Capítulo 6
En los días posteriores a la llamada que hubo entre ambos cantantes, Hyde se dedicó a estudiar el guión de su nueva película aunque realmente no había mucho que estudiar puesto que a él al igual que a Robbie le gustaba aquél manga. Sin embargo no podía concentrarse del todo y es que esa película se convertiría en la primera en hacer, aunque haya trabajado en Moon Child, dicha película nunca se terminó por lo tanto no podía decir que con Gackt se había iniciado como actor. Le entristecía pero nada podía hacer. La única forma que encontraba de terminar el rodaje de Moon Child era comprándole a Gackt los derechos de la película y el guión, pero sabía de antemano que su amigo no jamás los vendería.
“Amigo”, dijo Hyde amargamente. Gackt había sido bien claro con él en aquella ocasión. Ya no eran amigos. Sin embargo para evitar que la gente y los medios de comunicación comenzaran con los rumores debían de tratarse como si nada hubiese pasado eso si, con más distancia de por medio que antes. Se preguntaba cómo era posible que la bella relación que había surgido entre ellos casi al instante se había perdido de la misma forma. ¡Todo por actuar antes de pensar!, se recriminaba mentalmente el japonés.
Ahora lo único que tenía era Kagen no Tsuki, L’Arc~en~ciel y sus amigos, pero lo que anhelada era de nuevo el amor y el cariño de Gackt. El haber estado tanto tiempo separado de él había hecho que Hyde experimentara un sentimiento de pérdida que jamás había sentido. Después comprendió que todo ese dolor se debía precisamente a que quería demasiado a Gackt, aunque le costaba bastante trabajo aceptar que lo amaba.
- ¿Cómo vas con el guión, Hyde? –
- Sin problemas – le contestó a Robbie
- Supongo que es más fácil hablar inglés de taiwanés –
- Lo es – dijo sin apartar la vista de su libreto
- ¿Sabes, Hyde? – comenzó Robbie mientras tomaba haciendo delante de él – Ha llegado la invitación de Sakurai Atsushi para asistir a la fiesta de gala de su película?
- ¿La han acabado ya? –
- Eso creo –
- Ha sido muy pronto – dijo con desgano el japonés
- ¿Irás? –
- ¿Estoy invitado? –
- Claro que lo estás Hyde – señaló en tono de elemental – supongo que saben que estás en Londres y al ser amigo de Gackt te han invitado
- La verdad es que… - Hyde no sabía si debía contarle aquello a Robbie pero ya había empezado a hablar – en realidad Gackt y yo no quedamos en buenos términos después de Moon Child.
- Entiendo… ¿Entonces irás o no? –
- No lo creo – contestó Hyde – pero me encargaré de que reciban un presente de mi parte
- Yo tengo que ir como lo marca el protocolo – comentó Robbie quién se dirigía a la puerta de salida - si cambias de idea me dices para irnos juntos
- Claro, gracias –
Por supuesto que no cambiaría de idea. Haber soportado las palabras de Gackt por teléfono era una cosa, pero tener que verlo era otra. Aún no estaba preparado para eso, y si bien ese era su objeto principal al llegar a Londres, los planes habían cambiado desde que Gackt había puesto las cartas en el asunto respecto a su relación. “Nosotros tampoco, Hyde”. ¿Cómo borrarlas de su mente? Difícilmente lo lograría, pero debería utilizar la misma técnica que Gackt: el distanciamiento, por eso no iría a la gala en honor a su nueva película.
Hyde dejó en la mesita de su habitación el libreto y caminó hacía el teléfono. A pesar de que no iría a la fiesta debía hacer llegar un presente de su parte para no crear rumores, y que mejor que un enorme ramo de rosas blancas y violetas. Las que solían mandarse aunque aún eran amigos.
