijo la chica abrazándolo, claramente se veían en las mejillas del chico los caminitos de las lagrimas que había derramado -gomen, no debí haberlos llamado, pero temí por Gaara y no pensé que tú vendrías- se disculpó la rubio.
Sasuke negó separando un poco a la rubia, le sonrió tristemente.
-él no es tonto Temari, era obvio que esto pasaría, después de todo yo fui quien lo abandonó, es obvio que alguien más se fijaría en él, además él siempre quiso a Sakura... Esto tenía que pasar- dijo Sasuke dolido.
Temari suspiró con tristeza -Tienes razón pero las cosas no son así- dijo pero el moreno la interrumpió.
-Ya no importa Temari, en serio, no lo disculpes, él no tiene la culpa, yo lo dejé y me llevé conmigo al fruto de lo que alguna vez tuvimos- dijo Sasuke al borde del llanto pero lo suprimió, ya no debía llorar más, el así lo quiso.
-Y si no importa ¿porqué te escuchas tan dolido?- dijo Kankuro seriamente.
Sasuke agachó la mirada, sus hombros temblaban, Temari lo abrazo de nuevo conteniendo sus sollozos y confortándolo.
Cuando se tranquilizó Temari le informó que ya podía irse del hospital, sin embargo Sasuke seguía débil así que Kankuro lo levantó en brazos y así lo cargó para llevarlo a donde Gaara, sin embargo al salir del hospital el moreno volvió a hacer el henge para evitar problemas.
Cuando llegaron no pudo evitar sonreír con ternura al ver a su niño jugando con Naruto "Así sería mi familia feliz sin Naruto aún nos amara" se entristeció pero fingió estar bien para que Kankuro y Temari no dijeran nada.
-Amor- llamó al pelirrojo Kazekage, Kakashi y Gaara los voltearon a ver.
-Linda- dijo Gaara levantándose y acercándose para luego tomarla entre sus brazos -¿Qué haces aquí? –
-Me sentía algo sola, además me acaban de dar de alta- contestó la adorable esposa del Kazekage mientras éste la llevaba y la dejaba recostada contra el tronco de un árbol, dejándole debajo de la fresca sombra.
-Lo siento linda pero Akeru tenía hambre- dijo el pelirrojo para luego darle un beso en la frente.
"Gaara, te estás divirtiendo de lo lindo ¿verdad? (¬_¬u)"
-¡Mami!- gritó el pequeño retoño del Kazekage corriendo hacia su madre mientras que el rubio se quedo embobado mirando a Aika haciéndola sonrojar, sin embargo enfocó su atención en su hijo frente a ella.
-Hola Akeru, ¿te diviertes con Naruto?- preguntó dulcemente.
-Si mami, es muy atento conmigo, es un ninja como tú y papá, y dice que un día será el mejor Hokage ¿qué es eso mami?- decía el pequeño emocionado.
-El Hokage es el mejor ninja de la aldea de la hoja así como tu padre es el mejor ninja de Suna- explicó con calma, de verdad que su pequeño era muy curioso e hiperactivo.
-Ahhh… ¡Entonces Naruto-niichan es muy fuerte!- exclamó el niño asombrado
Asintió -Anda ve a jugar cariño- dijo y el niño obedeció, mientras ella lo miraba irse para volver a jugar con Naruto, sin quererlo comenzó a llorar.
-¿Estás bien?- dijo Gaara preocupado, ella asintió levemente -¿Segura? Será mejor que te alejes de él-
Negó -De hecho me gustaría hablar con él a solas- dijo limpiando sus lágrimas.
-Mmm... No creo que sea buena idea- dijo Gaara pensativo.
-Por favor- pidió seriamente -Recuerda que si algo sale mal, me gustaría que contaras con su apoyo- dijo aunque no le gustaba rogar.
-Pero es que él...-
-Por favor, tu confías en él ¿No?- el pelirrojo asintió -Entonces no importa, de todas maneras no me importa salir lastimada- sonrió cálidamente -Sólo quiero lo mejor para Akeru-
-Entonces no hagas locuras-
-Debo hacerlo, me iré dentro de poco, debes cuidarlo, si no regreso él nunca debe saberlo- dijo mirando al pelirrojo dudoso -Gaara, lo prometiste- le recordó.
