- “Siempre me tendrás a tu lado”.-Te escuché decir.- “No me separaré de ti, te amo”.- Lo volví a escuchar salir de tus labios y yo…como una completa estúpida te seguí creyendo…
- Nee, ¿Qué te ocurre, Uri?
- Um…No nada Eli…
- ¿Por qué haz estado tan extraña todos estos días? ¿Te incomoda algo?- Apreté un poco los dientes y traté de calmarme tomando aire, sentí sus manos tocándome el rostro haciéndola voltear hacía sus ojos, me miro con un poco de preocupación, no quería hacerla saber la verdad, la maldita verdad que me carcomía las entrañas
- Ya dije, no es nada.- Quite sus manos y le di la espalda.- Eli ¿Somos amigas verdad?
- Si Uri… ¿Por qué lo dudas?- Sentí su voz un poco triste, eso esperaba…
- Pf a mi no me pasa nada, ¿Qué habría de pasarme? Me siento de lujo.- Respondí con un poco de sarcasmo en mi voz lo que ella, obviamente no noto
- Um bien… si tú lo dices esta bien…-Seguimos haciendo nuestras cosas que hace ya algunos meses no hacíamos por que, bueno el por que era muy sencillo desde que las vi en aquella fiesta a la cual no fui invitada…
Flash Back
- “Oye Uriel, cariño iré con el tío Argenis a llevar estos refrescos a la fiesta del edificio de enfrente ¿Esperas aquí mientras?
- “Si, si como sea, no hago nada mas que estar aburriéndome a donde vas”
- “Ok enseguida vuelvo”.- vi a mi madre marcharse, mientras yo me quedaba con mi skate haciendo unas piruetas en el pavimento, el sol de ese día pegaba muy fuerte, me aburría. Tomé mi celular y decidí marcarle a Elizabeth, tal vez se estaría aburriendo igual que yo. Repicaba, repicaba y repicaba pero no contestaba, decidí intentarlo de nuevo y para mi suerte contestó
- “Hola Eli ¿Andas en tu casa? Quiero contarte algunas cosas y…
- “Lo siento Uri-chan, pero estoy en donde mi abuela y no vendré sino hasta la noche. Pero ya tendremos otro día para charlar”.- Suspiré un poco y después hable con voz pausada
- “Si, esta bien no hay problema, pásala bien”
- “Adiós, te am…”.-Antes de que pudiera continuar corte la llamada, a pesar de que siempre nos decíamos esas palabras, no éramos pareja, aunque…solíamos besarnos el cuello, dejarnos marcas de chupetones en la piel, dedicarnos palabras de amor, ella solía lamer mis mejillas y yo hacía lo mismo, se recostaba en mi pecho y yo la abrazaba por su cintura y dormíamos de vez en cuando juntas, cosas que se suelen decir los enamorados, pero solo éramos amigas, quizás las mejores, quizás inseparables, yo lo creía así. Tome mi skate y decidí ir a buscar a mi madre para irnos de una jodida vez, hice algunas piruetas pasando por detrás de los autos hasta llegar a la puerta corrediza de aquel lujoso edificio, escuche la música estridente en el salón de eventos, había mucha gente, no tenía idea de quien era la fiesta pero me valió carajo, como pude me adentré en el salón todo lujoso y fresa, me perdía entre la gente que bailaba, estaba apunto de irme cuando escuche una risa que para mi era mas que familiar
- “Ya en serio basta”
- “Me gusta pasar el rato contigo, cosita hermosa”.- Me escondí detrás de unas cortinas cercanas a ellas, si “Ellas” en plural, así que había ido a casa de su abuela ¿eh?
