Capítulo 7
El tiempo lo único que había conseguido con su lento correr era separarlos más. Desde aquella tarde en la que el joven Gackt había echado de su habitación a Hyde habían pasado ya dos meses. Él había regresado a Japón junto con Yoshiki y Atsushi para promocionar la película. Los dos últimos podían pasar mucho más tiempo juntos bajo la excusa de que Yoshiki se había encargado de la música para la película, por eso ni la gente ni los medios sospechaban que estuvieran tanto tiempo juntos.
Aún y con lo ocupado que estaba con entrevistas en la radio y televisión, no podía olvidar el rostro de Hyde la última vez que lo vio. Cuando lo echó de su alcoba Hyde había dejado caer un par de lágrimas, se sorprendió pero no debía dejarse llevar por eso. ¿Es qué Hyde no entendía que lo mejor para ambos era separarse para dejar la herida cicatrizara? El tiempo curaría las heridas, y sin dolor podían hablarse y verse, quizás no como antes pero si sin ningún tipo de rencor.
Pero el no hablar con él no significaba que no estuviese al pendiente de lo que hacía. Sabía perfectamente que Hyde aún estaba en Londres con Kagen no Tsuki. No daba problema alguno a la producción, al terminar sus escenas se iba a su habitación y no salía de ahí hasta el día siguiente para trabajar. Sus días de descanso se la pasaba en los parques cercanos sentado bajo un árbol leyendo un libro o simplemente admirando el paisaje. También disfrutaba de rentar bicicletas y pasear por horas hasta que su cuerpo no pudiera más.
Eran pocas las escenas que tendrían que rodar en Londres, pero con lo cambiante del clima se complicaba mucho acabarlas en tan poco tiempo. Sin embargo, Hyde estaría de regreso en Japón la próxima semana y sabía perfectamente lo que debía hacer.
Mientras tanto, el famoso cantante inglés, Robbie Williams caminaba con una enorme sonrisa en su rostro hacía la habitación de Hyde. Se sentía mal de tenerlo en Inglaterra cuando su corazón estaba en Japón, pero debían seguir con la película ya después se encargaría junto con Sakurai de juntarlo nuevamente con Gackt. Y es que toda esa locura de amarse y pelearse por culpa de un mal entendido lo había conmovido y por esa razón se había convertido en cómplice de Sakurai, aunque no con muy buenos resultados pues Hyde le tenía un poco de desconfianza.
- Puedes abrir Hyde, soy yo – gritó al mismo tiempo que tocaba la puerta
- Robbie es mi día libre –
- Ya lo sé y no vengo a hablarte de trabajo vine a darte esto – dijo al mismo tiempo que extendía una sobre
- ¿Qué es? – preguntó Hyde dudosa de tomarlos
- Tómalos – exclamó – son los boletos de avión para Japón
- Pero salimos la próxima semana, ¿Por qué me los das ahora? –
- Dejaré que salgas antes – comenzó a decir mientras caminaba hacia el mini bar - Tú ya has acabado las escenas no tiene caso que esperes a que todo el equipo salga
- ¿Estás seguro? – cuestionó Hyde mientras que su amigo tomaba un soda y comenzaba a beberla
- Claro que si, podrías tomarte unos días libres en Japón ver a tu familia o a tus amigos y después cuando nosotros estemos allá te pondrás a trabajar nuevamente ¿Qué dices? –
- Creo que es buena idea –
- Pues entonces ponte a empacar por que reservé boletos para mañana –
- ¿Mañana? –
- Sabía que no te negarías así que me tomé esa libertad – le dijo el inglés con una sonrisa - ¿Algún problema?
- Ninguno –
Fue así como Hyde comenzó con la tarea de empacar todo. La verdad ya quería regresar a Japón y es que aunque tuviera conocimientos de inglés no había logrado hacer muchas amistades. Probablemente la culpa era exclusivamente suya pues lo único que hacía era trabajar y encerrarse en su habitación a leer o platicar con Tetsuya vía Messenger.