- Season’s flowers ¿En que puedo ayudarlo? – se escuchó del otro lado de la línea
- Buenas tardes, quisiera que enviarán un enorme y elegante ramo de rosas blancas y violetas –
- ¿Solo rosas? –
- Si, solo rosas –
- ¿Algún mensaje en especial? –
- Puede poner: “Si fuésemos capaces de saber cuándo y dónde volveremos a encontrarnos, nuestra despedida sería más tierna” –
- ¿A qué dirección desea que las enviemos? –
- Verá… -
Las horas siguieron pasando hasta que se llegó la noche. La gran noche para Sakurai Atsushi y para Gackt Camui. Esa noche brillarían en la sociedad londinense y después se marcharían a Japón para promocionar la película en el país del sol naciente. Así estaban los planes establecidos, y así los pensaba llevar a cabo Gackt. No por que Hyde estuviese en Londres él debía quedarse también, por más que lo quisiese. Aunque debía admitir que desde la llamada que le había recibido de él, no había tenido noticias de él. No le había vuelto a llamar ni a buscarlo. Le preocupaba pero no podía demostrar cuanto en realidad.
- Disfruta de la noche, Gackt –
- Has invitado a muchas personas, Atsushi –
- Solo las necesarias –
- ¿Doscientas personas eran necesarias? –
- Y va llegando una de las más importantes – dijo Atsushi al ver entrar a Robbie Williams
- ¿Robbie Williams? – Preguntó Gackt - ¿Y por qué es de lo más importantes? –
- ¿Qué no sabes que es el jefe de Hyde? –
- ¿Qué es qué? –
- Señor Williams, que placer que nos acompañe en esta ceremonia – expresó el jefe de Gackt cuando lo tuve enfrente - ¿Ha venido usted solo? ¿Y Hyde? –
- Hyde no se ha sentido bien y me ha pedido que lo disculpen – contestó cortésmente – además ha mandado un obsequio para celebrar su éxito y expresar lo orgulloso que está del cine japonés
- Gracias – habló Gackt - ¿Y qué es ese regalo? –
- Si no mal recuerdo es un arreglo floral con rosas blancas y violetas – le dijo Robbie
- Descuida, ya lo he hecho subir a tu habitación –
- Gracias – repitió Gackt
Y sin decir nada más caminó entre la gente para recibir más felicitaciones. Le molestaba que Robbie fuera el jefe de Hyde, conocía la fama que el cantante de rock de inglés respecto a sus amoríos y el cantante japonés encajada en los gustos del inglés. Debía de conocer que estaba celoso. Además le molestaba que Hyde hubiera aceptado trabajar en la película tan rápidamente cuando a él le había costado muchísimo convencerlo. ¿Qué habría hecho Robbie para que Hyde aceptara tan rápido?
Pero lo que sin duda tenía echando humo por los oídos a Gackt era que Hyde no se había presentado en la fiesta, si bien las cosas no estaban nada bien entre ellos, tenía la esperanza de que Hyde intentara arreglar las cosas con él. Con eso solo le demostraba que en realidad no le importaba demasiado y que la llamada de la vez pasada era precisamente por que el pequeño vocalista se sentía solo en aquella ciudad.
- Trata de cambiar esa cara de pocos amigos – fue la voz de Atsushi que se escuchó detrás de Gackt sacándolo de sus pensamientos
- Estoy cansado y lo único que deseo es dormir –
- Mañana tendrás el día libre y después nos iremos a Japón –
- Aún creo que esta fiesta es un desperdicio –
- Y yo creo que tengo algo que te puede quitar ese mal humor – le dijo Atsushi tomándolo por la barbilla
-¿Y qué es? – preguntó Gackt tratando de no ponerse nervioso por la cercanía de aquel extraño sujeto
- Toma, es la nota que veía en las flores que mando Hyde – dijo con cinismo – me tomé la libertad de leerla y creo que te gustará
- ¿Cómo es que lo has leído? –
- Léela – y caminó para dejar a Gackt nuevamente con sus pensamientos y la nota.
Sin fijarse si alguien estaba cerca o no, abrió el papel y leyó las palabras que estaba inscritas en el. ¿Cómo se atrevía Sakurai afirmar que aquellas palabras eran las que esperaba escuchar? Era una despedida de Hyde. Algo que cortaba de raíz las esperanzas que se alojaban celosamente en su corazón. Jamás había tenido la más mínima oportunidad de ser la persona especial para Hyde. Y viéndolo de esa manera, quizás Atsushi tenía razón. Ese mensaje era lo que necesitaba el corazón de Gackt para dejar completamente fuera de su vida a Hyde. “A empezar de cero”, se dijo mentalmente.
