CAPITULO 27
Pasaron los días sin poder encontrar rastro de Naruko o de Mei. Sasuke y Sasuki habían despertado pero aún estaban en el hospital recuperándose de sus heridas. Sin embargo Sasuke había cambiado...
Contrario a lo que se esperaba Sasuke Uchiha había recuperado su frialdad que lo caracterizó durante sus años pre-adolescentes. En su inconsciencia Uchiha recordaba perfectamente lo sucedido con su hija y la herida que le provocó su rubio, anteriormente había sido secuestrado y violado, su hijo casi muere, luego en su embarazo casi lo hacen abortar, le han pasado muchas cosas horrendas... ¿Y qué había hecho él? Llorar como nena...
Su rubio ya había fallado en protegerlo, a él y a su familia, y no lo culpaba, era humano y se podía equivocar, tampoco lo culpaba por su herida, el lazo con su "clon-fem" era una bajeza de parte del enemigo. Pero ya había pensado, reflexionado y tomado su decisión, adiós al Sasuke débil y llorón, no necesitaba de él en esos momentos. Necesitaba al Sasuke frío y serio que solo pensaba en "ambiciones" y no en "sueños" tontos, necesitaba iniciativa y decisión para poder salvar lo que más quería, ya no iba a depender de nadie.
Naruto no entendía la nueva actitud de Sasuke, dolido y triste pensó que se debía a que el moreno lo culpaba de su herida y de no haber podido salvar a su hija, le dolía pensar que el moreno tal vez creía que él no se había esforzado lo suficiente por salvar a su hija. Por Kami si la niña era la luz de sus ojos, era su princesita, su joya, y no sólo por ser su hija, también por ser la manifestación física de su amiga más querida, y un pedacito de su teme y parte de él mismo.
Cuando Sasuke se pudo poner en pie de nuevo le dio una mirada a su rubio, se vistió en silencio (N/A: trae el traje de la shippuden después de que mató a Itachi) y salió del cuarto sin decir nada, todo sumergido en el más denso silencio. Naruto se quedó en su lugar deprimido y dolido, sin embargo Sasuki comenzó a vestirse para también salir de ahí, se suponía la llevarían a la cárcel. Sin embargo muchas cosas rondaban su cabeza, entre todas ellas no le gustaba ver al rubio así, le recordaba tanto a Naruko, además de que ella entendía a la perfección a Sasuke.
-Oye dobe- llamó, Naruto suspiró, no era de ella de quien esperaba ese insulto.
-¿Qué quieres?- dijo Naruto sin emoción alguna.
-¿Qué es lo que pasará por esa hueca cabeza tuya?- dijo Sasuki al aire mientras se colocaba un sujetador negro sin tirantes (brasier o top XP) sin importarle en lo más mínimo que Naruto pudiera verla desnuda.
-No me molestes- gruñó el rubio mirándola de reojo, se dio cuenta de que era una chica hermosa pero también era cierto que su teme tenía todo lo que él deseaba, su mente y corazón (y también sus babas *¬*).
Sasuki soltó una risita -Eres tan estúpido... No entiendes nada- dijo al final de manera seria.
Naruto apretó los puños y la miró fríamente -¿Qué demonios quieres decir?- gruñó.
-No comprendes lo que siente "mi verdadero yo" ni su corazón- dijo la morena llevando su mano a su pecho.
-¿Tu verdadero yo?-
Sasuki suspiró y comenzó a colocarse su camisa blanca (N/A: la misma que se puso Sasuke, de hecho es el mismo traje a excepción de que ella usa una licra negra y corta en lugar de los pantalones) -Sasuke no piensa como tú crees, lo que quiere no es lo que piensas y por supuesto que no te culpa de nada- dijo ahora amarrando su cinturón morado.
Naruto le miró sin entender.
-No me mires así, es obvio que de tener un lazo con Sasuke pueda entenderlo a la perfección, eres igual de retrasado que ella (Naruko)- dijo la morena con fastidio.
Naruto parpadeó asimilando la información -Entonces... ¿Qué ocurre con Sasuke?- se atrevió a preguntar.
Sasuki iba a contestar cuando sintió una presencia -Ahí viene- advirtió.
