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Cada Dia por LadyShikei19

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Cada Día

 

 

 

Cada día que pasa ciento que estas más lejos de mí. Cada día que pasa me siento bajo un árbol de cerezo para poderte ver a travez de la ventana que da a tu salon, no sabes cuanto deseo poder hacercarme a ti, tocar tu piel, besar tu cuello y perderme en tu mirada. Cada día ciento que un poquito de mí desaparece al mismo tiempo que veo como una bruja te abraza. Mi corazón ya no lo soporta mas… por muchos años lo deje pasar pues antes no me importaba que ‘’esa’’ se te hacercara pero ahora todo es diferente.

 

Un día simplemente desperte ajitado y pensando en ti, me afliji y puse histerico, poco tiempo despues me di cuenta de que te habias echo el novio de esa patetica niña rica y en ese momento te odie. Te odie por no mirarme, te odie por no darte cuenta de que estaba ahí, te odie porque cuando ella llego a tu vida yo desapareci.

 

Por mucho tiempo me fui de la tierra y volvi a mi colonia natal, ahí tuve una buena vida, pero no era feliz. El trabajo que Hilde me consiguió solamente me hacia desear verte mas, pues cuando estabamos en la base, cada que terminabamos una mision, al primero que veia era a ti pues sabia que estarias ahí, entrenando o arreglando tu gundam.

 

Pasó el tiempo desque que me fui de la tierra pero el solo echo de no verte me entristecia demaciado por lo que decidi volver. Grande fue mi sorpresa al enterarme de que te habias vuelto un ‘’chico normal’’. La guerra habia terminado y se dio la orden de que todos los pilotos retomaran una vida normal, y tú al ser el ‘’soldado perfecto’’ tomaste al pie de la letra dicha orden.

 

Según me contaron, tu ibas a comenzar tu propio negocio de armas pero el ejercito no te lo permitio pues aun eres un menor y se supone que debes terminar tus estudios. Hasta cierto punto agradezco que te hayan obligado a tomar un titulo pues así tengo un mejor acceso a verte, y eso me hace feliz…

 

¡Oh! Pero que veo… eres tu y me saludas, siento como mis mejias se coloran y no puedo hacer nada mas que regresar tu saludo movimiendo mi mano de forma torpe por el nerviosismo. Nunca te habias dado cuenta de que te vigilaba pues me escondia realmente bien. Me sorprende que me hayas reconocido pues ahora estoy más blanco, más alto y con el cabello más corto de lo que tú recuerdas, ahora soy un nuevo Duo y me sorprende que me hayas descubierto.

 

Veo que me haces unas señales militares indicandome de que te espere en el patio tracero del instituto, al parecer nadie va por allí. Sin chistar hago caso a tu peticion, no sin antes dar un asentimiento.

 

-Duo- escucho como soy nombrado por la única persona que logra pornerme nervioso.

 

--h-hola Heero –digo algo nervioso mientras le saludo alzando la mano un poco, y una gota de sudor baja por mi sien, realmente estoy nervioso.

 

-Que sorpresa verte por aquí –me dijo mientras me daba una sonrisa, una pequeña pero era una sonrisa.

 

-increible-dije con un notorio sonrojo en mis mejias.

 

-¿que es lo increible?-me preguntaste mientras te acercabas un poco a mi.

 

--pues el echo de que me acabas de sonreir –dije mientras retrocedia un poco. Es allí que me di cuenta de lo hermoso que se miraba Heero con el uniforme escolar.

 

-no digas tonterias- me dijo mietras cerraba los ojos con el seño fruncido, pero claramente se vio un pequeño sonrojo en sus mejias. Fue algo muy momentaneo pues casi al instaten dicho sonrojo desaparecio.

 

--lo lamento –dije apenado mientras suspiraba y apollaba mi espalda en la pared del instituto, realmente me importaba poco el echo de que la pared estaba llena de mooh, pues usaba una camisa negra.

 

-no pasa nada –me dijiste y te hacercaste a mi, nuevamente.

 

--¿Heero? –pregunte al ver como te hacercas demaciado a mi, escucho como tu mochila cae al suelo, luego no veo nada pues cerre los ojos. Lentamente habri mis ojos y pude ver que tu rostro estaba frente al mio, pero no solo estaba de frente. Me estabas besando con una gran pacion, una que jamás pense que el soldado perfecto llegaría a sentir.

 

 -por una vez en tu vida… callaté, Duo –me dijiste mientras me besabas, tu lengua lamio mi labio inferior pidiendo permiso para entrar, cosa que no le negue. Casi de inmediato comenzaste a jugar con mi lengua. La mordias, lamias, succionabas y yo me sentia lleno de muchas emociones.

 

--H-Heero… -suspire cuando por fin dejaste mis labios en paz, me relami los labios pues aun sentia tu dulce sabor en ellos.

 

-¿En donde estubiste todo este tiempo, Duo?- me preguntaste sacándome de aquel mundo de lujuria.

 

--en mi colonia –dije soltando un suspiro, necesitaba calmarme, si bien se algo, es que Heero siempre fue alguien vengativo, y en el pasado le robe un beso y a lo mejor este beso solamente fue su venganza.

 

-¿Estabas con esa chica, Hilde?- me pregunto, y claramente senti ese deje de molestia en su voz, abri los ojos y lo mire al rostro tratando de entender el porque de ese tono tan molesto.

