CAPITULO 13
Y ahora, estando tan cerca de lo que había estado buscando por tanto tiempo, estando a unos pasos del que alguna vez amo ¿Qué haría?
Corría incansablemente por pasillos cada vez menos iluminados, ese maldito lugar era como un enorme laberinto y en esos momentos estaba solo buscando en habitaciones vacías sin encontrar nada. Solo entonces dio vuelta en la esquina y más allá vio una luz intensa, ahí era donde había explotado el lugar, seguro él estaba ahí, corrió más rápido y por fin llegó a su destino, entonces...
-¿Akeru-chan? ¿Qué haces aquí?- dijo confundido, ese lugar era muy peligroso para el pequeño.
El pequeño se giró y le sonrió en arrogancia.
-Veo que sigues siendo un dobe, ¿Qué no eres capaz de reconocerme?- dijo el niño, pero cuando el rubio prestó atención notó sus ojos negros y de repente estaba frente a Sasuke, los dos de pie en un espacio en blanco.
-¿Qué demonios...? ¡Sasuke!- gritó pero el otro solo sonreía de esa manera tan suya que en el pasado le quitaba el aliento, pero ahora solo aumentaba su ira -Sasuke-teme ¿Qué demonios hiciste? ¿Dónde estamos?- exigió saber.
-¿No es obvio Naruto? Nada de esto es real, NADA- recalcó.
-¿A qué te refieres?- dijo el rubio confundido.
-No lo sé, tú deberías saberlo, después de todo fuiste tú quien alejo a todos de ti-
-¿Qué demonios? ¿Cómo es que sabes eso?-
-Puedes engañarte a ti mismo, pero nunca a mí, puedes dejar que te engañen pero a la larga el desenlace será mucho peor y tú... Lo perderás todo-
-¿Perderlo todo? ¿Qué...?-
Pronto todo comenzó a arder alrededor de ambos, Sasuke traía en su mano un sobre con el sello roto, Naruto lo recordaba, era un sobre que alguna vez le vio a la pelirosa cuando discutía con Hinata para que le devolviera dicho sobre a la ojiblanca... Entonces Sasuke lo acercó a las llamas y la carta comenzó a quemarse y consumirse.
-¿Qué... Qué haces?- dijo el rubio sorprendido con la boca seca.
La carta se quemaba acercándose el fuego a la delicada mano del Uchiha.
-¡Sasuke suelta eso!- gritó asustado de que el moreno pudiese lastimarse, pero el Uchiha no hizo caso y como pasaría se quemó soltando los restos de papel quemado gritó de dolor arrodillándose en el piso sosteniendo su mano, Naruto corrió hacía él y tomo su mano viendo la quemadura.
-Sasuke ¿Estás bien?- lo admitía, estaba preocupado por el Uchiha.
-¿Por qué Naruto...? ¿Por qué permitiste que esto pasara? -preguntó Sasuke viéndolo con los ojos llorosos, el rubio cada vez entendía menos ¿Se refería a la carta... a que se quemara... A haber permitido que se fuera...? La más grande de sus culpas... No haberlo detenido...
Negó, asustado y confundido, lágrimas empañando sus ojos, mientras Sasuke lloraba en silencio.
-Sasuke... ¿Qué... Qué fue lo que hice mal?-
-Naruto-kun- una voz a sus espaldas, volteo y se encontró de frente con Hinata que lo veía dolida -¿Por qué haces esto? Sabes que Sasuke nunca te lastimaría, ¡Él te amaba! ¿Porqué no me crees?-
Recordaba esa discusión con Hinata, fue cuando la hizo de lado y comenzó a juntarse con Sakura.
-Naruto-kun estás cometiendo el peor error de tu vida, y lo peor de todo es que con esto tú no serás el que más sufra- le dijo Hinata y se dio la vuelta echándose a correr lejos de él, pero llorando a más no poder.
"¿Quién será quien más sufra? No lo entiendo"
Volteo a ver a Sasuke pero éste ya no estaba, a su alrededor solo había la nada y la terrible soledad que nunca quiso como compañera.
-¡SASUKE!- gritó con dolor para después dejarse caer "te extraño tanto"
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Despertó agitado y sudando a mares, se quedó mirando al techo mientras su respiración se normalizaba, pasó su mano por su cara y notó que había estado llorando entre sueños.
-maldición-dijo por lo bajo, últimamente ese sueño se repetía con frecuencia dejando su alma intranquila, Sasuke... Su vida giraba en torno a ese moreno que le destrozo el corazón, y lo peor de todo es que no podía odiarlo como quería.
Se sentó en su cama, imposible era volver a dormir, porque ese sueño estaría ahí para atormentarlo, esa maldita carta que no sabía porque tenía su nombre, ¿debió haber impedido que Sakura la quemara aquel dia? ¿Debió haber apoyado a Hinata como ella siempre lo apoyo en todo momento? Esos pensamientos solo lo hacían sentir más miserable, era un mal amigo...
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La mañana llegó pero no para ella, se encontraba sentada en el pasillo recargada en la pared a un lado de una puerta negra, cerrada, se tapaba los oídos y se encogía de dolor al escuchar los desgarradores gritos de dolor que lograban colarse a través de la puerta y llegaban hasta ella.