- “Te amo, Mina”.- ¿Te amo? ¿La escuche decir TE AMO A ESA? ¿Como era posible? Tome mi fleco con las dos manos y me las pase por el cabello aplastándolo contra mi cráneo, sentí algo en mi pecho, algo que se rompió y empezó a doler ¿Sería mi corazón? Tal vez ¿Por qué Eli me mentiría? ¿Por qué me ocultaría algo como eso? No tengo problema en que ella se haga Lesbiana o Bisexual de la noche a la mañana, pero no puedo aceptar que me mienta y mas con…con…con ¡ESA! Pero mi mala suerte no termino allí
- “Eres lo mejor que ha podido pasarme”
- “¿En serio?”
- “Si…eres única”.- Lo siguiente que pude ver fue como se inclinaba para darle un beso a esa tipa, me quedé de piedra, quise ir allí partirle la maldita cara a esa perra, como se atrevía a meterse con Eli así como así, tenía unas ganas tremendas de lanzármele de veras que si…No pude soportarlo mas y salí de allí lo mas sigilosa posible justo como había entrado, corrí sin ver por donde iba, no quise pedir disculpas a las personas que me había llevado por delante, solo quería irme de allí, me sentía mal. Le mandé un sms a mi madre diciéndole que me iría a casa que no se preocupará por mi, no quería contarle mi desgracia, si se podía llamar así, deje salir mis lagrimas por fin, me sentía de lo peor, me sentía traicionada, como nadie puede imagina, iba a cruzar el semáforo pero un auto me pasó por al lado, casi me mata, bueno mejor que lo hubiera hecho, en esos momentos me sentía pésimo. Llegué a mi hogar y me encerré en mi habitación, me quedé dormida, con lágrimas en mis ojos, no quería saber de nadie. Pasaron algunos días en los que no supe de Eli para nada, no me extraño el hecho de que no me llamara o siquiera que se pasara por mi casa, para mi fue como algo normal, nada hiriente. Ya había llorado lo suficiente, pero algo más había nacido dentro de mi uno de esos días, algo que no me asustó en lo absoluto, empecé a sentir celos, si muchos celos, ¿Por qué razón? Ah ya me acordé…De la maldita asquerosa que esta ahora con Eli, ni mas ni menos…Unos celos tan implacables que se me hacía difícil actuar con normalidad en mi vida diaria y para mi desgracia, mi madre lo empezó a notar
- Uriel, cariño ¿Por qué tienes los ojos tan verdes hoy?
- ¿Ah? N-no es nada mamá, seguro es mi falta de sueño.- Me puse un poco pálida ante el comentario de mi progenitora, levanto mi oscuro fleco y me vio directamente a mis ojos color miel, si bien eran de esa tonalidad, a veces se me veían verdes, por alguna X o Y razón cuando estaba en cualquier estado de ánimo siempre adquirían ese color, maldita sea.
- A ti te pasa algo ¿Qué es lo que ocultas, jovencita?.- Ese tono de voz amenazador siempre me saca de mis malditas casillas
- ¡No me pasa nada, carajo! Solo no puedo dormir bien ¿Qué no entiendes?- De un manotón quite la mano de mi madre y salí corriendo hacía la puerta principal, llovía, una de esas lluvias de verano que solo caen unos veinte minutos y luego el calor se hace mas fuerte, no me importó, corrí rápido me estaba mojando los zapatos hasta los calcetines, no me importa, no me importa, ¡NO ME IMPORTA! Estoy tan putamente celosa que ya nada me importa, ¿Qué más puedo hacer? No puedo evitar llorar cada noche, se me hace difícil no hacerlo ya, de hecho ya lo estoy haciendo, Eli…Te extraño demasiado…Quiero tenerte cerca, yo-no se qué hacer sin ti. No me olvides por favor sin ti, no sería nadie. Te amo…esos son los pensamientos que siempre me pasan por la mente, todo pasaba, hasta que cierto día, esa sensación se esfumó cuando me enteré de algo que me alegro el día…
- Uriel ¿Estas allí?- Alguien tocaba a mi puerta, no puede ser…
- ¿Eli?