 

Yo solamente asenti mientras le miraba mas confundido que nunca. No entendia porque ese notable odio hacia una gran amiga que mientras estube en la colonia, fue de todo para mi, incluso llego a ser mi amante.

 

--Así es-esta vez lo dije claramente, sin acentir ni nada por el estilo.

 

-Dime, ¿acaso ella te beso? –me pregunto mientras hacercaba un poco mas su rostro al mio.

 

--Así es –respondi

 

-¿Toco tu cuerpo? –me susurro al oído mientras lamia lentamente toda su extencion para luego bajar a mi cuello

 

--Si…lo hizo –respondi mientras un suspiro salia de mi garganta.

 

-Mmmm eso no es bueno –dijiste mientras ronroneabas en mi oído, cual gato ante una caricia.

 

--¿Por qué no? –pregunte con el poco aliento que lograba mantener en mis pulmones.

 

-Porque ella no tenía que hacerlo, ese trabajo era y sigue siendo mío. –me dijo mientras sobaba mi abdomen con su experta mano, que para mi sorpresa, era tan deliciosamente tibia que me exitaba con tan solo sentir su rose.

 

--¿Heero?... ¿Que estas haciendo? –le pregunte, aunque era obvio lo que hacia.

 

-¿Acaso no es obvio? –me susurro al oido mientras terminaba de quitar mi camisa.

 

--No me refiero a esto… uff-suspire- me refiero, a que ¿Por qué lo haces? No sabes como me lastimaras luego de esto, pues yo se que tienes novia, se que la amas y se que se comprometieron a matrimonio –dije con mucho dolor en mis palabras, me sentia triste, y luego me senti usado. No queria ser un juguete que se usa una vez y lo desechan, quiero que me amen y me den una muestra de aquellos sentimientos que jamás se me dieron.

 

-Duo… no se quien te dijo todo lo que me acabas de decir, pero dejame decirte que son puras mentiras –me susurraste al oido mientras suspirabas por la excitación- no tengo novia, no la amo pues no tengo, y jamás me comprometeria a nada con nadie que no fuese la persona que mas amo en la vida-me dijo mientras miraba mis ojos, era claro que decia la verdad por lo que decidi que le dejaria continuar, ya luego sabria si todo lo que me dijo es verdad o solo otra mentira mas.

 

--Heero…confiare en ti-fue lo último que dije antes de sentir como Heero jugaba con mis tetillas y luego sentia como las lamia y en cada oportunidad que tenia, las mordia, sacandome ligeros gemidos que yo sabia, lo enloquecian.

 

Mi mente ya no pensaba con claridad pero tal sintoma fue peor cuando Heero comenzo a darme sexo oral. Movia su mano con maestria y besaba la punta de mi mienbro con tal delicadeza que me enloquecia. Lentamente introdujo mi pene en su boca y una vez que lo tuvo dentro comenzo a lamerlo como si de caramelo se tratara. No lo soporte mas y me vine en su boca, sentia como mi cuerpo se tensaba ante cada espasmo que tenia.

 

--Lo siento, me corri dentro de tu boca –dije con vergüenza mientras abria un ojo con pesar, para poder ver el encantador rostro de Heero, un tanto rojo y con una sonrisa maliciosa.

 

-Tranquilo, sabía bien-me dijo mientras se levantaba y besaba mis labios, pude sentir un poco de mi propia escencia. Lejos de darme asco, mas bien me excitaba aun mas; dicha excitación se veia reflejada en mi pene que nuevamente se habia lebantado.

 

Bien se que ahora es mi turno de ‘’comer’’ y sin mas comenze a lamer la extencion de Heero, bese la punta y suavamente mordia por puntos clabes, oida el dulce cantar que salia de los labios de mi amante. Me encanta oirle gemir mi nombre. Luego de unos momentos de darle el placer, se corrio en mi boca y sin chistar me trage toda su escencia, realmente sabia esquisita.

 

Luego de terminar en mi boca, me tomo por los hombros y me sento en la base de la fuente grande que habia ahí, en el jardin. Me abrio las piernas y lentamente comenzo a penetrarme, al comienzo me molesto, pero un ves lo tube dentro, me senti en la gloria, y mas cuando heero comenzo a besar mi cuello, pues es mi punto debil.

 

Comenzo con las embestidas, primero lento, luego más rapidas. ¡Dios Me volvere loco!

 

Tras un rato de fuertes embestidas se vino dentro mio y yo en nuestros abdomenes. Ambos caimos rendidos al suelo mientras respirabamos ajitados, senti como su mano se enlazo con la mia y luego la beso.

 

-Duo… Te amo –me dijo mirandome a los ojos y una gran sonrisa se asomo a sus labios.

 

--También te amo Heero... y mucho-le respondi mientras sonreia al igual que él.

 

Despues de nuestro encuentro, él me lo conto todo, jamás salio con Relena, ni siquiera le agradaba, solamente hacia lo que hacia para darme celos, pues el muy desgraciado siempre supo que era yo el que le espiaba, a veces odio a Heero por ser tan cruel pero bueno quitando ese detalle solo me queda decir que así lo amo, tan detestablemente vengativo como siempre…

 

FIN.

Notas finales:

Espero les h aya gustado.


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