"¿Por qué? ¿Cómo es que se dio cuenta? Que pare, que pare ya... Esto es inhumano él no lo merece... Onegai... Que pare ya"
Después de estar prácticamente toda la noche escuchando la tortura a intervalos de tres horas cada dos era terrible, lloraba a mares y sabía que aún así el verdugo no estaría satisfecho con ello.
Por fin dejó de escuchar los gritos y supo que todo había terminado, secó sus lágrimas y se puso en pie justo en el momento en que el amo y el sirviente salían de la sala de castigo, dejando dentro a su convaleciente víctima.
-Espero que con esto hayas aprendido la lección, no debes salir sin mi permiso- dijo el hombre fríamente -Hazte cargo Karin, espero que con esto también lo mantengas vigilado- dijo y se fue siendo seguido por su lacayo.
La pelirroja se precipitó a la habitación llena de aparatos de tortura, sangre seca manchaba las paredes, techo y piso, pero justo en ese momento vio un látigo goteando sangre fresca colgado de un muro, el rastro de sangre se extendía hasta donde había un joven de piel blanca ahora roja bañado en su propia sangre encadenado de las muñecas al techo a penas y se mantenía en pie, toda su piel marcada por el látigo, todas sus heridas aun sangrando mostrando la carne viva y ensangrentada...
Karin miró con horror su estado y se apresuró a ir con él, cogió las llaves de los grilletes y se apresuró a liberarlo quitando primero el gran grillete que apresaba su cuello y que por milagro apenas le permitía respirar. Cuando libero sus muñecas lo hizo recargarse en ella, el chico apenas estaba consciente. Miró su cara sin marca alguna pero manchada de sangre, sus ojos negros vacios, hacia mucho que había dejado de sentir dolor...
-Dios mío ¡Juugo!- gritó -¡Juugo!- siguió llamando hasta que llegó un joven muy grande, alto, fornido, de pelo naranja.
-Karin- dijo el joven, pero al ver a quien sostenía se apresuro a ir con ella-Dios, ¿Que sucedió?-
-No sé cómo, pero se enteró de su ida a Suna y se puso furioso- contestó la pelirroja.
-¿Furioso dices? Esto es inhumano- dijo el pelinaranja.
-Vamos ayúdame a llevarlo a mi habitación, ahí podré curarlo mejor- dijo Karin y Juugo obedeció cargando en sus brazos al joven malherido -Dios mío, por favor resiste Sasuke-kun-
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Naruto se sorprendió cuando escuchó lo que la hokage decía, por fin una misión que lo llevaría a encontrar a Sasuke. Tenían que ir al puente del cielo y la tierra a buscar a un informante infiltrado en las filas de Orochimaru.
Su equipo formado por Sakura, Hinata, él y otros dos que no conocía ya que Kakashi estaba en otra misión.
Los otros dos eran Anbu, uno proveniente de las filas de confianza de la hokage y otro de la raíz Anbu a cargo de un tipo llamado Danzou. El primero llamado Yamato, un tipo serio que le daba algo de miedo, de cabello castaño y ojos negros, el segundo se hacía llamar Sai, una copia directa de Sasuke con el pelo más corto y más pálido, además de una estúpida sonrisa falsa.
Ese tipo Sai era insoportable, sin embargo pasaba de él, Hinata era la que trataba con él, irónicamente ella tenía el tacto y su filosofía para tratarlo, eso sí que cabreaba al rubio, que la chica usara su antigua filosofía para tratar a Sai el cual tachaba a Sasuke de traidor, y él no se molestaba en defenderlo, después de todo eso era lo que él pensaba, Hinata no, Hinata defendía al Uchiha dejando intrigado a Sai y al propio Naruto.
Yamato se mantenía en silencio y Sakura estaba molesta por la insistencia de Hinata con el Anbu de sonrisa falsa, lo que no sabía Naruto es que lo que más le molestaba a la pelirosa era que el Anbu siendo tan parecido a Sasuke le hiciera más caso a la Hyuga que a ella.
Durante todo el camino Hinata puso al tanto a Sai de las circunstancias y también le hablo del cambio de Naruto, de lo sola que había estado y otros secretos relacionados con Sasuke ya que necesitaba ayuda y Sai era de confianza, al ser un Anbu no le veía caso a andar divulgando cosas que no le daban ningún beneficio.
Pronto llegaron a su destino y no pudieron evitar sorprenderse al ver que el informante era nada más y nada menos que Kabuto. Entonces Hinata se paralizó, Kabuto olía a sangre... A la sangre de Sasuke.
-Vaya, no me esperaba encontrarme con ustedes- dijo el peligris reconociéndolos, detrás de él apareció Orochimaru quien era el que más olía a sangre, sin embargo solo Hinata y Sai lo notaron.
Pronto el rubio enfureció exigiendo saber dónde estaba Sasuke, el sannin rió proclamando al Uchiha como suyo, eso no lo soportó el rubio y sin pensarlo se transformó, el chakra de Kyubi rodeándolo, su piel rasgándose y evaporándose al igual que su sangre, pronto el rubio desapareció entre una esfera de chakra negro...
