CAPITULO 25
Han pasado poco más de 8 años desde que Madara fue derrotado, en Konoha se respiraba paz y alegría desde hace poco más de seis meses estrenaban Hokage. Así es por fin después de tanto tiempo y a sus 24 primaveras Uzumaki Naruto había logrado hacer realidad su sueño, sin embargo su mayor meta ya estaba cumplida pues a su lado tenía un esposo maravilloso y dos hijos de los cuales estaba orgulloso.
Pero no solo él, todos sus amigos habían desarrollado y formado sus propias familias, unas más recientes, otras que ya se veían venir y otras totalmente sorpresivas.
En Akatsuki por ejemplo Konan y Nagato ya llevaban un año de casados después de dos años de noviazgo y la peliazul llevaba ya cinco meses de embarazo. Gaara y Sai ya llevaban 5 años de matrimonio después de 1 año de noviazgo y tenían una hija pelirroja de ojos negros y 5 años de edad de nombre Kamil. Shikamaru y Temari llevaban 3 años de matrimonio después de 5 años de noviazgo y tenían una niña de 2 años igualita a Shikamaru (claro k más linda) de nombre Kitai. Ino y Chouji llevaban un año de matrimonio sin noviazgo. Karin y Suigetsu llevaban 2 años de matrimonio después de 2 años de noviazgo lleno de peleas pero esa era su forma de quererse. En cambio Juugo encontró el amor con la hija del dueño de Ichiraku, él y Ayame llevaban 1 año y 6 meses de matrimonio con un hijo de 2 años de nombre Kai. Iruka y Kakashi seguían en unión libre. Itachi y Deidara ya llevaban 5 años de matrimonio y tenían 2 hijos gemelos un niño pelinegro de ojos negros de nombre Kyo y una niña pelinegra de ojos azules llamada Kim, ambos de 3 años de edad. En cambio Hanabi había comenzado un noviazgo con Lee y ya llevaban seis meses saliendo. Por otro lado Neji estaba en una relación con Ten Ten y tenían un hijo igualito a Neji de no ser por sus ojos de color miel de nombre Dante con 4 años de edad.
Con nuestra pareja protagonista ya llevaban 7 años de matrimonio, Akeru ya contaba con 11 años de edad y era un joven apuesto y poderoso ninja de rango chunin digno alumno de Itachi Uchiha. En cambio Mei Noa su hermanita ya tenía 6 años de edad, poseía las habilidades ninja de un genin de buen nivel pero a costa de mucho esfuerzo. Ella era de cabello negro con mechones rojos y ojos blancos perlados pero al contrario de su hermano ella no poseía talento natural Uchiha pero si la perseverancia y constancia de su padre y vida pasada, además de ser sometida a desprecios por parte de los aldeanos que no la reconocían como hija de Uzumaki por sus ojos dignos de una Hyuga, la tachaban como el producto de una infidelidad de Sasuke con un Hyuga.
Además de tener un Kekkeigenkai especial que no podía manejar por ello siempre llevaba lentes oscuros. Debido a esos maltratos de los aldeanos la pequeña Mei era muy seria para su edad pero en el fondo seguía siendo solo una niña y por eso Sasuke intentaba pasar el mayor tiempo posible a su lado, aunque no siempre era posible.
Naruto pasaba bastante tiempo en la oficina, Itachi y Neji eran sus guardaespaldas mientras que Deidara cuidaba de sus hijos en una casa del barrio Uchiha, Sasuke también se la pasaba en misiones al igual que Akeru mientras que Mei se la pasaba entrenando con Rui su minibiju que contrario a Kyubi y Toru que eran terrestres Rui era una águila bastante linda y amable al contrario de sus parientes.
Lo que más alegraba a la pequeña en esos momentos era cuidar del hijo de Neji, Dante quien como ella no era aceptado por el clan Hyuga debido al color de sus ojos.
Y esto empieza un día normal en Konoha...
Naruto como siempre se levantó temprano encontrando a su adorado esposo durmiendo plácidamente sobre su pecho, sonrió y le dio un beso en la frente. A los pocos segundos Sasuke despertó y le sonrió.
-Buenos días amor- dijo el rubio.
-Buenos días corazón- respondió el moreno y no pudieron evitar reír.
-¿Desde cuándo somos tan cursis?- dijo el rubio.
