1.
Se había imaginado que algo así sucedería desde que los dos chicos se acercaron peligrosamente a él, acorralándolo contra aquellas paredes del apartamento de Soubi… el refresco de mora que había estado tomando se le había caído al suelo como muestra del terror que había inundado su alma al escuchar esas palabras dichas por los Zeros en baja voz, como si quisieran ocultárselo a cualquiera que quisiese espiarlos.
Un incómodo silencio llenaba el lugar haciendo que los tres se sintieran llenos de un vano temor, sin saber si debían de hablar y en qué orden debían hacerlo. Se oyó el trinar de un ave y el jugo de mora deslizándose al exterior del embase, para regarse por el piso hasta la última gota, sin que ninguno de los chicos se moviese de su posición…
- Ritsuka, llegué- Sonó la voz de Soubi en la puerta, y tratando de librarse de los Zero que aún no se movían de sus posiciones, el pelinegro se abrió un espacio entre ambos, corriendo a la puerta
- ¡Demoraste mucho, idiota!- gritó ahogado por los nervios, haciendo que el rubio sonriera y acariciándole las negras orejas respondiera
- ¿Tanto me extrañaste?- Una vez hubo dejado las bolsas sobre la mesa, se arregló las gafas con una sonrisa
- No…- Respondió a la vez que se sonrojaba visiblemente, más por la idea de que Soubi descubriera lo que había pasado que por sus palabras en sí
Youji suspiró como deprimido, dejando su posición para sentarse en una de las sillas de la sala y terminarse el refresco de lima que había dejado sobre la mesa. Natsuo se rascó las orejas algo molesto y al ver la lata en el suelo la recogió con algo de desagrado al notar que estaba empapado y lo llevó hasta la caneca
- ¿Y eso qué?- pregunto Soubi confundido al ver lo que hacía, consiguiendo que el pelirrojo le señalara el suelo lleno de jugo de mora
- Mataku ¿Es que no pueden tener un poco de respeto por este lugar?-
Apenas Soubi fue tras los sillones para limpiar el jugo de mora del suelo, Youji se sentó a un lado de Ritsuka y Natsuo se acomodó al otro, deteniéndolo de huir con sus manos, luego le dieron un suave beso en la mejilla que encendió las mejillas del pelinegro
- Necesitamos una respuesta- Musitó el pelirrojo al oído de Ritsuka, quien tembló a su pesar, quizás por la extraña sensación que le daba aquella inusual caricia
- No nos dejes esperando- Murmuró Youji a su otro oído, dejándole sin palabras, luego al escuchar el crujido del piso al pararse Soubi, ambos zero se fueron tan disimulados como pudieron al otro sillón, llevándose consigo sus refrescos…
- Ritsuka- el frío de un refresco nuevo puesto contra su mejilla le hizo temblar y soltar un gritico sorprendido antes de girarse hacia Soubi- Si quieres puedes tomar el mío…
- G-Gracias-
Tomó la cajita entre sus manos y apretó el pitillo con los labios de una manera un tanto sugerente que hizo sonreír de manera un tanto lasciva a los tres espectadores que le contemplaban, por lo que, algo molesto, se levantó del sillón y dijo que se iba…
Claro que eso también era una excusa para no pasar más tiempo cerca de esos chicos tan sospechosos…Zero… ¿Porqué tenían que hacer cosas tan embarazosas esos chicos? ¿No se suponía acaso que no sentían nada? Se golpeó disimuladamente la cabeza al notar que en realidad ellos no sentían nada “físicamente”, es decir, frío, calor o dolor… pero si podían tener sentimientos… Y unos bastante pervertidos…
La sonrisa de una madre hipócrita que luego le pondría a prueba con cualquier cosa para ver si él era el Ritsuka “real”, le recibió en la entrada de la casa, junto con lo que simulaban unas lágrimas de preocupación… soltó el bolso en el corredor y corrió escaleras arriba, encerrándose en su habitación para evadir esa responsabilidad…
«Necesitamos una respuesta» eran tan atrevidos al decir algo como eso, cuando él claramente ya era el sacrificio de otra persona… aunque… ellos no le habían pedido exactamente una alianza de batalla, ellos habían pedido algo mucho más embarazoso, ellos….