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Abrió los ojos de golpe, un estallido de chakra muy poderoso la había despertado, miró a su alrededor encontrándose con Juugo sentado en una silla a un lado de la cama donde reposaba el dueño del sharingan, todo su cuerpo estaba vendado y parcialmente curado, muchos de sus vendajes estaban manchados de sangre, el moreno respiraba entrecortadamente y se revolvía inquieto entre sueños y delirios afiebrados.
-¿Ha mejorado?- preguntó Karin acercándose al chico en la cama.
-Está estable gracias al chakra que le diste- contestó el pelinaranja.
Por eso había perdido el conocimiento, le había cedido la mayor cantidad de su chakra curativo al Uchiha para estabilizarlo.
-Sasuke-kun- dijo Karin acariciando la pálida mejilla del mencionado, si no se equivocaba ese chakra tan horrible que había sentido era de Uzumaki Naruto y lo más seguro era que se dirigiría hacia ellos y eso la preocupaba, Sasuke no estaba en condiciones de hacerle frente al rubio.
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Cuando la figura de Naruto reapareció era todo menos humano, en ese momento se podía apreciar una copia de chakra carmesí de un Kyubi en miniatura con cuatro colas, el puente había quedado destrozado y Naruto en medio de su furia sin control peleaba contra Orochimaru que en su estado poco podía hacer por lo que se vio en la necesidad de huir.
Sakura había quedado inconsciente al recibir directamente el golpe de chakra que la trasformación de Naruto ocasionó, Sai y Hinata la esquivaron a tiempo, en cambio Yamato estaba más apartado y con un clon de madera veía a distancia todo lo que ocurría hasta que Orochimaru huyó, entonces Hinata le hizo frente al rubio esquivando con habilidad sus extremidades extensibles de chakra, evadiendo su bolas de chakra sumamente destructivas y por fin logró encerrarlo en una red de contención de chakra derivada de su técnica de Juuken de 64 palmas. Eso lo aprovechó Yamato y usó su técnica única de supresión de chakra logrando encerrar de nuevo el chakra del biju dentro de su jinchuuriki.
Cuando Sakura despertó el paisaje había cambiado, todo estaba destrozado, Hinata, Yamato y Naruto estaban en medio de un enorme cráter, el último estaba tendido en el piso, inconsciente y Hinata lo curaba, se veía a leguas que ella había estado envuelta en la batalla llevada a cabo y eso no hacía más que hacer enojar a la Haruno ¿Desde cuándo Hinata era tan buena en batalla? ¿Por qué siempre terminaba desplazada por esa Hyuga? En cambio Sai había desaparecido.
Cuando Naruto despertó estaba confundido, no sabía dónde estaba, ni cómo había llegado ahí, Hinata le sonreía y Yamato lo miraba severamente ¿Qué diablos había pasado? Entonces Sakura se acercó.
-Naruto cariño ¿Estás bien?- preguntó la pelirosa preocupada -deja que te reviso, seguro Hinata omitió algo- dijo mirando mal a la morena.
-Naruto-kun... Yo... ¿Ya estás bien?- preguntó Hinata intentando ignorar la venenosa mirada de la Haruno.
-¿Ah? ¿Qué pasó? Hinata... ¿Quién te golpeó?- expresó el rubio confundido pasando de la pelirosa y su ataque a la Hyuga.
-Etto... -comenzó Hinata pero entonces recordó a Kabuto y el olor a sangre, la sangre de Sasuke, negó -No importa Naruto-kun, debemos seguir a Orochimaru- dijo poniéndose de pie y echando a correr, Naruto se puso serio, no podía evitar preocuparse por la morena y ésta pasaba de él por andar pensando en Sasuke, lo que no reconocía es que no quería que Hinata fuera tan cercana al Uchiha.
-Sakura adelántate junto con Hinata, Sai está con Orochimaru, planea algo, yo voy con Naruto- dijo Yamato y la pelirosa asintió, además debía ajustar cuentas con la Hyuga.
Cuando Sakura se fue Yamato ayudo al rubio a ponerse de pie y luego lo miró seriamente.
-Naruto, no te voy a engañar, debes de saber que quien hizo todo este desastre fuiste tú- dijo el capitán cosa que conmocionó al rubio -Perdiste el control y peleaste contra Orochimaru pero él huyó y Hinata tuvo que contenerte en batalla con una red de chakra, además te curó después de que te sellé, lo digo para que comiences a apreciar el vínculo que tienes con ella... No debería entrometerme pero sé que alejaste a todos de ti después de lo que pasó con Uchiha Sasuke... A pesar de todo hay gente que aún tiene fe en ti, como ella, no cometas el error de perder de vista tus vínculos o los perderás para siempre- dijo el Anbu seriamente para luego echar a correr siguiendo a las dos chicas, Naruto en cambio se sentía miserable.