-Ni idea dobe- dijo el moreno poniéndose de pie cubriendo su desnudes con una sábana -Vamos vete a bañar en lo que preparo el desayuno-
-Me encanta tener una linda esposa que me atienda- dijo el rubio coqueto. Sasuke se ruborizó un poco y se metió en el closet, cuando salió Naruto ya estaba en la ducha y él seguía en pijama para ir a despertar a sus tesoros.
En la habitación de su primogénito se encontró al chico ya despierto haciendo abdominales mientras Toru dormía sobre el cubrecama. En la habitación de su niña se encontraba Mei durmiendo abrazando a Dante ya que el día anterior Neji lo había dejado porque iba a salir en una misión de dos días. El moreno suspiró y fue a despertar a los niños.
-Cinco minutos más mami- pidió la niña.
-vamos princesa no seas floja- dijo Sasuke acariciando su cabello.
-tes minutos más Sasu oka-san- murmuró el niño adormilado haciendo sonreír al moreno y es que ese niño ya parecía parte de la familia, Neji siempre lo llevaba a su casa a jugar, es más parecía solamente hijo de Neji y no de Ten Ten pues a la castaña a penas y se le veía con el niño.
-vamos pequeños voy a hacer waffles- tentó el Uchiha.
-mmm Rui ayuda a mamá- dijo Mei y de su interior salió la águila.
-Será un placer ayudar pero no tengo pulgares- dijo Rui apenada.
Sasuke escuchó el sonido de la ducha al acabar.
-Ok Rui me encantaría que me ayudaras pero ustedes ya levántense- dijo Sasuke moviendo más a los niños para luego salir de ahí seguido del águila.
-Adoro a tu familia- dijo Dante sentándose en la cama y tallándose los ojitos.
-Seguro, son adorables cuando no los tienes todo el tiempo encima- dijo Mei de malhumor saliendo de la cama.
-Noa-chan... ¿No quieres a Sasu okasan?- dijo el niño abrazando a su ovejita de peluche.
Mei suspiró y miró al piso -Es mi madre, por supuesto que lo quiero... Pero casi no los veo...-
Dante salió de la cama y fue a abrazarse a lo chica.
-Yo toy contigo- dijo el niñito.
Mei sonrió un poquito -No te preocupes, creo que así es mejor- dijo correspondiendo el gesto del niño.
Dante sonrió y la soltó -Yo nunca te dejaré sola, ya verás, cuando sea grande me casaré contigo para que siempre estemos juntos- aseguró feliz.
Mei se sacó de onda, hasta donde ella sabía... Pensándolo bien... No sabía mucho del tema... Solo atinó a reírse.
-Seguro Dante-chan-
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Cuando bajaron seguían en pijama y Mei ya traía sus lentes oscuros, se encontraron con Sasuke siendo acosado por Naruto en la cocina mientras el moreno intentaba hacer los waffles.
-Naruto, tranquilo, pronto bajaran los niños- dijo Sasuke sintiendo al rubio dándole besitos en el cuello que lo hacían estremecer.
-¿Qué tiene? Que vean cuanto te amo- dijo el rubio a su oído.
A Mei y Dante se les subieron los colores.
-Ohayo Noa, Dante- saludó Rui que estaba sobre el respaldo de una silla del comedor.
Al oír eso Sasuke le dio un codazo al rubio para sacárselo de encima y voltear a ver a los niños algo sonrojado de vergüenza.
-Buenos días familia- dijo Akeru entrando a la cocina ya cambiado usando su uniforme ninja.
-Buenos días ¿Tienes misión hoy?- preguntó Sasuke poniendo los waffles en la mesa donde todos tomaron asiento mientras Toru y Rui se colocaban al lado de sus contenedores.
-Sip, ¿Verdad oto-san?- dijo Yusei a su rubio padre.
Naruto sonrió -Tranquilo Sasu, nada del otro mundo- dijo.
-Bueno- dijo Sasuke encogiéndose de hombros y luego miró a Dante y a su hija -¿Y qué harán hoy chicos?- preguntó con una amable sonrisa.
-¿Podemos ir a visitar a Nagato-san?- preguntó Dante emocionado.
Mei se encogió de hombros -seguro ¿Porqué no?- dijo sin emoción.
-Neji llegará mañana temprano si no hay contratiempos- dijo Naruto pensativo comiendo su desayuno.
-¡Si otosan!- dijo feliz Dante.
-Bueno terminen de comer- dijo Sasuke.
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Después del desayuno Akeru partió para ir a reunirse con su equipo del cual era líder, no sin antes darle un beso en la mejilla a su madre y despedirse de su hermanita con un beso en la frente y de su padre con una inclinación. Salió siendo seguido por Toru.