- Quiero hablarte un segundo, si deseas verme claro…
- Um.- Me levante de mi cama y abrí la puerta de mi habitación, era ella, lucía muy diferente a como la vi la última vez, ahora se veía ojerosa y un tanto pálida ¿Mal día en la cama con tu alguien especial, querida?- Me extraña que andes por aquí Eli ¿Se te ofrece algo?
- Nada en realidad, no vengo aquí por eso…-Respiro profundo y cerro sus ojos, parecía triste, no jodas ¿Y yo qué? ¿Acaso yo no cuento? Por desgracia NO.- Te extraño mucho, como no te imaginas. No sé con que excusa venirte para que me perdones…Lo siento mucho
- ¿Lamentar qué?
- El que no te haya llamado ni venido a visitarte todos estos meses, yo.- Su voz se le quebró antes de poder seguir, se había lanzado contra mi cuerpo, pasando sus brazos por mis costados, oculto su cara en mi pecho y sollozaba, estos momentos de debilidad son los que me hacen ser una completa estúpida…Ni modo, solo la abrace por su cintura y cerré la puerta, la lleve poco a poco hasta la cama donde nos acostamos, ella empezó a besar mis mejillas y yo dejaba marcas en su cuello, como extrañaba eso, su piel me parecía dulce…Por alguna extraña razón gimió placenteramente cuando lo hice…Si ya me doy una idea del por que, maldita sea…Me separé unos centímetros de ella y la vi directamente a los ojos, veo tristeza en ellos, acaricié su labio inferior con mi pulgar, sus ojos castaños oscuros estaban sin brillo, pero de cualquier manera se lo merece…
- Te quiero…-Salió de sus labios “Te quiero” Vaya hasta eso cambió, ¿Algo mas señorita? ¿Quiere que me ate a una cadena y ruede por el piso mientras me cortan los dedos de los pies y de las manos? ¡ESO ES LO ÚNICO QUE FALTA!
- Sabes que yo mas.- Solté esto último con desgano.- ¿Quisieras contarme que te sucede?
- Es…Es algo complicado realmente…
- No importa, te escucharé sea lo que sea.- Cambié de posición con ella, me recosté en la cama e hice que ella se acostara en mi tórax, acariciaba mi pecho con sus dedos, aún seguía llorando, por favor…Terminó de contarme de su “amor y centro del universo” y como siendo su amiga a pesar de lo que sucedió, la escuche y consolé como un perro faldero con su dueño, a veces me pregunto si algún día dejara de ser una niña mimada, aunque debo admitir…Que me alegro mucho el hecho de que esa zorra la haya dejado, ahora la tendré para mi como antes, y esta vez no se me va a escapar, aunque suene posesivo no me importa…
- ¿Por eso terminaron? ¿Te deprimías mucho?
- Si, y no sabía comprenderme de esa manera.- Suspiró con tristeza. Carajo
- No fue tu culpa, fue la de ella al no escucharte ni consolarte. Lo siento mucho.- A veces suelo ser una maldita hipócrita aunque por dentro me estuviera arrastrando de la risa
- No es culpa tuya ni de nadie, es solo mía.- Me abrazó con mas fuerza, estaba temblando, simplemente odio esos momentos de debilidad sean de quien sean
- Vamos no te desanimes, ya encontrarás a alguien mas, no tengo problemas con tu condición sexual, y si tratan de meterse contigo, estaré allí para cuidarte
- ¿En serio?
- Somos amigas, no puedo dejarte, ni tampoco herirte de ninguna manera, y mucho menos puedo permitir que venga alguien desconocido y te haga sentir mal por lo que eres.- Besé su frente y la abrace mas a mi, ella soltó una leve risita y cambió de tema rápidamente, vaya parece que su aura y sus cambios de ánimo la volvieron mas bipolar de lo que ya era, pero no importa, lo que cuenta es que en ese momento ella estaba conmigo de nuevo, o eso creí en ese momento…
- Quien será…-Vi que alguien me estaba llamando al celular, no era un número conocido así que contesté.- Aló
- Hola Uri, quiero verme contigo en la cuidad quiero presentarte a alguien
- ¿Presentarme a alguien? ¿Se puede saber quien es, Eli?