-Hinata... Gomen...- murmuró al tiempo que echaba a andar siguiendo a su capitán y es que ahora que lo pensaba Hinata también sufrió mucho con la huida de Sasuke como para haber planeado con el Uchiha burlarse de sus sentimientos, aunque también pudiera ser todo un teatro recordaba que aún así la chica le apoyaba, pareció sufrir más cuando él la apartó, pero siempre en su mente se repetían las mismas palabras que Sakura le dijo "Cuando más quieres y confías en alguien es cuando más duele que te apuñalen por la espalda" y él ya no quería sufrir más, después de una infancia rota y el engaño y abandono del amor de su vida no quería sufrir más, lo que no reconocía es que era un cobarde por intentar huir del dolor, que era más el dolor que daba a las personas que le querían, que el dolor formaba parte fundamental de la búsqueda de la felicidad en la vida de cualquier ser humano... Su problema era que ya no quería ser humano, su corazón se lo había llevado un hermoso ángel negro de labios dulces y frágil alma...
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Pronto Sakura alcanzo a Hinata, sin embargo la morena no le prestaba la más mínima atención, estaba enfocada en encontrar a Sasuke pronto ya que le preocupaba, lo que no se esperó fue que Sakura le arrojara un kunai explosivo que la obligo a retroceder para que la explosión no la alcanzara. Se volteó consternada hacia la pelirosa.
-Sakura-san, eso es peligroso, pudo haberme lastimado y sería una carga para el equipo- dijo Hinata amablemente.
Sakura la miró destilando hielo de sus orbes jade -No más de la que ya eres ahora mosquita muerta- contestó enfadada la pelirosa.
Hinata se puso seria -No comprendo a que te refieres Sakura- dijo cortésmente, aunque por dentro moría por darle su merecido a esa arpía de dos caras.
-Al fin dejas de mentir, te queda tan bien esa actitud tan lastimosa para que todos se compadezcan de ti y te crean tierna e inocente cuando no eres más que una aprovechada- dijo la Haruno con odio.
-Mira quien fue a hablar, la arrastrada que se aprovechó de la pena del corazón de un buen hombre para alejarlo de sus amigos corrompiendo su pureza ¿Qué se siente saberse la culpable de tan negro corazón?- dijo Hinata impasible.
-Mantente alejada Hyuga, te lo advierto, o lo que le paso a "Sasu-chan" lo sufrirás en carne propia- dijo la pelirosa burlona.
Hinata cambió su semblante a uno más agresivo -¡¿Qué le hiciste a Sasuke bruja despiadada?- gritó fúrica.
Pero en ese momento apareció Yamato seguido del chico dorado por lo que Sakura no contestó, en cambio Naruto miró sorprendido el descontrol de Hinata.
-Hinata ¿Qué significa esto? ¿Porqué agredes así a Sakura-chan?- dijo el rubio desconcertado.
-Naruto-kun que bueno que llegas, Hinata empezó a insultarme sólo porque hable un poco mal del Uchiha, se descontroló- dijo Sakura yendo a abrazarse del brazo del rubio, pidiendo protección.
-¿Cómo creer en ti Hinata? Si haces este tipo de cosas- dijo el rubio duramente mirando frío a la Hyuga -Aléjate de Sakura-chan si tanto te importa el teme traidor- gruño.
Hinata enmudeció mientras las lágrimas empañaban sus ojos "Ella miente Naruto-kun..." pensó afligida, pero sabía que de nada servía intentar defenderse, Naruto jamás la escucharía, era su palabra contra la de la Haruno y lamentablemente ella ya no tenía la confianza del rubio... Tantas peleas parecidas... Tantos años...
"Destroza mi cuerpo sin piedad pero no toques más mi corazón que está cansado de ser humillado por tus crueles palabras, aferrado al dulce recuerdo de tu amistad lejana y la calidez de tu voz... Destroza mi cuerpo que es mil veces mejor a soportar como destrozas mi corazón y mi alma poco a poco" Hinata miró a Sakura, sólo entonces retomó su postura y altivez digna del Uchiha, su mejor amigo...
-Como quieras Uzumaki, pero de mi sabrás que aquel al que anhelas su recuerdo hieres al confiar en esa que tu brazo aferra- dijo Hinata fríamente -Llorar ya no sirve de nada, este corazón duele y tú ya no lo vales, ya no mereces nada ni a cualquiera que alguna vez te quiso y mucho menos eres digno de Sasuke-kun- dicho eso se dio la vuelta y saltó de la rama en la que estaba, sólo entonces Hinata notó a Eiko que se posó en su hombro, en su patita había una nota.
"La serpiente blanca mordió al gatito/mamá lamió sus heridas pero el gatito sigue llorando/probablemente necesite una cajita para dormir si mamá no puede detener su llanto"
Hinata palideció al leer el mensaje, sin duda necesitaba darse prisa, volteó a ver a Yamato.
-Me adelantaré código SUT-3M8- dijo la morena y desapareció junto con el halcón.
Naruto miró interrogante a Yamato.
-Ordenes de lady Tsunade, sólo Hinata está autorizada a esta misión- contestó el capitán.
-¿Y por qué sólo ella?- preguntó el rubio fríamente.