Naruto terminó y se puso su capa de Hokage, se despidió de su esposa con un beso y de su hija con otro beso en su frente y salió con rumbo a la torre Hokage.
Sasuke se puso a recoger la casa mientras Mei y Dante se bañaban y cambiaban ya que habían desayunado en pijama al igual que Sasuke. Cuando los niños bajaron Sasuke ya había terminado y se estaba bañando.
-será mejor irnos ya- dijo Mei, llevaba un short corto de mezclilla con botas de sandalia, una blusa negra con estampado de alas y un chaleco con gorrito de color azul, en su espalda tenía el símbolo del clan Uzumaki-Uchiha, se puso su lentes negros.
Dante traía un short blanco y una playera roja con el símbolo del clan Hyuga además de vendajes en sus piernas e intentó en balde peinar su cabellito castaño pero no funcionó.
-¡Mamá ya nos vamos!- dijo Noa
-¡Cuídense!- gritó Sasuke desde el baño.
Noa y Dante salieron de la casa mientras Sasuke seguía en la ducha. Pensaba algo triste en su hija Mei, odiaba la manera en la que la trataban al igual que al niño de Neji, por culpa de sus descuidos su pequeña ahora era una niña fría sin muchas emociones, como él hacía tiempo, ¿Cómo dejó que eso pasará? ¿Cuándo la dejó sola? Pensaba apesadumbrado. Por suerte Akeru ya era bastante grande y a todos caía bien, era fuerte y sabía cuidarse solo como Itachi y Naruto le habían enseñado, pero su niña, la reencarnación de Hina-chan era igual a ella, lo que más quería era protegerla y no había podido.
-Me siento tan torpe- dijo Sasuke -No soy una buena madre- estaba por echarse a llorar cuando sintió algo extraño en su pecho, su cuerpo comenzaba a temblar, su respiración a agitarse, no supo cuando perdió fuerzas y cayó al piso de la ducha jalando la cortina de baño que se desprendió y cayó sobre él, ya en el piso su mundo se volvió negro mientras la ducha seguía mojándolo.
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Mientras tanto en la aldea Akeru caminaba por la zona comercial bastante aburrido cuando divisó a lo lejos a una morena que conocía muy bien.
-¿Mamá?- dijo Yusei incrédulo.
Metros más allá se encontraba una mujer que era idéntica a la versión femenina de su madre, vestía con sus sandalias de bota, licra negra hasta la mitad de sus muslos, una especie de falda azul atada con un cinturón de cuerda morado y una camisa blanca de manga larga holgada y abierta por delante casi dejando ver sus pechos, además su cabello era largo hasta la cintura.
La versión femenina de Sasuke sonrió con prepotencia e hizo una serie de sellos para luego lanzar su Katon contra una tienda.
-¡Mamá!- dijo Yusei corriendo hacía ella.
Todo comenzó a incendiarse, la mujer sonrió satisfecha y salió corriendo de ahí.
-¡Espera mamá!- dijo Yusei sorprendido y preocupado por el actuar de su madre, sin embargo no la pudo seguir y se dedicó a apagar el incendio -debo avisar a papá- dijo cuando terminó el incendio.
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Naruto se sorprendió cuando vio el incendio repentino desde la ventana de su oficina pero obviamente no vio al culpable. De inmediato mando ninjas a ayudar a apagar el incendio y cuando todo se calmó fue que sintió algo extraño, algo comenzaba a subir por su pecho asfixiándolo, comenzó a hiperventilar, sus manos temblaban y sus pies ya no lo sostenían. Cayó al piso y su mundo comenzó a volverse negro.
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-Mira Noa-chan- dijo Dante señalando hacía la montaña de Hokages.
Mei miró y en lo alto vio a una chica de largo cabello rubio atado en dos coletas y con marcas en las mejillas, vestida con un pantalón pescador naranja y una chamarra naranja y negro que llevaba abierta dejando ver un top negro que apenas cubría los grandes pechos de la mujer.
-¿Papá?- dijo Mei insegura.
La rubia sonrió e hizo dos clones formando la rasenshuriken la cual lanzó y ésta voló y se estrelló contra los rostros de los Hokages destruyéndolos y provocando derrumbe de rocas que se precipitaron contra la aldea, afortunadamente Nagato estaba ahí y con ayuda de Pain detuvo la avalancha de rocas.
Una vez pasada la catástrofe la rubia ya no estaba ahí. Mei y Dante se miraron.