De Gackt no sabía nada. Nada que no estuviera en los medios de comunicación. Había decidido no molestarlo. Había cometido un error en haberlo rechazado, pero Gackt también debía entender que algo así, por más que inconscientemente lo deseara no se lo esperaba. El video lo había atormentado, pero no era justificación para haberle dichos aquellas cosas tan crueles a Gackt.
Le dolía perderlo. Realmente lo quería muchísimo. Lo amaba. Pero Gackt ya no sentía eso por él. Nuevamente perdía a una persona que le entrega sus sentimientos. Ya había pasado una vez con Sakura, cuando le confesó que lo amaba había ocurrido todo el problema con lo de la posesión de drogas y Hyde le había gritado tantas cosas tan que con solo recordado se sentía un verdadero desalmado. Se sentía atraído por el misterio alrededor de Sakura, y de alguna manera le había alegrado saber que sus sentimientos le pertenecían pero cuando lo perdió no había sentido el mismo dolor que sentía ahora. El sufrimiento que ahora sentía iba acompañado de una profunda tristeza que lo orillaba a llorar.
A ciencia cierta no sabía en que momento se había enamorado de Gackt. No había pensado en eso. Simplemente le gustaba estar con él, hablar con él, jugar, comer incluso le gustaba hacerlo enojar de vez en cuando. Desde que lo conoció en persona había iniciado una amistad con él con muy buena química. Habían compartido direcciones, teléfonos e incluso salían a algún bar o comían en casa de alguno de los dos. Sentía que Gackt estaba siempre para él. No le negaba nada, le aconsejaba, lo ayudaba, lo escuchaba cuando se sentía mal. Cuidaba de él… se sentía tan seguro de tenerlo que jamás pensó en la posibilidad de perderlo.
¿Qué haría ahora? Suponía que debía aceptar que ya todo estaba perdido. Y regresar a Japón lo ponía nervioso.
Tres de la tarde hora de Tokio, y el avión procedente de Londres, Inglaterra aterrizaba en una de las pistas del aeropuerto internacional Narita, ubicado en la prefectura de Chiba. Sin ningún problema, Hyde había logrado salir del avión y caminar hasta el auto que habían introducido en la pista especialmente para su llegada. No quería que nadie lo viese llegar, solo quería paz y llegar a su departamento.
Y en menos de veinte minutos llego. Entro al edificio en donde se encontraba su casa y subió al elevador acompañado de dos miembros del staff de Kagen no Tsuki que lo acompañaron para ayudarlo con su equipaje y demás cosas que había traído de Londres. Los dejó pasar para indicarles donde dejaran sus cosas y después los mandó al hotel en donde días después llegaría el resto de la producción de la película. Quería estar solo y descansar. Sin embargo el sonido de su celular rompió esa tranquilidad.
- ¿Diga? –
- Hola Hyde, bienvenido a Japón –
- Gracias Tet chan –
- ¿Cómo estás? –
- Sinceramente muy cansado – respondió tirándose en la cama
- ¿Quieres venir con nosotros a comer mañana? – preguntó entusiasmado Tetsuya al otro lado de la línea
- ¿Nosotros? –
- Ken, Yukki y conmigo por supuesto –
- ¿Dónde siempre? –
- No lo había pensado, pero me parece bien –
- ¿A las tres? –
- Como quieras –
- Ahí estaré Tet chan –
- ¿Seguro que solo es cansancio lo que tienes? – preguntó Tetsu al escuchar la voz de su amigo – Pareces…
- Tenía miedo de regresar a Japón – habló Hyde con sinceridad
- ¿Miedo? –
- Por Gackt –
- No entiendo por qué tu temor, Hyde –
- Hace tanto tiempo que no sé nada de él – comenzó – no sé como reaccionaré cuando lo vea
- ¿Y por qué tendrías que verlo? –
- Alguna vez tendrá que pasar –
- No te atormentes pensando en eso Doiha – le dijo su amigo con cariño
- No puedo evitarlo Tet chan, de verdad lo quiero mucho y… - calló por que las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos –
- Hyde… - nombró Tetsu - ¿Tan enamorado estás de Gackt?