-Teníamos la esperanza de que recuperaras el sentido en esta misión pero en vista de que te descontrolas con facilidad Hinata no ha sido autorizada de incluirte en su misión adjunta a la nuestra y lamento informarte que su encomienda pesa en importancia sobre la nuestra- informó Yamato -Aún así debemos seguir a Sai- dijo y echo a andar dejando a un enojado rubio y a una sonriente Sakura por haber logrado que Hinata se alejara más de su rubio prometido.
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Karin se removía inquieta en la habitación, la fiebre de Sasuke no cedía y ella andaba en mínimos de chakra como para darle más sin embargo si el Uchiha continuaba así podía morir. Sabía que Orochimaru no permitiría la muerte de su futuro cuerpo pero no pensaba ir con la serpiente ahora, no confiaba en sus métodos de laboratorio y Sasuke no soportaría ser un experimento. Necesitaba que ella llegara, esperaba que la nota que envió con Eiko hubiera llegado ya después de todo la halconcita se caracterizaba por ser muy eficaz.
Su respiración volvió cuando sintió el chakra de la chica cerca, ya sólo faltaba colarla dentro del escondite, sin duda alguna ella podría entrar sin problemas, ya lo había hecho en una ocasión...
Pasaron unos minutos y la puerta se abrió de golpe dejando ver a una chica de ojos perlados y largo cabello azulado.
-Karin-san- dijo Hinata entrando a la habitación.
Retuvo su respiración al ver el estado de Sasuke, cerró la puerta con un sello y se acercó al Uchiha, tomó su mano mientras el moreno se removía entre sueños, sólo así notó mejor su condición.
-Está muy débil- diagnosticó y miró a la pelirroja -Ya le diste todo tu chakra ¿Verdad?- Karin asintió -Naruto-kun, Sakura, Yamato-san y Sai-kun vendrán por él, debemos reanimarlo para que puedan huir- dijo la Hyuga y luego miró a Juugo y de nuevo a la pelirroja -Debemos hacer el jutsu de reanimación del dragón blanco-
Karin se impresionó, esa técnica apenas estaba en desarrollo y era muy peligrosa pero Hinata la había diseñado especialmente para Sasuke y si ella le ayudaba había menos riesgo.
-De acuerdo, ayudaré- dijo la pelirroja.
-Juugo-san, por favor salga de la habitación, ésta técnica es peligrosa- pidió Hinata y el pelinaranja salió sin protestar, cuando la puerta se cerró miró a la pelirroja, asintieron en un mutuo acuerdo, así la Hyuga comenzó a hacer sellos de manos juntando su chakra, miles de esferitas de energía comenzaron a aparecer a su alrededor, saliendo de las paredes, piso, techo, mientras que Karin dibujo en el piso un enorme símbolo de sanación, después fue con el Uchiha utilizando una técnica parecida a la de Hinata reunió su chakra y un dragón gris apareció a su alrededor, el dragón de chakra se enroscó alrededor del cuerpo de Sasuke y lo levantó con cuidado moviéndolo y colocándolo sobre el símbolo que había dibujado en el piso, después el dragón desapareció.
Hinata abrió los ojos y miró los preparativos de la pelirroja, levantó sus manos al frente en dirección a Karin, la cual hizo lo mismo, entre ellas el cuerpo del Uchiha sobre el símbolo de sanación, el chakra de Hinata comenzó a extenderse por el aire como un gran lazo de color blanco el cual recibió Karin, las esferitas de chakra se dispersaron alrededor de las dos chicas comenzando a aparecer un dragón blanco alrededor de cada una, luego los dragones se elevaron y comenzaron a mover alrededor de Sasuke sin tocarlo, aún así el Uchiha dejó de removerse entre sueños y su respiración se normalizó, como si solo durmiera.
-¿lista Karin-san?- dijo Hinata visiblemente afectada por tanto despliegue de chakra, la pelirroja asintió –Bien, jutsu secreto de sanación, "Shirou Ryu"- dijo la Hyuga y los dragones se movieron enroscándose alrededor de Sasuke haciendo contacto con todas sus heridas para luego meterse dentro de él junto con todas las esferitas de energía alrededor de ellos, su cuerpo se iluminó mientras el símbolo en el piso se volvía blanco y brillaba con la misma intensidad que el cuerpo del Uchiha, Karin y Hinata abrieron sus manos a los lados y toda la luz se dispersó en una onda de chakra purificado.
Cuando la luz se apagó Hinata y Karin estaban en el piso respirando entrecortadamente, la técnica requería de mucho chakra pero sonrieron al ver como Sasuke despertaba y las miraba.
-Karin, ¿qué paso? Hina ¿qué haces aquí?- dijo el moreno confundido.
Ambas sonrieron pero luego se pusieron serias.
-Sasuke-kun, tenemos problemas- dijo Karin.
-El nuevo equipo 7 se dirige hacia acá, deben huir cuanto antes- informó Hinata
-Pero… recuerdo que estaba en tortura… mis heridas…- dijo Sasuke confundido mirando su cuerpo y luego a las dos chicas –ustedes…. Me sanaron-
-Era necesario- dijo Hinata –sabes que nosotras siempre te apoyaremos, así que no tienes ni por que agradecerlo- sonrió cálidamente, Sasuke le devolvió el gesto, lentamente los tres se pusieron en pie.