-Vamos a investigar- dijo la pequeña Noa.
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Itachi se extraño al ya no escuchar movimiento dentro de la oficina del Hokage por lo que entró sin siquiera tocar y lo que encontró no le gusto.
-¡Naruto-kun!- dijo sorprendido mirando al rubio en el piso, inconsciente, de inmediato fue con él preocupado -Naruto-kun despierta- dijo moviéndolo un poco, revisó su pulso y al poco rato el rubio comenzó a despertar.
-Itachi- dijo Naruto confundido espabilándose.
-Naruto-kun ¿Qué te sucedió?- preguntó Itachi preocupado.
-No sé- dijo el rubio, por la puerta entró de inmediato Nagato.
-Naruto- dijo sorprendido el pelirrojo de verlo ahí -¿Qué demonios te pasa?- dijo un poco alterado.
-¿A qué te refieres Nagato?- dijo el rubio poniéndose de pie con ayuda de Itachi.
-Al derrumbe que provocaste- respondió el pelirrojo.
-¿Qué provoqué? No sé de qué demonios me hablas- dijo Naruto llevándose una mano a la cabeza con un gesto de dolor.
-¡Oto-san!- rápido entró Akeru a la oficina -¿Has visto a mamá?-
-¿Eh?- dijo Naruto sumamente confundido.
-Está pasando algo raro- dijo Itachi -Nagato, el hokage no ha abandonado la oficina en todo el día-
-¿Qué sucede con Sasuke, Akeru?- dijo Naruto preocupado ignorando el dolor de su cabeza.
-Provocó un incendio en el centro- dijo Akeru.
-Imposible, mi ototo no haría algo así- dijo Itachi seguro.
-Entonces si no fue Naruto el de la avalancha y Sasuke no fue el del incendio- dijo Nagato intentando atar cabos.
-Naruto-kun cayo inconsciente de repente- dijo Itachi.
-Entonces mamá...- dijo Akeru.
-Dios, Sasuke- dijo Naruto y en un segundo salió disparado del lugar con dirección a su hogar.
Saltó por los techos de los edificios y llegó a velocidad luz a su hogar, entró como loco buscando a su moreno, gritando y llamándolo. Al no recibir respuesta se desesperó pero de inmediato intentó invocar clones para buscarlo por toda la casa, sin embargo no pudo, no le dio importancia y salió corriendo a su habitación, una vez ahí escuchó el sonido de la ducha y entró sin pensarlo dos veces. Ahí dentro tirado en el suelo, desnudo cubierto solo por la cortina de plástico arrancada de la ducha estaba su Sasuke completamente empapado temblando de frío.
-Dios Sasuke no- dijo el rubio yendo con su esposo, lo tomó en brazos con cuidado notando su temperatura baja. De prisa lo alzó quitándole la cortina y cerrando las llaves, lo llevó a la habitación metiéndolo al instante entre las cobijas de su cama, la cama de ambos.
-Sasuke, Sasuke, tranquilo, estarás bien- dijo el rubio frotándolo con las mantas para calentarlo.
Poco a poco el moreno recobró el color y también la consciencia.
-¿Naruto?- murmuró distinguiendo una silueta borrosa de cabello rubio.
-Sasuke gracias Dios- dijo el rubio sentado en el borde de la cama tomando su mano y besándosela.
-¿Qué paso...? ¿Dónde estoy...?- dijo confundido el moreno llevando su otra mano a su cabeza con muecas de dolor -Dios, mi cabeza va a estallar- se quejó.
De inmediato por la puerta entraron Akeru, Nagato e Itachi viendo el estado del moreno.
-¿Qué demonios?- dijo Sasuke adolorido -¿Qué hacen aquí?- dijo confundido.
-Tranquilo Sasuke, no te esfuerces- dijo el rubio y volteó a mirar a Akeru -Por favor trae a Tsunade-obachan-
Akeru asintió y salió corriendo de ahí.
-Calma Sasuke- susurró el rubio besando en la frente a su moreno que se quejaba del dolor de cabeza, mismo que le aquejaba a él pero en el moreno era mucho más intenso al punto de llenarle los ojos de lágrimas.
Itachi y Nagato salieron de la habitación haciendo conjeturas de lo ocurrido, por un lado con el "clon" de Sasuke bien pudo haber sido cualquiera puesto que el Katon era fácil de dominar en cambio con el "clon" de su Hokage nadie más podía hacer el rasenshuriken como él.