- Es una sorpresa
- Bueno esta bien, iré solo déjame terminar unas cosas aquí y te veo luego ¿Vale?
- Vale.- Quien iba a imaginar que después de decir que si, sería el inicio del peor día de mi corta existencia, caminé dos cuadras antes de llegar a la plaza donde habíamos quedado encontrarnos, podía divisarla a la vista, pero lo que no me esperaba fue verla con esa tipa otra vez, las vi besándose fogosamente ¿Supongo que es aburrido esperar a una estúpida como yo, verdad? Me les acerque esquivando a la gente de mi alrededor, a medida que avanzaba el estomago me empezó a doler, sentía mis entrañas retorcerse de la rabia, como si mis intestinos fueran dos cobras apunto de devorarse mutuamente, maldita sea, maldita sea, maldita sea, dije tres veces en mi mente, no puedo hacer nada ya estoy aquí y no puedo echarme para atrás ahora. Llegué por fin a su lado y me sentí un poco mejor al romper su burbuja cursi y rosa
- Ejem, disculpen…- Hable con la voz un poco baja pero lo suficientemente fuerte para que me oyeran, se separaron rápidamente, Eli me vio entre apenada y asustada como si hubiera visto un fantasma, y la otra imbécil me vio con cara de fastidio y de asco. No querida yo estoy más buena que tú.
- H-hola Uri.- Dijo todavía agitada, y no me consta…
- Hola ¿Cual era la sorpresa que tanto querías enseñarme Eli?-Pregunte sin rodeos, vayamos al grano, no quiero quedar como una estúpida enfrente de esa bruja…
- P-pues quería presentarte a mi novia.- Esa última palabra resonó en mi cabeza. Maldita sea ella y malditos sean mis celos.- Uriel, ella es Mina, Mina ella es Uriel
- Un gusto.- Dije lo mas hipócritamente posible, en mis ojos podían sentir que tenía deseos de golpearla, cosa que no paso inadvertida, la tipa me vio de arriba abajo, como diciendo “Que poca cosa eres” y luego con tono fastidioso dijo
- Igualmente
- Y-y lo de ahora fue…
- Tan solo fue un beso cariño.- Dijo Mina en tono indiferente, maldita perra inmunda
- S-si solo fue un beso, Uri.- Solo pude como mucho levantar una ceja y verles extrañada, bah ¿A quien engaño? Me dio asco ver a esa maldita besando a Elizabeth, como la odio, y al parecer mi odio hacía ella es devuelto hacía a mi. ¡Que bueno que sea mutuo, me alegro!- Am… ¿No habías llamado a unos amigos tuyos, Mina?
- Si, de hecho están apunto de pasarnos a buscar a nosotras, para ir a un campo de tiro al blanco, se me da eso del manejo de armas, de cualquier tipo.- Presumida de cuarta
- ¿En serio manejas armas? Vaya eso es algo genial.- Dijo Eli con su voz llena de admiración hacía su “persona amada”
- Oye Mina, ¿podrías enseñar a una tonta como yo en eso del manejo de armas? Es que nunca lo he intentado.- Dije con tono ingenuo, la verdad es que yo si sabía como manejar una, mi padre me enseño desde muy pequeña como dominarlas, a modo de defensa personal, nunca intente matar a alguien y nadie me había atacado a lo largo de los años, esa era mi oportunidad, al parecer la malicia es algo que en estos días es una virtud, en mi
- Seguro querida, no tengo problema en enseñar a los inexpertos como tu.- Dijo en ese tono ególatra e indiferente, zorra…
- Oh, muchas gracias de verdad. Que amable eres.- Sonreí lo mas falsamente posible y ella me devolvió el gesto. Ya verás lo que sucederá allí, perrita. Caminamos dos cuadras mas arriba y ya nos estaban esperando los amiguchos de Mina, eran tan estirados, presumidos y torpes como ella, caimanes del mismo pozo a fin de cuentas… Estuvimos una hora en auto, llegando hasta las afueras de la cuidad, donde todo era puro bosque, con árboles altos y sonidos naturales, pude ver la entrada del campo de tiro al blanco, ya no estaban esperando por lo visto, el encargado nos vio y nos hizo entrar, dijo que las armas estaban ya listas y que cuando quisiéramos podríamos empezar, tome una escopeta, las que suelen utilizar los cazadores, la mire con detenimiento, interesante…algo tiene esta que no tienen las demás
- Muy bien chicos, dejen que la master en este arte del disparo, les enseñe como se hace
- Vamos Mina ¡Tú puedes!