-tus heridas eran muy graves así que lo mejor es que no te esfuerces, haz estado sometido a mucha presión últimamente y eso no te hace bien- dijo Karin.
Sasuke asintió obedientemente. Entonces entró Juugo.
-Intrusos han entrado al escondite, se dispersaron y no tardaran en llegar hasta acá- informó el pelinaranja.
-Bien, es hora de irnos- dijo Sasuke saliendo de la habitación pero justo entonces unas serpientes negras salieron de la nada y le saltaron encima enroscándose alrededor de su cuerpo inmovilizándole los brazos, el moreno se quedó quieto viendo las serpientes, estaban hechas de tinta -¿Quién está ahí?- preguntó de lo más tranquilo.
Hinata, Karin y Juugo salieron detrás de él justo para ver salir de las sombras a un chico de piel pálida, ojos y cabello negro con una falsa sonrisa.
-Buenas tardes Sasuke-kun- saludó el chico.
-Sai-kun, ¿Qué haces aquí?- dijo Hinata sorprendida.
-Lo mismo podría preguntar yo Hinata-san- dijo Sai amablemente.
-Por favor Sai-kun, esto es importante- dijo Hinata.
-Lo sé Hinata-san, pero Yamato-taichou y Naruto-kun están cerca, no puedo permitir nos descubran- dijo Sai.
-Entonces...- dijo Hinata y Sai asintió.
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Naruto evadió hábilmente las serpientes de Orochimaru y después todo se quedó quieto, pero no por mucho, inmediatamente después se escuchó una explosión cerca de ahí que estremeció todo el lugar.
-¿Qué demonios?- dijo el rubio pero eso lo aprovechó la serpiente para huir de ahí -Maldición- dijo pero inmediatamente sintió un chakra muy familiar, su corazón se paro por un momento para al siguiente bombear a toda potencia mientras salía corriendo en la dirección donde se originó la explosión.
Todos los pasillos eran exactamente iguales, todos poco iluminados, un laberinto... Pero ese chakra era indudablemente de él... Su corazón latía con violencia, por fin estaba tan cerca de lo que tanto había perseguido...
Dobló en la esquina y al fondo vio una intensa luz, sin duda provenía del exterior, siguió corriendo a toda velocidad, tropezando un poco pero sin perder el paso, al acercarse más divisó a Sakura y a Sai afuera, de pie mirando hacia arriba, escuchó ruidos detrás de él y la voz de Yamato llamándolo, pero no volteó ni se detuvo, siguió corriendo, y por fin salió a la luz...
Se detuvo cerca de Sakura intentando normalizar su respiración, pero una voz lo llamó.
-Naruto...- dijo una voz muy familiar y el mundo de Naruto se detuvo.
Lentamente volteó su mirada subiendo a lo alto del muro para lentamente recorrer una figura tan familiar y tan cambiada a como recordaba... Ahí, en lo alto de ese lugar con el sol a sus espaldas estaba el dueño de sus delirios, aquel al que le entregó todo, aquel que se robó su corazón...
Ahí de pie, se encontraba su ex-koi Sasuke Uchiha, y valla sorpresa, en sus brazos cargaba a una inconsciente Hinata...
-Sasuke...- dijo el rubio paralizado, por fin después de más de dos años podía ver de nuevo al moreno que tanto había anhelado y del que había jurado vengarse, pero justo en ese momento su cuerpo no reaccionaba...
Karin estaba detrás de Sasuke al igual que Juugo, lo que habían hecho no tenía nombre pero era tal y como lo habían planeado, ya sólo faltaba esperar a Orochimaru y a su perro faldero.
-¡Sasuke!- gritó Naruto mientras que Sasuke apretaba los labios para no decir nada, sin embargo sus ojos reflejaban el dolor de recordar que el rubio ya no era suyo y que estaba con alguien más... Que lo había olvidado... Estrechó el cuerpo inconsciente de Hinata más contra sí devolviendo una fría mirada al Uzumaki, si él le había cambiado por Sakura entonces él, Uchiha Sasuke no tenía porque lamentar nada, el ya tenía su razón de vivir, su sol, su tesoro Akeru y la morena que cargaba en brazos.
Yamato llegó poco después que Naruto y miró que Uchiha tenía en su poder a su subordinada, pero por ahora no podían hacer nada, el rubio estaba pasmado, Sakura miraba con odio al Uchiha y Sai miraba preocupado a Hinata.
-Veo, que el equipo 7 se ha reconstruido- dijo Sasuke seriamente -Ese- dijo mirando a Yamato -Debe de ser un sustituto de Kakashi y él- dijo mirando a Sai- Debe de ser mi reemplazo-
-Por fin, después de tantos años te atreves a dar la cara maldito ¡TEME!- gritó Naruto odiando el tono tan indiferente con que Sasuke le hablaba, es que después de todo ese tiempo ¿No lo había extrañado? ¿De verdad lo había olvidado?