Se giró en la cama, quedando contra la pared, por lo que, algo molesto por la vista, cerró los ojos y de nuevo esa escena se repitió ante sus ojos, ambos chicos, parados frente a él, acorralándolo contra la pared con una actitud imponente que le dejaba sin aliento para luchar contra ellos…
« ¿Querrías ser nuestro novio?» Habían sido sus exactas e inusuales palabras a las que no tenía respuesta, y sin embargo, debía encontrar una para el día siguiente… ¿qué hacer?
RECKLESS PROPOSITION
- ¡Ritsuka-kun!- la voz de Yuiko le trajo de regreso a la realidad de su clase, en la que Shinonome trataba de enseñarles sobre algún extraño animal salvaje. Suspiró exhausto y se giró hacia la chica- ¿me prestas tus apuntes? Yuiko no ha tomado ninguno
- Debiste tomarlos por tu cuenta- respondió algo molesto- Además, yo no he tomado ninguno tampoco-
- ¿Eh? ¿Porqué?- Algunos compañeros cercanos se giraron al escuchar a Yuiko y Ritsuka tuvo el deseo asesino de callarla por medio de la muerte- Ne, ne… ¿En qué has estado pensando todo el día? No pareces tú, Ritsuka
- En nada…- Qué gran mentira, cuando su pensamiento lo ocupaba por completo todas las posibilidades de aquella “relación” que le habían propuesto los Zeros…
Las clases prosiguieron sin más contratiempos y finalmente, llegó la hora de la salida, con una alegre Yuiko que se esforzaba en seguirle, y un entrometido Yayoi que a pesar de los rechazos, seguía intentando lograr algo con la chica
- ¡hey, Ritsuka!- La voz de cierto neko peli-verde llamó su atención y le obligó a abrir los ojos de par en par al notar que en la entrada no estaba Soubi, sino Natsuo y Youji, esperándole con una sonrisa
- ¿Quiénes son?- preguntó Yuiko algo confundida
- Unos…amigos- respondió entre avergonzado y molesto, antes de dirigirse a los chicos- ¿Qué hacen aquí? Debería de haber venido Soubi
- ¿Ah? Nos pidió que viniéramos porque él está…muy ocupado- de alguna manera esas palabras no sonaban bien en labios de Natsuo. Al contrario, sonaba como si los Zeros hubieran secuestrado al rubio para que no se entrometiera- entonces te acompañaremos a casa en vez de esos chicos ¿te parece?
Yuiko lo miró algo entristecida, mientras Yayoi lo alentaba desde una esquina a irse con ambos chicos para dejarlo a solas con la torpe chica… lo pensó largamente sin saber que elegir. Si esos chicos no le hubiesen pedido algo como ser su novio, quizás hubiera elegido de buenas a primeras ir con ellos, pues ambos eran muy divertidos, y siempre le consentían. Un escalofrío pasó por su espalda al pensar que la intensión de los chicos siempre fue, muy en el fondo salir con él, pero de alguna manera, eso no le parecía tan malo como lo que Soubi había hecho –lo cual claramente no era correcto en muchos sentidos-
- Lo siento, Yuiko, Yayoi-san. Hoy me voy con Natsuo y Youji-
- Okay. Entonces nos vemos mañana Ritsuka- Dijo la chica con una sonrisa que planeaba ocultar su decepción mientras se iba, perseguida por el insistente Yayoi
- Vámonos- Respondieron los dos Zero tomándole cada uno de un brazo y arrastrándole lejos
Esa sensación no era para nada negativa, sentía calor, sentía una especie de pasión poco común al sentirlos tan cerca de sí. Los pasos de los chicos terminaron por dirigirlo a un parque, sentándose en una silla vacía de aquel lugar desolado, en el que no se veía ni un alma…
Los dos chicos se acercaron a él peligrosamente y le miraron con lo que parecía una sonrisa socarrona, antes de besarle las mejillas con una cierta ternura que disparó su corazón a un ritmo bestial…
- ¿Ya tienes una respuesta para nosotros?- pregunto Natsuo a la vez que ponía una de sus manos sobre la rodilla que tenía cerca, acariciándole como si jugara con él
- Yo… cuando ustedes…p-preguntaron eso… querían decir que, que… ¿eligiera a uno de ustedes?- inquirió sonrojado haciendo que los dos chicos se miraran confundidos
- No tienes porqué elegir. Queremos que seas el novio de ambos- Terminó por decir Youji- ¿Acaso no te parece?