El Kazekage suspiró -Ok, lo haré, pero a Hina no le gustará-
-Ella comprenderá- dijo Aika y miró al rubio a lo lejos jugando con su pequeño, ambos reían tirados en el pasto.
El pelirrojo suspiró y se puso en pie –Akeru vamos a por un helado- llamo al niño.
Akeru lo miró y saltó emocionado del pecho del rubio -¿vienes Naruto niichan?- preguntó.
-Em, si no te importa me gustaría hablar contigo Naruto- dijo Aika poniéndose en pie.
Naruto abrió la boca impresionado, parecía un pez fuera del agua, no se esperaba que la doncella quisiera hablar con él, y ella suprimía las ganas de reír por la cara que puso el rubio.
-Por supuesto que no me molesta Aika- dijo el rubio y miró al pequeño-No puedo acompañarte pero ¿porqué no invitas a Hinata? Seguro ella querrá ir contigo y Gaara-dijo sonriendo conciliador.
Akeru sonrió y salió emocionado yendo por la ojiblanca para luego seguir a Gaara, el pelirrojo y la pelinegra lo tomaron de las manos y se lo llevaron mientras que Kakashi, Temari y Kankuro miraban la tierna escena, luego de eso Aika se llevó a Naruto a otro lado ante la atenta y furiosa mirada de la pelirosa.
Llegaron a un lugar más apartado dentro de ese pequeño oasis, justo ahí había un rio, Aika se sentó en la orilla de éste sumergiendo los pies en el agua. Naruto permaneció detrás de ella, de verdad que Gaara era afortunado al tener a tan bella criatura como su esposa.
Sasuke mecía sus pies dentro del agua, admirando su reflejo femenino, de verdad que desearía que en esos momentos Naruto lo mirara como Sasuke y no como Aika, en todo caso, quería saber si el rubio aun lo quería, después de todo si se casaba con Sakura era porque ya no lo amaba ¿verdad?
-Dime Naruto ¿alguna vez te has enamorado?- pregunto la chica jugando con el agua a sus pies.
Notó como detrás de ella Naruto se sobresaltaba, pero no vio como sus ojos se ensombrecieron.
-Si- dijo secamente –me enamoré… no, ame a esa persona con locura- dijo el rubio –pero se fue de mi lado dejándome destrozado el corazón-
El corazón de Sasuke latió con fuerza cuando lo escucho hablar de su amor, pero le dolió cuando lo dijo en pasado, se comprimió cuando escucho del dolor del rubio.
-ya veo- dijo sonriendo tristemente –seguro esa persona no supo apreciarte- "perdóname Naruto, pero así son las cosas"
-no, no lo hizo, jugó conmigo de la manera más cruel posible-
-¿cómo?- dijo sorprendido volteando a verlo "¿que yo qué?... no Naruto… yo nunca…"
-tomó mi corazón y lo desecho como si no fuera nada, jugó con mis sentimientos por sus ansias de poder, no me volveré a enamorar-
-Na… ruto… -dijo Sasuke dolido "eso no es cierto, no es verdad, yo nunca…" –no creo que…-
-por eso me he estado entrenando, voy a encontrar a esa persona y le haré pagar cada lágrima que me hizo derramar- sus palabras estaban impregnadas de odio y su mirada era capaz de congelar hasta el mismo sol…
-Naruto… tu… no… tu… ¿qué… qué…?- intentó decir la pelinegra comenzando a hiperventilar "No, eso no puede ser… esto no puede estar pasando... yo… yo…"
-Aika ¿Te sucede algo? ¿Qué te pasa?- dijo el rubio notando lo alterada que estaba la chica.
-Tú no…- se llevó las manos a la cabeza haciendo muecas de dolor, le costaba respirar –yo… Naruto…-
-¡Aika!- gritó el chico rubio asustado corriendo hacia él y sosteniéndolo justo en el momento en el que todo se volvió oscuro -¡Aika! ¡Aika! ¡Reacciona!- escuchaba a lo lejos, esa voz llena de preocupación "pero no es por mi…" pensó mientras poco a poco abría los ojos, mirando al rubio suspirar aliviado, ahora estaba recostado en las piernas del rubio sentado a la orilla del rio -¿Estás bien? Debo llamar a Gaara- dijo el rubio pero él se negó, sus ojos llenos de lágrimas reprimidas.