Al poco tiempo llegó Tsunade con su asistente Shizune y Yusei. Entraron a la habitación de la pareja de inmediato a examinar al moreno cuyo dolor de cabeza parecía no remitir, mientras la rubia se encargaba del moreno, Shizune revisaba también a Naruto.
Al cabo de una hora la Hokage dejó a Sasuke dormido con ayuda de un sedante mientras que el rubio ya estaba más repuesto de eso. La ex-hokage lo miró seriamente.
-¿Qué fue lo que sucedió?- dijo la rubia seriamente mientras acariciaba la frente del moreno dormido.
Naruto negó -Ni idea, él se quedó a hacer la limpieza, yo estaba en mi oficina cuando comencé a sentir una presión extraña en el pecho, me faltaba la respiración y luego me desmaye- explicó.
-Poco antes había ocurrido un incendio provocado en el centro- dijo Akeru -Juraría que fue mi madre en su versión femenina. Después atacaron el monumento de Kages, Nagato-san dijo que vio a mi padre en su sexy jutsu hacerlo pero Itachi-san dijo que había estado en su oficina toda la mañana-
-Cuando desperté ya todo había pasado y cuando supe vine a ver a Sasuke y lo encontré desmayado en el suelo de la ducha, empapado y temblando de frío- dijo Naruto.
-Pues es extraño pero Sasuke y tu sufrieron una baja peligrosa de chakra por eso el desmayo y el dolor de cabeza. Al tener a Kyubi en tu interior tú recuperaste más rápido tu chakra, por eso el dolor y el desmayo fueron menores. Pero Sasuke de por si tiene un chakra bastante limitado, tardará en recuperarse. Pero lo que me preocupa es la causa de que ambos perdieran su chakra de esa manera y los misteriosos "clones" suyos- dijo la rubia pensativa.
Naruto miró preocupado a su esposo, Akeru, Itachi y Nagato se encontraban preocupados.
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Mientras tanto en el bosque de Konoha se encontraban Mei y Dante siguiendo a la copia femenina de su rubio padre, llevaban un rato con la persecución cuando su objetivo se reunió con otra mujer esta vez era una morena idéntica a su madre.
-¿qué demonios ocurre aquí?- dijo Noa en voz baja.
Las mujeres se detuvieron en un claro del bosque, conversando, bueno, en realidad la rubia hablaba y hablaba y la morena solo escuchaba.
-Se parecen mucho a Naruto otosan y Sasu okasan- dijo Dante en voz bajita.
-Si, pero eso es imposible, siento el chakra de mis padres en la aldea, sin embargo estos son idénticos ¿cómo puede haber dos chakras iguales en dos lugares a la vez?- dijo Mei pensativa.
-¿clones?- preguntó Dante inseguro.
Mei negó enfocando sus ojos a través de sus lentes en la red de chakra de ambas mujeres. –Su chakra es normal, como el de cualquier persona, es de igual proporción, los clones poseen una cantidad de chakra limitada. Además mis padres no harían esto- dijo convencida.
-Lo hubieras visto Sasuki, fue genial como se desplomaron esos feos rostros y la gente gritaba y corría por todos lados- decía emocionada la rubia.
-Llamas mucho la atención Naruko- dijo la morena.
La rubia se encogió de hombros –Fue lo mejor que se me ocurrió- dijo.
-Shh, aquí viene – la cayó la morena.
Ambas se callaron y voltearon a mirar a un punto en específico entre los árboles. Se escucharon pasos y de entre los árboles apareció una figura encapuchada. Las mujeres se inclinaron en señal de respeto y miraron a la figura desconocida.
-Buen trabajo, con esto la gente comenzara a desconfiar de la pareja favorita de la aldea- dijo el encapuchado cuya voz era la de una mujer.
-¿y cuál es el siguiente paso?- preguntó Naruko seriamente.
-Sigan causando desastres, mientras les quiten el chakra a se par y estén inconscientes todos creerán que fueron ellos- dijo la encapuchada.
-¿qué hacemos con los hijos?- dijo Sasuki.
-Desaparézcanlos- dijo la encapuchada pero después lo pensó mejor –llévenselos a Kabuto, le encantará tener nuevos sujetos de experimentación- sonrió –lo que yo quiero es destruirlo todo y no me importa matar a todo el que se interponga en mi venganza, lo he esperado ya durante 8 largos años- entonces comenzó a reír mientras s bajaba la capucha revelando un rostro bonito, ojos verdes y largo cabello rosa –pagarán con sangre y lágrimas todo lo que me hicieron, lo juro-