- Es que… es algo…muy raro- Dijo confundido y sonrojado al sentir la mano de Youji sujetando su otra pierna-
- Raro… ¿en el buen o en el mal sentido?- preguntó juguetón el peli-verde arrancando una sonrisa de los labios del pelirrojo
- No sé- respondió confundido sintiendo como ambas manos subían por sus piernas, mientras las otras manos de los zero le abrazaban para no dejarle huir y los labios de los chicos acariciaban lentamente la piel de su cuello
- Si te gusta no te resistas- Murmuró el pelirrojo, haciéndole sonrojar todavía más…
Estaba confundido, se sentía demasiado bien pero algo prohibido, no solo algo prohibido algo tabú. Eran chicos, todavía tenían orejas, eran hombres y para colmo ¿un trío?... y sin embargo aquellas cálidas lenguas contra la sensible piel de su cuello y aquellas manos tocando su piel, arrancaban de su garganta gemidos como si se trataran de acordes de una tensionada cuerda de guitarra.
Echó la cabeza hacia atrás dejando que aquellas lenguas siguiesen degustando su cuello y apretó con fuerza las manos de los Zeros, quienes habían terminado por entrelazar sus dedos con los suyos, acariciando sus piernas con la otra mano…
- Ahhh… Natsuo, Youji- Gimió dócilmente, temiendo el que alguien viera lo que pasaba
- Ritsuka, abre tu boca- murmuró Natsuo contra su cuello y él obedeció, como si no dominase ya sus sentidos
Las manos del chico sujetaron su rostro para atraerle y manejarle, los labios de ambos se juntaron con una calidez particular, entrelazando las lenguas húmedas en medio de aquel placer prohibido, jugando, lamiendo, aprendiendo por medio de la práctica algo que jamás preguntarían… Youji seguía jugando con el lóbulo de su oreja y con la piel de su suave cuello, por lo que los gemidos golpeaban la boca del pelirrojo quien finalmente terminó por separar el beso para reírse…
- Eres realmente lindo Ritsuka- dijo entre risitas nerviosas- y tus besos son muy ricos…
- ¿Eh? Yo también quiero- Dijo Youji como si estuviera en medio de una pataleta, sujetando el rostro del pelinegro para robarle un apasionado beso, que lo tomó cansado y por sorpresa, sin saber qué hacer para seguir el juego en el que se había metido, tanteando la lengua ajena con nerviosismo y acariciándola con una exquisito pudor que pareció hacer aún más apasionado aquel beso…
Era extraño, sentir dobles caricias, dobles besos. Ambos chicos eran parecidos y diferentes al mismo tiempo y a su manera, así ambos eran muy apasionados, pero Natsuo parecía más cariñoso y Youji más juguetón, como si entre ambos pudiesen complementar sus fallas individuales…
- ¿Es esto un sí?- preguntó Youji al separar el beso, dejando a Ritsuka entre ambos chicos que esperaban recibir un segundo beso, respirando agitado, tratando de retomar la calma sin conseguirlo
- N…no…no sé- Respondió confundido y ambos chicos, al no aguantarlo, terminaron por soltar la risa en su cara con un gesto alarmante-
- No sé que pueda significar un beso a una persona con la que no quieres nada- Dijo Natsuo a modo de broma y al ver la expresión algo molesta de Ritsuka, se acercó lentamente, dándole un beso en aquellos labios, tomándole en medio de caricias de su lengua y sus labios- No te molestes, tu sabes que por eso nos gustas tanto…
- Sí, sí- Dijo Youji divertido robándoselo un instante para darle un segundo beso, algo juguetón y despreocupado- Di lo que te plazca… si es no, entonces di no. No te lincharemos por eso
- Si dices Youji yo no me enojaré- Respondió Natsuo contra la piel de su cuello, que ya había vuelto a llamar su atención
- Y si dices Natsuo yo tampoco me enojaré- Dijo Youji lamiéndole la mejilla sensualmente
- Solo queremos una respuesta- Dijeron a coro haciendo que se sintiese todavía más presionado…
- Entonces… mañana…mañana tendrán su respuesta ¡Yo ya me harté!- estaba temblando de puros nervios, así que se levantó y soltándose de ambos salió corriendo en dirección a su casa, dejándolos congelados y sin palabras
Las llamadas y los mensajes de texto no se hicieron esperar, por lo que al silenciar y ocultar su celular, pensó que odiaba a Soubi por habérselo dado… y unos extraños sueños invadieron su mente en la noche