-Lo siento tanto Naruto…- dijo escondiendo su cara entre su ropa no dejándolo apartarse –lo siento-
-¿estás bien?- dijo el rubio preocupado, él asintió, a pesar de todo quería quedarse así con el rubio como si en verdad el rubio lo mirara a él y no a Aika, como si nunca se hubiera ido.
"pero era lo mejor…"
-solo déjame estar así un poco más, después me sentiré mejor- dijo Aika.
-ehh… está bien- dijo el rubio dudoso.
Después de eso se quedó ahí sobre el rubio, sintiéndolo cerca, su calor, su respiración… lentamente y sin proponérselo se fue adormeciendo, hasta que ya no sintió nada…
NxSNxS
Cuando despertó se encontraba en la habitación de Gaara, de hecho estaba en su cama, su henge estaba desecho y entre sus brazos descansaba un lindo niño peliazul dormido. Miró a su alrededor, todo estaba oscuro así que supuso que era de noche, lo único que iluminaba un poco la habitación era una pequeña lámpara sobre la mesa de noche a un lado de la cama.
Recordó lo que paso momentos antes de haber perdido el conocimiento, estaba con el rubio que ahora lo odiaba… suspiró, se sentía mal, pero estaba ya un poco cansado de llorar, además su niño notaría de inmediato su estado depresivo y despertaría, y lo que menos quería en ese momento era preocupar a su hijo.
-Akeru… por favor, tú no te apartes de mi lado- susurró y besó la frente del menor entre sus brazos.
El niño se movió entre sueños -Sasuke okasan… Naruto-niichan…- dijo el menor aferrando más su ropa.
Sasuke sonrió, entonces se escuchó la voz de Gaara del otro lado de la puerta, enseguida otra voz conocida, al parecer ambos estaban preocupados.
-Gaara, por favor dime ¿cómo se encuentra Aika?- decía el rubio
-No lo sé Naruto, no ha despertado aun, tranquilízate, Akeru está dentro y no quiero preocuparlo- dijo Gaara en voz más baja.
-gomen-
Sasuke se apresuró a hacer el henge cuando de pronto la puerta se abrió, entonces entraron al lugar Gaara, Naruto y Hinata.
-Aika estas despierta- dijo Naruto aliviado.
-¿cómo te encuentras?- dijo Gaara acercándose detrás del rubio que se sentó en una silla del lado izquierdo de la cama.
-me siento bien- dijo la pelinegra.
-Déjame ver- dijo Hinata y se acercó por el otro lado comenzando a hacerle un chequeo médico sin mover a Akeru de donde estaba además de que el pequeño seguía dormido aferrado a la ropa de su madre.
-Gaara ¿Qué sucedió?- preguntó Sasuke confundido.
-quedaste dormida en el bosque con Naruto, sin embargo pasaron horas y no despertabas ante ningún estimulo, Naruto te trajo, desde entonces Akeru no se ha separado de ti ni un momento, estaba preocupado- contestó el pelirrojo.
-lo siento, debí haberte traído antes- dijo el rubio apenado.
-estoy bien, debe de ser cansancio- dijo Aika sonriendo cálidamente.
-he terminado- dijo Hinata apartándose de la esposa del Kazekage –tiene razón, su chakra está débil, pero bastara con descanso para que se recupere- dijo la Hyuga y les sonrió, luego acaricio el cabello de Akeru –de verdad que es muy atento, mira que no se quería separar de ti por nada del mundo-
Aika sonrió –tan obstinado y cabezota como su padre- no se dio cuenta de que lo dijo en voz alta, sin embargo Naruto rio divertido.
-Gaara, no sabía que eras así- dijo al pelirrojo que se sonrojó.
-tengo mis momentos- dijo apenado y mandándole una mirada llena del reproche a su adorable esposa.
Sasuke rio internamente "te lo mereces n.n" pensó hasta que sintió que Akeru se movía y luego lo miraba soñoliento.
-mami…- llamó adormilado.
-aquí estoy cariño- dijo y beso su frente –estaré bien, duerme de nuevo-
El niño obediente asintió y se acomodó de nuevo en los brazos de su madre para luego quedar dormido.
Miró a Hinata, a Gaara y a Naruto, todos sonreían enternecidos por la tierna escena…
"como en los viejos tiempos, cuando éramos felices"
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FIN DE FLASHBACK
-Sasuke- dijo la pelirroja, en esos momentos estaba sentada en la cama del moreno, éste estaba recostado en su regazo mientras ella acariciaba su cabello y él contaba lo sucedido en Suna.