Sin advertirlo siquiera la morena tomó su katana y brincó por la ventana. Naruto se sobresaltó y se apresuró en seguirla, no podía dejarla escapar... Siguió a la Uchiha por los tejados hasta la montaña con los rostros de los hokages, la cual todavía estaba en reparación. La persecución duró unos minutos hasta llegar al pie del lugar, Sasuki se detuvo mirando hacia arriba. Naruto hizo lo mismo, estaba por reclamarle a la morena su huida cuando sintió un chakra muy familiar, levantó la mirada hacia donde miraba Sasuki y sus ojos se abrieron en sorpresa al ver a una mujer de largos cabellos de color rosa, tez blanca e impresionantes ojos color jade, cubierta por una capa gris.
-Nos volvemos a encontrar Uzumaki Naruto- dijo Sakura por lo bajo.
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-Por fin te encuentro Sasuke- dijo Itachi caminando hacia el Uchiha que estaba de pie en medio de un claro de bosque -No debiste irte así-
Sasuke lo miró por sobre su hombro un momento para luego regresar su vista al frente, más específicamente a un enorme árbol. Itachi no necesitaba preguntar para saber que su hermanito pensaba en su hija, de hecho en ese árbol había pasado incontables tardes jugando con la pequeña a la tierna edad de 2 años, antes de que Mei...
-Hermanito, debes volver a casa, necesitas descansar- dijo Itachi suavemente.
Sasuke negó -Tengo... Algo importante que hacer- dijo mirando el árbol con cierta melancolía, por unos momentos le pareció ver a su pequeña Mei sonriendo con una corona de flores en sus manos, después esa tierna niña corría hacía el árbol hacia una figura de él mismo pero más joven, sentado y recargado en el tronco, la pequeña le puso la corona y él le sonreía dándole después a la niña una paleta de caramelo. Ella sonreía feliz y luego la ilusión se desvaneció...
Sasuke se quedó ido por un momento, pero sacudió su cabeza recordando a su Mei de 6 años, la niña que se lanzó a proteger a Sasuki para protegerlo a él.
"Eso es Sasuke... No debes llorar"
Itachi miraba preocupado a su hermanito, sin duda algo lo perturbaba. Con cuidado se acercó al moreno y lo abrazó por la espalda.
-Tranquilo Sasuke, no te apresures, rescataremos a Mei, ya lo verás- dijo Itachi conciliador.
Sasuke levantó su mano izquierda y la posó sobre el brazo de Itachi.
-Itachi-
El mayor se descolocó un poco por eso, hace mucho que Sasuke no lo llamaba por su nombre, para ser exactos no lo llamaba así desde que se supo la verdad sobre el clan Uchiha, además lo hizo con un tono difícil de interpretar, lo notó... Distante... Frío... Como la primera vez que se vieron cuando él intentó secuestrar a Naruto.
-¿Ototo?-
-No... Necesito... Esto- dijo Sasuke soltándose del abrazo del mayor y sin voltear a mirarlo.
-Sasuke- dijo Itachi desconcertado.
-¿Dónde se encuentra Akeru?- exigió saber el menor.
-En...- Itachi dudó un momento -En los equipos de búsqueda y rastreo.
-¿Y Dante?-
-No aparece, es como si se lo hubiera tragado la tierra-
-¿Neji lo sabe?-
-Si, pero está tranquilo, se ha unido a los equipos de rastreo- contestó de inmediato.
-Entonces no hay tiempo que perder- dijo Sasuke y comenzó a andar.
-¿A dónde vas?- preguntó Itachi seriamente.
-A buscar a Akeru, no quiero perder de vista lo único que me queda- dijo Sasuke.
-Sasuke…- murmuró Itachi preocupado viendo a su hermanito marcharse "De nuevo debe encontrar su fuerza" pensó algo afligido.
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-Haruno Sakura- dijo Naruto observando a la que en un pasado había sido su amiga y amor de infancia -¿qué es lo que haces aquí? Eres una kunoichi renegada, acusada de traición- dijo seriamente.