- Tetsu, lo amo –
- Si que fuiste duro con él, pero tampoco entiendo la actitud de Gackt –
- Piensa que mi amor es una farsa, que le dije que lo quería solo por lástima –
- Yo creo que deberían verse y hablar bien las cosas –
- Lo intenté – gritó Hyde mientras se ponía de pie – pero no me quiso escuchar
- Quizás las cosas ahora sean diferentes – animó Tetsu
- Lo sé, ahora ya no me quiere –
Tetsu no sabía que más decirle a su amigo. Le dolía verlo de esa manera. No lo había visto así de mal desde la separación de Sakura de la banda, ni siquiera con él había llorado solo se había deprimido.
- Tet chan… -
- Dime –
- Gracias –
- ¿Por qué? –
- Por estar a mi lado – le dijo Hyde con ternura – me pregunto por qué jamás me enamoré de ti
- Por que no me mereces – contestó bromeando
- Baka – sonrió Hyde – Te veo mañana
- ¿Seguro? –
- Si, ahora me daré un baño y me pondrá a desempacar –
- Te dejo para que descanses, hasta mañana Doiha -
- Hasta mañana, Tet chan –
Quizás si se hubiera enamorado de Tetsu su vida no estaría patas arriba. Pero también sabía que nunca funcionarían juntos. Su amigo era demasiado pacífico para él, que buscaba aventura, locura, pasión. Rió con nostalgia y se dedico a sacar todo lo de las maletas. Debía preparar los regalos que les había comprado a los chicos y dárselos mañana en la comida.
Después de una hora, ya tenía todas las cosas en su lugar. Preparo todo lo que necesitaba y se metió al baño a darse una larga y relajante ducha. O al menos eso era lo que pretendía por que de nueva cuenta sonó su teléfono móvil.
- ¿Si? –
- Hola Hyde –
- Hola – respondió secamente
- Bienvenido a Japón –
- Gracias –
- ¿Te gustaría que organizara una reunión para darte la bienvenida? –
- No es necesario que te molestes Atsushi – respondió Hyde - ¿A qué debo tu llamada?
- ¿Estás molesto conmigo? –
- No –
- ¿Entonces por qué me hablas así? –
- Supongo que ya estarás contento, Gackt me rechazó lo tienes para ti solo –
El vocalista de Buck Tick no pudo evitar reírse a carcajadas lo que aumentó la rabia de Hyde.
- ¿Se puede saber qué es lo que te causa tanta gracia? – preguntó Hyde lleno de ira
- Eres muy ingenuo – dijo entre risas
- ¿Disculpa? –
- Olvídalo, bienvenido a Japón, nos vemos – y cortó la comunicación antes de que Hyde pudiera decir otra palabra.
Ese hombre lo sacaba de quicio. Sabía que estaba enamorado de Gackt. Lo que no entendía era por qué se empeñaba a ayudarlo con Gackt y después de burlaba de él o le decía que Gackt sería solo suyo. La mañana en la que había ido a verlo en Inglaterra habían desayunado juntos y su charla se centro en la persona de la que ambos estaban enamorados. Sin embargo las palabras de Atsushi le sorprendieron. “Intenta re conquistar a Gackt y lo dejaré en paz, de lo contrario haré que sea solo para mí”. ¿Por qué actuaba de esa manera? ¿Se divertía con su situación?
Mientras tanto, a unos kilómetros de ahí Yoshiki se preparaba para hablar con Gackt. Debía medir sus palabras para lograr su objetivo. “Todo sea para ayudarlo a Atsushi”. Pensó. Y por qué no, también a Gackt.