Rompió la nota y la tiró al aire. Dejaría que los restos de esa nota volaran lejos de él al igual que todos los sentimientos que sentía por Hyde. Dejo que el ambiente de la fiesta lo acogiera y con un par de cosas entró de lleno a la diversión y disfruto de la velada que Atsushi había preparado.
Sin embargo, el anfitrión lo miró con tristeza. ¿Acaso Gackt era tan cabezota para no entender el mensaje que Hyde le había querido dar? Esperaba que Gackt saliera de la fiesta para hablar con Hyde, pero al contrario de eso había roto la nota y se había dejado llevar por el resentimiento y el dolor que aún sentía por el rechazo del vocalista de L’Arc~en~ciel. ¿Cómo es que Gackt actuaba así? Sin duda debía estar muy enamorado para permitir que las emociones dominaran su razón. A esas alturas de la situación ¿Sería prudente ayudarles?
Hyde había despertado a la hora del desayuno cuando unos golpes a su puerta lo sacaron de su ensoñación. Sin muchos ánimos se asomó por el pequeño agujero de la puerta para ver de quién se trataba y al notar que era “servicio a la habitación” la abrió dejando pasar a un joven que llevaba el desayuno, cortesía de su jefe: Robbie Williams.
Agradeció el servicio del joven y le dio su propina. Sin duda aquella comida se veía deliciosa, pero antes de comerla prefería darse un refrescante baño. No tenía calor, pero quería estar arreglado para cualquier cosa.
Kagen no tsuki no tenía fecha exacta de inicio, Robbie le había dicho que primero quería que leyera todo el guión y le diera su opinión, además de que había que encontrar al resto del elenco. Hubiera dado cualquier cosa para que en ese proyecto participara Gackt, pero era un sueño irrealizable. Aún le costaba trabajo aceptar que Gackt ya no le quería. Si se hubiera dado cuenta antes de que también lo amaba. Si hubiera actuado de otra manera aquel día. El hubiera no existía. Y ahora, debía afrontar las consecuencias. Gackt se convertía en la segunda persona que perdía por culpa de su exceso de confianza e indecisión.
Caminó hacía el armario para preparar la ropa que usaría ese día. Sería un atuendo por formal por si a Robbie se le ocurría llevarlo de paseo por la ciudad. Y justo se dirigía al baño con toalla en mano notó que en la bandeja del desayuno se encontraba una nota. La levantó y leyó: “Gackt sale mañana a Japón, hoy es su último día en Londres”. ¿Debía agradecer ese mensaje? ¡Por supuesto que sí!, trataría de hablar con Gackt antes de que se fuera.
En menos de una hora se duchó y arregló. Debía llevar una gorra y lentes de sol para evitar que lo reconocieran. Además de pedirle a Robbie que lo llevara con Gackt, aunque aún no sabía con exactitud por qué le había mandado ese recado le daba las gracias, pues de lo contrario se hubiera enterado cuando Gackt ya estuviera en Japón.
Repasó su imagen ante el espejo y se colocó sus accesorios para evitar ser reconocido. Después tomó su celular y caminó hacía la puerta y justo cuando la abrió se encontró con la persona que menos esperaba.
- ¡Atsushi! – exclamó algo asustado
- ¿Te llevo? – preguntó con una pícara sonrisa en los labios
- ¿Disculpa? –
- Con Gackt –
- ¿Cómo sabes que voy con él? –
- Intuyo que has leído el mensaje que te mande –
- ¿Qué mensaje? – Preguntó confundido - ¿Acaso...?
- Así es – respondió sin haber escuchado por completo la pregunta de Hyde – yo mandé el desayuno con la nota
- ¿Y lo has hecho por qué…? –
-¿Acaso no quieres hablar con Gackt? –
- Me sorprende que te ofrezcas a ayudarme – le dijo con sinceridad
- ¿Has desayunado ya? – preguntó Atsushi como si el comentario de Hyde no le afectara en lo absoluto
- No –
- ¿No creerás que he envenado la comida, verdad? –
- No había pensado en esa posibilidad –
- Te acompaño a desayunar y de paso te cuento mis intenciones –
- ¿Cómo saber que no mientes? –
- Si que me tienes en un mal concepto, Hyde – dijo Atsushi fingiendo pesar - ¿Puedo pasar?