-¿me has extrañado?- dijo Sakura con una sonrisa extraña –Después de tanto tiempo pensé en venir a visitarte… dime ¿cómo está Sasuke?-
-Como si te importara lo que le pase o no a mi esposo- gruñó Naruto.
-¿y cómo está la pequeña Mei?- preguntó Sakura.
Naruto se paralizó al escuchar eso -¿qué sabes de ella?- exigió saber.
Sakura amplió su sonrisa para luego mirar a Sasuki fríamente –No puedo creer que de entre todas las copias, tu, la más capacitada hayas fallado de esa manera, de verdad eres igual de mediocre que el verdadero Sasuke- dijo con desprecio.
Sasuki miró al piso aferrando su katana en su mano, esas palabras eran un golpe directo a su orgullo. En cambio Naruto miró a Sasuki y a Sakura, comenzando a comprender.
-Tu- dijo el rubio mirando a la morena –Tú le sirves a ella- concluyó.
-así es torpe- dijo Sakura –Sasuki es una creación mía, al igual que Naruko-
Naruto gruñó con más fuerza -¡Tú! ¡¿Qué le has hecho a mi hija?- exigió saber.
-nada…. Aún- dijo la pelirosa sonriendo burlonamente
-¡devuélvemela!- gruñó el rubio.
-No has cambiado en nada- dijo Sakura con aspereza –Lástima por la aldea al tener un hokage tan patético-
-¿qué es lo que quieres?- dijo el rubio fríamente.
-¿ya has olvidado todo lo que hemos vivido en el pasado?- dijo Sakura de igual manera.
-como olvidarlo- dijo Naruto –Intentaste separarme de Sasuke y matarlo a él y a nuestro hijo- sonrió un poco –pero nada te salió como planeabas- se burló.
-Pero eso cambiará- dijo Sakura –He planeado esto durante 8 largos años, así que habiendo llegado hasta aquí me aseguraré de por fin destruirte a ti, y a Sasuke- lo miró con rencor –escúchame bien Naruto, dentro de una semana la aldea de la hoja será destruida por completo, y con ella me llevaré tu vida y la de tu amada familia-
-¿cómo dices?-
-Dentro de una semana todo lo que conoces lo vas a perder- dijo la pelirosa fríamente –te lo juro-
-nunca- dijo Naruto –nunca te lo permitiré- aseguró
-Ese es el punto, no podrás detenerme- contestó Sakura.
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Sasuke se paralizó al ver a la distancia a Sakura sobre la montaña de Hokage, debajo estaba Naruto parado sobre la torre de Hokage, ambos intercambiando palabras, amenazas tal vez, sin embargo le sorprendió el chakra que emanaba la pelirosa, no era un chakra normal y si estaba ahí no podía significar nada bueno.
-Mamá- una vocecita llamó su atención, volteó y se encontró con su hijito Akeru –Madre, ¿qué sucede?- preguntó preocupado.
Akeru volteó y miró a Sakura y a su padre junto con Sasuki.
-¿no es ella la criminal acusada de traición?- dijo Akeru, en realidad él tenía muy vagos recuerdos de la pelirosa, pues cuando ésta se marcho él todavía estaba bajo la influencia del chakra de Madara y al ser una experiencia traumática reprimió varios recuerdos sin motivo.
Sasuke asintió seriamente.
-Entonces voy a ir a ayudar a mi padre- dijo Akeru pero Sasuke lo detuvo abrazándolo
-No, espera, no vallas- dijo Sasuke mirando por sobre el hombro del pequeño a la pelirosa.
-mamá ¿qué sucede? ¿Por qué no puedo ir?- dijo Akeru confundido por la actitud de su madre, estaba seguro era él, pero su trato era diferente… algo distante.
-Por lo que más quieras no te acerques a ella- dijo Sasuke seriamente
-¿mamá?- dijo Akeru nervioso
-cálmate, no dejaré que te haga daño-
Al escuchar eso una imagen apareció en su mente, era su madre en los brazos de su padre, cubierto de sangre… agonizando.
Se sobresaltó y se abrazó a su madre ¿qué demonios…? Hacía mucho que no veía esos recuerdos. ¿Es que acaso era un presagio?