- ¡Vamos da lo mejor de ti!
- ¡Suerte cariño!- ¿No podrían ser mas lame-botas? Están fritos del cerebro si creyeron que ella era su amiga real
- A-amor, tu puedes.- Y faltaba la otra pendeja, maldita sea con Eli…
- Primer tiro.- Apunto a la diana que estaba en el metro 20 y le dio a la cuarta franja, pff le pudo haber dado al centro, patética
- Wow ¡eso estuvo genial, hazlo de nuevo!
- Con gusto, segundo tiro.- Apunto una vez mas, esta vez hasta la diana que estaba en los metros 40, vamos a ver si eres extraordinaria después de todo…Oh vaya nada mal, le dio en la cuarta franja otra vez…Y lo sigo diciendo: Patética
- Bieeen ¿Quién es el siguiente? Dudo que puedan superarme.- Río de manera altera, me da asco con solo verla…pero bueno, ya sé que hacer para que su fama de 5 minutos se esfume
- Am, yo…Quiero intentarlo
- Ahahahaha, dudo que puedas superar a Mina, niñita. Ella es la mejor de todos nosotros
- Seh, No sabes mucho
- Hey, chicos, chicos cálmense, denle una oportunidad a la pobre, veamos que tal le va.- La mire desafiante y le sonreí hipócritamente, tome la escopeta que había elegido y apunte, tenía las de ganar y con un ligero desliz de mis dedos, apreté el gatillo y la bala se encajó en todo el medio de la diana de 60, pude escuchar un fuerte “wow” a mis espaldas y quise seguir, apunté una vez mas y le di en el medio de todas las dianas que había
- ¿C-como puede ser eso posible?
- No sé que me ocurrió, en serio que no sabía como manejar un arma, supongo que es suerte de principiante
- No importa que haya sido, estuvo magnífico, en serio felicidades
- Uri, eres genial
- Gracias…Eli.- A ella le sonreí lo que pude, y esto Mina lo noto, pude sentir como sus ojos se acoplaban sobre mi ser y mentalmente me maldecían, lo logré en definitiva
- Oigan, ya esta oscureciendo es mejor que nos devolvamos a casa ¿no?
- Si, tiene razón mejor ya vamonos.- Todos salieron uno por uno, yo iba atrás con Mina a mis espaldas, cuando siento que me toma repentinamente de la muñeca, pff tampoco tiene fuerza esta tipa…
- Oye tu ¿Qué demonios te crees?