- Sin trucos –
- Sin trucos – repitió con una sonrisa.
Ya eran las dos de la tarde y él seguía profundamente dormido en la enorme y cómoda cama del hotel. Le dolía la cabeza y sentía el cuerpo pesado. No cabía duda que tenía resaca pues incluso le molestaba la poca luz que se alcanzaba a filtrar por la cortinas que aún estaban cerradas y los pocos ruidos que llegaban hasta ahí eran insoportables.
Se colocó una almohada en la cara que terminó quitando a los pocos minutos por la falta de aire. Después de la almohada, la sábana ocupó su lugar y aunque no le cortaba por completo el aire la retiró también esta vez por el calor que comenzaba a sentir. Finalmente fue la mano la que permaneció más tiempo en su rostro. Se sobaba el puente de la nariz y las sienes. No recordaba haber tomado de esa manera en años. Lo único que agradecía es que no había hecho nada estúpido que perjudicara su carrera. Sabía perfectamente que cuando se ponía ebrio caí en un estado de mutismo sumamente extraño.
Estaba a punto de quedarse nuevamente dormido cuando unos toques en la puerta lo molestaron. No deseaba recibir visitas por lo que dejo que la persona que lo buscaba siguiera tocando, total al no recibir respuesta se cansaría de hacerlo.
Pero pasaron cerca de veinte minutos y los toques seguían. ¿Por qué diantres no entendían que su presencia no era bien recibida? Con pesadez y mucho esfuerzo se levantó de la cama y cubrió sus ojos con la mano. Tambaleándose fue hacía la puerta y la abrió de golpe sumamente molestó, sin embargo la expresión le cambió al ver a la persona que lo buscaba.
- ¡Hyde! –
- Hola Gac chan –
- Gackt, por favor – repitió el otro molesto
- Lo siento – se disculpó Hyde - ¿Puedo pasar?
- Adelante – se hizo a un lado dejando entrar al vocalista - ¿Cómo supiste que estaba en esta habitación? –
- Atsushi – contestó mirando el extraño estado en el que se encontraba Gackt –
- Debí imaginarlo – refutó –
- ¿Te encuentras bien? –
- La verdad no –
- ¿Quieres que pida algo para dolor de cabeza? – preguntó Hyde realmente preocupado
- ¿Has venido a cuidarme? –
- He venido a hablar contigo – contestó Hyde – pero aparentemente en el estado en el que estás es imposible
- ¿Y qué quieras decirme? Mañana regreso a Japón –
- ¿Es verdad que ya no somos amigos? – cuestionó Hyde sin rodeos y nervioso por escuchar la respuesta
Gackt no sabía que responder, no esperaba que Hyde fuera hasta allá solo para preguntarle aquello.
- No, Hyde ya no somos amigos –
- ¿Por qué te rechacé? –
- Si, por eso – le dijo francamente
- Pero Gackt… -
- Aunque no es por lo que piensas – interrumpió Gackt
- No entiendo –
- No es por la respuesta – dijo – es por que las cosas entre nosotros ya no pueden ser las mismas, el hecho de que yo te haya confesado mis sentimientos y éstos no sean correspondidos ha hecho que las cosas entre nosotros se tornen incómodas
- Yo no tengo problema alguno con ser tu amigo, Gackt… es más yo… yo… yo quiero que sepas que también te quiero –
- No Hyde, no juegues con eso – sentenció Gackt poniéndose de pie – no es necesario que me ofrezcas tu lástima, no la necesito
- No es lástima –
- Mira Hyde – expresó caminando a la salida y abrió la puerta – Tú decidiste no formar parte de mi vida, así que te pido que te marches
- Gackt, por favor… -
- No quiero verte, vete –
Gackt lo estaba echando no solo de su habitación, sino también de su vida y esta vez era algo definitivo.
Continuará…