-Mamá ¿te sucede algo? Te noto diferente- dijo Akeru embriagado por el aroma y la calidez de su madre, hacía mucho que no se sentía así, su madre se preocupaba más de su hermana y él ya estaba creciendo, era bueno que su madre ya no fuera sobre protector con él pero…
En su interior Sasuke estaba asustado de que Sakura se acercara a su hijo, aunque también, examinándolo más de cerca ¿qué hacía Sakura ahí? ¿Por qué aparecía después del secuestro de su hija? Tendría que hablar con el dobe de eso, por ahora su prioridad era su otro hijo.
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-Eso es todo Naruto te veo en una semana- dijo Sakura.
-Ni creas que te dejaré ir- dijo Naruto apareciendo a varios clones, dos de ellos se pusieron a ambos lados de Sasuki para vigilarla, los otros se pusieron en guardia para lanzarse a pelear contra Sakura.
-Será mejor que no lo hagas o le puede ocurrir un accidente a tu esposo- dijo Sakura sonriente señalando al techo de una casa a distancia de ahí. Naruto miró y vio a Sasuke abrazando a Akeru, detrás de ellos apareció un clon de Sakura con una katana en mano.
-¡Sasuke!- gritó Naruto.
En su sitió Sasuke miró a su rubio y luego detrás de él a Sakura, de inmediato activó su sharingan y a velocidad luz sacó su katana cortando a la mitad a dicho clon que se desvaneció. Akeru se sobresaltó con el grito de su padre, pero se sorprendió con la capacidad de reacción de su madre.
-mamá- dijo impresionado.
-me cansé de llorar- dijo Sasuke por lo bajo guardando su katana, Akeru lo observó impresionado, los movimientos de su madre habían sido rápidos pero certeros y mortales, con una elegancia digna de mencionar, se vio como el perfecto ángel de la muerte, hasta cierto punto le inspiró algo de miedo ¿cómo no se había percatado de eso antes? hasta el momento su madre había sido la perfecta imagen de una esposa y madre ejemplar, definitivamente algo de eso le asustaba.
Naruto respiró aliviado pero cuando miró a ver donde antes estaba Sakura, ésta ya se había ido. Frustrado desapareció a sus clones y miró a Sasuki. Sin embargo antes de decir una palabra Sasuke se materializó delante de él, detrás suyo estaba Akeru. El moreno lo veía con esa mirada de hielo.
-Sasuke, gracias a Kami estas bien- dijo el rubio feliz de verlo a salvo, sin embargo se paralizo al notar esa mirada cargada de enfado.
-Akeru llévate a mi clon de aquí- ordenó Sasuke. Akeru obedeció de inmediato, Sasuki no replicó.
Cuando se quedaron solos Sasuke tomó impulso y le dio un puñetazo al rubio que lo mando al suelo. Naruto se incorporó y miró a Sasuke sorprendido y con resentimiento.
-¿qué demonios haces?- reprochó el rubio sobando su mejilla.
-Eres un idiota-dijo Sasuke fríamente –Dejaste ir a Sakura por una estupidez-
-¡no fue una estupidez, me preocupo por ti!- replicó el rubio herido.
-¡nadie te lo pidió! Soy perfectamente capaz de cuidarme solo- dijo Sasuke ofendido –creí que te lo había dejado muy en claro-
-pero Sasuke, yo siempre veré por ti, te amo- dijo Naruto poniendo esos ojitos manipuladores que hacían que se le doblaran las rodillas y cediera ante el dobe. Pero esta vez eso solo lo enfureció y sacó su katana cubriéndola con el Chidori -¿Sasuke?- dijo el rubio preocupado.
-déjame hacértelo entender por las malas entonces- dijo Sasuke activando el sharingan.
-¿Sasuke?- dijo Naruto desconcertado.
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Itachi, Nagato y Neji veían asombrados lo que sucedía, habían detectado una presencia extraña en la villa pero cuando llegaron se encontraron con el hokage pero sorprendidos vieron como estaba siendo atacado por nada más y nada menos que su esposo. El moreno estaba furioso y el otro desconcertado. A cada ataque el rubio entendía menos pero después de ver como el moreno no se detenía se decidió a detenerlo el mismo.