- ¿Yo creerme algo? Estas como operada, yo no ando presumiendo como cierta personita
- No, digo que te crees con Eli, no debiste lucirte así presente a ella ni enfrente de mis amigos
- Que te puedo decir, por lo menos yo sé manejar una simple escopeta y no presumo de mi habilidad
- ¡Maldita! No quiero verte cerca de Eli ¿Me entiendes? Sino, ella lo pagará muy caro
- ¡No te atrevas a tocarla, zorra! Por que puedo destrozarte de un buen golpe si la lastimas
- Si pero, yo puedo hundir la relación de amiguitas que llevan ustedes, diciéndole que tu internamente estas enamorada de ella.- Mis ojos se abrieron de par en par y la sangre se me congeló, maldita sea… esta zorra ha actuado con astucia, supo como acorralarme contra la pared y ponerme la espada al cuello
- No me importa en lo absoluto, solo quiero, que no la lastimes, por que si lo haces…juro que te mataré.- Esto último lo solté con todo el veneno que pude almacenar en mi alma, de un fuerte empujón la deje en el suelo y salí de ese lugar, pasé de largo llegué hasta donde estaban los demás, vi como encendían el auto y como la perra asquerosa se montaba en el asiento del co-piloto, no dijimos nada en todo el retorno a casa…
End Flash Back
- Ya en serio Uri, dime que te sucede, todo este silencio tuyo me mantiene preocupada
- ¿Y por que te preocuparía tanto eh? Ya no andas conmigo como antes, por que siempre andas con esa…Esa
- Pero a ella la amo, no puedes hacer nada.- La encaré y la mire con rabia, esa fue la gota que derramo el vaso
- ¡¿Y yo que soy para ti, maldita sea?! ¡¿Es que acaso soy solo tu pañuelo de lágrimas cada vez que ella te lastima?! ¡Estoy harta de eso por un demonio! Todos estos meses no he podido dormir, no he podido estar tranquila, no he podido hacer nada, ¿Sabes por que? POR QUE ESTOY CELOSA, CARAJO. ¡SOY UNA MALDITA CELOSA!
- Uri yo…No tenía idea…-Se puso pálida lo vi, había culpa en sus ojos, que bien, ya por lo menos se lo pude decir
- Pero ahora que lo sabes, ya puedes irte y apartarte de mi, solo por mis malditos celos.- Caí al suelo resignada, solo pude cuanto mucho ponerme a llorar, eso era todo, ella solo suspiro y se fue de mi cuarto también llorando, estas son las consecuencias de enamorarse, los demás que están a tu alrededor siempre salen dañados, yo fui una de esas personas, y créanme no hallo cura, para cerrar el agujero que tengo en el corazón…Pasaron dos meses mas, en los que no supe nada de ella, simplemente no quería hacerlo… Unas semanas después curiosamente recibí un sms por parte de aquella personita, algo que no rasgo la capa de hielo que se hizo en mi corazón, pero si pudo entrar por una grieta
“Si te sirve de consuelo, yo también estoy triste ahora. Tan solo fui su juguete
Y ahora, se va a ir del país. Tenías razón. Soy una completa estúpida. Elizabeth”
- Sentí como la rabia guardada en mi pecho explotaba como un volcán en erupción, como si una bestia hambrienta se comiera mi estómago y rasgara todas mis entrañas, la maldita se salió con la suya, pero no se salvará de su castigo, se irá si, pero con un lindo regalito de mi parte. Salí como pude de casa y le pedí a un vecino que me llevara al aeropuerto de la cuidad, el único en toda la cuidad donde se puede salir del país, le di las gracias y desde allí empecé a buscarle con la mirada, con los puños apretados y la sangre recorriéndome la cara con furia
- “Los pasajeros con destino a Londres por favor salir por el anden 13.Gracias”.- ¿Londres eh? Ojala y los británicos sean mas presumidos que tu y te dejen en ridículo, pude ver entre la multitud su cabellera castaña, esquivaba a la gente, sintiendo sus empujones pero nada podía impedir que le hiciera la cara añicos, en un pequeño descuido la tome de sus muñecas y se las retorcí con fuerza, trato de gritar pero puse una de mis manos en su cuello y le apreté, aquí nadie podrá salvarte, zorra. La lleve al baño mas cercano y la hice entrar
- ¿Qué haces aquí poca-cosa? ¡Apártate de mi camino sino quieres que llame a seguridad!