- ¿Moshi, moshi? –
- Hola Gackt –
- Yoshiki sama, que gusto saludarte –
- Te he dicho que quites el sama seguido de mi nombre –
- Lo siento –
- En fin, te hablaba para decirte que Hyde ha llegado hoy a Japón – soltó el experimentado músico
- ¿Qué has dicho? –
- Llegó hace un par de horas – explicó – no ha salido en las noticias pero ya sabes, tengo contactos y…
- Pensé que llegaría la próxima semana – comentó Gackt sorprendido
- Al parecer se tomará estos días libres antes que llegue el resto de la producción –
- Entiendo… -
- ¿Y qué piensas hacer? – preguntó Yoshiki
- Primero, ¿Por qué me has avisado? –
- Creí que debías saberlo –
- ¿Por qué? –
- Bueno si no te interesa, olvídalo y ya esta – reclamó el mayor – Nos vemos luego
- ¡Espera! – Gritó Gackt – Gracias
- No tienes por qué agradecer – dijo – me has dicho que ya no quieres nada con Hyde, pero… - hizo una pausa antes de continuar – no estaría mal que le dijeses que ya no le guardas rencor, creo que le haría bien
- Tienes razón –
- Buena suerte, Gackt – y colgó con una enorme sonrisa.
Gackt se empecinaba a decir que su amor por Hyde había sido enterrado muy en el fondo de su corazón, y que ya no sentía nada por él, ni resentimiento ni amor. Aseguraba que podía verlo sin que su presencia lo afectase, pero nada de esas palabras eran ciertas y Gackt solamente se estaba engañando. Lo que tenía que hacer era estar frente a Hyde para que el amor renaciera, pero antes debía quitarse el rencor y el orgullo del corazón.
Hyde estaba sentado en la cama sin hacer absolutamente nada. Su cuerpo estaba recargado en la cabecera de la cama y sus brazos descansaban encima de su estómago. Vestía únicamente un pantalón deportivo. Miraba hacía el ventanal que tenía frente a él, eran tantos los pensamientos que recorrían su mente que en sí no pensaba nada en concreto. Además el cansancio en sus ojos era evidente. Sabía que poco a poco se quedaría dormido por lo que cambió de posición y se puso una sábana encima.
No habían pasado ni diez minutos cuando el timbre de la puerta lo asustó. ¿Quién sería?, se preguntó. No tenía ganas de recibir a nadie, sin embargo pensó que probablemente sería Tetsuya, conociéndolo no lo dudaba. Por lo que se levantó y descalzo y sin camisa fue hacía la puerta y al abrirla se asustó.
- Disculpe que lo moleste joven Takarai – dijo la recepcionista del edificio – pero han dejado estas flores en recepción, son para usted
- Gracias – miró Hyde confundido a la chica y a las flores
- Con permiso –
Hyde tomó el arreglo floral en sus manos y la colocó en la mesa de centro de la sala. Eran hermosas, frescas, y…. exactamente iguales a las que él le había mandado a Gackt el día de la fiesta en Londres. Tomó la nota entre sus manos y leyó: “Es bueno tenerte en casa, bienvenido, Gackt”.
- ¿Qué significa esto? – habló Hyde en voz baja y su teléfono sonó por tercera vez en el día
- ¿Diga? –
- ¿Recibiste mis flores? –
- ¡Gackt! –
- Sin resentimientos, Hyde – dijo con su sensual voz – bienvenido a Japón
- Yo… yo… -
- Con esto quiero que sepas que he dejado el pasado atrás – lo decía más para convencerse a sí mismo que a Hyde – quizás ya no hablaremos como antes, pero tu presencia ya no me duele
- Gackt… -
- Bueno, eso era todo – dijo al notar que Hyde no decía nada más – hasta luego –
- Gracias… - fue lo único que salió de los labios del pequeño vocalista
- No fue nada –
- Me dio gusto escucharte –
- A mí también, es bueno saber que estás bien – dijo tratando de aparentar indiferencia
- Pensé que jamás volveríamos a hablar –
- El dolor no es eterno – comentó Gackt – lo he superado
- ¿De verdad ya no sientes nada por mí? – se atrevió a preguntar Hyde
- No, ya no – respondió – pero podemos hablarnos como compañeros de trabajo
- Entiendo – dijo Hyde con un nudo en la garganta
- Tengo que irme, adiós Hyde –
- Adiós, Gackt –
Gackt estaba fuera de su vida. Y sin poder evitarlo cayó al piso a un lado de las rosas y se echó a llorar.
Continuará…