Cuando el rubio se decidió a atacar el moreno sonrió complacido y comenzaron a librar una gran batalla desplazándose a los bosques para no dañar más la villa.
-¿qué demonios está pasando aquí?- dijo Neji confundido.
Sasuki y Akeru llegaron con ellos.
-Akeru ¿sabes qué ocurre?- dijo Itachi preocupado.
Akeru negó –Mi mamá se comporta extraño, una mujer pelirosa llegó y hablaba con papá, luego un clon nos atacó, mi mamá lo destruyó pero como papá se distrajo por nosotros la mujer escapó, mamá se puso furioso- explicó.
-Sasuke no actúa extraño- dijo Sasuki –quiere demostrarle algo a Naruto, se ha cansado de llorar y ahora quiere hacerlo todo por sí mismo, ya no quiere ser débil- dijo seriamente.
Si lo pensaba detenidamente era lo mismo que le había ocurrido a ella después del castigo en la habitación maldita, cuna de las pesadillas, sobre todo de sus pesadillas. Cuando se canso de ser débil y de temerle a todo y adoptó su fría apariencia, solo que Sasuke se había tardado bastante y todavía le faltaba darse cuenta de algo más.
-¡Sasuke me niego a seguir con esto! ¡Detente maldita sea!- gritó el rubio furioso ya de la cabezonería del otro.
-¡pelea estúpido hokage!- gritó Sasuke acumulando su Chidori.
Naruto gruñó por lo bajo y comenzó a formar su Rasengan más sencillo pero con una equivalente al Chidori del otro.
-Como quieras, de cualquier manera esto debe de parar- dijo el rubio y se lanzaron uno contra el otro, las energías chocaron como siempre solía pasar en todo lo que hacían, y se originó una reacción en cadena que terminó en una explosión que los mandó volando en diferentes direcciones.
Itachi corrió y se interpuso en el camino de su hermanito atrapándolo e impidiendo que se diera de lleno contra una gran roca. En cambio Nagato atrapó a su rubio Hokage salvándolo de que se estampara contra un enorme árbol y arrasara con todo.
Itachi miró a su hermano, se veía decidido como nunca antes, su rojiza mirada reflejaba determinación, sin embargo estaba algo herido. Lo hizo ponerse en pie reprochándole con la mirada que había llegado muy lejos. El moreno desvió la mirada pero se acercó a su rubio con determinación.
-¿tuviste suficiente? ¿Has aprendido algo?- dijo el moreno fríamente.
Naruto suspiró sentándose bien en el suelo, bien habían dicho anteriormente ambos eran capaces de comprenderse solamente mediante golpes, a través de estos él pudo ser capaz de comprender un poco el dolor del moreno. Sasuke miró a Nagato y a Itachi.
-déjenos solos por favor- pidió Sasuke secamente.
Los otros, aún sin entender de qué iba la cosa se apartaron, ante ellos, otra crisis de pareja…
-¿lo has entendido usuratonkachi?- dijo Sasuke arrodillándose entre las piernas de su rubio.
Naruto suspiró de nuevo –De verdad que a veces no sé qué pasa por esa cabeza tuya- dijo el rubio.
Sasuke suspiró y lo tomó de las mejillas –Escucha Naruto, sabes que te amo ¿verdad?- el rubio asintió –pero estoy cansado de que me trates como muñeca de aparador, por si no lo has notado yo también soy un hombre, no una niña y sé valerme por mi mismo- dijo seriamente.
-Sasu, no puedo evitar preocuparme por ti- dijo Naruto acariciando la mejilla del moreno.
-Pero mira lo que haces dobe, por mi causa acabas de dejar ir a Sakura, no soy estúpido, sé que ella tiene algo que ver con el secuestro de Mei- dijo Sasuke seriamente.
Naruto miró al suelo afligido. Sasuke suspiró.
-Ya no quiero que me mires de esa manera- prosiguió el moreno, Naruto levantó la mirada.
-¿Cómo?- dijo sin comprender.