- Tú no tienes poder aquí, maldita. He venido a pasar factura
- ¿Es por que me divertí con tu amiguita? Bah, ella ya no me importa, fue mi juguete como muchas otras, y ahora que me iré de aquí, pregúntame si me importa el hecho de que se quede triste.- La tome del cuello de su blusa y la levante unos centímetros del piso
- ¡Ella te amaba cabrona! ¡Eres una maldita por haberla hecho sufrir, eres una zorra por apartarla de mi lado! ¡Te dije que si la lastimabas, te mataría! ¡Y eres una puta, por haber arruinado mi vida y haberme hecho pasar las de Caín todos estos malditos meses!.- La sentí temblar, pero no me importo, pagara como nadie lo ha hecho ¡Pagara! Lo único que se escucho después fue su grito de terror y su inútil llanto de niña de papi, después de haberla dejado inconsciente y sangrando de la cara, me reí como una psicópata, me sentía feliz, me sentía realizada por lo que acabo de hacer, suspire, me lave las manos y el rostro
- “El siguiente vuelo con destino a Londres saldrá dentro de 5 horas”
- Disfruta tus otras cinco horas más en este hermoso país, perrita. Feliz viaje.- Reí una última vez y salí del baño como si nada, nadie pudo verme y nunca supieron quien fue el causante de los golpes de la zorra llamada Mina, compré unos cigarrillos y prendí uno, tome un taxi y le pedí que me dejará en donde Eli, aunque ya no quisiera tener algo con ella, toque la puerta y para mi sorpresa ella abrió, al verme allí lo único que hizo fue soltar un pequeño hipido por la sorpresa, note en sus ojos que había estado llorando, tsk que mal… Antes de que pudiera hablar yo la interrumpí
- Se ha ido, y se fue con un regalo de mi parte. Jamás te volverá a hacer daño.- Ella se sorprendió y empezó a llorar nuevamente, me acerqué y le abracé, ella también hizo lo mismo conmigo, la sentí temblar y susurrar
- Gracias, no sé como pagártelo
- No tienes que agrade…-No pude decir mas por que ella había cerrado los ojos y se estaba acercando a mi, mas de la cuenta, no supe que hacer…Siempre quise besarla y se estaba presentando esta oportunidad, no podía hacer nada, en lo absoluto, tan solo le pude corresponder unos segundos, para después separarme abruptamente
- Lo siento yo…
- ¿Qué sucede?- La mire de arriba a bajo, suspiré
- No puedo aceptarte…
- ¿Por qué no?- Dijo con voz triste
- Por que…no sé si creerte, me haz usado mucho, y me siento mal respecto a eso, y ya no sé si creerte otra vez. Lo siento
- Pero a mi también me lo hicieron, tan solo busco consuelo en ti, por que sé que tu nunca me lastimarías
- Y lo que no sabes es que…Si te he deseado el mal, cuando no estabas conmigo, muchas veces lo pensé…Y no puedes estar conmigo es por eso. De cualquier modo acabaré hiriéndote
- ¡Pero lo estas haciendo ahora, al no aceptarme! ¿Qué diferencia hay en eso, eh?
- ¡Si que la hay! Por que esto lo estoy haciendo por tu bien, nada más. Tienes que comprenderlo
- Te amo…-Susurró Eli y se abrazó una vez mas a mi, no le respondí, tan solo la pude abrazar, nada mas que eso. Le hice prometerme que nunca mas se volvería a buscar alguien que la lastimara, y sobre todo que nunca se quitara la vida por esas pequeñeces pasajeras, si se las hice prometer, para después dejar nuestra amistad, por que ella y yo ya no volveríamos a ser amigas. Nunca más. Han pasado cuatro años después de aquello, me mudé de aquella cuidad para empezar mi vida viviendo en otra mucho mas alborotada, ruidosa y peligrosa, pero a fin de cuentas supe como llevarla, y he me aquí ahora, en estos momentos estoy fumando un cigarrillo y bebiendo café con un chico desconocido, que al parecer tiene algo interesante que contar, puedo ver que esta perturbado y en cierto modo tiene miedo, mmm veremos.