-Dobe- dijo Sasuke fríamente -Cuanto tiempo ¿No deberías de estar en tu preciosa villa rodeado de tus estúpidos amigos siguiendo tu estúpido sueño?- "Y casándote con la pelirosa... Olvidándome..."
-Eres un maldito teme, después de todo lo que hemos pasado ¿Sólo dirás eso? Dime, la serpiente esa ¿Te ha tratado bien? ¿Te has divertido siendo su puta personal?- dijo el rubio venenosamente.
Sasuke tembló, de verdad que Orochimaru había tratado muchas veces de hacerse con su cuerpo en más de una forma, pero ahora el rubio lo veía como una ramera, si él nunca había dejado que nadie más lo tocase ¿Cómo es que el rubio lo veía así? De verdad que lo hería al hablarle de esa forma ¿Desde cuándo había cambiado? ¿Desde cuándo el rubio hablaba con tanto odio? ¿Qué tanto daño le había hecho?
Karin fue detenida justo a tiempo por Juugo para evitar lanzarse sobre el rubio bocazas que se atrevía a insultar de esa forma al Uchiha y partirle la boca a golpes. De verdad que todo ese tiempo le había costado mantener a salvo a Sasuke de ese tipo de cosas como para que ahora viniese ese rubio de pacotilla a herir de esa manera al moreno.
Sasuke cerró los ojos y le devolvió una mirada llena de odio al rubio "A este juego podemos jugar los dos"
Sonrió dolido pero perverso -¿Celoso dobe? Después de todo tu nunca pudiste ser todo lo que yo necesitaba- dijo el Uchiha hiriendo el orgullo del rubio.
-Claro, yo siempre he sido hetero, pero ¿Cómo desaprovechar el hecho de que te abriste de piernas para mí tan fácilmente?- expresó el rubio con burla, relamiéndose los labios perverso.
Sasuke se mordió el labio "Se acabó Naruto..."
Cerró los ojos y en un parpadeó ya estaba frente a Sai dejando en sus brazos a Hinata a la cual besó en la mejilla, después para sorpresa de todos besó a Sai en los labios mirando de reojo la cara de furia del rubio pero no se apartó del moreno, se acercó a su oído susurrando palabras que sólo Sai escuchó antes de que Naruto se lanzara contra el Uchiha para golpearlo por su descaro.
Sasuke lo esquivó sin problemas, cuando Naruto era tan impulsivo era fácil saber sus movimientos, o eso pensó hasta que el rubio le dio de lleno un golpe en la mejilla partiéndole el labio y arrojándolo al piso.
-Veo que eres insaciable muñequita- dijo el rubio burlón.
Sasuke lo miró con todo el odio que pudo reunir, se puso en pie justo en el momento en el que Yamato lo encerraba en una prisión de madera, sin embargo salió con facilidad haciendo un agujero por la parte superior, saltó y subió de nuevo a donde lo esperaban Juugo y Karin, sólo entonces miró la sonrisa llena de satisfacción de Sakura y el odio en los ojos azules del rubio que tanto adoró en antaño.
"Basta... Basta... Ya no quiero ver el odio en esos ojos que alguna vez me quisieron y ahora me hieren peor que millones de kunai clavados en mi cuerpo"
Sin pensarlo Sasuke comenzó a hacer sellos de mano con el propósito de hacer un jutsu lo suficientemente fuerte como para eliminar al dueño de ese odio que hería su corazón.
-¡Sasuke no!- gritó Karin intentando detenerlo pero el Uchiha no pensaba, no reaccionaba, quería que todo terminara, pero cuando levanto su mano derecha para iniciar con el peligroso jutsu una mano blanca lo detuvo, se trataba de Orochimaru, a su otro lado estaba Kabuto, sólo entonces todos notaron las lágrimas que corrían por las mejillas del moreno...
Eso descolocó por completo al rubio...
-Suficiente Sasuke-kun ¿O es que quieres desobedecerme de nuevo?- dijo la serpiente haciendo que Sasuke temblara al recordar la tortura de la que había sido víctima.
Todo el chakra del Uchiha se cortó de golpe ocasionando que cayera de rodillas al piso, el aire le faltaba y pronto comenzó a toser sangre. Orochimaru lo soltó y Karin y Juugo se apresuraron a ir a su lado.
-Es hora de irnos- dijo la serpiente y comenzó a desaparecer entre flamas.
-A no, tu no irás a ningún lado ¡Sasuke!-gritó Naruto intentando ir hacia el Uchiha pero Karin hizo un jutsu e inmovilizó a todos los presentes, entonces Juugo cogió a Sasuke en brazos, éste no se negó, al contrario, escondió su rostro en el pecho del pelinaranja evitando ver al rubio de nuevo.
-Vámonos Juugo, Karin- dijo secamente.
Los mencionados asintieron y al igual que Orochimaru y Kabuto fueron consumidos por el fuego, la pelirroja viendo con furia a la pelirrosada y al rubio que más que nadie había herido al Uchiha, Juugo en cambio lo veía con decepción y Sasuke... Lloraba en silencio.