-Como si fuera algo que proteger- dijo Sasuke -Desde ahora quiero que te enfoques en lo verdaderamente importante... Nuestros hijos- dijo seriamente -Si es necesario olvídate de mí- ordenó
Naruto comenzó a llorar -Me duele teme- dijo con un hilo de voz más el azabache no se inmutó -Puedes pedirme todo en este mundo, ten por seguro que haré lo que sea por cumplirlo, pero no me pidas hacerte a un lado- rogó el kitsune tomando las manos del moreno entre las suyas -No me lo pidas cuando sabes que respiro y vivo solo por ti, solo por tu existencia en este mundo, no me pidas hacerte a un lado- dijo para terminar besando las manos del contrario
-Entonces no me obligues a hacerlo- dijo Sasuke secamente soltando sus manos -Naruto, es hora de que surja yo de nuevo, durante más de once años me he visto oculto por mis sentimientos, he llorado, he sufrido y cada vez soy más humano, más lleno de dolor y angustia y cada vez me pierdo más a mi mismo- Sasuke miraba sus manos -Ya no más Naruto, ya no más-
-Sasuke- dijo Naruto contemplando la expresión afligida en los ojos de su amor, Sasuke cerró sus puños con fuerza y miró con decisión al rubio.
-Déjame ser Naruto-
Por fin después de muchos años Naruto vio a un Sasuke diferente, tan parecido al Sasuke de antaño que solo iba en busca de poder, pero este Sasuke iba en busca de la verdadera fuerza, de la protección de aquellos a los que quería, los que le darían verdadero poder.
-Sasuke- dijo Naruto tomando sus manos de nuevo -Sabes que en lo que sea siempre te apoyaré, hagas lo que hagas siempre estaré ahí, incluso si llegases a morir yo moriré contigo, si esto es lo que quieres, estaré contigo puesto que aunque pasen miles de años nunca te dejaré de amar- besó sus manos con delicadeza.
Sasuke sonrió, pero ésta era una sonrisa diferente, era una llena de sinceridad, una de esas sonrisas que rara vez le veía, una de esas sonrisas que le recuerdan porque se enamoró de él.
-No esperaba menos de mi Naruto- dijo Sasuke feliz aunque no lo demostraba su cara, solo esa pequeña sonrisita luminosa.
Naruto sonrió ampliamente y abrazó al moreno.
-Entonces preparémonos, tenemos una aldea que proteger y una familia que salvar- dijo el rubio -Todo saldrá bien Sasuke, te lo prometo, como que soy Uzumaki Naruto-
-Eso espero dobe- dijo Sasuke con su sonrisita de soy-mejor-que-tu-y-lo-sabes.
Naruto hizo un pucherito recordando sus peleas de antaño, pero en lugar de intentar golpear a Sasuke lo aferró con fuerza sacándole un quejidito al azabache, rió divertido.
"Estoy seguro de que te harás más fuerte Sasu, juntos recuperaremos a Mei, ya lo verás, todo saldrá bien, te lo promete el sexto hokage de Konoha, pero por sobretodo te lo promete tu esposo, la persona que más te ama hoy y siempre, Uzumaki Naruto..."
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De inmediato comenzaron las movilizaciones y preparativos en la aldea oculta de la hoja, se comenzaron a reunir provisiones y trasladar todo a los refugios para los civiles. El gran hokage alistó a todo su ejército de ninjas, entre chunnin, jounin y Anbu, además de los poderosos Akatsuki a cargo de Nagato.
Los cargos bien distribuidos, los chunin serían la primera línea de defensa, los Anbu apoyarían desde las sombras expertos en ataques letales, los jounin protegerían a los civiles. Los Akatsuki serían la primera línea de ataque. Por supuesto que contaban con el Hokage quien rechazó la escolta de Anbu alegando que podía defenderse solo, además él no se iba a esconder, él pelearía junto a sus hombres en el campo de batalla.
-Akeru-chan cuento contigo- dijo Naruto a su hijo quien como chunnin estaría en la primera línea de defensa.
-Descuida no te decepcionaré- dijo Akeru serio y luego miró a su madre
-Lo importante es que regreses a salvo ¿Si?- dijo Sasuke revolviendo un poco sus cabellos, pero con esa expresión seria en su rostro.
-mamá...- dijo el chico mirando confundido e indeciso a su madre.