-A pesar de todo, me sentí tan feliz de que todos estuviéramos juntos de nuevo- dijo Sasuke –aunque él sólo me viera como Aika y no como Sasuke- secó una lagrima que se le había escapado y sonrió –además volví a ver a mi hijo, a Gaara, a Hina y a Naruto, seguro que Akeru está muy triste en estos momentos porque me fui y Gaara, Hina y el dobe deben estar consolándolo- sonrió tristemente -Es esto lo mejor Karin ¿verdad? Porque quiero ser fuerte, fuerte para proteger a todos aquellos que me han apoyado…. A Akeru, mi hijo… hijo mío y de ese dobe…-
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-Descansa Sasuke- dijo Karin dándole un beso en la mejilla al moreno, de nuevo se había quedado dormido entre recuerdos, sinceramente no lo culpaba ya que se había enfrentado a los Akatsuki y aun no recuperaba del todo sus fuerzas lo podía sentir en su chakra.
Hacía poco que había vuelto de Suna también y el jutsu de transporte requería mucho chakra que el moreno aun no reponía, y sobre todo el reencuentro con su rubio amor lo había desequilibrado emocionalmente, hacia mucho que no veía a Sasuke así, no desde el embarazo.
Ella por supuesto que como una especie de medico ninja sabia que el embarazo en hombres no era posible sin embargo Sasuke era la prueba viviente de que lo que creía imposible si era posible, ella misma había llevado la salud del moreno durante su embarazo desde que había ido a parar con Orochimaru, sin saber cómo ni el sannin ni Kabuto lo habían notado, sólo ella vio otra presencia dentro del vientre del moreno y por supuesto él mismo se lo confirmo un dia después de un entrenamiento donde el sannin no había tenido piedad de él y lo había dejado en deplorable estado.
Solo así pudo acercarse a él, lo tuvo que curar para que no hubiera riesgo de que perdiera a la criatura, parecía que Sasuke tenía encima un poderoso genjutsu que hacía imposible de ver su embarazo, es decir, no se veía su vientre desarrollado y los duros entrenamientos no lo afectaban como para ponerlo en riesgo de aborto.
Solo ella era capaz de ver a través del genjutsu por que el chakra no la engañaba, solo ella cuido de Sasuke en sus peores momentos, ella tuvo que atender sus desastres hormonales, ella tuvo que mantener alejado al sannin de las serpientes para que no tocara al moreno, ella tuvo que sacar a Sasuke de la guarida y en el medio del bosque atender el parto, ella tuvo la dicha de ver a Akeru por primera vez y sostenerlo en sus brazos, ella también vio a Sasuke llorar cuando recibió a su bebé entre sus brazos, cuando le dio nombre, cuando tuvo que dejarlo en Suna a cargo del pelirrojo, cuando a partir de entonces se empezó a partir el alma por volverse fuerte para poder proteger a esa criaturita tan linda que salió de su cuerpo.
-Sasuke, no importa cómo yo siempre te apoyaré- dijo la pelirroja mirando al moreno dormido en la cama, entonces notó una foto que el Uchiha mantenía entre sus manos, en ella se veía a Aika con un Akeru dormido en brazos y un rubio de ojos azules a su lado abrazando a la chica con un solo brazo y sonriendo a la cámara. Sonrió enternecida y salió del cuarto cerrando con llave y un sello para que nadie entrara y lo molestara.
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Suspiró mientras apartaba la vista de la fotografía donde se veía a una linda chica con un niño en brazos y a un rubio sonriendo, sonrió…
A pesar de que Aika era una chica casada no podía evitar pensar en ella y en lo mucho que extrañaba a Sasuke, y es que Akeru era idéntico al Uchiha cuando más pequeño, era imposible no pensar en él si fue el chico al que le entregó su corazón y al que perseguía sin descanso, aun ahora no sabía cómo reaccionaría si lo volviese a ver.
Había jurado que se vengaría de él, gracias a ello perdió a todos sus amigos, a Hinata y hasta Kakashi lo había dejado, en cambio tenia de su lado a Sakura, pero ella no parecía en nada interesada en volver a ver al Uchiha, es más parecía como si lo odiara…
-Aún así, ten por seguro que te encontraré donde quiera que estés… Sasuke- dijo mirando al cielo.