"Akeru, gomen, pero nunca conocerás a tu verdadero padre... Ya nos ha hecho suficiente daño y nunca lo perdonaré, pero descuida, cumpliré mi promesa, venceré a Orochimaru, mataré a Itachi y volveré contigo para ser la familia feliz que siempre te has merecido junto con Gaara... Lejos de Konoha"
-Te odio... Naruto...-
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Cuando Karin desapareció también su jutsu, Naruto por fin se pudo mover y lo único que pudo hacer fue dejarse caer de rodillas y golpear el piso con frustración. Yamato negó mientras lo veía, en cambio Sakura no cabía en sí de felicidad, por fin había logrado separar definitivamente a Sasuke y Naruto, seguro que a esas alturas el Uchiha odiaba ya al rubio, Sai suspiró y miró a la morena en sus brazos, todo había sido muy precipitado y el daño no se evitó.
-Sai, ¿Cuál es el estado de Hinata?- dijo Yamato.
-Se encuentra bien, sólo está inconsciente- dijo el Anbu, entonces Naruto se paró de golpe y acercándose rápidamente le dio un puñetazo a Sai.
Yamato reaccionó y rápido atrapó al rubio de los brazos con madera salida del suelo.
-Naruto ¿Qué demonios haces?- dijo el capitán sorprendido por su comportamiento.
-¿Qué no lo vio? Dime a qué te supieron los besos de un traidor, tu Anbu de mierda- dijo el rubio descontrolado intentando liberarse.
Sai lo miró impasible.
-¿A qué sabe? Sabe a algo que tú no supiste apreciar Naruto-kun- dijo el moreno y sonrió falsamente.
Eso sólo hizo que el rubio ardiera de rabia pero justo en ese momento Yamato lo golpeo por detrás noqueándolo. El rubio quedó colgando de sus ataduras.
Yamato suspiró, si el rubio hubiera seguido así hubiera liberado al Kyubi ahí mismo. Todo se estaba poniendo peor de lo que imaginaba.
-Debemos volver a Konoha y ponerlo en aislamiento- dijo Yamato seriamente.
Sai se puso serio entonces y asintió cargando mejor a Hinata.
"Sai... Ve a Suna y llévale el mensaje al Kazekage... Y por favor cuida de Akeru y de Hina-chan..."
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-Sasuke-kun ¿Cómo te encuentras?- dijo Karin a la par de Juugo que llevaba cargando en su espalda a Sasuke siguiendo a Orochimaru y Kabuto que estaban muy adelante de ellos como para escucharlos.
Sasuke asintió secando sus mejillas.
-Creo que ya he llorado suficiente por su causa, ya lo escuchaste, me considera como cualquier ramera, me odia... Así que yo no tengo porque derramar más lágrimas por él, no entiendo cómo o por qué ha cambiado, pero no me importa, debo seguir adelante con mis objetivos- dijo Sasuke seriamente, en sus ojos se veía decisión.
-Entonces dinos ¿Qué sigue?- dijo Karin en voz baja.
-Deshacernos de la serpiente- dijo Sasuke.
-Suigetsu se alegrará al escuchar esto- dijo Juugo sonriendo levemente.
Sasuke asintió -Después iremos por Itachi, cuando termine volveré con Akeru y con Gaara- dijo y sonrió al recordar a su adorable criatura.
Karin también sonrió -Se lo merece, por fin estará con su madre- dijo.
Sasuke asintió -Es lo único que me queda, sólo espero que la propuesta de Gaara siga en pie- dijo sonriendo.
-¿Qué propuesta?- preguntó Juugo.
-Me propuso matrimonio- dijo el moreno sonrojándose.
Karin y Juugo se sorprendieron.
-¿Aceptarás?- dijo la pelirroja y el Uchiha sintió avergonzado -Pero si tú no lo amas- dijo sorprendida.
-No importa, le debo tanto, además es por el bien de Akeru, él cree que Gaara es su padre, es mejor que nunca sepa la verdad- dijo Sasuke.
-Pero vivirá en una mentira si sus padres no se aman- dijo Juugo.
Sasuke negó -Gaara me ama, el mismo me lo dijo, por eso me pidió que me casara con él cuando todo termine, y estoy seguro que puedo llegar a amarlo y olvidar a ese dobe- dijo tranquilamente.
-Lo que estás haciendo es por despecho- dijo la pelirroja.
-Piensa lo que quieras Karin pero Akeru se merece una familia y yo lo prometí, él tendrá todo lo que yo no tuve- dijo el Uchiha decidido acomodándose en la espalda del pelinaranja, estaba cansado.
-Sasuke ¿Cuál es tu relación actual con el Kazekage?- preguntó Juugo.
-él es el hombre del que me debí haber enamorado desde el principio ya que él ha hecho tanto por mí y mi hijo- dijo Sasuke medio dormido.
-Sasuke, espero que todo salga bien, a pesar de todo sabes que cuentas con nosotros y queremos lo mejor para ti- dijo Juugo cálidamente.
-Lo sé... Gracias chicos- dijo Sasuke antes de caer profundamente dormido.