-¿Sucede algo cariño?- dijo Sasuke mirándolo con curiosidad en sus ojos pero sin cambiar su expresión.
"Madre, me confundes tanto... Y... También tengo miedo"
Akeru sonrió levemente y sin dar aviso se abrazó al moreno que se sorprendió un poco por la acción del chico ya que desde hace tiempo Akeru ya no era tan unido a él. Sin embargo sonrió un poco y le acarició la cabeza.
-Te quiero mamá, nunca lo olvides- susurró Akeru son una leve sonrisa.
-Yo también mi pequeño sol- dijo Sasuke recordando a un tierno niñito de 3 años que siempre se la pasaba pegado a él diciendo una y otra vez "mami, mami, mami"
Naruto miraba enternecido la escena hasta que alguien llamó a la puerta de su oficina.
-Pase- dijo el rubio.
La puerta se abrió y por ella entro un apuesto pelirrojo, seguido de un sonriente pelinegro que cargaba a una linda niña pelirroja de seria expresión.
-Kazekage-sama sea bienvenido- dijo Naruto poniéndose de pie y haciendo una leve reverencia.
-Déjate de payasadas Uzumaki Naruto- dijo el Kazekage seriamente pero se escuchaba divertido con la situación, sobre todo porque el rubio rara vez se comportaba.
-Hola a todos- dijo Sai simplemente.
-Gaara oto-san, Sai- dijo Akeru feliz yendo a saludar al Kazekage.
Gaara sonrió un poco abrazando al chico.
-¡Suelta a mi papi! ¡Es mi papi, no tuyo!- gritó la pequeña pelirroja desde los brazos de Sai.
Akeru se separó del pelirrojo y miró a la pequeña con una ceja alzada.
-Kamil-chan, esa no es forma de tratar a Akeru-chan, después de todo él es casi tu hermano- dijo Sai sonriendo.
-Si, tú lo dijiste "casi"- dijo la pequeña cruzándose de brazos -Pero como no lo es que suelte a mi papi- dijo con un puchero.
-Kamil compórtate- dijo Gaara seriamente.
La niña lo miró con sus enormes ojitos suplicantes -Pero papi- replicó.
-Sin peros- dijo Gaara -No te hemos educado para hacer berrinches-
Los ojitos de Kamil se llenaron de lágrimas y se abrazó al pecho de Sai.
-Gaara, esa es una forma muy cruel de decirlo- dijo Sai sonriendo nervioso y abrazando a la pequeña tratando de que no llorara, pero todo se fue al traste cuando se escucharon los sollozos de la pequeña.
Gaara bufó y miró por la ventana. Akeru no sabía ni dónde mirar, Sasuke veía a Gaara de manera analítica, el pelirrojo en todos sus años criando a Akeru nunca había sido tan rudo con él, suponía que al ser Kamil su hija entonces el pelirrojo sería aún más cariñoso de lo que fue con un niño que no era su hijo, al parecer se equivocó... Pero ¿Por qué era así? En cambio Naruto miraba con ternura a esa niña.
-awww Gaara, no seas así con ella- dijo el rubio conciliador.
-Naruto, no es el momento, debemos discutir sobre la defensa de la aldea- dijo Gaara seriamente.
El rubio suspiró -Ok, aquí tengo los puestos- dijo tomando una hoja en la que había escrito sus planes
Gaara la tomó y comenzó a leer en silencio.
-Los Anbu como apoyo de los chunnin- dijo Gaara.
-En términos más personales- dijo Naruto poniéndose en pie y mirando a Sai -Te encargo a Akeru-
Sai asintió -No te preocupes Naruto, no fallaré en mi deber Hokage-sama- dijo con una sonrisa.
-Bueno entonces es momento de prepararlo todo- dijo Gaara –Kankuro y Temari llegarán pronto con refuerzos de Suna, mis ninja están a tu disposición-
-perfecto, escuchen con atención- dijo Naruto con una sonrisa.
Sasuke miró por la ventana, su dobe ya le había informado de todo lo dicho por Sakura y lo referente a su hija y a su clon fem, sonrió.
"Espera y verás Sakura porque esta vez pagarás por todo el daño que has hecho, te lo juro… Mei… espérame por favor"